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La semana pasada, el Gobierno del Partido Popular anunció que concedería un crédito
extraordinario de 10.192 millones de euros a la Seguridad Social para que ésta pudiese
abonar las pagas extraordinarias de las pensiones. En principio, debería sonar extraño que
el Partido Popular endeudara a la Seguridad Social para que ésta pagara las pensiones
cuando la Seguridad Social puede perfectamente echar mano del Fondo de Reserva que se constituyó
en el año 2000, justamente para hacer frente a este tipo de contingencias. ¿Por qué el
Partido Popular no echa mano del Fondo de Reserva de las Pensiones para pagar las pagas
extra que tiene que afrontar de aquí hasta finales de año? Bueno, técnicamente sacará
del Fondo de Reserva apenas 3.000 millones de euros. Si no saca los otros 10.000, es
porque ahora mismo y tras extraer estos 3.000 millones al Fondo de Reserva solo le restan
11.600 millones de euros. Es decir, el PP no quiere ser el Gobierno, el Partido que entierre
formalmente, mediáticamente, este famoso Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
Y, sin embargo, ha sido el PP, quien lo ha dilapidado por entero. En el año 2011 el Fondo
de Reserva tenía un capital de 67.000 millones de euros. Hoy, como decimos, apenas supera
los 11.000. En estos cinco años el Partido Popular ha extraído más de 67.000 millones
de euros del Fondo de Reserva, dado que no solo ha reducido el capital que había en
el año 2011, sino que todo el rendimiento que se ha ido generando con los activos en
los que estaba invertido el Fondo entre el año 2011 y el año 2016 también lo ha consumido
con estas extracciones que ha efectuado el Gobierno del Partido Popular.
¿Y por qué el PP ha extraído, ha sacado recursos del Fondo de Reserva de las Pensiones?
Bueno, algunos partidos o el entorno de algunos partidos políticos sugieren, dado que la
cifra es muy parecida, se ha fundido 60.000 millones, el rescate a la banca ha sido de
60.000 millones, sugieren o de dar a entender que el rescate a la banca ha generado el agujero
en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Esto, evidentemente, no es así. El Fondo
de Reserva se ha vaciado en esencia para cubrir los déficits de la Seguridad Social. ¿Y
de dónde proceden esos déficits? Pues básicamente de que la Seguridad Social gasta a día de
hoy 20.000 millones de euros más por año de lo que ingresa, es decir, las pensiones
cuestan hoy 20.000 millones de euros más de lo que se recauda por cotizaciones sociales.
Es en eso, en ese agujero en el que o por lo que se ha reducido tan significativamente
el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Podría decirse que al vaciar el Fondo para
cubrir un déficit de la Seguridad Social, pues el PP tampoco ha operado de una manera
especialmente ruin, dado que al final el Fondo estaba para eso, el Fondo estaba para cubrir
los déficits de la Seguridad Social. Sin embargo, creo que hay que distinguir dos
tipos de déficits para realmente enjuiciar si el PP se ha comportado correctamente o
no a la hora de echar mano del Fondo. Un tipo de déficit son los déficits transitorios,
es decir, aquellos que emergen porque estando el sistema en equilibrio, algún año puede
haber fluctuaciones a la alza o a la baja. En este caso, evidentemente, si hablamos de
déficit a la baja, es decir, que los gastos hayan aumentado por cualquier imprevisto y
sobre todo porque, por ejemplo, hay habido un mal año para el empleo y los ingresos
hayan caído extraordinariamente. Sin embargo, la lógica de los déficits transitorios
es que se compensen con superávit transitorios en el futuro, es decir, algunos años vienen
maldadas y se recauda menos de lo que se gasta y otros años vienen bien dadas y se recauda
más de lo que se gasta. Con lo cual, acumulando un Fondo de Reserva, podemos evitar fluctuaciones
innecesarias en las pensiones, es decir, que por el hecho de que un año haya un déficit
si al año siguiente se corrige, no tiene sentido recortar las pensiones de los pensionistas
ese año y volver a subirlas el año siguiente, se echa a mano del colchón para cubrir esas
fluctuaciones y listo. Ese es un tipo de déficit en el que sería legítimo utilizar el Fondo
de Reserva de la Seguridad Social. Sin embargo, hay otro tipo de déficit que es el déficit
estructural, es decir, el déficit que deriva de que estructuralmente ingresos y gastos
en la Seguridad Social a largo plazo, incluso cuando la economía esté operando a pleno
rendimiento y no tenga ni siquiera desempleo coyuntural, pues bien, el déficit que incluso
se produce en ese contexto, es decir, el déficit que está inquistado en el propio sistema
de la Seguridad Social y que no se tiende a autocorregir con el paso del tiempo. Ese es
el déficit que tenemos hoy en nuestro sistema de Seguridad Social, no todo el déficit desimputable,
desde luego de elementos estructurales, el elevado desempleo sigue jugando un papel
importante a la hora de explicar el déficit, pero buena parte de ese desequilibrio interno
de la Seguridad Social sí es estructural. Pues bien, fundirse el Fondo de Reserva para
este tipo de menesteres, creo que sí resulta muchísimo más criticable que hacerlo en
el tipo de déficit transitorios anteriores donde, efectivamente, el fondo se creo para
atajarlos. Básicamente, porque si tenemos un agujero y el PP no hace nada por estrechar
ese agujero que es estructural, lo que sucede es que el Fondo va siendo dilapidado para
ganar tiempo, pero para ganar tiempo, hacia qué? Es decir, si se gana la tiempo, para
la reforma, para que la reforma surtiera su efecto, pues podría estar justificado. Es
decir, la reforma tardará unos años en desplegar sus efectos, pero una vez estén desplegados
ingresos y gastos en la Seguridad Social se equilibrarán. Por tanto, el Fondo nos permite
efectuar esa transición. Pero cuando el PP no aprueba ninguna reforma o las que aprueba
son a tan largo plazo que, básicamente, implican que nos vamos a fundir todo el Fondo y ni
siquiera habremos empezado a ver sus primeros resultados, pues en ese caso el único tiempo
que se está ganando es tiempo electoral. El PP, para hacer frente al déficit estructural
del sistema de pensiones, debería haber recortado las pensiones públicas. ¿Cuánto? Pues para
equilibrar totalmente el sistema, un doce por cien. Podríamos juzgar que parte de este
doce por cien es consecuencia de un déficit transitorio y que, por tanto, no haría falta
recortarlo. Bien, pero aún así habría que haber emprendido recortes de las pensiones
medias de en torno al 5 o 6, 7 por cien. ¿Por qué el PP no ha hecho esto? Pues evidentemente
porque le habría supuesto un coste electoral gigantesco. ¿Qué ha preferido hacer el Partido
Popular antes de asumir ese coste electoral gigantesco? Evitarse recortar las pensiones
echando mano del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. ¿Está el PP legitimado para esto?
En absoluto. El Fondo de Reserva se constituye de las aportaciones extra que han efectuado
todos los trabajadores españoles con cargo a sus cotizaciones coactivas a la Seguridad
Social. Por tanto, es un fondo que debería emplearse en beneficio de pensionistas y cotizantes.
Y no se utiliza en beneficio de pensionistas y cotizantes fundiéndoselo atendiendo al
calendario electoral del Partido Popular. El Fondo debería haberse preservado para reformas
mucho más de fondo, mucho más básicas fundamentales en el sistema de seguridad social. Debería,
por ejemplo, haberse utilizado para efectuar una transición hacia un sistema de pensiones
de capitalización. No habría bastado solo el Fondo, pero habría sido un buen apoyo
para dar rienda, para abrir la marcha hacia ese tipo de sistema de ahorro voluntario en
materia de pensiones. Pero el PP, insisto, ha tomado el Fondo para ganar tiempo electoral.
Es decir, ha dilapidado el ahorro forzoso de millones de españoles, ha dilapidado el Fondo,
el capital, el patrimonio que habría permitido emprender, iniciar una transición hacia un
sistema mucho más robusto de pensiones, un sistema de pensiones de capitalización, y
lo ha hecho para que los pensionistas no les retiren el apoyo electoral y, por tanto,
para que el PP pueda mantenerse en el poder. Estamos, por tanto, ante una nueva muestra
de qué es la política aún cuando no entrañe corrupción, entendida como transmisión o
transferencia directa, de dinero público a bolsillos privados. El PP ha comprado votos
de los pensionistas con cargo al ahorro forzoso de todos los españoles. Eso es haber dilapidado
el Fondo en aquello en lo que lo ha dilapidado. Y, por eso, pese a que ahora no se atreve
a levantar el acta de defunción del Fondo, porque tendría, al menos, una cierta repercusión
mediática el atribuirle la etiqueta de ser el enterrador del Fondo, aunque de momento
no se atreva a hacerlo en unos años, sin duda lo tendrá que hacer, tenemos ya que
empezar a señalarle con el dedo de que él ha sido quien se ha fundido el Fondo y, para
fines, nada lícitos. Se ha fundido el Fondo para comprar votos y maximizar sus probabilidades
de seguir la Moncloa.