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Vamos a ver si los expertos que saben nos explican esta guerra de divisas
entre Estados Unidos y China. Juan Ramon Rayo, doctora en economía, ¿qué tal? Muy buenos días.
¿Qué tal? Buenos días.
Cuéntenos, ¿dónde está el origen? ¿Qué ha pasado para que Estados Unidos y China lleguen a esta situación?
Básicamente sabemos que con la victoria de Donald Trump empezó un periodo de negociación dura
con China para tratar de conseguir un acuerdo comercial que Trump considera ventajoso para Estados Unidos
y, desde luego, que considera desventajoso para China.
Para tratar de conseguir ese acuerdo comercial, Trump ha empleado la táctica negociadora que suele utilizar,
que es básicamente tratar de machacar a la contraparte y empezó a subir aranceles contra China
hasta el punto de grabar prácticamente todas las importaciones de Estados Unidos desde China.
En Osaka, en la cumbre del G20, parecía que las dos superpotencias habían llegado a una especie de tregua
por la cual no habría nuevas agresiones e irían trabajando poco a poco en alcanzar un acuerdo comercial.
Pero hace unos días Trump se descolgó con un tweet donde advertía que iba a imponer un arancel del 10%,
es decir, un impuesto a las importaciones chinas sobre 300.000 millones de dólares de importaciones chinas.
¿Cuál ha sido la réplica de China? Pues, por un lado, planea imponer aranceles
a las importaciones que los chinos hacen de productos agrarios estadounidenses,
incluso a las empresas estatales, les ha prohibido importar productos agrarios de Estados Unidos
y, sobre todo, no diría que ha dejado caer el yuan.
Más bien, ha forzado, ha impulsado la depreciación del yuan en el mercado cambiario.
¿Por qué? Porque si el yuan es más barato, aunque a los estadounidenses les salga más caro
comprar desde China por los aranceles de Trump, pues una cosa se compensa con la otra.
Tienen que pagar más impuestos para importar desde China, pero los yuanes les salen más baratos.
Claro, todo hacía prever y así se ha producido que Trump le ha dado réplica
acusando a China de manipulador monetario.
Vale, entonces, ahora, Juan Ramón, los productos chinos, digamos, el precio de los productos chinos, está por los suelos.
Han bajado muchísimo el precio de los productos chinos, pero no sólo para Estados Unidos,
también para el resto del mundo. Es decir, ahora, si alguien quiere comprar un producto chino en España,
¿también es más barato?
Bueno, primero, no diría que está por los suelos porque ha sido una depreciación del yuan,
el nivel más bajo del yuan desde 2008, pero tampoco es que se haya producido una depreciación de caballo.
Luego, la depreciación se ha producido frente al dólar.
Ahora, evidentemente, como es frente al dólar, también va a haber arbitraje con respecto al euro
y, por tanto, si va a haber un abaratamiento de las importaciones desde China a, por ejemplo, Europa.
En el caso de Estados Unidos, como ese abaratamiento se ha visto penalizado por los aranceles,
no van a sufrir o a experimentar grandes ganancias o grandes rebajas en el precio de compra.
En Europa sí. Esto es un intento de China, que lo está pasando claramente mal por la guerra comercial,
de tratar de insuflar un estímulo a su sector exportador, a su sector empresarial,
para que aguante la guerra comercial. Y creo que esto es, quizá, lo más significativo.
En cierto modo, lo que ayer China le dijo a Estados Unidos es que están dispuestos a ir a la guerra comercial,
a través de la guerra de divisas, y que, por tanto, no se van a chantar como habían hecho hasta la fecha,
sino que, si Estados Unidos quiere redoblar la apuesta, ellos también van a hacerlo y a ver quién aguanta más de los dos.
En China hay un régimen comunista de partido único que no se somete a elecciones.
En Estados Unidos, en poco más de un año, Trump tiene que revalidar la presidencia
y, desde luego, con mercados de valores cayendo y con una economía no solo estadounidense,
sino también europea, cada vez más estancada por la guerra comercial,
pues parece que eso le puede personalizar en cierta dirección.
¿En qué puede salir perjudicada Europa? ¿Exportaremos menos a China?
Claro, Europa, de momento, está siendo la gran perjudicada de este fuego cruzado entre Estados Unidos y China.
¿Por qué? Pues porque Europa tiene, en su interior, grandes economías exportadoras.
Claramente Alemania, pero incluso, en cierto modo, España.
España ha salido de la crisis mirando al sector exterior y, por tanto, es una economía, ya digo, exportadora.
Claro, imaginemos las exportaciones que hace Europa a China de productos intermedios
para que China lo reexporte a Estados Unidos o exportaciones de productos intermedios automovilísticos
que Europa hace a Estados Unidos para que luego lo reexporten a China
en la medida en que el comercio entre China y Estados Unidos se interrumpa.
Nuestras exportaciones a ambos bloques económicos también lo harán
porque parte de nuestras exportaciones era para que ellos luego exportaran a su vez
y, si ya no exportan, pues nosotros tampoco exportamos.
Y lo que estamos viendo, de hecho, es que la industria manufacturera global,
que es la que entra en los circuitos de intercambios de mercancías, está en contracción, está en recesión.
Y específicamente en Alemania está, en su punto más bajo, desde la crisis financiera del año 2012.
En España también tenemos una industria manufacturera al borde de la recesión, no la economía.
Digo, la parte específicamente manufacturera de nuestra actividad.
Y, por tanto, la guerra comercial más allá del daño que se está generando mutuamente
para los consumidores estadounidenses, para los consumidores chinos,
para los empresarios estadounidenses, para los empresarios chinos,
también nos está dañando a nosotros los europeos, porque, bueno,
estamos en esa globalización que también nos ha venido a todos,
pero esta desglobalización que están protagonizando China y Estados Unidos,
pues, evidentemente, se está cebando también con los europeos.
Una última muy breve, que me tengo que ir a publicidad.
Donald Trump no puede devaluar el dólar, ¿no?
Porque en Estados Unidos la Reserva Federal es independiente.
¿Qué tipo de respuesta puede dar ahora Trump
a este movimiento de China de devaluar el yuan?
Bueno, esto es curioso, porque China está, perdón, Estados Unidos,
Trump está acusando a China de manipular el yuan
y lo que le está pidiendo Donald Trump a la Reserva Federal
es que manipule el dólar, es decir, que baje los tipos de interés
para que se deprecie el dólar, quiere hacer lo mismo que China,
pero acusa a China, lo acaba de acusar al departamento del tesoro,
de manipulador monetario. Esto veremos qué implicaciones
termina teniendo, si se sigue un procedimiento
hasta sus últimas consecuencias podría implicar,
incluso que los bancos chinos dejen de operar en Estados Unidos,
esperemos que no se llegue a tanto porque podría superar
una crisis financiera global, pero, bueno,
eso de que Donald Trump no tiene herramientas para devaluar
o para depreciar el dólar está por ver.
Formalmente, como has explicado muy bien, no las tiene,
porque la Reserva Federal es independiente,
pero la presión sin cuartel a la que ha sometido Trump
a la Reserva Federal en los últimos meses
ya ha hecho media en el presidente de la Reserva Federal
que tuvo que bajar 25 puntos básicos los tipos de interés
en la última reunión y parece que seguirá presionando,
cercenando o socavando esa independencia de la Reserva Federal
para que baje la divisa de precio del dólar
y por tanto manipule también su propia divisa.
Juan Ramón Rayo, doctor de Economía.
Gracias por las claves. Muy interesantes. Un saludo.
Muchas gracias a vosotros.