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¿Por qué Estados Unidos ha crecido tanto como China en el tercer trimestre de este año 2023?
¡Veámoslo!
Sorprendente ritmo de crecimiento de la economía estadounidense en el tercer trimestre de este año.
En términos intertrimestrales, Estados Unidos expandió a una tasa del 1,2%,
lo que, en términos anualizados, equivale a un crecimiento del 4,9%.
Para que nos hagamos una idea de lo intenso que es este crecimiento económico,
se trata de la mayor tasa de expansión desde el año 2021, en pleno rebote de la pandemia,
y de prácticamente la misma tasa de crecimiento intertrimestral y, por tanto, anualizado,
que ha experimentado la economía china en este mismo trimestre. Es decir,
que una economía mucho más rica y próspera como la de Estados Unidos, donde, por tanto,
la capacidad de crecimiento potencial es menor, está creciendo ahora mismo tanto como una economía
de clase media global como es China. Y todo ello, además, en el contexto de un vertiginoso incremento
en los tipos de interés. Los tipos de interés en la economía estadounidense se han incrementado
en el último año y medio desde el 0% hasta el actual 5,25%. ¿Cómo es posible, por tanto,
que la economía estadounidense esté creciendo tanto después de que los tipos de interés,
a su vez, hayan aumentado tanto y, por consiguiente, estén constriñendo tanto la capacidad de gasto
a crédito? Lo primero es desagregar los factores que explican este ritmo de crecimiento económico.
Si descomponemos el PIB en consumo privado, consumo público e inversión, comprobaremos que el principal
factor que explica este fuerte crecimiento económico en el tercer trimestre del año es el avance del
consumo privado. Concretamente, más de la mitad de todo el crecimiento del PIB estadounidense durante
el segundo trimestre de este año es consumo privado. Un 30% es incremento de la inversión
privada y un 16% consumo y también algo de inversión pública. Por tanto, en este caso,
lo crucial es explicar por qué el consumo privado está tan fuerte, por qué los ciudadanos
estadounidenses siguen gastando tanto en consumo privado. El gasto en consumo privado puede ser de
tres tipos. Bienes de consumo no duraderos, aquellos bienes de consumo que, al usarlos,
desaparecen o se consumen físicamente. Bienes de consumo duraderos, aquellos bienes de consumo
que puedes utilizarlos recurrentemente en más de una ocasión, por ejemplo, un automóvil o una
vivienda. Y, por último, los servicios. Pues bien, de estos tres tipos de gasto en consumo privado,
¿cuál es el gasto más importante? ¿Cuál es el gasto que más contribuye a incrementar el consumo
privado? El gasto en servicios. Como podemos observar, casi tres cuartas partes de todo
el incremento del gasto en consumo durante el tercer trimestre del año en Estados Unidos fue
mayor gasto en servicios. Alrededor de un 20% de ese incremento fue mayor gasto en bienes de
consumo no duraderos y sólo un 5% del aumento del gasto fue atribuible a bienes de consumo
duraderos. ¿Y por qué esta última descomposición es relevante? Pues porque las subidas de los tipos
de interés constriñen, perjudican fundamentalmente al gasto en consumo en bienes duraderos. Los
bienes duraderos son aquellos que típicamente se compran más a crédito. Ya lo he mencionado antes,
viviendas, automóviles, electrodomésticos... No es que se adquieran sólo con crédito,
pero la presencia del crédito sí tiene un papel mucho más relevante que en la adquisición de
servicios o de bienes no duraderos. Muy poca gente se endeuda para adquirir servicios o para
adquirir bienes de consumo no duraderos. En cambio, la demanda de bienes de consumo no duraderos o la
demanda de servicios sí está mucho más influida por los ingresos corrientes de los ciudadanos o
por su ahorro acumulado. El gasto en servicios o en bienes de consumo duraderos se sufraga con
el dinero que tengo ahorrado y con el dinero que estoy ingresando ese mes, por ejemplo, por mi salario.
Aquí encontramos parte de la explicación de por qué la subida de tipos de interés todavía
no está contrayendo la economía estadounidense. Por dos razones. Por un lado, si la subida de
tipos de interés todavía no ha afectado al empleo y no lo ha hecho, el empleo en Estados Unidos sigue
muy fuerte, los ingresos corrientes de los ciudadanos estadounidenses no se están reduciendo.
Al contrario, se mantienen o se incrementan. ¿Y por qué la fuerte subida de tipos de interés
todavía no está afectando gravemente al empleo en Estados Unidos? Pues porque la influencia
contractiva que puede estar teniendo en estos momentos la política monetaria se ve compensada
por la influencia expansiva que está teniendo en estos momentos la política fiscal. Como podemos
observar en este gráfico, el déficit público de Estados Unidos en el ejercicio fiscal 2023,
es decir, desde octubre de 2022 a septiembre de 2023, fue de 1,7 billones de dólares,
el mayor déficit público en la historia de Estados Unidos si exceptuamos los años 2020 y 2021. Pero
lo relevante es que ese déficit público se incrementó en el ejercicio fiscal 2023 frente
al ejercicio fiscal de 2022. Por tanto, en lugar de aplicar una política fiscal contractiva,
o al menos una política fiscal menos expansiva, el Gobierno Federal de Estados Unidos está
aplicando una política fiscal más expansiva, lo que contrarresta parte de los efectos contractivos
que tendría la subida de tipos de interés. Y el otro motivo por el cual la subida de tipos
de interés no está afectando significativamente al gasto en consumo es que los tipos de interés
únicamente influyen sobre el gasto en bienes de consumo duraderos. Y ya vemos que el incremento
nominal en el gasto en bienes de consumo duraderos ha sido prácticamente nulo. Por tanto, ahí sí
están afectando. Sin embargo, en el gasto en servicios o en bienes de consumo no duraderos,
los tipos de interés tienen una influencia muy pequeña. Y por mucho que suban, ese gasto no se
va a restringir. Pero aún así, y con todo, sorprende que el gasto en consumo de los ciudadanos
estadounidenses esté creciendo tanto y durante tanto tiempo. ¿De dónde sacan el dinero para
sufragar esas importantes compras en bienes de consumo no duradero y, sobre todo, en servicios?
Pues, en gran medida, el dinero para sufragar estos incrementos de su gasto en consumo lo obtienen
del ahorro acumulado durante la pandemia. Durante la pandemia, tanto Trump como Biden
estimularon fortísimamente la economía estadounidense, llegando a repartir cheques
a las familias estadounidenses. Esos cheques, que eran transferencias monetarias directas del
gobierno a los ciudadanos, fueron en su mayor parte ahorrados durante la pandemia. Y como podemos
ver en este gráfico, ese ahorro acumulado entre las familias estadounidenses, que llegó a superar
los 2 billones de dólares, algo así como dos veces el PIB de España, ese ahorro ha ido declinando
con el paso de los trimestres conforme el gasto en consumo se iba incrementando. Pero aún así,
demos nos cuenta de que a los ciudadanos estadounidenses todavía les restan alrededor
de un billón de dólares en ahorro acumulado del que pueden echar mano para seguir incrementando
su gasto en consumo. Por tanto, y en definitiva, ¿por qué la economía estadounidense está
creciendo tanto? Pues por un lado, por los efectos de la política fiscal expansiva presente. Pero
por otro, y también por los efectos presentes de la política fiscal pasada. La política fiscal
de 2020 y de 2021 fue tan expansiva e incrementó tanto el ahorro privado de los estadounidenses que
estos todavía pueden echar mano de esas reservas para financiar su mayor gasto en consumo. Y ese
mayor gasto en consumo es el que está sosteniendo, en última instancia, el resto del PIB de la
economía estadounidense, porque también está impulsando un mayor gasto en inversión, aunque
sea en inversión en inventarios, para atender ese creciente gasto en consumo. La cuestión que,
sin embargo, deberíamos plantearnos es qué sucederá con la economía estadounidense,
si se agotan las reservas de ahorro acumuladas durante la pandemia, si se corrige el déficit
público actual y si los tipos de interés se mantienen por encima del 5%. En ese momento,
probablemente, no vengan buenos tiempos.