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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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¿Por qué el diario El País, el principal periódico de España, califica a Javier Millay
de… ultra?
Veámoslo.
El diario El País es el principal periódico de España, y desde hace meses viene calificando
a Javier Millay, actualmente presidente de Argentina, como ultra.
El ultra Javier Millay abre un nuevo frente y arremete contra la ciencia en Argentina.
El PP se divide ante el triunfo del ultra Millay en Argentina.
El ultraderechista Millay arrasa en las elecciones y Argentina da un salto a lo desconocido.
El apoyo al ultra Millay, una moneda en el aire para el expresidente argentino Mauricio
Macri.
No hace falta que especulemos sobre ello.
La propia defensora del lector dentro del diario El País, Soledad Alcaide, ha grabado
un vídeo en el que responde precisamente a esta cuestión.
Soy Soledad Alcaide, la defensora del lector del país.
Cada vez que subimos un vídeo de Millay nos estáis preguntando por qué lo llamamos ultra,
y vamos a ver en el libro de estilo por qué hacemos esto.
El libro de estilo es como nuestra constitución, y en la entrada de ultra lo que dice es que
es un extremista de derechas.
Algunos nos habéis preguntado por qué no lo definimos como liberal, pero es que él
se define como una especie de anarcocapitalista, y además ha llamado zurdos de mierda a la
oposición.
Por lo tanto, yo creo que está más que justificado para definir su tendencia que lo llamemos
ultra.
Si tenéis más dudas como esta, me podéis escribir a defensora arroba el país punto
E.
Esta es la explicación oficial.
Vayamos ahora a analizar los principales argumentos que ofrece.
El argumento, ¿por qué lo dice el libro de estilo, su constitución?
Y vamos a ver en el libro de estilo por qué hacemos esto.
El libro de estilo es como nuestra constitución, y en la entrada de ultra lo que dice es que
es un extremista de derechas.
Fijaos en el nivel de argumentación, ¿por qué en el país llamáis ultra a Javier Millay?
Respuesta, pues porque en el país hemos decidido que llamaremos ultra a todo político que
sea un extremista de derechas.
Vale, muy bien, pero esto no responde exactamente a lo que te estaba preguntando.
Por un lado, ¿por qué en el país, en el libro de estilo, habéis decidido que solo
llamaréis ultra a los extremistas de derechas, pero no a los extremistas de izquierdas?
Y a esto no se responde, simplemente se nos remite al libro de estilo del diario El País
como si fuera una especie de verdad revelada.
Pero el punto no es ese.
El punto no es por qué el diario El País se ajusta a su libro de estilo, sino por qué
el libro de estilo del diario El País dice lo que dice, porque eso está en sectarios
para considerar únicamente ultra a la ultra derecha, pero no consideráis ultra a la ultra
izquierda.
Pero es que, por otro lado, aún cuando obviáramos este problema de base, ¿por qué solo llamáis
ultra a los extremistas de derechas, pero no a los extremistas de izquierdas?
Aún cuando se obviara este problema de partida, lo que deberías argumentar es ¿por qué crees
que Javier Milley encaja dentro de esa definición de extremista de derechas?
Porque si no presentas un argumento convincente al respecto, lo único que estás diciendo
es llamamos ultra a Javier Milley porque en el país hemos decidido que solo llamaremos
ultra a la ultra derecha y desde nuestro punto de vista Javier Milley es de ultra derecha.
Pero ¿por qué lo es? ¿Por qué desde vuestro punto de vista Javier Milley es de ultra derecha?
Y aquí es donde encontramos el segundo argumento de la defensora del lector.
Javier Milley es de ultra derecha porque se ha definido como anarcocapitalista.
Algunos nos habéis preguntado por qué no lo definimos como liberal, pero es que él
se define como una especie de anarcocapitalista.
Primero, es verdad que Javier Milley se ha definido en muchas ocasiones como anarcocapitalista,
al menos desde un punto de vista filosófico, pero es que Javier Milley incluye el anarcocapitalismo
dentro del liberalismo.
Por tanto, en contra de lo que está diciendo la defensora del lector del diario El País,
Javier Milley sí se define como liberal.
Como liberal de tipo libertario, es decir, no un liberal clásico, sino un liberal moderno
profundamente antiestatista.
Lo podemos escuchar aquí de su propia boca.
Y el honor que implica ser el primer presidente liberal libertario de la historia de la humanidad.
Vamos que la defensora del lector del país miente cuando dice que Javier Milley no se
define como liberal.
Sí se define como liberal, como liberal libertario.
Pero en segundo lugar, aunque sólo se definiera como anarcocapitalista, siendo el anarcocapitalismo
algo no integrado para Milley dentro del liberalismo, ¿por qué motivo incluyes el anarcocapitalismo
dentro de la ultraderecha?
Es verdad a este respecto que el término derecha es muy vaporoso, pero si de alguna
manera vinculamos, asociamos la ultraderecha con el fascismo, uno de los principales objetivos
del fascismo es un estado grande y muy poderoso.
Si acudimos al texto La doctrina del fascismo, escrito por Benito Mussolini, que algo sabía
sobre esta cuestión, podremos leer lo siguiente.
Fascismo y liberalismo.
Siendo antiindividualista, la concepción fascista se pronuncia por el estado y se pronuncia
por el individuo en cuanto éste coincide con el estado, que es conciencia y voluntad
universal del hombre en su existencia histórica.
El fascismo está en contra del liberalismo clásico, que surgió de la necesidad de reaccionar
contra el absolutismo y que terminó su función histórica desde que el estado se transformó
en la conciencia y voluntad populares.
El liberalismo negaba al estado en interés del individuo particular.
El fascismo reconfirma al estado como verdadera realidad del individuo.
Y si la libertad ha de ser atributo del hombre real y no de aquel abstracto fantoche en el
cual pensaba el liberalismo individualista, el fascismo se pronuncia por la libertad.
Se pronuncia por la única libertad que puede ser una cosa seria, a saber, la libertad del
estado y del individuo en el estado.
Ello en razón de que, para el fascista, todo reside en el estado, y nada que sea humano
o espiritual existe, y tanto a menos tiene valor, fuera del estado.
En este sentido, el fascismo es totalitario, y el estado fascista, síntesis y unidad de
todos los valores, interpreta, desarrolla e incrementa toda la vida del pueblo.
Si para el fascismo todo dentro del estado y nada fuera del estado, es obvio que un anarcocapitalista
que pretende acabar con el estado va a tener muy poca o ninguna conexión con el fascismo,
es decir, con lo que popularmente entendemos por ultraderecha.
Es decir, que este segundo argumento que emplea la defensora del lector del país para calificar
a Milei de ultra, no es un argumento demasiado bueno.
¿Y qué decir del tercer y último argumento que ofrece esta señora para justificar el
descalificativo del país contra Milei?
Y además ha llamado a zurdos de mierda a la oposición, por lo tanto, yo creo que está
más que justificado para definir su tendencia que lo llamemos ultra.
A ver, si Javier Milei insulta a la oposición, pues entonces a lo mejor cabe decir que Javier
Milei es un maleducado.
Pero de ahí a que por el hecho de insultar a la oposición uno se convierta en ultraderecha,
pues hay un trecho muy grande.
Podrá haber personas de izquierdas que insulten a la derecha, podrá haber personas de derechas
que insulten a la izquierda o también a la derecha, y el envoltorio, que uno sea más
o menos histriónico, que uno recurra con mayor o menor facilidad al insulto, no calificará
ni definirá el contenido, y el contenido es si uno es de izquierdas, de derechas, liberal,
antiestatista, proestatista, etcétera.
Por tanto, que un político insulte a la oposición no lo califica per se ni de izquierdas, ni de
derechas, ni liberal, ni antiliberal, ni socialdemócrata, ni anarcocapitalista, ni nada.
Y solo por eso no se puede acreditar, no se puede avalar, no se puede justificar la etiqueta
de ultra como sinónimo de ultraderecha.
En definitiva, ¿por qué el principal periódico de España califica a Javier Millet de ultra?
Pues simple y llanamente, porque le da la gana.
Pero cuidado, no pensemos que esta es una preferencia completamente arbitraria.
Si el país quiere calificar a Javier Millet como ultra, es porque el país quiere descalificar
a Javier Millet.
Y este es el quid de la cuestión.
El quid de la cuestión es que se está utilizando el calificativo ideológico ultra como una
forma de editorializar negativamente desde los mismos titulares de la noticia.
Se califica a Javier Millet de ultra no a efectos descriptivos, como si en un titular se dijera
que Pedro Sánchez es socialdemócrata.
No se le califica como ultra para que el lector del país tenga de antemano, nada más leer
el titular, una visión negativa de la figura y de las ideas de Javier Millet.
Es decir, que el país califica a Javier Millet como ultra para manipular al lector.