This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
¿Por qué la Bolsa estadounidense ha caído un 20% a lo largo del año 2022?
¿Acaso es que las compañías estadounidenses han obtenido muchos menos beneficios de lo
esperado, muchos menos beneficios que en el año 2021?
En absoluto.
El motivo es otro.
Veámoslo.
Este año la Bolsa estadounidense ha perdido el 20% de su valor, y a tenor de una caída
tan intensa que no fue anticipada por la inmensa mayoría de inversores, parecería que el gran
error que cometieron estos inversores fue no haber estimado correctamente cuáles serían
los beneficios de las empresas cotizadas en este índice a lo largo del año 2022.
Parecería, por tanto, que las empresas estadounidenses han ganado en 2022 mucho menos dinero del que
se esperaba a finales de 2021 que ganaran a lo largo de este año 2022.
Y es que los inversores, los analistas tienen en cada momento una expectativa sobre cuáles
van a ser los beneficios de las empresas a corto, medio y largo plazo.
Con lo cual, de nuevo, parecería que la expectativa de beneficios para el año 2022
que tenían a finales de 2021 no se ha correspondido finalmente con la realidad de los beneficios
de las empresas cotizadas en la Bolsa estadounidense en este 2022.
Pero quizá lo más sorprendente de todo este asunto sea que el año 2022 haya sido el año
en el que los analistas, los inversores, menos herraron en sus previsiones de beneficios
de las empresas estadounidenses cotizadas desde el año 1995, fue el año en el que más
atinaron en sus expectativas de generación de beneficios.
Como podemos observar en este gráfico, el error que cometieron los analistas a la hora
de pronosticar a finales de 2021 los beneficios que iban a tener las compañías estadounidenses
a lo largo del año 2022 ha sido de apenas un dólar por acción.
El promedio de las estimaciones era que las empresas estadounidenses iban a cerrar el año
2022 con unos beneficios por acción de $221 dólares y finalmente parece que será de $220
dólares, apenas se han equivocado en un dólar.
Aclaro que estoy diciendo lo de parece que será de $220 dólares porque si bien ya
tenemos beneficios empresariales hasta el tercer trimestre del año 2022 nos faltan los
beneficios empresariales del cuarto trimestre de 2022, con lo cual para este cuarto trimestre
todavía estamos utilizando expectativas actualizadas de cuánto dinero ganarán las
empresas estadounidenses en este cuarto trimestre.
No obstante, y aunque haya una cierta desviación, estaremos ante un año en el que el error
en el pronóstico de ganancias de las empresas estadounidenses cotizadas en el estándar
Ampours 500 habrá sido un error muy bajo.
¿Cómo es posible, entonces, que habiendo acertado casi milimétricamente los beneficios
que iban a tener las empresas cotizadas en el estándar Ampours 500, como es posible
que esos mismos analistas que atinaron en su pronóstico de ganancias no fueran capaces
de prever el descenso de alrededor de un 20% en la Bolsa estadounidense?
Pues por lo siguiente, el precio de toda acción es igual al producto de dos variables.
Una variable es el beneficio por acción, que es la variable que los analistas acertaron.
La otra variable es el PER, que es la variable que los analistas no acertaron.
Por ejemplo, imaginemos que una empresa tiene un beneficio por acción de 10 dólares y que
la ratio PER se ubica en 20.
En ese caso, el precio de la acción de esa compañía será de 200.
Si la ratio PER sube de 20 a 25, aún con el mismo beneficio por acción, el precio
de la acción ya no será de 200, sino de 250.
Y si el beneficio por acción cae de 10 a 5 con un PER de 25, entonces el precio de la
acción pasará a ser de 125.
Las variables, por tanto, son determinantes del precio de la acción de una empresa.
No solo cuánto esa empresa gana normalizado por el número de acciones, es decir, no solo
el beneficio por acción, sino también cuál es la ratio PER de esa empresa o del conjunto
del mercado bursátil.
¿Y qué es eso de la ratio PER?
Lo que significa PER es price range ratio, algo así como múltiplo del precio sobre
las ganancias.
¿Qué múltiplo del beneficio por acción estamos pagando cuando compramos una acción?
Si una empresa tiene un beneficio por acción de 10 y pagamos por una acción de esa empresa
un precio de 200, eso significa que estamos pagando un precio que equivalea 20 veces su
beneficio por acción, por tanto, en ese caso, la ratio PER sería de 20.
Hasta aquí parecería que estamos razonando en círculos, hemos dicho que los analistas
anticiparon correctamente el beneficio por acción, por ejemplo, 10, pero que no anticiparon
que el precio de las acciones iba a bajar de 200 a 150 porque no fueron capaces de anticipar
que la ratio PER iba a bajar de 20 a 15, pero si estamos definiendo la ratio PER en función
del precio, si estamos diciendo que la ratio PER es el múltiplo de veces que pagamos
el beneficio por acción, entonces, simplemente estamos diciendo no que los analistas no
supieron anticipar la ratio PER, sino que no supieron anticipar sin más el precio de
la acción.
Si el precio de la acción en lugar de caer de 200 a 150 hubiese caído de 200 a 100,
la ratio PER habría bajado de 20 a 10 y diríamos que no habrían sido capaces de anticipar
el descenso de la ratio PER, es decir, que si simplemente definimos la ratio PER de manera
pasiva como la ratio entre el precio por acción y el beneficio por acción, la ratio PER en
realidad no es determinante de nada, está determinada por la relación entre el precio
por acción y el beneficio por acción.
Sin embargo, y esto es lo verdaderamente relevante, la ratio PER si está determinada o al menos
influida muy poderosamente por una variable que ha evolucionado a lo largo del año 2022
en una dirección en la que la mayoría, la inmensa mayoría de analistas no esperaba
que evolucionara a cierre del año 2021 y me estoy refiriendo a los tipos de interés.
La inversa de la ratio PER, uno dividido entre la ratio PER, nos proporciona lo que podríamos
denominar la rentabilidad de esa acción.
Vamos al ejemplo anterior, en el ejemplo anterior teníamos el precio de una acción a 200,
el beneficio por acción era de 10 y la ratio PER era de 20, 10 por 20 igual a 200.
Pues bien, si dividimos uno entre la ratio PER, uno entre 20, tendremos 5% de rentabilidad,
esto lo que nos está indicando es que comprando acciones de una empresa que gana 10 dólares
por acción a un precio de 200, cada una de esas acciones, 10 entre 200, nos proporciona
esa rentabilidad del 5%, estamos comprando un activo financiero que al menos en este
ejercicio esperamos que nos proporcione un retorno, una rentabilidad del 5%.
Con lo cual la ratio PER lo que recoge de alguna manera es lo siguiente, ¿cuál es la rentabilidad
mínima que exigen los inversores en bolsa para invertir en bolsa?
Se contentan con un 5% de rentabilidad, entonces estarán dispuestos a pagar ratio PER de 20,
que exigen un 10% de rentabilidad, entonces no estarán dispuestos a pagar ratio PER superiores
a 10, es decir que si el beneficio por acción es 10 y la ratio PER máxima que están dispuestos
a pagar es de 10, el precio de esa acción no superará los 100, porque no estarán
dispuestos a pagar más de 100 por un beneficio por acción de 10, que se conforman con una
rentabilidad del 1%, entonces estarán dispuestos a pagar ratio PER de hasta 100, con lo cual
si el beneficio por acción sigue anclado en 10, pero la ratio PER se dispara a 100,
el precio de la acción se dispararía hasta 1000.
¿De qué depende la rentabilidad mínima que exigen los inversores para invertir en bolsa
y por tanto de qué depende la ratio PER que a su vez determina el precio de las acciones
en bolsa junto con el beneficio por acción?
Pues depende de muchísimas variables, por ejemplo la preferencia temporal o por ejemplo
la versión al riesgo, si los inversores son muy pacientes y no tienen mucho miedo al
riesgo estarán dispuestos a aceptar bajas rentabilidades por comprar acciones, con lo
cual dicho de otra manera estarán dispuestos a pagar ratio PER muy altas para comprar acciones
de una empresa y eso llevará a que las cotizaciones bursátiles sean muy altas, a igualdad de
circunstancias, a mayor paciencia y mayor valentía, a mayor gestación de volúmenes
de ahorro dispuestos a ser invertidos en el mercado bursátil, menor rentabilidad mínima
exigida, mayor ratio PER y mayor precio de las acciones, sin embargo también hay otro
elemento que ha sido el clave, el crucial en el año 2022 que determinar la rentabilidad
mínima que exigen los accionistas.
En bolsa y me estoy refiriendo a la rentabilidad que proporcionan otros activos financieros
distintos a las acciones bursátiles pero que compiten con las acciones bursátiles, estoy
hablando de la renta fija o de los bonos.
Las acciones ofrecen una rentabilidad fluctuante e incierta, nada nos garantiza que los beneficios
por acción que estamos esperando en el año 2022 o en el año 2023 se terminen realizando,
con lo cual lo único que tenemos es una rentabilidad esperada, si yo pago 200 por una acción
que espero que va a tener un beneficio por acción de 10, la rentabilidad que espero
tener es del 5%, pero si finalmente el beneficio por acción de esa empresa es de 5 y no de
10, la rentabilidad que obtendré será del 2,5%, no digamos ya si esa empresa entra en
pérdidas, en cuyo caso tendré un retorno negativo, lo único que puedo hacer con las
acciones es tratar de anticipar cuánto dinero ganarán las empresas, pero en esa anticipación
me puedo equivocar muy gravemente, en cambio en los bonos la rentabilidad que vamos a obtener
está cerrada de antemano, salvo que el emisor del bono impague, quiebre y no pueda respetar
sus compromisos, el emisor del bono se ha comprometido a pagarnos una determinada cantidad
de dinero en determinadas fechas fijas, de modo que cuando yo compro el bono a un determinado
precio yo ya sé de antemano que rentabilidad nominal voy a obtener por ese bono, por tanto
la rentabilidad del bono es mucho menos incierta y mucho menos fluctuante que la rentabilidad
de las acciones, de modo que hay igualdad de circunstancias, es decir hay igualdad de
rentabilidades uno tiende a preferir el bono a la acción, si espero que la acción me
dé un 5% y el bono me da seguro salvo impago del emisor del bono, si el bono me da seguro
un 5% para que voy a comprar una acción que me da de manera incierta un 5% cuando puedo
comprar un bono que me da de manera cierta ese 5%, no tiene mucho sentido, si el bono
me está dando un 5% exigiré más de un 5% para comprar acciones, un 7, un 8, un 10,
un 12 ya depende de la versión al riesgo de los inversores, pero en cualquier caso la
rentabilidad del bono compete con la rentabilidad de la bolsa y lo que ha sucedido este año
es que los bonos han empezado a pagar intereses mucho más altos que en años anteriores,
por ejemplo en estos momentos la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años es del
3,5% cuando a comienzos del año 2022 he dado el 1,5%, es decir que a comienzos de año
los tipos de interés eran mucho más bajos de lo que los son en la actualidad, ni siquiera
había una expectativa de que fueran a subir tan rápidamente como han subido a lo largo
de este año como consecuencia de la actuación en este caso de la Reserva Federal en general
de los bancos centrales para contrarrestar la inflación, como los bancos centrales
se han comportado de un modo mucho más agresivo de lo que esperaban los inversores la rentabilidad
del bono se ha disparado y al dispararse la rentabilidad del bono que compete con la rentabilidad
de la bolsa, es decir con la ratio PER, lo que ha ocurrido es que la ratio PER del mercado
bursátil estadounidense se ha hundido de un modo en el que los inversores, los analistas
no esperaban a cierre del año 2021, de ahí que como podemos observar en este gráfico
la ratio PER del estándar ampur 500, haya caído desde 21,7 a comienzos del año 2022
a 17,5 a finales del año 2022, si multiplicamos 21,7 por 220, que recordemos 220 es el beneficio
por acción del conjunto del estándar ampur 500, obtendremos aproximadamente 4770 puntos,
que es la cotización que tendría hoy el estándar ampur 500 si no se hubiese producido ese
desplome de la ratio PER como consecuencia del incremento de la rentabilidad sustitutiva
de los bonos, en cambio si multiplicamos 17,5 la ratio PER actual por 220 tendremos 3850
puntos que es aproximadamente la cotización actual del estándar ampur 500 que implica
una caída del 20% con respecto a los 4770 puntos que mencionábamos en el cálculo anterior,
con lo cual ese es el motivo por el que la Bolsa estadounidense ha perdido un 20% de su
capitalización a lo largo de este año 2022, no porque las empresas lo hayan hecho mucho
peor de lo anticipado a comienzos del año 2022, sino porque los bonos han pagado rentabilidades
mucho más altas de lo anticipado a comienzos del año 2022 y eso ha provocado que los inversores
exijan una rentabilidad mínima más alta para permanecer en Bolsa y para que la Bolsa
pudiese ofrecer esa rentabilidad más alta que como mínimo le exigían los inversores
solo había dos caminos, por un lado si mantenemos estables, no digamos ya si incrementamos,
si mantenemos estables los precios de las acciones la rentabilidad solo se puede aumentar
incrementando el beneficio por acción de manera muy sustancial, algo que las empresas estadounidenses
no han conseguido, por otro si el beneficio por acción no se incrementa tampoco se hunde
sino que se mantiene para aumentar la rentabilidad por acción solo hay una vía, reducir el
precio de las acciones para que un mismo beneficio por acción represente sobre un precio más
bajo una rentabilidad más alta que a comienzos del año y esto último es justamente lo que
ha sucedido, la Bolsa se ha depreciado un 20% a lo largo del año 2022 porque para poder
competir con la mayor rentabilidad que ofrecían los bonos como consecuencia de las subidas
de tipos de interés de los bancos centrales dirigidas a combatir la inflación, la Bolsa
ha tenido que abaratarse en relación con unos determinados beneficios por acción para
incrementar su rentabilidad, los analistas no se equivocaron a la hora de pronosticar
los beneficios por acción, se equivocaron a la hora de pronosticar la senda de la política
monetaria de los bancos centrales y su repercusión sobre la Bolsa.