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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Comenzamos hablando de una de las noticias, sin duda, de la jornada que Alemania bordé
allá a la recesión con una caída del PIB del 0,1%, algo que ha vivido a las incertidumbres
y que ha hecho que caigan las bolsas europeas, como lo verás.
Bueno, venimos ya hablando de esto desde hace semanas, no es una novedad, hoy se ha levantado
acta oficial del fenómeno, pero a poco que uno esté por encima de los indicadores
adelantados, especialmente los indicadores manufactureros que mostraban que Alemania está
sufriendo la mayor contracción industrial desde el año 2009 y el año 2009 fue el año
de la crisis económica mundial, es verdad que lo sufrimos un periodo 2012-2013 que fue
muy malo para la agrozona pero al resto del mundo no le afectó demasiado, en 2009 todo
el mundo salió afectado y Alemania, como economía exportadora, especialmente, pues bien, el peor
momento desde entonces, es complicado que en una coyuntura de contracción manufacturera
global debido a la guerra comercial una potencia exportadora como Alemania no sufra y ese sufrimiento
se ha traducido en la contracción del PIB, pues que además no solo hemos tenido este
dato, que es decir, ya de por sí es negativo, ayer también conocimos que Reino Unido está
también contrayéndose un 0,2% hoy hemos conocido en Estados Unidos que se ha producido una
inversión de la curva de rendimientos, es decir, el tipo de interés a dos meses supera
el tipo de interés a diez años, esto es una rareza, pero es una rareza que suele anticipar
recesiones, básicamente, como hay los empresarios cuando se endeudan para cometer una inversión
lo hacen basándose en unas expectativas de beneficios futuros, si esas expectativas
no se realizan, si se quedan cortas, si ganamos menos dinero de lo que habíamos esperado
para poder pagar la deuda, no nos queda otra, no nos queda otro remedio que buscar refinanciar
la deuda para más adelante y eso provoca una tensión en el mercado de deuda a corto
plazo que hace que los tipos de interés a corto se le ven por encima de los tipos a
largo.
Entonces, estamos en un entorno de pesimismo que se refleja clarísimamente en las bolsas,
ya no solo en las europeas, sino también en la bolsa americana, ni siquiera de más pequeños
guiños como el que asistimos ayer cuando Trump retrasó la imposición de un 10% de
aranceles sobre 150.000 millones de mercancías chinas hasta el 15 de diciembre parece que
resulta mucho efecto, es verdad que ayer hubo una cierta fiesta en la bolsa, pero parece
que estuvo más relacionada con la necesidad de los especuladores bajistas de cerrar sus
posiciones cortas y no quedarse pillados en sus especulaciones previas porque hoy sin
ningún cambio adicional la bolsa se ha despeñado de mala manera.
En general, malas perspectivas económicas, pesimismo, un cierto panorama negro y pocos
visos de cambio, porque todo viene por una guerra comercial a la que nadie parece leve
a fin.
Así, el problema en este caso es una tormenta perpetrada por los políticos.
En 2008 no se podía hacer mucho porque los bancos centrales habían inflado demasiado
el crédito, se habían generalizado malas inversiones sobre endeudamiento y hacía falta
una corrección porque se habían acumulado muchísimos desequilibrios y no cabía otra,
los que hablaban de que quizá con políticas kinesianas hubiese evitado el grueso de la
crisis pues básicamente estaban colocándose una venda delante de los ojos para no ver
todos los desequilibrios que no se podían corregir tirando de la demanda agregada.
Hoy el mundo no tiene ese problema, el mundo puede tener algunos desequilibrios, por
supuesto, siempre los tiene, pero en las grandes economías mundiales no hay desequilibrios
de sobre endeudamiento privado, no hay desequilibrios de sectores sobredimensionados, no hay desequilibrios
de cuello de botella, que hagan que algún coste esté disparando y por tanto esté
constriniendo las posibilidades de crecimiento económico.
Y claro, no habiendo todo esto, que vayamos orientados a una crisis económica es llamativo,
pero puede ser perfectamente cierto, dado que es una crisis perpetrada desde las altas
instancias políticas, que es la crisis derivada de la guerra comercial.
Y aquí simplemente repetir lo que algunos ya dijimos en su momento, cuando Trump iniciaba
estas batallitas y los trampistas proclamaban que no pasaba nada, que la economía estadounidense
seguía yendo con un tiro, que todo era maravilloso, que sufriría como mucho China, algunos ya
dijimos que no, y explicamos que la guerra comercial es una guerra que daña a todas
las partes, incluso a aquellas que no forman parte directamente de ella.
Y lo que está haciendo la guerra comercial de Trump y cuanto más alargue peor es machacar
la industria manufacturera global y, por tanto, la división global del trabajo y, por tanto,
las economías que están abiertas al comercio internacional, y eso a Europa le hace mucho
daño, a China le hace cierto daño y a Estados Unidos le hace también cierto daño.
Y que por esta guerra comercial, cuyo destino no sabemos muy bien cuál va a ser, porque
incluso si uno cree que Trump tiene cierta razón en algunas de las quejas que plantea
contra China, librar una guerra que no sabe si vas a ganar y que puede dejar muchísimos
muertos por el camino, pues no parece la estrategia más razonable, me parece una expedición
suicida que no te va a reportar ningún tipo de beneficio.
Y eso es el escenario donde probablemente estemos, nos hemos metido en una guerra comercial
que está socavando las bases de crecimiento económico global y no sabemos muy bien que
vamos a extender a cambio de ellas y que vamos a obtener algo.