This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
El anuncio estrella que efectuó Isabel Díaz Ayuso durante la sesión de
investidura de EIR fue que entregará 14.500 euros a todas las madres menores de
30 años y que lleven más de 10 años empadronadas en la comunidad de Madrid
por cada hijo que tengan. En particular esos 14.500 euros se entregarán en
forma de pagos mensuales de 500 euros desde el quinto mes de embarazo y hasta
que el menor cumpla los dos años. Vamos a ayudar a las mujeres que más lo
necesitan con 14.500 euros por cada hijo que nazca en la comunidad de Madrid
siempre que la madre lleve empadronada aquí al menos 10 años porque la falta
de posibilidades económicas no puede seguir siendo un obstáculo para sacar
adelante la ilusión de formar una familia. Repito a las mujeres embarazadas de
menos de 30 años con rentas inferiores a 30.000 euros anuales y empadronadas en
Madrid desde hace 10 años les ayudaremos con 14.500 euros por hijo. Como
digo se trató del anuncio estrella de la jornada eclipsando incluso a su
promesa de bajar impuestos. Inquietante que una política que se
onorgullece de ser liberal sobresalga más por sus anuncios de gasto público
por sus medidas redistributivas que por sus promesas de reducción de impuestos
pero eso es lo que sucedió en el día de ayer. Desde un punto de vista moral la
valoración de esta medida para un liberal es bastante evidente. Por mucho
que un liberal piense que hay un problema con la natalidad en occidente y yo
obtiendo a suscribirse a tesis desde luego lo que un liberal no puede defender
es que ese problema se solucione metiéndole la mano en el bolsillo a unas
personas para darle su dinero a otras personas. Lo que un liberal no puede
defender es que el estado utilice la coacción, en este caso la coacción
redistributiva, para promover determinados estilos de vida, en este caso
estilos de vida pronatalistas. Lo que un liberal sí debería defender es que el
estado elimine todos aquellos obstáculos o todos aquellos desincentivos que
impiden o que dificultan que una persona se convierta en padre o en madre, por
ejemplo una regulación laboral que dificulta que los jóvenes accedan a un
empleo estable o una regulación inmobiliaria que encarece el precio de la
vivienda y que dificulta la emancipación de las familias jóvenes o por
ejemplo una regulación reaccionaria de las técnicas de reproducción asistida
que impide que una pareja pueda utilizar la gestación suprogada para tener un
hijo. Eliminar todas esas regulaciones que impiden o dificultan que una pareja
se convierta en padres, que una pareja tenga hijos, esos sí serían políticas
liberales dirigidas a promover la natalidad, pero desde luego cobrar
impuestos para transferirle esos impuestos a otras personas para ver si
así se animan a tener hijos no es en absoluto una política liberal, es una
política estatista conservadora, estatista democristiana, estatista si lo
queremos de derechas en una acepción quizá reduccionista de derechas pero que
todos más o menos entenderemos e identificaremos. Pero dejando de lado la
valoración moral de la medida lo que debemos preguntarnos es si al menos la
medida será eficaz para conseguir los objetivos que dice pretender lograr, es
decir si otorgando 14.500 euros a las madres menores de 30 años y que lleven
10 años como mínimo empadronadas en la comunidad de Madrid, conseguiremos promover
de una manera significativa la natalidad. Y aquí mucho me temo y digo me temo
porque ya que se desarrolla esta política ojalá lograr sus objetivos
dado que creo que los objetivos sí son acertados, si creo que es necesario
promover la natalidad o al menos conseguir que nuestra sociedad tenga más
hijos pero lo que disputo, lo que disputo moralmente son los medios
empleados. Por tanto, por desgracia creo que además esta política tampoco será
eficaz a la hora de alcanzar los objetivos que busca, por qué razón.
Fijémonos en el siguiente gráfico extraído del Instituto Nacional de
Estadística, este gráfico refleja las causas por las que las mujeres de menos
de 30 años no han tenido ningún hijo, antes claro, de los 30 años. Y como
podemos observar la principal razón por la que no se tienen hijos antes de los
30 años, el 48% de las mujeres alegó esta razón, es porque se consideran que
son demasiado jóvenes para tener hijos antes de los 30 años.
Por tanto, la mitad del público potencial de esta medida no parece muy
interesada en tener hijos antes de 30 años. ¿Y qué porcentaje de las mujeres
menores de 30 años no han tenido hijos por razones económicas, que es lo que
vendría a remediar la medida de ayuso, darles 14.500 euros para ver si la
estrechez económica es menor y por tanto puede tener hijos? Pues sólo el 8% de
las mujeres, la franja verde que observáis en esta tarta, se corresponde con
mujeres de menos de 30 años que no han tenido ningún hijo por razones
económicas. El 8% de todas las mujeres de menos de 30 años que no tienen hijos.
Las razones, por tanto, son otras, aparte de la principal que ya hemos mencionado,
que se consideran demasiado jóvenes para tener hijos, porque no han tenido una
pareja o no creen que sea la pareja adecuada, porque no quieren ser madres,
porque desean seguir estudiando por razones de salud, por razones laborales
o de conciliación de la vida familiar y laboral, que es algo que está cerca de
las razones económicas, pero que no es lo mismo y que en todo caso estamos
hablando de otro 8% del total u otros motivos que no aparecen más
desagregados en las estadísticas de línea. ¿Cuánto es el 8% de todas las
mujeres de menos de 30 años que no han tenido hijos? Pues apenas 200.000 mujeres,
200.000 mujeres, eso en el conjunto de España, pero recordemos que el plan de
uso es solo, claro, para la comunidad de Madrid y además para aquellas mujeres
dentro de la comunidad de Madrid que lleven 10 años empadronadas. Por
consiguiente, el público objetivo al que se dirige esta política natalista es
un público muy reducido. De hecho, si acudimos a otro gráfico igualmente
relevante, el gráfico que estudia las causas por las que las mujeres menos de
30 años que sí han tenido ya un hijo antes de los 30 años no han tenido más
hijos, comprobaremos que no cambia mucho el estado de la cuestión. La principal
razón por la que no han tenido más hijos no es porque no los quieran, sino
porque, según dicen, esperan tener más hijos pero más adelante, es decir, durante
los próximos años. Por tanto, en este grupo no es que haya mujeres que ya se
hayan plantado y no quieran incrementar el tamaño de su familia, sino que el
44% de ellas esperan hacerlo más adelante, no antes de los 30, sino después de
los 30. Y luego, el segundo motivo más importante por el cual no han tenido más
hijos es por razones laborales o de conciliación de la vida familiar y
laboral que no tiene exactamente qué ver con recibir 14.500 euros o no. Las
razones económicas que sí encajarían con esta política son alegadas por el
18% de las madres que ya han tenido un hijo antes de los 30 años para
explicar por qué no han tenido más. Ahora bien, ¿cuántas madres son el 18% de
las que ya han tenido hijos y que no han tenido más todavía? Pues apenas 30.000
madres en toda España. Por consiguiente, aquí de nuevo tampoco hay demasiado
que rascar. Si juntamos las 200.000 madres que no han tenido hijos antes de
los 30 años por razones económicas y las 30.000 madres que no han tenido más
hijos antes de los 30 años por razones económicas, llegamos a una cifra de
230.000 beneficiarios potenciales en toda España. Si restringimos esta cifra a la
comunidad de Madrid y a aquellas madres que lleven más de 10 años
empadronadas, pues estaremos hablando probablemente de 15.000 o 20.000 madres
como mucho, a lo sumo, probablemente bastantes menos. Aun así, uno podría
pensar que es un público objetivo que no está mal y que si todas ellas se
decidieran a tener hijos, pues la natalidad sí aumentaría de un modo
apreciable y que quizá esta política terminaría valiendo la pena. O incluso
podríamos pensar que otras mujeres que no han alegado causas económicas como
motivo para no haber tenido hijos o no haber tenido más hijos a raíz de este
incentivo económico se animarán, se lanzarán a tener hijos incrementando
verdaderamente la natalidad en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, no cabe
pensar que esto vaya a ser así. En la revisión de la literatura que estudia
las políticas de fomento de la natalidad, efectuada por Tomás Sobotka, Ana
Matissiak y Susana Brozozózka, lo que se concluye es que estas políticas de
fomento de la natalidad que consiste en entregar una transferencia monetaria a
las madres, para que sean madres, son en general muy poco efectivas a largo
plazo para fomentar la natalidad. Si la fomentan a corto plazo, en el corto
plazo sí hay un repunte de la natalidad, pero es un repunte de la
natalidad a costa de la menor natalidad futura. Es decir, lo que sucede es que las
madres anticipan el momento en el que son madres, pero no que el tamaño de las
familias, el número de hijos que tienen las parejas, se termine incrementando.
Leo textualmente lo que dicen estos autores. Pocos estudios han estudiado la
influencia de las transferencias monetarias a largo plazo sobre las
decisiones de mujeres y hombres de tener más hijos de los que alternativamente
habrían tenido. Ahora bien, la investigación que sí ha estudiado esta
cuestión muestra que los efectos a largo plazo de estas políticas son muy
pequeños si es que llegan a tener realmente alguna influencia. Las
transferencias monetarias normalmente incentivan a la gente a tener sus hijos
antes de lo que tenían pensado, pero no suelen incentivarles a tener más hijos
de los que pensaban tener. En el estudio de 18 países de la OCD, Lucy
Greuleg y Tevenon de 2013 estimaron que por cada incremento equivalente a un
punto del PIB en transferencias monetarias, un punto del PIB, no estamos hablando de
poca cosa, todo el gasto público y concertado en educación son cuatro
puntos del PIB al año, por cada incremento equivalente a un punto del PIB
en transferencias monetarias, la tasa de fertilidad apenas se incrementaba en un
0,02%. Asimismo, CalWig en 2010 no encontró ningún tipo de efecto de las
transferencias monetarias sobre la fertilidad en Europa occidental, y
Baizan 2016 solo encontró un efecto positivo entre las personas de
educación superior. En definitiva, estamos ante una política no liberal que
además tiene toda la pinta de no ser eficaz para alcanzar los objetivos que
busca, y esta política, insisto, no liberal y no eficaz, es la que ha
copado la atención mediática del discurso que dio Ayuso ayer. Lo que vendió
Ayuso ante la opinión pública no fue en este caso más libertad económica, menos
injerencia estatal, menor intervencionismo de los políticos en la vida
de la gente, sino que vendió que los políticos son los que ayudarán a que
la gente tenga hijos dándoles el dinero que quitan a otra gente. Desde luego no
es la mejor medalla que podría colgarse un liberal. Máxime, cuando además se
trata de una medalla por una política que no parece ni siquiera que vaya a dar
sus frutas.