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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, no sólo sigue sin haber felicitado
a Javier Milei por su contundente victoria electoral hace mes y medio en Argentina, sino
que ni siquiera ha enviado a ningún ministro al acto oficial de investidura de Javier Milei
como nuevo presidente de la Argentina.
Veámoslo.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales argentinas se celebró el pasado 22 de octubre.
En esos comicios Javier Milei arrasó con un 55% de los votos frente a su rival, el peronista
Sergio Massa, que logró el 45%.
Es decir que Javier Milei cosechó un apoyo entre los argentinos 10 puntos superior al
de su rival, el peronista Sergio Massa.
En España ese resultado todavía fue más contundente.
Entre el casi medio millón de argentinos residentes en nuestro país, Milei logró
el 60% de los votos frente al 40% de Sergio Massa, es decir, 20 puntos por encima.
Pues bien, mes y medio después de esta contundente victoria, de este contundente espaldarazo
de la mayoría de los argentinos a Javier Milei, el presidente del Gobierno de España,
Pedro Sánchez, que se posicionó en campaña electoral a favor de Sergio Massa, el ministro
de Economía peronista que ha llevado a la Argentina a una inflación del 150%…
A la derecha tradicional argentina, arrollada por el delirante discurso reaccionario de
Milei.
Este mismo domingo va a haber elecciones en Argentina.
Ojalá gane Massa y no gane Milei, ¿no?
Mes y medio después de esta contundente victoria, el presidente del Gobierno de España, Pedro
Sánchez, sigue sin haber felicitado oficial o extraoficialmente a Javier Milei.
Hace algunas semanas ya tuvimos ocasión de dedicar un vídeo a este desplante institucional
que estaba perpetrando, como si las instituciones públicas españolas fueran su cortijo particular,
Pedro Sánchez contra el presidente electo de Argentina.
Pues bien, a día de hoy, 10 de diciembre del año 2023, Pedro Sánchez sigue sin haber
felicitado a Javier Milei.
Y hoy no es cualquier día.
Este 10 de diciembre del año 2023, Javier Milei será oficialmente investido presidente
de Argentina.
Y Pedro Sánchez, ahondando en este desplante institucional propio, repito, de quien considera
las instituciones públicas españolas su cortijo particular, Pedro Sánchez, ahondando
en este desplante institucional, no solo no ha acudido personalmente a la investidura
de Javier Milei en Argentina, sino que ni siquiera ha mandado ninguna representación
por parte del Gobierno de España.
Ningún ministro estará presente en este acto oficial de investidura.
Y ante esto, ¿acaso se replique que el Reino de España sí estará representado en este
acto oficial de investidura de Javier Milei como presidente de Argentina por el propio
rey de España?
Es decir, que no cabe un nivel más elevado de representación institucional en este acto
oficial en la Argentina.
Sin embargo, este sería un pésimo argumento para justificar la actitud completamente sectaria
y patrimonialista del Gobierno que está teniendo Pedro Sánchez, bloqueando la participación
de miembros del Gobierno en este acto oficial de investidura de Javier Milei, y lo sería
por dos motivos.
Primero, la agenda de la Casa Real no la marca el Gobierno.
No es el Gobierno quien envía al rey de España al acto oficial de investidura de Javier Milei.
Acude el rey a este acto oficial de investidura porque así lo ha decidido la Casa Real.
Como mucho, el Gobierno coordina su agenda exterior con la agenda exterior de la Casa
Real, pero el Gobierno no le da órdenes, no mandata nada al rey en materia de asistencia
a actos en el extranjero.
Por tanto, como digo, el rey acude en representación del reino de España, pero no del Gobierno
español.
O dicho de otra manera, el Gobierno español no está representado por ningún ministro
en este acto oficial de investidura de Javier Milei como nuevo presidente de Argentina.
Y lo habitual es que en estos actos oficiales de investidura de mandatarios hispanoamericanos
acuda algún ministro en representación del Gobierno, no solo el rey, sino también algún
ministro.
Por ejemplo, al acto oficial de investidura de Gabriel Boric como nuevo presidente de
Chile no solo acudió el rey, sino también el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel
Álvarez, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la, por aquel entonces,
ministra de Igualdad, Irene Montero.
Al acto oficial de investidura de Gustavo Petro como nuevo presidente de Colombia no
solo acudió el rey, sino también el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Álvarez,
y al acto oficial de investidura de Lula como nuevo presidente de Brasil no solo acudió
nuevamente el rey, sino también el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Álvarez,
y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.
Por cierto, hablando de Gabriel Boric, un político tan o más a la izquierda que el
propio Pedro Sánchez o la propia Yolanda Díaz, los dos líderes del Gobierno de coalición
de España, peso es sumar.
Gabriel Boric, pese a ser muy de izquierdas y pese a tener, por tanto, unos planteamientos
muy opuestos a los de Javier Milei, no solo felicitó el mismo día de la victoria a Javier
Milei, sino que ha acudido personalmente a este acto oficial de investidura de Javier
Milei como presidente de la Argentina.
Es decir, que ser muy de izquierdas no está necesariamente reñido con un mínimo de coro
institucional, con un mínimo mantenimiento de las formas en las relaciones internacionales
entre dos estados.
El Estado argentino y el Estado español, cuya representación exterior está a cargo
del Gobierno de España y más en particular del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Que a Pedro Sánchez le caiga muy mal en lo ideológico Javier Milei no debería conducir
a agriar las relaciones exteriores que existen entre el Estado español y el Estado argentino.
De nuevo, el Estado español no es una maquinaria, o no debería serlo, al servicio personalista
de la agenda política e ideológica de Pedro Sánchez.
Es Pedro Sánchez, de nuevo, supuestamente, porque luego en la práctica ya vemos que
no ocurre nada de esto, es Pedro Sánchez quien tiene que someter sus intereses, sus
necesidades, sus filias y sus fobias al interés superior de los españoles a través de la
representación exterior del Estado español.
De hecho, imagino que a Javier Milei tampoco le cae nada bien en lo ideológico Pedro Sánchez
y más después de este profundo desplante institucional.
Sin embargo, démonos cuenta de cómo este supuesto ultraderechista, populista de derechas
que pretende cargarse el Estado de derecho y las instituciones argentinas, démonos cuenta
Javier Milei responde a la pregunta de RTVE acerca de qué opina del desplante institucional
que le ha hecho Pedro Sánchez no felicitándolo por su victoria en las elecciones argentinas
y no acudiendo ni él ni nadie de alto rango de su gobierno a esta toma oficial de posesión
y si cree que eso va a deteriorar las relaciones entre Argentina y España.
¿El Presidente de España no le ha felicitado? ¿Cómo ve este...?
Pues no son cosas que pasan.
¿Cree que se renovarán las relaciones, las buenas relaciones que ha habido siempre entre España y Argentina?
Sí, no veo por qué no. Y el comercio es algo que favorece a todos.
¿Y la visita del Rey puede favorecer?
¿La visita del Rey puede favorecer?
Yo creo que sí.
¿Quién está aquí más a la altura de la responsabilidad institucional que debería conllevar su cargo?
¿El demócrata y progresista ejemplar, líder mundial en defensa del Estado de Derecho, Pedro Sánchez?
¿O el populista ultraderechista, aniquilador del Estado de Derecho, Javier Milei?
Pues obviamente, y con muchísima diferencia, Javier Milei,
que en esencia está intentando quitarle toda la importancia que sí tiene a este desplante institucional del Gobierno de España al Estado argentino,
y que además, y todavía más importante, hace hincapié en una idea básica.
Las malas relaciones que puedan tener los gobiernos de dos estados no debería llevar a que los ciudadanos particulares de Argentina y de España
que salen ganando a través del comercio, no debería llevar esas malas relaciones entre gobiernos
a perjudicar a esos ciudadanos privados y particulares que ganan merced al libre comercio.
Pero nada de esto debería impedirnos decir a los españoles que esta actitud caudillista y oligárquica del presidente del Gobierno
poniendo el Estado español a su servicio, en lugar de estar él al servicio del Estado español, es una completa vergüenza.