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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

El Estado es una mafia. Los políticos proceden del estrato más amoral de la sociedad. Europa
está económicamente estancada porque se ha llenado de keynesianos. Estos son algunos
de los titulares que dejó Javier Millay en la televisión italiana. Veámoslo.
En su reciente visita a Italia, Javier Millay ha sido entrevistado por Rete 4,
una televisión privada del grupo Mediaset. Y esta entrevista, que se ha desarrollado en un
tono bastante distendido, les ha dejado a los espectadores italianos algunos mensajes clave
dentro del pensamiento liberal-libertario. Primer mensaje clave, el Estado es una mafia,
una organización criminal.
Es una asociación criminal en la que un conjunto de políticos se ponen de acuerdo y deciden
de usar el monopolio para robar las recursos del sector privado. De hecho, como decía
En este punto, por cierto, Javier Millay, sin explicitarlo, comienza a desarrollar la
teoría del economista Mark Rolson de la diferencia entre los bandidos itinerantes y
los bandidos estacionarios. Según Mark Rolson, el Estado surge porque en algún momento un grupo
de bandidos cae en la cuenta que le resulta más provechoso, más interesante, más rentable
atracar establemente a un mismo grupo poblacional en lugar de ir atracando como nómadas, como bandidos
a distintos grupos poblacionales dispersos. Así, cuando una banda de ladrones se convierte
en bandidos estacionarios, es decir, en criminales que atracan, que expolian recurrentemente a su
población, adquieren incentivos a cuidar a sus víctimas, como el pastor cuida a las ovejas para
luego esquilarlas. De entrada, los bandidos estacionarios tienen que proteger al grupo
poblacional que están atracando ellos de otros bandidos itinerantes, porque si otros bandidos
atracan a esa población, el bandido estacionario ya no podrá volverla a atracar o quedará una
menor porción del botín. A su vez, el bandido estacionario también ha de restringir que los
individuos se peleen, se roben, se maten entre sí, porque toda violencia interna redunda en
una destrucción de riqueza y menor riqueza es menor botín potencial para el bandido estacionario.
No solo eso, el bandido estacionario, en la medida en que se convierte en un atracador de
largo plazo de ese grupo poblacional, también tiene incentivos a que ese grupo poblacional
desarrolle su productividad, porque cuanto más ricos sean los ciudadanos a los que atraca
estructuralmente, mayor será su botín. Por tanto, el bandido estacionario puede tener
incentivos a suministrar determinados bienes públicos dentro de ese grupo poblacional
para aumentar su productividad y, por tanto, el botín del que se puede apropiar. Y también
tiene incluso incentivos a comprar voluntades, por ejemplo, a través de redistribuciones de
renta dentro de ese grupo poblacional para legitimar a largo plazo su expolio sobre esa
población. Pues bien, cuando Javier Milei dice que el Estado es un bandido estacionario,
está haciendo referencia a esta importante teoría de Mankur Olson que, por cierto,
ya tratamos en un vídeo anterior.
Segundo mensaje fundamental. Los políticos no son el reflejo, no son el espejo de la población.
Los políticos proceden de los peores, de los más psicopáticos, estratos de la población.
A veces se suele apelar, con razón, a la famosa frase del historiador católico Lord
Acton de que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente para justificar
por qué los políticos, una vez llegan al poder, se comportan normalmente de las peores formas
imaginables. El poder los ha terminado corrompiendo. Y, desde luego, el poder corrompe. Pero esa no
es toda la historia. No es que los políticos que llegan al poder sean políticos honestos,
íntegros, abnegados, sacrificados por el interés general y que luego, dentro del poder,
se terminen corrompiendo. No, lo que suele suceder es que al poder llegan los peores
políticos posibles. Esta es una hipótesis que expone Jaihe que en camino de servidumbre y a
la que, implícitamente de nuevo, Milei está apelando. En el acceso a la política hay un
proceso de selección adversa. No toda la población tiene la misma probabilidad de llegar a un puesto
de poder. Quienes tienen una mayor probabilidad de acceder a puestos de poder son aquellos que
sean más hábiles mintiendo, manipulando, traicionando, confabulando, pisoteando, que
tengan en el fondo muy pocos escrúpulos morales, que antepongan su ambición personal a cualquier
otra consideración, que estén dispuestos a ensuciarse las manos tanto como sea necesario
para eliminar a otros competidores políticos que tengan algunos mayores escrúpulos que tú. Ser
ruin en política es una ventaja competitiva y, por tanto, los más ruines tienden a ser los que
llegan al poder. No es que el político no refleje nada de la sociedad que lo ha elegido, desde luego,
pero tampoco pensemos que el político es el ciudadano promedio de esa sociedad. El político
suele proceder de la parte más amoral de esa sociedad. Pero claro, aquí el gran elefante en
la habitación es obvio. Milei ahora mismo es un político. Por tanto, obviamente, cabe preguntarse
si Milei es una de esas personas amorales, sin escrúpulos, traicioneras, que son las que tienden
a llegar al poder. Y esta es una pregunta que, evidentemente, el entrevistador le formula.
Que sea el intercambio jovial y bromista, Milei no llega a responder verdaderamente a esta cuestión.
A la cuestión de si Milei siendo estado es igual a todos los políticos que le han antecedido. Y en
cualquier caso, aunque Milei hubiese respondido, aunque hubiese tratado de argumentar por qué no
lo es, Milei podría estar manipulándonos como un político muy experimentado. A la hora de la verdad
será el paso del tiempo quien nos dirá si Milei es una excepción, una excepcionalidad, algo que ha
conseguido infiltrarse en el sistema para destruirlo desde dentro. Como él mismo dijo en esta entrevista…
O si Milei, en cambio, es un político más que nos ha estado engañando a muchos. Como digo,
solo el tiempo lo dirá. Muchos podemos tener la esperanza de que no sea así, pero siempre hay que
estar vigilantes y mantenerse escépticos. Y el tercer y último mensaje que me gustaría destacar
de esta entrevista es probablemente el que ha tenido una mayor repercusión en redes sociales.
El entrevistador le pregunta a Javier Milei si se arrepiente, si se avergüenza de haber sacado en
campaña la motosierra y Javier Milei le dice que no, que todo lo contrario.
Y en este punto el entrevistador le corta le dice
pero todo esto que usted me está describiendo es justo lo contrario de lo que estamos haciendo
en Europa. ¿No será usted y su gobierno quienes se están equivocando, quienes están tomando malas
medidas económicas? Atención a la respuesta de Milei.
¿Cuál es la zona del mundo que crece de menos? ¿Europa? Obviamente, porque tiene un montón de
estados. ¿Europa? Porque ha tantísimos estados. Demasiados keynesianos. ¿Tropos keynesianos en Europa?
Lo que hay que entender es que el programa keynesiano, el keynesianismo, es una teoría
creada en favor de políticos messianos y corruptos. Más allá de lo que en la jerga de las redes
sociales podríamos llamar el ZASCA de Javier Milei al entrevistador, es curioso como desde Europa
queremos darle lecciones a todo el mundo sobre cómo crecer, sobre cómo impulsar el crecimiento
económico de sus sociedades, cuando efectivamente Europa es una región estancada económicamente.
Es verdad que es una región rica, diferencialmente rica, pero porque en el pasado crecimos mucho y en
el pasado crecimos mucho con gobiernos bastante más pequeños que los actuales. En definitiva,
aparte de cuáles terminen siendo sus resultados como presidente de Argentina, todavía es muy pronto
para evaluarlo, apenas lleva dos meses en el cargo, es verdad que hasta el momento ya ha tomado
decisiones muy valientes y muy bien orientadas, a pesar del bloqueo legislativo para que estas
no terminen saliendo adelante, pero en cualquier caso todavía es muy pronto para juzgar cuáles
van a ser los resultados económicos, políticos y sociales de la presidencia de Javier Milei,
pero aparte de esta tarea fundamental como reconstructor de los fundamentos institucionales
de Argentina, Javier Milei está desarrollando tanto en Hispanoamérica como ahora en Europa
una labor impagable de difusión, de divulgación de las ideas liberales libertarias. Ojalá
las sociedades europeas se inspiren un poquito por estas ideas y en lugar de aferrarse a la
socialdemocracia existente o de girar hacia el nacionalismo fascistoide den una oportunidad
al liberalismo libertario.