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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Más de un mes después de celebradas las elecciones presidenciales en Venezuela,
el chavismo sigue sin publicar las actas electorales. Su única respuesta hasta el
momento ha sido la represión policial de la oposición política, hasta el punto de
ordenar la detención del auténtico presidente electo de Venezuela, Edmundo González. Veámoslo.
Las dictaduras, y Venezuela es una dictadura, a pesar de que algunos políticos españoles nos
hayan intentado convencer de lo contrario durante demasiado tiempo, las dictaduras,
si organizan un simulacro electoral, tienden a cometer fraude electoral. Porque el propósito
de haber organizado ese simulacro electoral no era el de posibilitar la alternancia pacífica en el
poder, sino al contrario. El objetivo es el de consolidar el poder de la oligarquía gobernante
dándole propagandísticamente un barniz de apariencia democrática. En Venezuela,
la oligarquía chavista gobernante no quería abandonar el poder, y por eso la pantomima de
elecciones presidenciales celebradas a finales de julio no tenía como propósito posibilitar que
la oposición reemplazara en las instituciones gubernamentales al chavismo. Tenía como propósito
aparentar que Venezuela era una democracia aún cometiendo de tapadillo un masivo fraude electoral.
El problema es que ese fraude electoral ha sido tan chapucero, tan obsceno, tan incontestable,
que incluso tradicionales aliados del chavismo han tenido que salir a la palestra para distanciarse
del insoportable tufo de fraude electoral que impregna esos comicios presidenciales.
Por ejemplo, a Lula da Silva, actual presidente de Brasil y tradicional aliado del chavismo,
no le ha quedado otro remedio que rechazar reconocer presidente electo de Venezuela a Nicolás Maduro.
No porque se alíe con la oposición, dado que tampoco reconoce presidente electo de Venezuela
a Edmundo González, sino porque no tiene ningún argumento ante la opinión pública para legitimar
a Maduro como presidente del país después del muy evidente fraude electoral perpetrado.
Tan descarado es el fraude electoral que está cometiendo el chavismo que incluso están
incumpliendo su propia ley orgánica de procesos electorales. Si acudimos al artículo 155 de esta
ley aprobada por el chavismo, encontraremos la siguiente provisión. Publicación de los resultados
de los procesos electorales. El Consejo Nacional Electoral ordenará la publicación de los resultados
de los procesos electorales en la Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela dentro de
los 30 días siguientes a la proclamación de los candidatos electos y las candidatas electas.
Las elecciones presidenciales de Venezuela se celebraron el pasado 28 de julio y ese mismo
día por la noche, o si quisiéramos al día siguiente por la mañana, 29 de julio, el Consejo
Nacional Electoral proclamó a Nicolás Maduro presidente electo de Venezuela. Es decir, a día de hoy ya han
pasado más de 30 días y los resultados, con sus correspondientes actas electorales, no han sido
publicados por el chavismo. Y uno podría pensar que el chavismo se ha olvidado de lo que está escrito
en la propia ley que el chavismo redactó. Pero no. Este plazo de 30 días había sido reafirmado durante
las últimas semanas tanto por la propia oligarquía chavista cuanto por los propagandistas del régimen
chavista. Por ejemplo, Diosdado Cabello, oficialmente número 2 de la oligarquía chavista y extraoficialmente
número 1 de la misma, en su programa de YouTube con el mazo dando, reiteró que, por supuesto,
el Consejo Nacional Electoral acabaría publicando las actas electorales, pero que no lo haría de
inmediato, sino dentro del plazo de 30 días habilitado por la ley. Escuchémoslo.
Maduro acaba de decir que también las tiene. ¿Por qué el CNE no las publica? Que el CNE no tiene porque
está apurado, ni está cumpliendo las órdenes de Rabeldi ni de nadie. Hay unos laxos. El pueblo de Venezuela
ya debería tener claro que son 30 días que tiene. Pero ellos están apurados. ¿Por qué? ¿Por qué?
Asimismo, el intelectual orgánico del chavismo, Juan Carlos Monedero, publicó en su cuenta de X el
pasado 29 de julio lo siguiente. El Consejo Nacional Electoral va a publicar en breve los resultados,
mesa a mesa, de las elecciones en Venezuela. En cuanto se coteje el resultado de las mesas con lo
contabilizado por el Consejo Nacional Electoral, se verá que es imposible falsear el resultado y que
los datos coinciden. En cuanto se publiquen esos datos, los países que esperaban esa auditoría
reconocerán a Nicolás Maduro. En breve las iban a publicar porque de esa manera resultaría incontestable
que el chavismo ha ganado de manera arrolladora las elecciones presidenciales en Venezuela. Bueno,
pues, curiosamente, ha pasado ya más de un mes y esas actas electorales, que según nos decía Monedero,
le daban la razón al chavismo, no han sido publicadas por el propio chavismo. Pero aquí viene
lo interesante. En un artículo de prensa que escribió días después Juan Carlos Monedero para
el Diario Español Público, artículo titulado 14 apuntes sobre lo que pasa en Venezuela, el propio
Juan Carlos Monedero nos decía lo siguiente. Apunte séptimo. El artículo 155 de la Ley de
Procesos Electorales da un máximo de 30 días al Consejo Nacional Electoral para que haga públicos
los resultados de todas las mesas. Siempre lo han hecho y, aunque han tenido retrasos por el hackeo,
lo harán. Lo manda la ley. Es deseable que lo hagan pronto. Esto se escribió el pasado 4 de agosto.
Ha transcurrido un mes desde este artículo y las actas electorales siguen sin haberse publicado.
Siendo tan deseable para el chavismo publicar esas actas electorales, ¿por qué no las han publicado?
Y, desde luego, apelar al hackeo es un pésimo y tramposísimo argumento. Un hackeo informático
podría haber impedido al chavismo a acceder a los datos electorales. Es decir, podría haberle
impedido al Consejo Nacional Electoral determinar cuántos votos ha obtenido cada candidato en las
elecciones. Pero si ellos mismos, si el Consejo Nacional Electoral nos dicen que saben perfectamente
cuántos votos ha obtenido Nicolás Maduro y cuántos votos ha obtenido Edmundo González,
¿será que el hackeo no les ha impedido acceder a las actas electorales a partir de las cuales han
contabilizado los votos y han proclamado ganador a Nicolás Maduro? Y si tienen las actas electorales
para decirnos cuántos votos ha obtenido cada candidato, ¿por qué no publican esas actas
electorales? Pues por lo que venimos explicando desde hace más de un mes. Porque ese simulacro
de elecciones presidenciales fue un masivo fraude electoral. Y como no les resulta sencillo falsificar
las actas electorales, porque resultaría fácilmente detectable que han sido falsificadas, pues han
recurrido exactamente a la estrategia que hace varias semanas ya describimos que iban a utilizar
para justamente no publicar las actas electorales tal como mandata la ley. En particular, el chavismo
le encargó al Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, controlado por el propio chavismo,
que realizara una auditoría entre bambalinas, es decir, no una auditoría pública donde todo el mundo
pudiese leer y fiscalizar las actas electorales, sino una auditoría sin luces ni taquígrafos sobre
las actas electorales presuntamente presentadas por el chavismo. Y finalmente, o sorpresa, ese Tribunal
Supremo de Justicia de Venezuela ha terminado dictaminando que las actas electorales que nadie
había visto, pero que le presentó a sobrecerrado el chavismo para que las fiscalizara. Esas actas
son ciertas y esas actas proporcionan los mismos resultados electorales que los dados por el Consejo
Nacional Electoral, controlado también por el chavismo, y a partir de los cuales se proclamó a
Nicolás Maduro presidente electo de Venezuela, cuando debería haber sido, en todo caso, dictador no electo
de Venezuela. Y claro, después de perpetrar un fraude electoral tan chapucero como este, el siguiente
paso inevitable que da una dictadura es reprimir a la oposición política. Porque claro, si la oposición
política denuncia que has cometido este fraude electoral y que, por tanto, ese dictador no electo
de Venezuela, que es Nicolás Maduro, no debe arrogarse el cargo de presidente electo de Venezuela, pues
entonces, claro, la oposición está socavando la autoridad de Nicolás Maduro para gobernar en
Venezuela. Y si alguien socava gravemente la autoridad del dictador, obviamente el dictador se
resistirá como gato panza arriba reprimiendo a aquellos que la socavan. Y eso es justamente lo
que está sucediendo en Venezuela. Después de haber reprimido a millares de opositores protestando por el
fraude electoral, ayer el régimen chavista dio un paso más. Ayer el régimen chavista ordenó la
detención del candidato opositor y realmente presidente electo de Venezuela, Edmundo González.
Se solicita orden de aprehensión en contra del ciudadano Edmundo González Urrutia por la presunta
comisión de los delitos de usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la
desobediencia de leyes, conspiración, sabotaje a daños de sistemas, asociación cometido en perjuicio
del Estado venezolano. Así pues, fraude electoral y represión de la oposición. Justo lo que cabía
esperar que hiciera una dictadura como la de Venezuela. No hay, por tanto, ninguna sorpresa al
respecto. Por eso, todos aquellos que a día de hoy sigan defendiendo por acción u omisión al
chavismo son cómplices del cercenamiento de los derechos humanos en Venezuela.