This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Los ingresos fiscales del gobierno ruso están cayendo como consecuencia del abaratamiento
del precio del petróleo y sus gastos se mantienen por todo lo alto como consecuencia de la
guerra en Ucrania. ¿Comienzan los problemas financieros para Putin?
Veámoslo.
Las guerras son caras de librar. No en vano se estima que hasta el momento Rusia ya lleva
gastados más de 80.000 millones de dólares en su invasión de Ucrania. Esto es aproximadamente
el 5% del PIB de Rusia o por traerlo a cifras más nacionales alrededor de todo lo que recauda
España cada año por IVA. Hasta el momento, sin embargo, las finanzas
públicas rusas no se habían visto demasiado afectadas por este sobregasto militar, dado
que su presupuesto se nutre en gran medida de los ingresos por combustibles fósiles,
y estos se habían venido incrementando durante la mayor parte del año 2022.
De nuevo, y para que nos hagamos una idea de la magnitud que suponen estas cifras,
si el precio promedio al que vende Rusia su barril de petróleo se ubica en alrededor
de 100 dólares anuales, los ingresos que el fisco ruso obtiene al año por los impuestos
sobre la venta de combustibles fósiles rondan los 200.000 millones de dólares. Hemos dicho
que la guerra en Ucrania ha costado hasta el momento, en términos monetarios más
de 80.000 millones de dólares. Si los ingresos por combustibles fósiles del fisco ruso
pueden llegar a ubicarse en alrededor de 200.000 millones, no parece que por ese lado haya
demasiada tensión. Máxime, si como sucedió durante muchos meses del año 2022, la propia
invasión de Ucrania contribuía endógenamente a elevar el precio del petróleo. Si Rusia
invade Ucrania gastándose más de 80.000 millones de dólares, pero esa invasión
provoca una elevación del precio internacional del petróleo que incrementa los ingresos
del estado ruso en más de 80.000 millones de dólares, el negocio al menos desde un
punto de vista fiscal le sale redondo. La invasión se autofinancia. O más bien, claro,
la financian los importadores del petróleo ruso pagando el barril más caro y, por tanto,
nutriendo de mayores ingresos al fisco ruso. Sin embargo, a este respecto las cosas podrían
haber estado cambiando durante los últimos meses. Como es bien sabido, tanto Estados
Unidos como la Unión Europea han ido imponiendo diversas sanciones contra la economía rusa.
Algunas de ellas muy enfocadas a dificultar la exportación del petróleo ruso. La Unión
Europea no solo ha decretado un embargo de las importaciones marítimas de crudo ruso,
sino que, además, a partir del 5 de febrero, también estará embargada la importación
de productos refinados desde Rusia. Y, a su vez, la Unión Europea, junto con Estados
Unidos y Australia también han impuesto un precio máximo de 60 dólares por barril de
petróleo ruso. Eso significa que las empresas aseguradoras o las empresas navieras europeas
encargadas de transportar o de asegurar el transporte de petróleo a terceros países
fuera del bloque comunitario de Estados Unidos y de Australia no podrán operar con esos
terceros países si pagan más de 60 dólares por barril de petróleo ruso. Por ejemplo,
si China pagara más de 60 dólares por barril de petróleo ruso, no podría importar petróleo
desde Rusia utilizando empresas financieras, aseguradoras o navieras europeas, estadounidenses
o australianas, porque esas compañías tendrían prohibido transportar y asegurar ese petróleo
por el que se habrían pagado más de 60 dólares por barril. Pues bien, si conjugamos estas
sanciones y todas las que se han ido imponiendo hasta el momento, junto con la debilidad internacional
del precio del petróleo debido a las subidas de tipos de interés que han ido ejecutando
los bancos centrales y también debido al incremento de la oferta mundial de petróleo
por parte de terceros países distintos de Rusia, todo eso ha provocado por un lado una
caída significativa durante los últimos meses del precio del barril de petróleo. En este
gráfico podemos observar la caída muy marcada del precio del barril de petróleo Brent durante
los últimos meses y si como digo a esta caída del precio internacional del petróleo, por
ejemplo, del barril Brent, le sumamos que el barril de los hurales, el precio de referencia
para el petróleo ruso, cotiza con un descuento muy significativo frente al Brent debido precisamente
a todas estas sanciones que se le han ido imponiendo a la economía rusa, podemos observar
como ese descuento, si bien ahora mismo no se haya en máximos estrictamente históricos,
si está en uno de los mayores niveles de su historia, claro, si cae el barril de petróleo
Brent y el precio que recibe Rusia frente al Brent todavía experimenta un descuento
significativo de alrededor de 30 a 35 dólares por barril de recorte en el precio debido
a las sanciones y debido a los mayores costes del transporte y del aseguramiento fruto
vinculado a la guerra, pues lo que esto significa es que ahora mismo Rusia está cobrando por
su barril de petróleo, por el barril de los hurales, el menor precio desde comienzos del
año no 2022, sino desde comienzos del año 2021, apenas está cobrando unos 55 dólares
por barril, insisto, principios del año 2021, un momento en el que la economía mundial
y por tanto la demanda de petróleo todavía estaban muy afectada por la propia pandemia,
ese es el nivel de precios que ahora mismo está cobrando Rusia por su petróleo.
Y a efectos fiscales, a efectos de cobro de impuestos sobre esa venta, sobre esa exportación
del barril de petróleo de los hurales a unos 55 dólares, a efectos fiscales todavía
la base imponible es menor, porque el estado ruso no calcula exactamente los impuestos
que cobra por cada barril de petróleo sobre el precio de mercado.
En este gráfico podemos observar cuál es el precio de referencia del barril de petróleo
de los hurales a efectos fiscales para el gobierno ruso, sobre el cual cobra impuestos.
Pues bien, ese precio ronda los 46 dólares por barril, nuevamente como no, se trata
del precio más bajo desde comienzos del año 2021.
¿Qué significa todo esto?
Pues que si el precio del barril de petróleo sobre el cual el gobierno ruso cobra impuestos
no remonta, la posición financiera de Rusia ya no va a ser tan cómoda como durante los
últimos meses.
De hecho, y sin ir más lejos, en el propio mes de diciembre, Rusia ya experimentó un
déficit público histórico para los estándares de la economía rusa.
O si lo queremos ver de otro modo, ¿qué precio promedio del barril de los hurales necesitaría
Rusia a lo largo del año 2023 para cuadrar sus cuentas, para no tener déficit público?
Necesitaría que el precio del petróleo se ubicara en 90 dólares por barril.
Actualmente, insisto, ronda los 46, 45, por tanto, necesitaría que se duplicara con respecto
a los niveles actuales.
Y para que eso ocurra, primero, el precio internacional del petróleo tendría que volver
a remontar, lo cual tampoco es algo del todo descabellado.
Ha habido a cuenta de la reapertura de la economía china y del punto final a la política
de covid-zero, pero también debería suceder que las sanciones que ha impuesto la Unión
Europea, Estados Unidos y Australia contra Rusia no surdan ningún tipo de efecto a la
hora de limitar un posible nuevo ascenso del precio del barril de petróleo de los hurales.
Por tanto, cabe pensar que un escenario bastante probable es que la economía rusa siga acumulando
déficit público, siga emitiendo deuda pública a diferencia de lo que venía sucediendo durante
los primeros meses de guerra, durante los primeros meses de la invasión de Ucrania.
Ahora bien, ¿cuáles son las implicaciones realmente prácticas de que Rusia empiece
a emitir deuda para financiar su guerra?
¿De qué dicho de otra manera, le dejemos de financiar su guerra a los compradores,
los importadores europeos, estadounidenses o de terceros países?
Pues las implicaciones, sobre todo a corto plazo, tampoco tienen porque ser demasiado
brutales.
Si el precio del petróleo ruso se mantuviera en sus niveles actuales, que insisto es el
nivel más bajo en los últimos dos años, el agujero presupuestario que esto le generaría
a Rusia, la emisión de deuda que tendría que ejecutar el estado ruso y que no tenía
prevista en el año 2023, sería de alrededor del 2% del PIB, lo que llevaría el déficit
público de 2023 a alrededor del 3,5-4% del PIB.
Dado que la deuda pública que acumula Rusia ahora mismo es del 13% del PIB, no parece
en principio que un incremento de dos puntos de PIB de deuda pública en 2023 o en 2024
vaya a suponer un especial quebradero de cabeza a pesar de que las sanciones financieras
que le han sido impuestas a Rusia por la Unión Europea o por Estados Unidos limitan mucho
la capacidad de Rusia para emitir deuda, emitir y colocar deuda en los mercados occidentales,
por tanto Rusia necesitaría colocar su deuda en la India o en China o en países no alineados
con Estados Unidos o la Unión Europea, aún así una deuda adicional de dos puntos de
PIB no parece que sea el fin del mundo.
En definitiva, la guerra en Ucrania no le está saliendo gratis ni mucho menos a Rusia,
no desde un punto de vista humano pero tampoco desde un punto de vista financiero, sin embargo
y por desgracia, tampoco parece que el coste le vaya a resultar imposible de soportar.