El acuerdo de presupuestos entre PSOE y Unidas Podemos contiene un incremento histórico del gasto público
y todo gasto público en última instancia se tiene que pagar con impuestos, ya sea pagarlo hoy con impuestos
o ya sea pagarlo en el futuro con impuestos habiendo emitido deuda pública entre medias.
Y la cuestión que uno puede plantearse, evidentemente, es quiénes van a pagar todos esos impuestos
ya sea en el presente o en el futuro que van a ser necesarios para financiar este incremento histórico del gasto público.
La narrativa habitual del populismo de izquierdas, especialmente de Unidas Podemos,
ha sido que los platos rotos de la crisis siempre los pagaban los mismos,
las rentas medias o las rentas bajas, pero nunca los superricos.
Los superricos siempre se iban de rositas cuando en principio era posible apretarles un poquito al menos las tuercas fiscales
y que apretándoselas se amasaran recursos suficientes como para financiar estos incrementos del gasto público.
Y claro, teniendo un gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos
y teniendo un acuerdo presupuestario entre ambas formaciones políticas,
uno esperaría que, en efecto, este texto presupuestario dé carta de naturaleza a esta histórica reivindicación,
es decir, que lo paguen absolutamente todos los ricos, que los ricos, tras unas subidas de impuestos valerosas,
desacomplejadas desde el pueblo y por el pueblo, terminarán pagando, terminarán sufragando la totalidad,
o al menos la mayor parte de este incremento histórico del gasto público.
De hecho, esta es la tesis que, desde el gobierno, se intenta trasladar al conjunto de la ciudadanía.
Por ejemplo, ayer el ministro de Consumo y también líder de izquierda unida,
uno de los dos partidos que integra la coalición de Unidas Podemos,
después de que el diario El País publicara un tuit en el que informaba a sus lectores
de que la coalición de gobierno había aprobado incrementarles los impuestos a las rentas altas,
a las grandes corporaciones y a las grandes fortunas, publicaba a su vez un tuit en el que decía lo siguiente.
El gobierno de coalición tiene claro que la crisis económica no la pueden pagar los de siempre,
por eso presentamos unos presupuestos comprometidos con la justicia social y la lucha contra la desigualdad,
lo que incluye la subida de impuestos a las grandes fortunas.
Vamos, que esta vez, a diferencia de crisis anteriores, como la crisis de 2012 y 2013, o incluso la crisis de 2008,
el coste fundamental de la crisis no recaería sobre el conjunto de la población,
sobre las clases medias o sobre las rentas bajas, sino que, por primera vez, de manera también histórica,
el coste de la crisis recaería fundamentalmente sobre los muy ricos,
sobre las rentas muy altas, sobre las grandes empresas y sobre las grandes fortunas.
Pues bien, si eso es así, analicemos cuál es la previsión de recaudación por cada una de estas subidas de impuestos
que efectúa el propio gobierno de coalición de PSOE y de Unidas Podemos.
En concreto, el incremento en dos puntos para aquellos contribuyentes con una base imponible general en el IRPF
que supere los 300.000 euros, o el incremento en tres puntos en la base del ahorro para aquellas rentas
dentro del IRPF que excedan los 200.000 euros, proporcionará una recaudación, según el gobierno de coalición,
de 144 millones de euros en el año 2021, a su vez la subida en el impuesto sobre sociedades a las grandes empresas.
En concreto, la medida de limitar al 95% la exención de dividendos y plusvalías a aquellas compañías
con una cifra de negocios superior a los 40 millones de euros,
proporcionará, según de nuevo el propio Ejecutivo, 473 millones de euros en el año 2021.
Y finalmente, el impuesto a las grandes fortunas, la subida del impuesto sobre el patrimonio
en un punto para las fortunas superiores a 10 millones de euros,
proporcionará, según el Ejecutivo, 0 millones de euros.
En realidad podéis observar en el cuadro algunos asteriscos que lo que indican es que esta figura impositiva
proporcionaría 329 millones de euros si fuera implementada por todas las comunidades autónomas.
Pero como no está claro que autonomías la implementarán y cuáles no, no se puede dar una estimación.
Sin embargo, como la Comunidad de Madrid tiene bonificado al 100% el impuesto sobre el patrimonio
y como la Comunidad de Madrid supone la principal concentración de patrimonios en España,
el impacto recaudatorio de esta medida sí se aproximará de manera muy cercana a esos 0 millones de euros.
De hecho, el ministro Escribá, el ministro de Seguridad Social José Luis Escribá, cuando era presidente del AIREF
en el año 2019 ya evaluó esta misma medida y lo que pronosticó es que si se aplicaba
proporcionaría una recaudación de entre 0 y 8 millones de euros, es decir, prácticamente nada.
Es decir, los impuestos a los muy ricos, la subida del IRPF a las rentas más altas,
el incremento efectivo en el impuesto sobre sociedades, la subida del impuesto al patrimonio
proporcionará, según el propio gobierno, una recaudación esperada el año que viene de entre 600 y 900, 50 millones de euros.
Comparemos esta recaudación, este efecto recaudatorio, con los ingresos que espera obtener este mismo gobierno
de otras figuras impositivas que recaen sobre el conjunto de la población y también de manera muy en particular
sobre las clases medias y las rentas bajas. Por ejemplo, el incremento del IVA sobre las bebidas azucaradas,
el propio gobierno espera que proporcione una recaudación de 340 millones de euros.
La reducción de la bonificación fiscal del diesel, la subida del diesel, proporcionará, según el ejecutivo, 450 millones de euros.
Otra medida que también afecta al menos a muchas clases medias, que es el incremento del tipo sobre las primas de seguros,
muchísimos ciudadanos tienen seguros, seguros de vida, seguros de hogar, proporcionará unos ingresos de 455 millones de euros.
Y por último, el impuesto sobre los envases de plástico arrojará una recaudación adicional de 491 millones de euros.
Por tanto, recordemos, la recaudación que el gobierno espera conseguir de las subidas de impuestos a los más ricos
oscila entre los 600 y los 900, 50 millones de euros, más bien 600, porque recordemos que el impuesto sobre el patrimonio
proporcionará, no arrojará la recaudación teórica que el gobierno dice que arrojaría si todas las autonomías lo aplican, por tanto es más bien 600 millones de euros.
Y cuánta recaudación espera obtener el gobierno de nuevas figuras impositivas que van a recaer sobre el conjunto de la población sin discriminar
si son ricos o si son muy pobres? Pues de esas cuatro figuras tributarias que he mencionado en bases de plástico
IVA de bebidas azucaradas, primas de seguros y el diesel, el gobierno espera conseguir unos 1.750 millones de euros.
Es decir, que estamos hablando de que sólo con los nuevos impuestos que está introduciendo el gobierno
se espera recaudar entre dos y tres veces lo que el propio gobierno espera recaudar de la subida impositiva a los más ricos.
Sí, sí, estáis escuchando bien, repito, los nuevos impuestos que ha aprobado este gobierno de progreso sobre el conjunto de la población sin discriminar
entre niveles de renta van a recaudar según el propio gobierno entre dos y tres veces más de lo que van a recaudar los impuestos que van a pesar sobre los más ricos
y que supuestamente iban a dar para financiar la mayor parte de este nuevo esfuerzo de gasto público que se está conteniendo en estos presupuestos.
Vemos, por tanto, que siguen pagando los mismos de siempre y ¿quiénes son los mismos de siempre? El conjunto de la población.
Porque ahí, en el conjunto de la población, es donde está la inmensa mayoría de dinero y, por tanto, es donde necesariamente va a ir el gobierno
a buscar ese dinero, a recaudar ese dinero para financiar sus aumentos continuados del gasto público.
De hecho, quizá más relevante que comparar en estos presupuestos cuál es la recaudación que el propio gobierno espera obtener de los ricos
y cuál es la recaudación que este gobierno espera obtener de las clases medias y del conjunto de la sociedad,
sea comparar la recaudación que espera generar el gobierno a costa de los ricos con la magnitud del agujero presupuestario que tenemos ahora mismo.
Y hemos dicho que la recaudación que provenga de los ricos en el año 2021 en el mejor de los casos será de 950 millones de euros.
Imaginemos que, durante los próximos años, se suben algunos impuestos más a los muy ricos, a las rentas más altas, a los grandes patrimonios
y que se recauda el doble o el triple o cuatro veces o cinco veces lo que ahora mismo se espera que se va a recaudar,
es decir, que el gobierno consigue extraer cuanto, 4.000, 5.000, 6.000 millones de euros al año de los superricos.
Comparemos esta cifra, 4.000, 5.000, 6.000 millones de euros, con la magnitud del agujero presupuestario actual.
Según el propio gobierno, el déficit público en el año 2021, y a buen seguro será muy superior a esta cifra, pero tomemos la estimación del gobierno,
ascenderá a 80.000 millones de euros.
Si los ricos pagan, pongamos 5.000, 6.000 millones de euros de este agujero, un agujero que se produce cada año en los presupuestos,
quienes van a pagar los otros 75.000, 74.000 millones de euros.
Una parte, probablemente proceda, esperemos, de la reducción del gasto público, de aquella parte del gasto público,
que está muy vinculada a la crisis económica actual, por ejemplo los ERTE, por ejemplo los TESTS y los rastreadores.
Si en el futuro conseguimos erradicar el virus y podemos prescindir de todo este gasto, pues evidentemente este monto disminuirá.
Disminuirá en cuanto? 10.000, 15.000, 20.000 millones.
Bien, otra parte, además, se sufragará vía incrementos de la recaudación por ensanchamiento de las bases imponibles,
no subiendo impuestos, sino que, como los que generan riqueza el conjunto de la sociedad,
esperemos, van a generar más riqueza en el futuro, se va a recaudar más sin necesidad de subir tipos impositivos.
¿Cuánto se va a recaudar de más? 20.000, 30.000 millones.
Bien, entonces estamos reduciendo, ya digo en el escenario más optimista posible,
el déficit público desde 80.000 millones o 75.000 millones después de reducir la contribución de los ricos,
¿a cuánto? A 25, 30.000 millones de euros. Bien, pero de dónde van a salir esos 25.000 o 30.000 millones de euros?
Un monto que es entre 5 y 6 veces superior a la contribución que, en el mejor de los escenarios,
exagerando muchísimo las cuentas, va a proceder de los más ricos, pues evidentemente va a seguir saliendo
de donde sale siempre el dinero, de mayores impuestos sobre el conjunto de la población,
o alternativamente de recortes del gasto de aquellos servicios estatales que reciben el conjunto de los ciudadanos
después de haber pagado unos gigantescos impuestos. Por tanto, y tras leer estos presupuestos,
tras ver cuáles son las propuestas efectivas reales, no el populismo hueco, sino las propuestas efectivas
de subidas de impuestos a los más ricos para incrementar muy sustancialmente la recaudación del estado
y sufragar todo el enorme gasto público que se está incrementando a día de hoy, tras leer los presupuestos
y tras leer las estimaciones de recaudación del propio gobierno sobre estos presupuestos
y sobre estas subidas de impuestos a los más ricos, no cabe más que concluir que la crisis la seguirán
pagando los de siempre. Las subidas de impuestos a los ricos no están proporcionando ningún tipo de recaudación
significativa para financiar la enorme subida del gasto público que estamos experimentando hoy
y que por desgracia vamos a seguir experimentando en el futuro. Y si eso es así, y no lo digo yo,
lo dice el propio gobierno, por necesidad que ese gasto público que está disparándose a día de hoy
y que se va a seguir disparando en el futuro, lo tendrán que pagar las clases medias y las rentas bajas.
Esos grupos, a los que el gobierno engañó, diciéndoles que no les tocaría pagar la factura de la crisis,
la factura de la sobredimensión del tamaño del estado, pero que evidentemente son los únicos que pueden pagarla,
porque en este país no hay suficientes ricos como para que terminen financiando todo el aventurismo estatista
de este gobierno. Ojalá los hubiera, pero desde luego si la política fiscal de este gobierno es perseguir
consaña a los pocos ricos que existen, que subsisten en España, no se van a multiplicar en el futuro
el número de ricos. Y al final, por tanto, el extractivismo estatal seguirá cargando las tintas
sobre los mismos de siempre, sobre el conjunto de la población. Estados más grandes son sociedades civiles
mucho más pequeñas.
Subtítulos por la comunidad de Amara.org