This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Lo decíamos que se sumaba Juan Ramón Rayo, aquí al panel Autores y Culturas para Entender el Presente, Juan Ramón es un placer tenerte.
Ustedes ya lo conocen, Juan es marca registrada, roba a Juan Rayo, economista, doctor en Economía, profesor universitario.
Yo le sumo también lo de Influencia. Le está presentando, suma hace reciente libro en dos tomos, Anti Marx,
Crítica a la Economía Política Marxista, que ahí viene en Editorial de Gusto y está en el Estuche, un tomo en color blanco, un tomo en color rojo,
el tomo primero de introducción a Marx, el tomo segundo de crítica a Marx.
Juan Ramón, escuchamos lo que quieras compartirnos en esta locución tuya, pero me parece que iba conectado, no la presentación,
porque estamos hablando ahí justo un poco de la lectura de lo que uno no necesariamente está de acuerdo o lo que no está de acuerdo y vos fijate el libro que acabas de publicar.
Sí, efectivamente. Yo la verdad que no pretendía venir a hablar de mi libro porque ella suele hablar demasiado y en exceso,
pero creo que lo que estáis comentando sí puede entroncar con la experiencia personal que yo he experimentado tanto al escribir este libro como el anterior.
El anterior libro era una crítica a la teoría monetaria de Mises y la estructura era similar, más breve, pero similar a la de este otro libro.
Una parte, tratar de describir de la manera más fiel y más honesta posible las ideas del autor que posteriormente, en la segunda parte,
en este caso el segundo tomo, pretendo criticar en aquello en lo que resulte criticable.
Y eso es lo que he intentado hacer en el libro Anti-Marx. El primer tomo, efectivamente, es una exposición del pensamiento de Marx.
He intentado, creo que era Brian Kaplan quien sugería esto, pasar el test de Turing ideológico, es decir, que si una persona lee lo que has escrito sobre Marx o sobre Mises o sobre Keynes,
no sepa si estás a favor o en contra de Marx, de Mises o de Keynes, que puedas pasar como un marxista al explicar a Marx y que los marxistas reconozcan ese texto como algo que podrían haber escrito ellos,
con sus errores y con sus aciertos, pero algo propio de esa tradición de pensamiento.
Y eso es lo que pretendo en el primer tomo o lo que en el libro anterior, contra la teoría de Mises, pretendía en la primera parte del libro,
exponer sin más a Mises, exponer sin más a Marx. Y de hecho, el mejor halago que me he podido llevar respecto a este primer tomo ha sido que algunos liberales lo han leído y dicen que les convence Marx con ese primer tomo.
Digo que es un halago porque muestra que no es una crítica deliberadamente deshonesta, sino que se pretende exponer de la mejor forma posible, de la forma más sólida posible, las ideas de un autor para luego, eso sí, criticarlas, examinarlas y criticarlas.
Cuando hablo de crítica, hablo de evaluación de las ideas. Y por eso también, aunque el libro se plantee como anti-Marx, que parece que sea algo muy anti, decía Antonio Escoctado que los liberales somos anti-anti, somos anti-oponernos a algo por oponernos.
Eso es cierto, el título del libro no pretende reflejar una animadversión personal hacia Marx, sino que es un guiño al anti-During de Engels, que era una crítica precisamente al socialista During.
Aquí lo mismo, es una crítica sistemática al pensamiento de Marx para rescatar lo que tenga de valor o lo que sea relevante y sobre todo para exponer muchos de los mitos, muchos de los errores que hay en este autor.
Y creo que efectivamente es fundamental leer autores con los que no estamos de acuerdo, como decía Felipe, porque aunque estén haciendo argumentos que nos puedan parecer calamitosos, a lo mejor en una primera intuición, por ejemplo, la teoría del valor de trabajo de Marx, así de entrada, eso de que los precios dependan del tiempo de trabajo suena un poco absurdo, al menos a quienes venimos de una tradición de pensamiento subjetivista.
La primera reacción que tienes con respecto a esa tesis es de rechazo, pero no de un rechazo visceral, sino de esto es un disparate. No entiendes nada.
Ahora, cuando uno examina realmente qué es la teoría del valor de trabajo, no es tan disparatada.
Hay un conjunto de circunstancias muy restrictivas, muy simplistas y muy restrictivas, donde la teoría del valor de trabajo podría ser cierta.
Claro, que una vez te sales un poquitín de esas condiciones, ya no. Y ahí precisamente por eso la teoría del valor subjetivo la desborda y la supera, porque permite explicar todo lo que explica la teoría del valor de trabajo y muchas otras cosas que la teoría del valor de trabajo no puede explicar.
Pero claro, yo sí que me encuentro a muchos liberales que rechazan la teoría del valor de trabajo meramente con signas que claramente demuestran no haber entendido la teoría del valor de trabajo.
Que puede seguir siendo equivocada, pero para criticarla deberás haberla entendido, no simplemente descartarla diciendo
Si yo me tiro muchas horas trabajando en un cuadro, eso no lo hace más valioso. Ya, es que eso no lo dice la teoría del valor de trabajo de Marx.
Si tú montas un muñeco de paja sobre qué dice Marx, aparte de que te estás privando de acceder a un conocimiento que en parte puede ser relevante, no podrás dialogar con otros marxistas, porque un marxista que te escuche decir eso, claramente le estás enviando la señal de yo no he entendido a Marx.
Es como si a los austríacos nos critican alguna cuestión que demuestre claramente que no han entendido a Mises o a Hayek o la teoría de la formación de precios.
Por ejemplo, a mí hay marxistas que me dicen es imposible que la utilidad marginal determine los precios porque mi utilidad marginal cuando voy al supermercado no es la misma que la tuya y el precio es el mismo para los dos.
Es un argumento que claramente demuestra que no entiende la teoría subjetiva del valor.
Y por tanto, de la misma manera que ellos nos caricaturizan sin haberlo entendido, nosotros tampoco deberíamos caricaturizarlos a ellos sin haberlos entendido de ninguna manera.
Por tanto, leer a aquellas personas con las que no estamos de acuerdo es importante, es útil, primero porque puedes seguro integrar ideas en tu pensamiento procedente de estos autores.
Muchas veces cuando estos autores hacen, estoy pensando en Marx, estoy pensando en Keynes, estoy pensando en cualquiera, cuando hacen ciertas observaciones críticas es porque algún fundamento tienen,
no se lo sacan absolutamente de la manga, quizá no entiendan del todo el motivo de fondo por el que hacen determinadas críticas o no entiendan cómo esos fenómenos encajan con otras partes de la realidad social,
pero desde luego algo sí están describiendo. Marx está describiendo, por ejemplo, unas condiciones laborales calamitosas en la época, Keynes está describiendo una situación de estancamiento económico
que aparentemente derivaba de una insuficiencia de gasto agregado y todo eso es cierto que sucede y si los liberales meramente nos limitamos a descartar esas teorías sin entender qué parte pueden tener de razón,
tendremos una visión incompleta del mundo y de nuevo, en segundo lugar, no podremos dialogar, no podremos confrontar ideas con estas otras personas que lo que hacen es enfatizar
otro aspecto de la realidad al que a lo mejor nosotros no hemos prestado suficiente atención, por eso creo que es básico leer a aquellos, no solo a los con los que estamos de acuerdo,
sino sobre todo a los que no estamos de acuerdo y tratar de entenderlos e incorporarlos a nuestras ideas.
Gracias, Juan Ramón, te robamos una reflexión más, tuvimos ahí con los que uno no está de acuerdo,
con los que uno está de acuerdo, ¿alguna recomendación que quiera hacerle a la gente de otro lado de algún autor, de algún texto, de algún libro o de lo que consideres?
Sí, bueno, yo había pensado, sabía que me iba a pedir recomendaciones y bueno, este año se cumplen 100 años de la publicación del socialismo de Mises,
creo que solo por eso ya conviene leerlo o releerlo a modo anecdótico, si lo queremos, de efeméride, pero es un libro clave dentro de la tradición del pensamiento económico del siglo XX
y sigue ejerciendo influencia, claro, para estar a favor o para estar en contra en el siglo XXI
y complementando este libro clásico de Mises, quizá otro menos conocido, al menos en círculos austríacos, donde parece que Mises sea la última palabra,
creo que a mi juicio es un complemento básico del libro de Mises, sino un libro incluso mejor en contra del socialismo,
como es el sistema económico-socialista de Janos Kornay, que lo tengo ahí el verde que se ve en la esquina superior derecha en las pantallas.
Mises enfatiza mucho el problema del conocimiento a la hora de imposibilitar más bien el cálculo económico en el socialismo
y ese es el problema probablemente central, crucial, pero también existe un problema de incentivos muy importante
que en parte conecta con el problema de información o de conocimiento, no hay incentivos a revelar la información
y es importante entender la base de este problema de incentivos y esto lo explica muy bien Janos Kornay
en un fenómeno que denomina negociación vertical, negociación entre el burócrata que planifica y el sujeto que es planificado,
la información la tiene el de abajo pero la necesita el de arriba y por tanto el de arriba tiene que acceder a la información que tiene el de abajo
pero el de abajo, precisamente porque sabe que él tiene la información y el de arriba planifica y no la tiene,
va a intentar transferirle información viciada, información manipulada para que planifique en su interés.
Entonces hay un problema de incentivos que Mises estudia insuficientemente porque él considera,
hay que tener razón en esto, que el problema del conocimiento de la información es el central
y luego la otra aportación interesante del libro de Kornay que por cierto murió el año pasado
con lo cual también hay algún motivo más allá del contenido del libro para leerlo
es que aterriza el problema de la información de Mises porque muchas veces entendemos en términos abstractos
porque el cálculo económico no es posible pero lo que hace Kornay es ilustrarlo sobre los planes centrales,
sobre el proceso de planificación concreto porque ese cálculo económico no es posible.
Kornay fue economista en el bloque socialista y de hecho fue uno de los que supuestamente desarrollaban métodos
para mejorar la planificación dentro del sistema socialista de ahí que sea tan relevante que alguien
desde dentro del sistema después de haberlo vivido y de haber visto desde dentro sus problemas
nos explique por qué ese sistema no funcionaba y eso es algo que Mises no tenía
porque afortunadamente no sufrió ninguna tiranía comunista y se liberó a tiempo de ellas
pero Kornay sí y por tanto Kornay combina un conocimiento teórico muy profundo con un conocimiento práctico de primera mano