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De acuerdo con Podemos, el Banco de España se equivoca cuando estima que la subida del
salario mínimo en el año 2019 destruyó o dejó de crear hasta 170.000 empleos. En
cambio, según Podemos, la subida del salario mínimo en el año 2019 está claro que contribuyó
a reducir la desigualdad y la pobreza laboral en el año 2019.
Sin embargo, como comprobaremos a continuación, podemos rechazar los resultados del Banco
de España, a pesar de que son muy sólidos, al demostrar que la subida del salario mínimo
destruyó empleo y, al mismo tiempo, podemos abrazar otros análisis muy endebles, sin
ningún tipo de rigor metodológico que pretenden demostrar, que pretenden concluir que la subida
del salario mínimo se haya detrás de la reducción de la desigualdad y de la pobreza laboral
en el año 2019. El rigor, el extremo rigor del Banco de España no le vale a Podemos,
la absoluta falta de rigor de otros análisis sí le vale a Podemos.
Empezamos.
Hace algo más de un mes, el Banco de España publicó el que probablemente haya sido el
informe metodológicamente más serio y riguroso de cuanto se hayan publicado en nuestro país
sobre los efectos del salario mínimo en España. Y sus conclusiones, alcanzadas a través de
dos métodos distintos, fueron que la subida del salario mínimo en el año 2019 había
destruido o impedido la creación de entre 90.000 y 170.000 empleos.
De ahí que el responsable de Economía de Podemos, Nacho Álvarez, publicara rápidamente
en Twitter un hilo en el que pretendía desmontar metodológicamente el informe del Banco de
España.
¿Cómo podemos leer lo que dijo entonces fue?
Antes de nada, aclaremos lo que dice y no dice el informe.
No dice que se han destruido empleos, eso es mentira, el informe dice que se han destruido
empleos y se han dejado de crear empleos.
Pero bueno, el Banco de España señala que la creación de empleo se habría ralentizado
en algunos colectivos, pero recordemoslo, 2019 fue un año de notable creación de empleo,
creció al 2,3%.
En todo caso, el informe del Banco de España presenta desde mi punto de vista algunas decisiones
metodológicas que ofrecen dudas sobre su capacidad para explicar los efectos globales de una
subida del salario mínimo.
A continuación, señalo 4.
Primero, la subida del salario mínimo genera dos fuerzas de signo opuesto en la economía.
Por un lado, aumenta el coste de algunas empresas, conteniendo la creación de empleo, por otros
incrementa el nivel de demanda agregada, impulsando la creación de nuevos empleos.
Captar este doble efecto es crucial, pero el informe del Banco de España solo analiza
el primero, no el segundo.
El análisis micro queda cojo, sabemos lo que les pasa a algunos empleos de bajos salarios,
pero no se analiza el impacto macro que el aumento de la demanda tiene sobre el empleo.
Si el incremento del salario mínimo aumenta el consumo de las familias, elevando la demanda
de las empresas, puede llegar a compensar el aumento de costes.
En ese caso, la subida del salario mínimo supondría una sustitución de malos empleos
por empleos mejores sin impacto sobre el empleo neto.
Este efecto no se estudia, de hecho, ninguna de las metodologías que utiliza el informe
va a tener en cuenta este efecto macroeconómico sobre la evolución general del empleo.
Por ello, conviene recordar por dónde avanza el debate académico, una parte de la literatura
basada en meta-análisis, combinación de ciertos estudios previos, muestra que hay
poca o ninguna evidencia del impacto negativo entre la subida del salario mínimo y la creación
de empleo.
Es verdad que el informe del Banco de España no analiza los efectos que la subida del salario
mínimo puede haber tenido sobre el consumo global y los efectos que ese incremento,
puesto incremento del consumo global, puede haber tenido sobre la creación de empleo.
Por tanto, esta crítica podría ser válida, podría tener sentido, pero como ya explicamos
en otro vídeo que podréis consultar en la sección de pestañas arriba a la derecha,
es muy poco probable que el aumento del empleo derivado del supuesto, aumento del consumo
tras esta subida del salario mínimo haya compensado la destrucción de empleo directa
que ha generado, que sí ha generado, esta subida del salario mínimo.
De hecho, pensemos que quizá el consumo agregado no ha aumentado como consecuencia de la subida
del salario mínimo, sino que puede haberse reducido.
Si el empleo que destruye el salario mínimo reduce más el consumo de lo que lo incrementa
el salario mínimo entre aquellos trabajadores que permanecen empleados, que conservan su
empleo, pues el consumo agregado como consecuencia directa de subir el salario mínimo puede
haberse contraído perfectamente y, por tanto, la destrucción de empleo podría ser todavía
mayor de la que captura el Banco de España.
En todo caso, y repito, como ya explicamos en el anterior vídeo, es muy poco probable
que este canal enmiende significativamente los resultados que ofrece el Banco de España.
Sigamos con la segunda de las críticas metodológicas de Nacho Álvarez.
El informe presenta los datos de crecimiento de empleo y PIB en 2019 como si el salario
mínimo hubiese empeorado la relación entre ambas variables.
Se dice, a lo largo de 2019, la mayoría de indicadores del empleo agregado mostraron
una desaceleración mayor a la observada en el PIB. Sin embargo, si comparamos la elasticidad
del empleo respecto al PIB entre 2018 y 2019, comprobamos que esta aumenta en horas y empleos
a tiempo completo, es decir, en 2019 el empleo aumentó por cada punto de crecimiento del
PIB más que en 2018.
En realidad, la elasticidad del empleo con respecto al PIB no es más que la productividad
aparente de los trabajadores en los nuevos puestos de trabajo que se han creado, y si
estamos diciendo que se crea más empleo por cada unidad que sube el PIB, lo que estamos
diciendo al mismo tiempo es que cada trabajador que se incorpora a un empleo está creando
menos PIB que antes.
Si un aumento del PIB de una unidad genera dos empleos, estamos diciendo que cada uno
de esos trabajadores contribuye a crear media unidad de PIB.
Ahora, si una unidad de PIB adicional genera cuatro empleos, estamos diciendo que cada
trabajador adicional solo contribuye a crear 0,25 unidades de PIB, es decir, que el empleo
que se está creando es menos productivo, por tanto, si Nacho Álvarez tuviera razón
en que el cambio de la elasticidad del empleo con respecto al PIB entre 2018 y 2019 se ha
debido a la subida del salario mínimo, lo que estaría diciendo es que el salario mínimo
favorece la creación de puestos de trabajo poco productivos, lo cual por cierto casa mal
con su crítica anterior, porque su crítica anterior era que la subida del salario mínimo
había sustituido empleo poco remunerado por empleo más cualificado y más remunerado,
y aquí está diciendo justo lo opuesto.
Seguimos con su tercera crítica.
El Banco de España estudia los cambios en el empleo a través de la evolución en el
número de contratos, pero solo comparan los grupos que están justo por debajo y justo
por encima del salario mínimo, sin analizar lo que sucede a los empleos por encima de
1.450 euros.
El enfoque es muy restrictivo, viendo estos gráficos tenemos una imagen parcial de la
evolución del empleo en 2019, el empleo por debajo de 1.050 euros se reduce aproximadamente
en 350.000 personas y el empleo entre 1.050 y 1.250 aumenta en 200.000.
Pero ¿qué sucede con el empleo en el resto de la economía?
En realidad sabemos que el crecimiento de los empleos por encima de 1.450 euros compensó
sobradamente la caída de empleos por debajo de ese umbral, sin embargo el impacto de la
subida del salario mínimo sobre este tramo de empleos, fruto de los efectos de segunda
ronda, está ausente.
Es más, en este punto el Banco de España compara la evolución de dos grupos, uno afectado
por la medida y el otro no, pero admite que los trabajadores de cada uno de esos grupos
no son comparables, se obvian diferencias en jornada, rotación, días trabajados, etc.
De nuevo esta crítica es una reelaboración de la primera crítica, lo que nos está diciendo
es que el salario mínimo pueda haber destruido empleos poco cualificados, pero que tal vez
haya creado empleos muy cualificados, pero claro, esto casa mal con que la productividad
aparente del empleo entre los nuevos puestos de trabajo creados en 2019 haya caído con
respecto a 2018, de nuevo como decimos la primera y la tercera crítica se contradicen en parte
con la segunda.
Además Nacho Álvarez denuncia que el Banco de España solo mide esto, cuando en realidad
solo mide esto a través de uno de los dos métodos que emplea el Banco de España para
medir el impacto del salario mínimo sobre el empleo, dos métodos que a través de
metodologías distintas terminan arrojando resultados bastante coincidentes.
Sea como fuere, Nacho Álvarez tiene razón que este método tiene la limitación metodológica
que él mismo apunta, es decir, que se están agregando y comparando tipos de contratos
distintos, pero con los datos disponibles era el mejor análisis que se puede hacer,
y desdeñar el análisis simplemente porque no es todo lo perfecto que idealmente podría
ser no tiene mucho sentido.
Está bien que se señale la limitación metodológica, no está tan bien que por esa
limitación metodológica que no sabemos lo relevante que puede ser, se nos diga que este
estudio no vale para nada y que probablemente el salario mínimo haya contribuido a crear
empleo.
En la cuarta y última crítica, el Banco de España estima un logit para calcular la
probabilidad de seguir empleado después de la subida del salario mínimo, este es el
segundo método que os decía que emplea el Banco de España.
Sorprende mucho que la probabilidad de perder el empleo fruto de la subida del salario mínimo
sea igual en 2017 y en 2019, en el primer caso el salario mínimo subió un 7% y en el
segundo un 22%.
Más allá de la relación salario mínimo-empleo, el Banco de España no entra en otras consideraciones
como la equidad, es legítimo pero son importantes, la subida del salario mínimo en 2019 ha incrementado
el salario de millones de trabajadores, el 20% de menores salarios, reduciendo las desigualdades.
En definitiva, el informe del Banco de España está basado en una serie de supuestos metodológicos
que pueden llegar a sesgar el efecto de la subida del salario mínimo sobre el empleo
sobreestimándolo.
El propio Banco de España reconoce que la interpretación de estos resultados debe
hacerse con cautela.
Con una metodología distinta y con otros supuestos de trabajo, el estudio podría arrojar
resultados en el sentido opuesto, como hacen algunas de las investigaciones anteriormente
señaladas.
Bueno, la probabilidad podría ser la misma porque como señala el Banco de España, quizá
el salario mínimo en España todavía no haya alcanzado los umbrales a partir de los cuales
la destrucción de empleo se acelera crecientemente y, por tanto, aunque destruye empleo no está
en la zona donde destruye rapidísimamente empleo.
Eso no significa que el salario mínimo no haya destruido empleo, no hay que confundir
que no está en la zona donde se acelere la destrucción de empleo con que no destruye
empleo.
Y, en cualquier caso, que Nacho Álvarez apele a que la equidad podría justificar la subida
del salario mínimo, pues bien, ese es un debate en el que el propio Banco de España
no entra.
Pero entonces, a partir del estudio del Banco de España, lo que habría que decir es, prefiero
que aumente en 150 euros el salario de un millón o de un millón 200.000 trabajadores
y que hasta 200.000 trabajadores vean caer su salario de 850 euros a cero a que esos
150.000, 200.000 trabajadores conserven su empleo de 850 euros al mes y que los otros
un millón o un millón 200.000 no lo vean incrementar en 150 euros al mes.
Bueno, un político puede decir eso y tomar la decisión de subir el salario mínimo,
pero tengamos claros cuáles son los costes de esa subida del salario mínimo de 150 euros
al mes para más de un millón de trabajadores y es que hay otros 150.000, 200.000 que se
pueden quedar sin empleo.
En todo caso, que Nacho Álvarez, el responsable de economía de Podemos, efectúe este tipo
de críticas metodológicas al informe del Banco de España, pues debe ser bienvenido.
El debate económico siempre es bien recibido si se hacen críticas con relativo fundamento
como las que está haciendo Nacho Álvarez.
El motivo para rechazar las conclusiones a las que llega al Banco de España nos podrá
aparecer un poco forzado porque estas críticas, como ya hemos visto, no son demasiado potentes
como para tumbar el resultado sólido que alcanza al Banco de España en su informe, pero uno
podría decir que Nacho Álvarez, como responsable económico de Podemos, es una persona muy exigente
y muy rigurosa desde un punto de vista metodológico, que no se casa con cualquier resultado de
un análisis económico, salvo que ese resultado sea completamente sólido, no tenga ningún
punto débil, no tenga ninguna arista.
Sólo en esos casos están absolutamente excepcionales porque todos los análisis económicos, incluso
los mejores, tienen algún cabo suelto, pero bueno, sólo en esos análisis absolutamente
excepcionales y tan ideales Nacho Álvarez daría su aprobación y compraría las conclusiones
de ese análisis.
Mientras tanto, y hasta que no llegue ese análisis tan excepcional sin ninguna arista
y sin ningún cabo suelto, el impacto económico del salario mínimo debería quedar indeterminado.
Esa debería ser la conclusión a extraer de esa rigurosa, minuciosa crítica metodológica
que le hizo Nacho Álvarez al informe del Banco de España, el mejor informe que se ha publicado
en España sobre la cuestión del salario mínimo, para así no tener que aceptar que la subida
del salario mínimo que su partido promovió en el año 2019 ha sido responsable de la pérdida
de hasta 170.000 empleos.
El problema es que Nacho Álvarez no es siempre igual de riguroso con todos los análisis
que se efectúan.
Esta semana, el Instituto Nacional de Estadística ha publicado la encuesta de condiciones de
vida del año 2020, pero que recoge datos de renta media, datos de pobreza y datos de desigualdad
del año 2019 y lo que aparece en la encuesta de condiciones de vida es que la desigualdad
se redujo en el año 2019 y la pobreza laboral también se redujo en el año 2019.
Esto no es algo excepcional, la pobreza laboral y la desigualdad vienen cayendo en España
desde el año 2014.
Es verdad que en 2019 cayeron algo más que en los años anteriores, pero siguen esencialmente
la misma trayectoria, una trayectoria que se explica fundamentalmente por la creación
de empleo.
Si cada vez trabaja más gente, la desigualdad de renta dentro de España se reduce y en
la medida en que el mercado laboral se vaya tensionando y los salarios se incrementen
poco a poco, la pobreza laboral también se reducirá.
¿Cuál habrá sido el efecto del salario mínimo sobre estos datos?
Pues realmente no lo sabemos.
Quizá parte de estos datos se expliquen por la subida del salario mínimo o quizá estos
datos habrían sido mejores sin la subida del salario mínimo, en todo caso para determinar
el mecanismo causal.
Su vida de salario mínimo a reducción de pobreza laboral o a reducción de desigualdad
necesitaríamos un análisis económico al menos tan sofisticado como el que ha planteado
el Banco de España para medir su impacto sobre el empleo.
Y ese análisis, por supuesto, no existe.
Lo único que ha publicado el INE es que la pobreza laboral y la desigualdad han bajado
en el año 2019, también bajaron en 2018, en 2017, en 2016 o en 2015.
Es verdad que han bajado más que en los años anteriores, pero durante los años anteriores
también bajaron.
¿Y qué ha dicho Nacho Alvarez al respecto?
Pues lo siguiente, la subida del salario mínimo nos acerca al mandato del artículo 35 de la
Constitución.
Todos los españoles tienen derecho al trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer
sus necesidades.
La subida del salario mínimo de 2019 redujo además la desigualdad y la pobreza.
Y la evidencia de ese mecanismo causal, la evidencia de que la subida del salario mínimo
ha provocado, es la responsable, es la principal responsable de la reducción de la desigualdad
y de la pobreza laboral, es una noticia del diario.es donde se saca absolutamente de
la manga que el salario mínimo explique estos datos que ha ofrecido el INE.
El diario.es titula muy alegremente.
La subida del salario mínimo en 2019 redujo la desigualdad y los índices de pobreza
laboral.
Las últimas subidas del salario mínimo interprofesional han ayudado a reducir la desigualdad
y la pobreza laboral.
En pleno pulso interno en la coalición de gobierno sobre la subida del salario mínimo,
la encuesta de condiciones de vida correspondiente a 2020 que labora el Instituto Nacional de
Estadística ha venido a arrojar luz sobre el claro impacto de esta medida para mejorar
el poder adquisitivo de los colectivos con menos ingresos.
Así con los datos de la encuesta sobre los ingresos se puede comprobar que la subida
del salario mínimo del 22,3% en 2019 redujo la desigualdad de ingresos de los hogares
y disminuyó el riesgo de pobreza laboral.
¿Cuál ha sido el impacto en la calidad de vida de la principal subida del salario mínimo
según la encuesta de calidad de vida que ha publicado el INE?
No es encuesta de calidad de vida, es encuesta de condiciones de vida, pero bueno da igual.
Gracias a la subida del 22,3% del salario mínimo en 2019 se consiguió que la renta
mediana por persona alcance la cifra más elevada de la serie histórica situándose
en 16.043 euros, nunca antes este indicador se había incrementado en más de 1.000 euros
respecto al año anterior.
Lo primero es que el INE no dice que estos datos sean gracias al salario mínimo.
El INE no habla en ningún momento del salario mínimo, no establece ninguna relación causal
entre el salario mínimo al que insisto ni siquiera menciona en su nota de prensa y los
datos que hemos conocido de la encuesta de condiciones de vida, por tanto el diario.es
está mintiendo.
El INE no dice que estos datos sean gracias a la subida del salario mínimo, no lo dice
en ningún lado.
Y segundo, aunque es cierto que este indicador nunca había aumentado en más de 1.000 euros,
en el año 2008 por ejemplo, aumentó en más de 800.
Y ahí no hubo una subida gigantesca del salario mínimo, por tanto de dónde saca el diario
punto es que esta mejoría de la desigualdad, de la pobreza laboral, se deba a la subida
del salario mínimo, de ningún lado, simplemente lo presupone, no hace ningún tipo de análisis
al respecto.
Y sin embargo, Nacho Álvarez, tan exigente él con el informe del Banco de España, comparte
la noticia y las conclusiones de esta noticia que se sacan absolutamente de la chistera.
O dicho de otra manera, el análisis que efectúa el Banco de España, el mejor análisis en
la historia de España sobre los efectos del salario mínimo, no le vale a Nacho Álvarez
porque hay que sacarle un poquito de punta metodológica para ver si encontramos alguna
excusa para no aceptar las sólidas y las demoledoras conclusiones de ese informe sobre
el impacto en el empleo que ha tenido el salario mínimo.
Ahora, una noticia cualquiera del diario punto es donde sin ningún tipo de análisis titula
que el salario mínimo es el responsable ha sido gracias a la subida del salario mínimo
de que la desigualdad haya bajado o de que la pobreza laboral haya bajado, eso ha Nacho
Álvarez sí le vale para demostrar que la subida del salario mínimo en 2019 fue muy
beneficiosa para el conjunto de los trabajadores.
Aquellos resultados que no encajan en nuestros prejuicios los rechazamos por muy sólidos
que sean.
Aquellos resultados que sí encajan en nuestros prejuicios los abrazamos por muy endebles
que sean.
Eso no es rigor, sino que es sectarismo y deshonestidad.