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Michael Kramer ha sido uno de los 3 galardonados este año con el premio Nobel de Economía
y aprovechando la concesión de este galardon voy a utilizar una de las investigaciones
más reconocidas de este economista para responder a una pregunta clásica y muy relevante dentro
de la ciencia económica, una pregunta que utilizando las palabras de otro economista
de Alex Tabarrok podríamos formular del siguiente modo ¿Qué somos las personas? ¿Somos estómagos
o somos cerebros? Es decir, ¿Somos las personas consumidores netos de recursos o somos las
personas creadores netos de esos recursos? Si somos estómagos, lo que hacemos las personas
con nuestro entorno es esencialmente devorarlo, es esencialmente gastarlo o consumirlo y
por tanto, si esto fuera así, las sociedades muy grandes, las sociedades muy pobladas,
tendría una cierta desventaja frente a las sociedades pequeñas. La desventaja sería
que las sociedades muy pobladas estarían siempre al borde de la crisis demográfica,
estarían siempre al borde de sufrir una importante mortalidad debido a cualquier agotamiento
de los recursos que no podría compatibilizarse y que no podría absorberse por esa población.
Están tan grandes con tantísimas bocas que alimentar. Si las personas en cambio somos
cerebros, lo que sucede es que somos capaces de multiplicar gracias a nuestra mente, gracias
a nuestras ideas, los recursos que tenemos a nuestra disposición y por tanto, las sociedades
amplias no solo no estarían en una desventaja frente a las sociedades pequeñas sino que
estarían en una enorme ventaja, contarían con una enorme ventaja frente a esas sociedades
pequeñas, dado que disfrutarían de una mayor cantidad de cabezas pensantes, dado que disfrutarían
de una mayor cantidad de inventores que estarían promoviendo nuevas ideas que generarían progreso
tecnológico y por tanto crecimiento. Pues bien, ¿cómo responde Michael Kramer a esta
importantísima pregunta? Responde en un famoso paper, Crecimiento Demográfico y Tecnología,
desde hace un millón de años atrás, hasta 1990, y en este paper lo que hace es desarrollar
un modelo donde se contiene, donde se recoge la hipótesis de Kramer sobre si somos estómagos
o si somos cerebros. En este modelo, tras desarrollar este modelo, lo que hace Kramer
es contrastar si el pronóstico de este modelo sobre la evolución de la demografía, sociedades
muy pobladas, son sociedades que crecen poco o que crecen mucho, sociedades poco pobladas
son sociedades que crecen mucho o que crecen poco, pues ver si el pronóstico de evolución
demográfica del modelo en función de las hipótesis iniciales de si somos cerebros
o estómagos encaja, se correlaciona bien, con la evolución observada desde hace un
millón de años de la evolución de nuestras sociedades. La hipótesis fundamental de Kramer
es que somos cerebros, es decir, que aunque somos estómagos, evidentemente, porque tenemos
que alimentarnos y tenemos que consumir recursos, el ser humano tiene el potencial de generar
muchos más recursos que aquellos que consume. Básicamente el modelo de Kramer lo que sostiene
es lo siguiente, las sociedades muy amplias son sociedades con muchas personas y por tanto
si el progreso técnico, si la innovación, si el desarrollo, si las nuevas tecnologías
son generadas por personas individuales o por pequeños grupos de personas asociadas,
las sociedades muy grandes, muy pobladas, tendrán muchos individuos o muchas agrupaciones
de individuos que estarán generando simultáneamente ideas. Una vez esas ideas hayan sido desarrolladas
por un individuo o por un pequeño grupo de individuos precisamente porque las ideas,
la tecnología son bienes de consumo no rival, es decir, bienes que puedo consumir yo sin
que eso reduzca tu capacidad de consumir ese mismo bien. Si yo utilizo una tecnología
eso no te impide a ti utilizar esa misma tecnología y el hecho de que tú la utilices no significa
que yo no pueda utilizarla, pues bien, sociedades muy amplias son sociedades con muchos grupos
de individuos o muchos individuos desarrollando nuevas ideas y una vez alguno de esos individuos
o de ese grupo de individuos desarrolla la idea, rápidamente esa idea puede extenderse
sin coste por el resto de la sociedad y las sociedades, cuanta más gente tengan, más
podrán escalar, más podrán exprimir, más podrán utilizar esa idea que ha sido desarrollada
por unos pocos, pero que rápidamente mejora la productividad de todos los demás sin que
todos esos demás tengan que volver a desarrollar desde cero esa idea, tengan que volver a invertir
recursos para encontrar, para generar, para descubrir nuevamente esa idea. Por tanto,
los recursos los invierte uno, pero del hallazgo se terminan aprovechando todos y por tanto
cuanta más más acrítica haya para aprovecharse de esa idea, más crecimiento económico se
generará y por tanto más renta per cápita tendrá esa sociedad para qué, para sostener
un incremento de la población. Sociedades pobladas permiten progreso tecnológico, el
progreso tecnológico incrementa la productividad y por tanto el producto total de esas sociedades
y en la medida en que hay más producción, hay más recursos para todos, también esas
sociedades pueden sostener, pueden alimentar a un mayor número de bocas que antes y en
consecuencia es el crecimiento demográfico de esas sociedades se acelera y al haber,
en esta segunda fase, más gente en esa sociedad también hay un mayor número de cerebros
que siguen potenciando, que siguen favoreciendo más progreso tecnológico que nuevamente volverá
a incrementar la renta de estas sociedades y por tanto va a permitir un nuevo crecimiento
demográfico. O dicho de otra manera, el pronóstico de Kramer es que las sociedades
que van a experimentar un mayor crecimiento demográfico, una mayor tasa de variación
de su población, no van a ser las poblaciones muy pequeñas, sino las poblaciones muy grandes,
cuanto más grande sea una sociedad inicialmente, más podrá desarrollarse tecnológicamente
y por tanto más rápidamente podrá incrementar su población. Este es el modelo que desarrolla
Kramer y que contiene su hipótesis sobre la relación entre población y tecnología,
cuanto más grande sea inicialmente una sociedad más rápidamente va a atender a crecer y
resulta que cuando contrastamos ese modelo teórico con los datos de evolución demográfica
de los que disponemos encaja bastante bien, es decir, aquellas sociedades que estaban más
pobladas son las sociedades que más rápidamente se incrementaron y más rápidamente crecieron
y eso en cualquier etapa, en cualquier corte que hagamos del desarrollo histórico de esas
sociedades. El modelo de Kramer incluso encaja bien con sociedades que estaban aisladas en
continentes o en islas y que por tanto no estaban contaminadas por el desarrollo tecnológico
de otras sociedades, incluso en estos espacios aislados del resto del mundo se puede observar
que aquellas sociedades que inicialmente tenían una mayor población crecían de manera más
rápida frente a otras poblaciones, frente a otras sociedades dentro de ese continente
aislado que eran menos pobladas y que por tanto crecían a un menor ritmo, en definitiva
en la teoría más población son más ideas y por tanto más población y en la práctica,
lo que nos dicen los datos históricos es que en efecto más población ha sido todavía
más población y eso implica que si las sociedades más pobladas han sido capaces de crecer más
que las sociedades menos pobladas, no es porque las más pobladas estuvieran llenas de estómagos
que consumían masivamente recursos y que se pagocitaban a sí mismas, sino que eran
sociedades con capacidad para generar cada vez más recursos para alimentar a cada vez
más estómagos que en última instancia eran cada vez más cerebros. Esto no significa
y el propio Kramer es muy claro al respecto en su paper, es explícito al reconocerlo
que las sociedades no se puedan enfrentar a problemas de agotamiento de los recursos
naturales, aunque los seres humanos seamos fundamentalmente cerebros, si no hay recursos
naturales que aprovechar o si se agotan esos recursos naturales por completo, pues tendremos
mucho cerebro pero no habrá materia prima que convertir en nueva producción gracias
a nuestra magnífica capacidad cognitiva. Ahora bien, lo que sí significa el hallazgo
y el paper de Kramer es que las personas no debemos ser vistas como cargas para las sociedades,
las personas somos motores del progreso de esas sociedades y por tanto no hay que tener
miedo per se a un aumento de la población dentro de una sociedad, cuanto más crezca
la población de una sociedad a largo plazo más tenderá a progresar tecnológicamente
y por tanto a incrementar los estándares de su bienestar, tampoco hay que tener miedo
por sí misma, por un incremento numérico de la población a la inmigración, es verdad
que la inmigración puede tener otros problemas como choques culturales, dificultades para
la integración, choques o conflictos entre visiones del mundo, pero a lo que no hay que
tener miedo es a la inmigración por el hecho de que el número de ciudadanos de una sociedad
vaya a aumentar y por tanto vaya a quedar menos que repartir entre todos, es verdad
por ejemplo que a corto plazo una entrada de inmigrantes en la medida en que la dotación
de capital de una economía no se ha incrementado proporcionalmente al aumento de los inmigrantes
va a suponer que en términos medios cada trabajador controlará o utilizará una menor
cantidad de capital que antes y si la productividad de los trabajadores depende a corto plazo
del capital del que son capaces de utilizar menor capital por trabajador debido al aumento
de inmigrantes significará menor productividad marginal del trabajo y por tanto salarios
al menos para bastantes ciudadanos que son más bajos y este puede ser un efecto que
a corto plazo se dé, pero cuidado a medio largo plazo más inmigración y por tanto
poblaciones más grandes significa también mayor progreso tecnológico y por tanto aquellas
sociedades que sean capaces de acoger, de absorber y de integrar flujos migratorios
amplios, serán también sociedades que experimentarán largo plazo más progreso tecnológico
y que lograrán un mayor bienestar, también significa que la globalización en la medida
en que nos convierte en una especie de aldea global donde las ideas se pueden difundir
por todo el planeta no es una amenaza a nuestra prosperidad sino que es de nuevo una de las
claves del éxito de nuestra prosperidad futura, si podemos acceder a las tecnologías que
no sólo desarrollamos dentro de nuestra estrecha sociedad, como pueda ser España, como pueda
ser Europa, sino que podemos beneficiarnos de las tecnologías que se desarrollan en
cualquier parte del planeta, evidentemente la masa de población del conjunto del planeta
siempre será mucho mayor que la masa segmentada de población de alguno de sus territorios
y por tanto tenderemos a crecer mucho más si nivelamos el mercado mundial de ideas y
de tecnología que si lo constreñimos a través de aranceles o de barreras comerciales, en
definitiva la natalidad y el crecimiento demográfico no ha de ser visto como una amenaza para nuestra
prosperidad futura, no se trata de que haya una tarta a cuyo tamaño esté dado y por
tanto si hay más personas va a haber más bocas que alimentar y vamos a tocar una menor
porción de la tarta para cada uno, las personas al margen de ser también estómagos somos
sobre todo cerebros y por tanto somos oportunidades para incrementar el tamaño de esa tarta y
por tanto oportunidades para desarrollar nuevas tecnologías que permitan incrementar nuestra
renta per cápita y que en última instancia nos permitan mejorar nuestro bienestar futuro,
más personas más cabezas es más progreso para todos en el largo plazo.
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