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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Hoy es un honor para mí poder moderar esta tertulia.
Una tertulia en la que vamos a ver
cómo la situación económica actual afecta al mercado de la vivienda,
pero, sobre todo, qué soluciones podemos encontrar de esto.
Y voy a pedir a los tertulianos que ahora presentaré que se mojen.
Porque hemos conocido un poco, a raíz de la ponencia de Juan Ramón,
cuál es el estado actual
y qué es lo que está sucediendo, pero vamos a ir mucho más en detalle,
vamos a ir aterrizando, bajando todos los conceptos,
y os voy a pedir, por favor, que juguemos un poco a la bola de cristal,
aunque sé que es muy complejo,
pero que os mojéis en algunos aspectos
que consideramos que todos los que estamos aquí son importantes
y nos afectan tanto en el mercado inmobiliario
como, sobre todo, en las actividades de inmersión, en este caso.
¿De acuerdo? Entonces, bueno, Juan Ramón,
creo que no necesitas ningún tipo de presentación,
es un honor tenerte aquí, Juan Ramón es economista,
escritor, docente, emprendedor también, recientemente...
Bueno, recientemente no, pero...
Está bien licenciado en Derecho y Economía por la Universidad de Valencia,
y también es máster y doctor en Ecomedia
por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Un placer tenerte aquí.
Muchísimas gracias.
Y, José Muñoz, a ti sí que te tengo que presentar
porque aquí no te conoce nadie.
Se ha colado, ¿no?
Se ha colado.
José Muñoz es inversor inmobiliario con muchísima experiencia,
estamos hablando ya de décadas de experiencia,
y además lidera la comunidad de inversión inmobiliaria,
yo creo, líder en España.
Así que muchísimas gracias por estar hoy con nosotros.
Y voy a empezar con una pregunta.
Hemos hablado, Juan Ramón, para ti,
de las subidas, de los tipos de interés,
de esta subida tan abrupta, la más abrupta de la historia,
probablemente, que hemos sufrido en Europa.
¿Hemos sufrido realmente los efectos,
sobre todo de la velocidad,
no tanto del nivel en los que están los tipos de interés,
los efectos de esa velocidad, de esa subida?
Porque se hablaba mucho, había campanas de recesión,
lo hemos comentado antes un poco también,
pero la estamos sorteando.
En España todavía no hay ni recesión técnica ni nada.
¿Llegará la recesión?
A ver, yo esperaría que sí,
o sea, no que llegue, sino que mi expectativa es que sí
tiene que llegar.
Básicamente, porque la subida de tipos de interés
es una subida tan potente que afecta necesariamente,
como decíamos antes, a los bienes de tipo más duradero,
tanto de consumo como de inversión.
De hecho, estamos viendo que la actividad manufacturera,
los bienes electrodomésticos, automóviles,
que son bienes que típicamente se compran
una parte de su producción a crédito,
esta actividad sí ya se está resintiendo.
En Europa y en Estados Unidos está aguantando, sobre todo,
el gasto en servicios,
que es gasto que no se suele financiar a crédito.
Pero, claro, después de la contracción de la actividad manufacturera,
lo siguiente es que se contraigan los ingresos
de los que participan en esas actividades manufactureras
y eso también restrinja el gasto en servicios
y veamos ahí una cierta contracción de actividad.
Es verdad que no lo estamos viendo del todo,
pero, en parte, al menos en Estados Unidos,
por lo que os comentaba antes,
porque el déficit público se está volviendo a disparar.
Estamos en déficits públicos que, si los anualizáramos,
estarían en torno al 7%, 8%.
Claro, es que es un déficit público gigantesco.
Y eso contrarresta cualquier tendencia recesionaria
que nos podamos enfrentar.
Pero, al final, supongo que el déficit público
comenzará a remitir en algún momento.
Tipos de intereses altos y déficit público no tan estimulante.
Sí que veremos, creo yo, un cierto estancamiento de la actividad.
Claro, hablábamos de esas subidas de los tipos,
con lo cual se espera una bajada de la demanda,
pero sigue sin haber oferta, ¿no?
José, tú tienes sobre todo el termómetro de las inmobiliarias.
¿Hay oferta? ¿Qué te cuentan exactamente?
Pues, en estos momentos en los que estamos, la oferta es escasa.
Hay que entender que el mercado inmobiliario funciona por zonas.
Hay zonas, sobre todo grandes capitales de provincia,
y yo, pues, fruto de mis inversiones
y las que compartimos de toda la comunidad,
pues, soy consciente de en qué punto está cada sitio.
Cada lugar tiene un punto distinto, pero hay algo en común.
Capitales de provincia, Madrid, Barcelona, Valencia,
es notorio, es público,
que ahora mismo la oferta se ha reducido mucho, muchísimo,
y, pues, hace muy poco, en julio de este año,
estuve, por ejemplo, en una inmobiliaria en Valencia
y me decía el chico que ahí estaba que, de normal,
independientemente de los pisos que ellos vendiesen al mes,
tenían como unas 300 y pico viviendas a la venta.
En estos momentos tenían 80.
Ahora mismo la sensación, como digo, va por zonas,
pero es que la oferta es limitada.
Teago, entonces ahora me permites hacer el ping-pong,
el partido de tenis aquí un poco.
Claro, si no hay oferta, está bajando la demanda,
pero si sigue sin haber oferta, bajarán los precios realmente,
Juan Ramón, ¿o no?
Bueno, eso es un poco lo que comentaba antes, ¿no?
La subida de tipos de interés en bienes tan duraderos de consumo
y de producción, como es la vivienda,
afecta a ambos lados del mercado, afecta a la oferta
y afecta a la demanda.
Afecta a la oferta porque el mayor tipo de interés
es un mayor coste de financiación para producir
o para rehabilitar vivienda, lo cual reduce la oferta,
y también afecta a la demanda porque, obviamente,
encareciendo el precio del crédito, se compra menos vivienda.
Pero además, como también hemos comentado,
el hecho de que hayan subido tan rápido los tipos de interés
está generando una cierta preservación
de los stocks de vivienda de segunda mano
por parte de aquellos que están hipotecados.
En lugar de sacarlos a la venta para amortizar su hipoteca
y contratar una nueva hipoteca a los altos tipos de interés actuales,
esa operación se cancela o se congela
y, por tanto, stock potencial de vivienda de segunda mano,
que en circunstancias normales saldría como parte de la dinámica de mercado,
ahora mismo está retenida
porque, como lleva adjunta a una hipoteca en condiciones muy ventajosas,
nadie quiere renunciar a esa hipoteca en condiciones ventajosas
para meterse en ese océano de tiburones de altos tipos de interés
que es ahora mismo el mercado hipotecario.
Totalmente.
Suponiendo que los precios empiezasen a bajar o pudieran bajar,
¿en qué zonas consideráis que podrían bajar más o menos
y en base a qué?
Para mí, los precios bajarán
hasta que se produzca ese equilibrio entre oferta y demanda.
Es obvio que en las grandes capitales hay siempre más demanda,
en otras zonas menos pobladas, con menos trabajo, hay menos demanda
y ahí tienes que ver las circunstancias de la oferta.
¿Cuánto se pueden ajustar?
Para mí hay tres factores.
El primero, el que apuntaba Juan Ramón, es claro.
Es decir, si tenemos un escenario de tipos altos,
hay una fuente que aumenta la oferta,
que es lo que llamamos el mercado inmobiliario,
el cliente de reposición, que está esperando.
Es decir, yo acabo de tener mi segundo hijo, mi tercer hijo,
quiero cambiarme de vivienda, pero, ostras, tengo una hipoteca al uno y medio
y ahora se me va a ir al siete.
Pues, oye, vamos a esperar y, claro, me espero a comprar la otra vivienda,
pero no saco la mía al mercado.
El segundo factor es lo que vimos en la anterior crisis
y es lo que tiene que ver con los efectos de la crisis.
Cuando las cosas vienen mal, lo que se hace es liquidar,
cambiar esa vivienda de la playa. ¿Qué pasa aquí?
Claro, cuando uno ha comprado una vivienda en la playa o su vivienda
y no puede pagar la hipoteca o tiene problemas de pago,
lo primero que hace es intentar, y eso lo vimos en la anterior crisis,
porque a los bancos también les interesa, en vez de afrontar el problema,
es, oye, voy a intentar aplazarlo.
Se cometen y se cometieron en aquel momento, espero que ahora no,
pues, mucha, lo que yo llamo, en términos que no son económicos,
sino más del negocio, patadas para adelante.
Clientes que estaban desde el punto financiero,
financieramente que no iban a tener capacidad
y en lugar de afrontar una acción en pago, lo que fuese,
lo que se hizo es, oye, te doy una carencia y hacia adelante.
Entonces, ¿qué pasa?
Que esa manera actual muy de aquí hace que esa segunda vía
que sacaría viviendas, como ya vimos,
pues, no sabemos cómo será en este momento
y luego, como todavía no ha llegado esa recesión,
pues, todavía no se están produciendo esa entrada al mercado de la oferta.
Y para la tercera vía, para mí, que puede marcar la diferencia,
es, ¿qué van a hacer los grandes tenedores de vivienda?
Es decir, fondos, sobre todo,
porque ya esas viviendas no están en manos de bancos,
y la Sarez.
¿Qué va a pasar con toda esa oferta?
Está claro que los fondos tienen, pues, un sistema de gestión
profesionalizado, organizado, atienden a mucho criterio
y han ido sacando ese estocaje que cogieron,
pues, en todos estos años, a partir del 10, 11 y 12,
y han ido sacándolo, paulatinamente saneando,
hay que entender aquí también el impacto que tiene nuestro sistema judicial.
Desde que se produce el impago hasta que realmente está la propiedad
para venderla pasa, a veces, muchísimo tiempo.
Entonces, los fondos parece ser que tenemos que ver cómo van a reaccionar.
Ante estas ataques, porque nuestra administración, en los últimos tiempos,
les ha puesto nombre, apellido, los ha señalado,
hemos tenido noticias de que muchos de ellos están planteando desinvertir.
Eso haría que hubiese oferta.
Y luego está ese famoso gran actor o actor que no termina de aparecer,
que es la Sarez. ¿Qué va a hacer la Sarez con todas esas viviendas
que tiene mucha? ¿Cuándo lo va a hacer?
Porque si se saliesen todas esas viviendas, allá donde las tienen,
porque, ojo, no las tienen en todos lados, que nadie espere que,
pues, en Paseo de la Castellana, en Madrid, salgan,
porque las viviendas están donde están.
Entonces, en esos micromercados, en esas zonas donde salgan,
pues sí que en momentos puntuales ajustará.
Y, para mí, esos son los tres factores que harán
que realmente podamos tener o que haya un ajuste mayor o menor de los precios.
Hablemos de ese ajuste.
Como trataba de explicar antes,
quizás estemos muy influidos por la última crisis inmobiliaria
y nos planteemos todos,
¿cuándo llegará un escenario de corrección de 30%, 35%?
Eso es una rareza histórica absoluta.
Entonces, tampoco nos planteemos que eso tiene que volver en algún momento.
No. ¿Puedo haber ajustes de precios? Sí.
Pero, históricamente, lo habitual en mercados
que no experimentan un desequilibrio brutal entre oferta y demanda,
y creo que ahora mismo el mercado español claramente no tiene un desequilibrio
en favor de la oferta frente a la demanda,
lo habitual en crisis es que no caigan los precios en términos nominales
y caigan algo en términos reales,
o que si caen en términos nominales, caigan unos pocos puntos,
pero no las barbaridades que vimos en la anterior crisis.
Por aportar a lo que dice el profesor,
también hay que entender que esa situación anómala que vivimos aquí,
que tenemos grabada, hay que tener en cuenta,
y en estos datos hay mucha estadística, dato oficial,
entre los pocos que hay en el mercado de la vivienda en España, por desgracia,
pero sí que es verdad que a pesar de que había algún estudio por ahí
de 50, 60 ciudades en España que habían aumentado mucho,
pero en muchos de los municipios,
tenemos que saber que España tiene 8600 municipios por ahí,
estamos ahora recuperando precios que teníamos en 2008.
Ojo, porque no solo eso fue anómalo,
sino que los precios que tenemos ahora,
teniendo en cuenta todos estos años, inflación y demás,
volvemos a tener en algunos sitios precios de ACI.
Y recuperación nominal, claro, pero real con toda la inflación ni siquiera.
Claro, es que ese desequilibrio fue tan grande
que no esperemos que se vuelva a repetir y no estemos esperando a invertir,
pensando en, bueno, yo cuando caiga un 30% compro.
Ahí compro, justo en ese...
Entendido.
Estamos con los precios en máximos,
el Eurívor también en máximos, se han frenado en seco las compraventas,
un 30% menos el otro día parecía el dato de hipotecas contratadas.
Claro, esta situación te lleva a la pregunta de...
Este en algún momento tiene que petar, ¿no?
¿Podemos jugar a la bola de cristal para saber el cuándo?
Que es la pregunta que todo el mundo tiene en la cabeza.
Bueno, está un poco relacionado con lo que mencionaba antes, ¿no?
A ver, claro que hay menos operaciones,
pero si el vendedor tampoco tiene ninguna prisa en vender
o, al contrario, prefiere no vender porque quiere quedarse con su hipoteca
o no hay un aumento significativo de la oferta de nueva vivienda
porque se terminan de liquidar las promociones existentes
y no se reanuda el impetu promotor,
precisamente también en este contexto de altos tipos de interés,
pues no tienen por qué ajustarse los precios.
Al final, los precios de la vivienda,
y recojo una pregunta interesante que se ha hecho antes,
guardan una cierta relación con el precio del alquiler.
Entonces, el precio del alquiler es lo que te marca,
spot, digámoslo así, la escasez de habitación
o de habitaje que hay en un determinado mercado local de la vivienda.
Entonces, si el precio del alquiler no baja,
y creo que prevemos que no va a bajar,
pues esto es como en bolsa.
El precio del alquiler te da algo así como el beneficio por acción en bolsa,
métele un pér, un múltiplo de 15 o de 20,
en el mercado inmobiliario es algo más alto,
y tendrás más o menos el valor fundamental de la vivienda.
Si no hay un proceso de liquidación forzada de vivienda,
no tiene por qué desviarse a la baja, sustancialmente,
el precio de mercado del valor fundamental,
aunque no haya operaciones.
Las pocas que haya se realizarán a precios cercanos al valor fundamental,
y ya está.
Y si se tienen que realizar por debajo y no hay necesidad de vender,
pues no se realizarán operaciones,
porque nadie querrá mal vender si no tiene necesidad.
Y por encima, en este contexto complicado, pues tampoco.
Yo quiero aclarar primero que el hecho de que bajen las hipotecas
evidentemente va en relación con las compraventas,
pero también tenemos que tener en cuenta el indicador
de que en los últimos años cada vez se compra más de contado.
Es decir, van relacionados, pero operaciones siguen habiendo.
Para mí, la clave es qué va a pasar con la oferta,
esas tres variables que decía antes.
Hay que estar más atento a si se activan esos impulsores de oferta
y ahí es donde se producirá ese cambio.
Y, evidentemente, tenemos que entender que la inversión en vivienda,
la compra de vivienda es un producto de necesidad
y que a pesar de que se tiene una parte económica, de apoyo, de tipo,
la persona que hoy está en Valencia, en Madrid, en Galicia,
que tiene que comprar una vivienda, ¿qué hace?
Va, como aportaba Juan Ramón, ¿qué me cuesta esa vivienda?
En alquiler. ¿Qué pasa?
La situación que estamos viviendo,
que ahora entraremos en el mercado del alquiler,
hace que haya poca oferta y mala.
Independiente de que el tipo esté en el 3, en el 5, en el 7,
lo que las personas van a ver es de manera objetiva,
es decir, si este piso me cuesta mil, mil euros en alquiler
y no lo tengo y tengo la necesidad porque la vida va pasando
y yo necesito una vivienda, pues voy a valorar la opción de compra.
Y en la compra ahí miraré no tanto el tipo de interés, sino la cuota.
Entonces, en función de los precios,
porque no son los mismos en los puntos de España,
habrá zonas, por ejemplo, muchas zonas de Andalucía,
muchas ciudades que están por debajo de 50.000 habitantes,
donde el precio medio está en los 100, 100 y algunos mil euros,
donde las cuotas, a pesar de que el tipo sea alto,
pues son asumibles por las familias,
porque estás en los 600 euros de hipotecas, los 400, 500, 800,
y va a haber personas que, aunque financieramente digas,
es que no tiene sentido que compre,
pues van a comprar porque necesitan esa vivienda.
Entonces, tenemos que estar atentos, en resumen,
a cuándo se va a producir la entrada de oferta
y qué está pasando en el micromercado en ese momento.
¿Qué está pasando?
O sea, ¿se están produciendo compraventas o no?
Porque a lo mejor es un buen negocio para las familias
en donde yo estoy, comprar viviendas y pagar tipos del 5%.
O porque donde yo estoy, las viviendas que yo estoy mirando,
porque dentro de cada micromercado no todo funciona igual,
la gente compra de contado.
Por remarcar este punto,
porque a veces asociamos operaciones o volumen de operaciones
con evolución de los precios, pero no tienen por qué ir de la mano.
En bolsa, una acción que tenga poco volumen
no tiene por qué ser una acción que se desplome de precio
o que tenga una tendencia a la baja,
y, al contrario, una acción puede tener mucho volumen y el precio caer.
Al final, es una cuestión de estimación de cuánto vale eso.
Y mientras vivir en España sea caro
porque haya un desequilibrio entre oferta y demanda,
pues será caro vía compraventa o vía alquiler.
Si no se construye y no se puede acceder al crédito,
habrá menos operaciones,
pero eso no significa que las operaciones que haya
se tengan que realizar a precios de derrigo.
Correcto. Hablemos de eso. Hablemos de los riesgos ahora mismo
a la hora de invertir.
¿Qué riesgos veis en el contexto actual
si yo estoy enfrentándome a una inversión inmobiliaria?
¿Pienso yo?
Aquí hay que diferenciar.
Si yo estoy comprando una vivienda para mí
o estoy comprando una vivienda con la visión de invertir.
Son dos cosas distintas.
También hay que tener en cuenta que nunca se puede comprar
en el momento más bajo, que es altamente improbable,
por lo que hay que poner el foco en otras cuestiones.
Evidentemente, si en estos momentos
tú compras con el directamente viviendas finalistas que llamamos,
es decir, las que están en portales,
que están directamente para entrar,
es posible que esos precios se ajusten.
¿Cuánto va a depender de estas variables?
La cuestión es, ¿tiene sentido para ti?
Yo creo que esa es la clave.
Si yo estoy buscando una vivienda,
he visto la vivienda que quiero para mí,
que no es cualquier vivienda, sino que es la que me gusta.
Si el año que viene vale un 10% menos,
es buena operación hacerla ahora mismo,
porque es posible que en cinco años valga un 10% más
de lo que me ha costado.
Realmente tiene sentido.
Si lo vemos desde el punto de vista del inversor,
ahí cambia la cosa,
porque ahí la cuestión,
ahí ya vamos más a la parte de números.
Si inviertes como invertimos nosotros,
que no compramos viviendas que realmente están en el mercado,
sino que compramos las viviendas que no están,
esas viviendas que tienen anomalías, problemas,
pues que hay que reformar, que están ocupadas, en fin,
pues si compras con ese enfoque,
realmente, evidentemente estamos en tiempos donde hay incertidumbre,
pero también tenemos que recordar
que esos son los tiempos donde más margen hay.
Tú ahora, en este momento,
es más fácil que te acepte un fondo, una oferta,
porque han bajado las compraventas.
Si tú compras teniendo en cuenta esa anomalía,
pues con descuentos,
por encima del precio que estamos viendo ahora mismo,
de un 30%, de un 40%,
que son los costes operativos,
recordemos que cuando uno compra una vivienda se pagan impuestos,
que tu reforma aporta valor en la vivienda, invierte dinero,
y luego tienes un margen, evidentemente, como toda actividad.
Claro, si tú compras con ese enfoque,
si tú eres capaz de poner el foco ahí,
pues hay, evidentemente, riesgo, como en toda inversión,
pero digamos que es siempre buen momento.
Sí, hombre, riesgos, obviamente, siempre hay en todo,
pero yo creo que aquí el riesgo, sobre todo,
de compraventa con mentalidad inversora
es un riesgo más, quizá, de operativa.
Si son compras muy apalancadas en este contexto
de tipos de interés altos,
pues, desde luego, se está asumiendo un riesgo importante.
Si no se consigue rentabilizar rápidamente esa operación,
hay una posible exposición a tener que mal vender ese activo
por carga excesiva de deuda,
y si uno compra apalancadamente o no,
pero si uno compra para alquilar,
pues, claramente, el riesgo más importante que hay hoy
sería regulatorio.
No sabes qué te puede pasar con esa vivienda
ya no el año que viene,
sino los próximos cinco o diez años,
porque no hay estabilidad regulatoria
y, además, los cambios regulatorios
parece que son progresivamente a peor.
Congelar alquileres, restringir el tiempo durante el...
Ampliar, forzosamente, restringir el tiempo
durante el cual tú puedes disponer
o durante el cual el inquilino tiene que disponer
de la vivienda, etcétera.
Reducir la autonomía del propietario
a la hora de formalizar contratos,
y, por tanto, te controlan precios y te controlan condiciones,
se puede convertir en un activo en ciertas condiciones tóxicas.
Ahora os preguntaré sobre regulación.
Si os vierais en la tesitura,
¿ahora compraríais, esperaríais o venderíais?
A ver, depende la situación,
pero por complementar algo que ha dicho antes José,
sobre el mejor momento para invertir en inmobiliario,
a ver, siempre puede haber oportunidades,
pero el momento de manual,
oye, me meto aquí, suele ser después de una recesión
cuando los bancos centrales están bajando
o están empezando a bajar tipos de interés
para estimular la economía,
porque ahí se mezclan dos ventajas,
probablemente los precios se hayan ajustado a la baja
y, además, el coste de financiación es el mejor posible.
Claro, suele ser un momento en el que hay mucho paro,
en el que puede haber habido descapitalizaciones personales,
pérdidas de activos, liquidaciones de activos,
concursos, etcétera, y, por tanto, muy poca gente en ese contexto
tiene la liquidez o la capacidad de endeudarse
para hacer operaciones importantes,
pero si uno la tiene,
ese suele ser el mejor momento coyuntural para hacerlas.
Si hablamos, para mí, de vender,
este es el mejor momento para vender
y es mejor que el mes que viene o de aquí a tres meses.
Eso está claro porque esta incertidumbre,
a pesar de que el mercado aguanta,
yo lo llevo diciendo ya un año y las cosas que tenía que vender
hace ya un tiempo que hice algún vídeo y dije,
es el momento de vender porque sí que vemos un punto de inflexión.
Para comprar, si yo estoy comprando la vivienda para mí,
yo lo que digo es, oye, tiene sentido para mí
y no hay que ser economista.
Vamos a ver, ¿yo qué gano? ¿Qué puedo pagar?
No quiero ganarlo todo. Voy a ver con el banco.
Me dan tipo fijo a cuánto.
¿Lo puedo pagar?
Oye, cógelo y si tiene sentido, entra.
Porque a lo largo de esos 10, 15, 20 años
que tú puedes tener una vivienda para ti,
tenemos que tener en cuenta que la situación va a hacer
que el impacto que tiene tu ingreso, la cuota de hipoteca,
el tiempo va a hacer que cada vez sea mayor.
Si ahora mismo coges una hipoteca, que aunque te digan que es...
¡Ostras, qué disparate!
Pero si tú ahora mismo estás cogiendo una hipoteca
que puedes pagar y que, además, pongo una cifra,
pago 1.000 euros al mes,
pero es que las viviendas en alquiler están en 800, en 900, en 1.200.
Si tiene ese sentido para ti, adelante,
porque es posible que, además, esa vivienda que te gusta,
que tiene las vistas que quieres, que está en el sitio que quieres,
no esté de aquí a un año, un año y medio.
Si hablamos de comprar para invertir,
claramente, si compras con este enfoque del problema,
va a ser siempre buen momento. ¿Por qué?
Porque en momentos donde es difícil o cuesta más vender,
suele ser más fácil comprar.
Tienes posibilidad de conseguir más margen.
En momentos como el que venimos ahora, que es muy fácil vender,
de hecho, demasiado fácil,
entre las más de 200 operaciones en real que se están haciendo
en España, dentro de nuestra comunidad, por daros ese dato,
los compañeros van compartiendo desde el inicio hasta el final.
Y hay gente que dice, he vendido en un día, he vendido en cinco,
he vendido en siete días. Eso no era lo habitual.
Eso, cuando yo empecé en esas primeras operaciones,
el año 2011, 2012, 2013,
que era el momento que económicamente era el más interesante,
el que apuntaba Juan Ramón,
era muy interesante porque estábamos en ese momento
donde realmente había tipos muy bajos
y también había unas compraventas más bajas.
Comprábamos mejor y vendíamos 60, 90, 120,
hasta tres, cuatro, cinco meses.
En los últimos tiempos cuesta más comprar
porque hay más personas y es más fácil vender.
Objetivo a la hora de comprar, para mí claramente,
si es con el Prima Inversor,
el que tengas ese enfoque en la anomalía del problema
y que tengas un margen de entrada que te dé esa seguridad.
¿Hay alguna modalidad de inversión en específico
que se beneficie de la situación actual?
¿Comprar, aportar valor, vender o comprar alquiler tradicional?
Claramente, porque ahora hablaremos seguramente
del mercado del alquiler,
con lo que ha pasado, con lo que está pasando
con el mercado del alquiler, con esa incertidumbre,
ya sabemos que el dinero,
me gusta esa frase de que el dinero no ataca,
sino que se defiende.
Es decir, tú pones unas condiciones y ¿qué pasa?
De momento, hay una retracción.
Está claro que en momentos como este,
yo lo estoy viendo especialmente, es más fácil comprar.
Yo estoy comprando y es más fácil,
sobre todo a fondo en este momento, por ejemplo,
ante los continuos ataques, ellos están en un plan de desinversión.
También tienen menos compraventas porque lo que ellos llaman el retail,
es decir, esa parte de su negocio donde le venden al cliente minorista
que quiere comprar una vivienda para vivir,
está bajando consecuentemente.
Entonces, cuando enfocas de esta manera,
ahora mismo es un gran momento para comprar.
El dinero se gana en la compra, así que para mí es un buen momento.
Ojo, y esto no es un consejo de inversión
porque también hay más incertidumbre y hay más riesgos.
Tienes que tener más conocimiento, estar más preparado.
Hablabas de alquileres.
Hablábamos antes de regulación, Juan Ramón.
Nueva ley de la vivienda.
¿Ha funcionado?
¿Ha cumplido su función?
Bueno, a ver...
Es verdad que la ley de la vivienda
no se aplica plenamente en toda España, por suerte.
Por tanto, también juzgarla en función de lo que suceda ahora mismo
es un juicio incompleto
porque hay partes que no se pueden aplicar, como digo, por suerte.
Porque el objetivo de la ley de la vivienda
básicamente es matar la rentabilidad del alquiler absolutamente.
Es decir, en aquellos mercados que estén más tensionados de precios,
congelar de manera indefinida el alquiler
hasta que suponga una fracción menor
de los ingresos personales de los individuos.
Y para eso lo que se hace es no permitir que aumente el precio
o incluso forzando a que se reduzca vinculándolo con ciertos índices.
Claro, si la solución no desequilibre entre oferta y demanda,
que se manifiesta con subidas de precios
para estimular la oferta
y para desincentivar la demanda menos relevante,
o sea, imaginad que una persona vive en una zona tensionada
en un piso de 100 metros cuadrados o 150 metros cuadrados,
solo una persona.
¿Y por qué consigue unas condiciones de alquiler muy ventajosas
o por qué la ley le beneficia y le permite esas condiciones ventajosas?
Lo lógico sería que esa persona dijera,
yo no necesito un piso tan grande,
si suben mucho los precios me busco algo más pequeño.
Pero si tú no permites que suban los precios,
estás asignando viviendas a gente que realmente no la necesita
en esas condiciones.
Por tanto, desincentivas el aumento de la oferta
y incentivas una retención ineficiente de la demanda.
Por tanto, consolidas la escasez.
Yo creo que la ley de la vivienda no busca solucionar el problema de la vivienda,
lo que busca es tener a una parte de la población
que son aquellas personas que viven en una zona tensionada de alquiler contenta,
porque me has impuesto unas condiciones ventajosas,
por tanto, yo te voy a votar,
pero a costa, claro, de subdesarrollar el mercado inmobiliario
y de que los que no están viviendo de alquiler
no puedan ni comprar ni alquilar,
que esos son los perjudicados últimos de este tipo de regulación.
Entonces, no ha funcionado en parte porque no se ha aplicado,
pero en parte porque lo que entendemos por funcionar
no es el objetivo de la ley.
El objetivo de la ley es tener votantes cautivos
entre aquellos que se beneficien por la ley,
no favorecer la accesibilidad de la vivienda.
En tu caso, José, que lo tienes más...
Yo te puedo decir que la ley de la vivienda
ha tenido un efecto claro desde ya
y que todo el mundo entiende y está sufriendo,
y se puede ver, y es que los precios del alquiler están subiendo.
¿Por qué? Porque tú creas una ley
donde estableces una serie de cuestiones
que no define.
Zonas tensionadas,
índices por crear.
Claro, ¿qué hace la gente? ¿Que no vas a poder subir el precio?
Pues lo que sale al mercado sale carísimo ante esa imposibilidad.
Juan Ramón decía, oye, habría que incentivar a la oferta.
Creas una ley en la que claramente,
esta es mi opinión como gran tenedor,
atacas a la oferta.
Los que tienen que poner vivienda en el mercado,
tú directamente los atacas.
Hay un informe muy interesante del Banco de España del año 2019,
se publicó en 2020, donde analiza los escenarios regulatorios
en otros países de Europa.
Y la conclusión, yo la compartí en un vídeo de YouTube
porque me parece que tiene todo el sentido del mundo,
yo lo entiendo así, y es clara, y es que,
ante estas posiciones, lo que pasa es que
queda en el mercado del alquiler las viviendas de peor calidad,
se genera un mercado negro, en consecuencia,
y a la larga generas esta precariedad.
Pero claro, por el camino, yo creo que la clave es,
lo que ha dicho el profesor, es que has conseguido tu objetivo,
y es claramente decirle a una parte de la población
que les ha subido el ánimo,
aunque realmente están viendo que esto no funciona.
Claro, la cuestión es, cuando los resultados no lleguen,
¿qué van a hacer?
Porque claro, tenemos que entender,
en ese informe del Banco de España se explica el ranking
de vivienda pública que han promovido los estados de la Unión Europea,
y a mí me llama la atención que durante todos estos años,
con gobiernos de distintos colores,
la política de vivienda en este país ha sido una política
llevada a ir teniendo a la gente contenta.
Te doy una ayuda para que tú compres una vivienda
que luego tú puedes descalificar y vender,
y que el dinero lo ganas tú,
y que a la misma vez hace que tengamos un parque de vivienda pública
inexistente, 2,4, 2,9%, frente al 24, 30%
de países bajos o la cabeza de Europa.
Entonces, claro, ellos no hacen lo que toca,
hay que mover muchas fichas,
y la situación es esta, que tiene estos resultados
que ya estamos viendo.
Hablabas de algo superinteresante,
que son, a nivel internacional, otros modelos.
¿Hay algún modelo, Juan Ramón, internacional
respecto al mercado inmobiliario que pueda ser referencia?
En general, los que tiendan a incrementar
o facilitar el incremento y la renovación de la oferta.
Australia, por ejemplo, o Japón, que es menos conocido,
pero Japón, a pesar del burbujón inmobiliario
que tuvieron a principios de los 90,
tiene una política de vivienda muy vinculada
a las peculiaridades de la isla,
la necesidad de ir renovando los edificios continuamente
para mejorarlos frente al riesgo de terremoto.
Pero imprime un dinamismo en el mercado inmobiliario
que suministra mucha oferta continuamente en el mercado
y controla los precios.
O en Estados Unidos, porque también el mercado de alquiler
siempre es local, pero, claro, especialmente en un país
como Estados Unidos, marcadamente local.
En Texas, por ejemplo, también hay mucha libertad
a la hora de construir y también podemos encontrar
viviendas gigantescas y baratísimas.
Es verdad que Estados Unidos es un país distinto,
con muchísima menos densidad que España,
pero creo que ese enfoque de permitir el aumento de la oferta
para saciar el aumento de la demanda es el correcto.
Ayer hablábamos, también comentando el tema de la regulación,
hablábamos, por ejemplo, de esta nueva, digamos,
pretensión, intención que tienen de regular el habitacional
en España, en concreto, el co-living y el co-housing.
Sin entrar en los detalles de la normativa,
¿qué opinión os suscita la intención de meter mano
en estos mercados? ¿Es algo positivo? ¿Es algo negativo?
¿Es algo que puede ser positivo y negativo a la vez?
Bueno, yo creo que es una especie de espiral intervencionista
que va en aumento, es decir,
controlamos las condiciones de acceso a la compraventa
restringiendo las posibilidades de aumento de la oferta,
de reconversión de usos y, por tanto, dificultamos que la gente
pueda convertirse en propietaria de vivienda,
porque encarecemos los precios de compraventa, etc.
Además, tenemos un mercado laboral
donde los jóvenes están en gran medida excluidos,
no pueden amasar o ahorrar una entrada inicial para la hipoteca,
una serie de problemas que hacen que regulatoriamente expulsemos
a la gente o a parte de la población de comprar una vivienda.
Si no puedo comprar una vivienda, no voy al mercado del alquiler.
Vale. Tienes una política de alquiler, de nuevo,
obscenamente intervencionista que termina generando un desequilibrio
entre oferta y demanda que provoca alzas del precio del alquiler.
Ya no puedo acceder al alquiler. ¿Qué me queda? ¿Compartir habitación?
Pues bien, ya nos vamos a cargar también este mercado
para que la gente no pueda salir de casa, básicamente.
Creo que es la tendencia que hemos ido siguiendo.
Y siempre sin ponerle... Yo creo que hay que poner unas normas básicas
porque, claro, toda esa política errónea
hacen que cada vez haya más precariedad.
Veíamos ejemplos de habitaciones que en un país como el nuestro
son vergonzosas y es algo que no tenía que existir,
pero dicho esto, también tenemos que ver de dónde está viniendo.
Yo entiendo que...
Si me permites, eso es el síntoma de otras muchas cosas que se hacen mal.
Y cuando uno tiene fiebre, por mucho que te pongas paños calientes,
no se soluciona, tienes que tomar antibiótico.
Yo soy... Yo sí que, con respecto a este del habitacional,
que es algo nuevo, sí que entiendo que de la misma manera
que hay un código técnico que legila el tamaño de las viviendas,
ventilación, iluminación, sí que tiene que haber algo claro
que dicho sea de paso.
En España tenemos un código técnico,
pero luego cada comunidad aplica de una manera
y a pesar de ser parecido, la vivienda mínima en Madrid
está en tantos metros, en Murcia, en Barcelona.
Entonces sí que creo que tiene sentido que haya como unas normas claras
de una habitación tiene que tener como mínimo estos metros,
tiene que tener una ventana, tiene que tener iluminación,
tiene que ser de estas características si no no es habitable.
Tiene que haber tantos baños.
Yo creo que esas reglas sí que se tienen que definir.
Genial. Hemos hablado de muchos problemas, de muchas cosas,
pero sobre todo vemos muchos problemas
en la constelación de cosas que hemos hablado.
Vamos a hablar de soluciones.
Hablabas de aumentar la oferta, Juan Ramón.
¿Qué tendría que pasar en España para que aumentase la oferta?
Antes de esto, si me permites,
por visibilizar la magnitud del problema,
porque a veces nos quedamos en que es un problema
que suban los precios de la vivienda
porque se dificulta el acceso a la vivienda,
pero como si fuera el único problema.
Yo quiero una casa y no puedo acceder a ella,
pero realmente que no podamos devenir propietarios
o al menos que no tengamos un espacio en el que residir
que sea fácilmente accesible y barato
es muy dañino para la economía por muchas razones.
Primero es dañino porque gran parte de los réditos
de la economía productiva son absorbidos
por los terratenientes de vivienda.
A una ciudad como Madrid acuden personal altamente cualificado a vivir.
Si no hay espacio para que esas personas altamente cualificadas vivan,
¿qué sucede? Que los precios de la vivienda aumentan.
Si los precios de la vivienda aumentan,
la parte del salario de estos trabajadores altamente cualificados
que destinan al pago de la vivienda crece,
de modo que el arrendador está absorbiendo
parte del salario de estos trabajadores que deriva
o que es una remuneración de la formación que han recibido.
Y si la formación se vuelve menos rentable después de pagar la vivienda,
para los trabajadores hay menos incentivo a formarse.
¿Para qué me voy a formar ingeniero de lo que sea?
Si me tengo que ir a vivir en Madrid y al vivir en Madrid,
mi salario después de pagar el alquiler o de pagar la cota de la hipoteca,
si me lanzaré a comprar, es más bajo que si no me formo
y me quedo en mi pueblo.
Los altos precios de la vivienda son un desincentivo a la formación.
Luego, el hecho de que uno no pueda acceder a la propiedad inmobiliaria,
en un país como España, donde el activo predominante
en las carteras de la población ha sido el inmobiliario,
y donde no existe cultura financiera muy extendida
para invertir en otro tipo de activos,
significa que tenemos masas crecientes de población descapitalizadas.
Y eso es gente que depende absolutamente en cualquier coyuntura adversa
de que los demás, normalmente a través del Estado, le den,
porque no tienen ninguna autonomía para aguantar,
perder el empleo o un gasto extraordinario
porque no tiene patrimonio, no tiene ahorro a largo plazo.
Y el vehículo tradicional en España de ahorro a largo plazo
ha sido la vivienda y ni siquiera se está pudiendo afrontar por ese lado.
Y luego, también hay un problema casi de equidad intergeneracional
en el sentido de ¿quiénes son los propietarios de vivienda?
Las personas que han ido ahorrando a lo largo de toda su vida
y que ya van teniendo una edad.
Los jóvenes no son propietarios de vivienda,
nunca lo han sido generalizadamente porque no han tenido tiempo para ahorrar,
pero si no pueden acceder y convertirse en propietarios,
conforme vayan madurando sí que se irán enfrentando a ese problema
de estos son los propietarios, yo no soy propietario,
no puedo convertirme en propietario,
voy a reclamarle al Estado que intervenga en mi favor
cargándose además el mercado.
Creo que es un problema,
y además vinculado también con la natalidad, por ejemplo,
que afecta a múltiples dimensiones y que es urgente solucionar.
¿Cómo solucionarlo? Aumentando la oferta.
Este es el principio general,
pero es que si hay un desequilibrio entre oferta y demanda
y falta oferta porque hay mucha demanda
y falta oferta en determinados puntos del país,
pues es que la única forma de solucionarlo es aumentando la oferta.
¿Cómo se puede aumentar la oferta?
Pues la oferta se puede aumentar horizontalmente, es decir,
permitiendo, liberalizando más suelo para que se construya más
o se puede aumentar verticalmente,
liberalizando las normas urbanísticas
para que se pueda construir edificios más altos.
Algunos dirán, yo no quiero en mi ciudad edificios más altos.
Vale, entonces vas a tener precios de la vivienda más caros.
Entendamos cuál es la consecuencia de no querer esto último.
Y luego también posibilitar que edificios ya construidos
y que tienen asignados otros usos, por ejemplo, locales comerciales,
se reconviertan en viviendas.
Sí, es más rentable la vivienda que la actividad comercial, pero...
José, desde el punto de vista...
A la práctica, Juan Ramón comentaba el tema de los locales,
por ejemplo, el cambio de uso de locales.
Entiendo que es una de las estrategias que estáis llevando a cabo.
Claro, sí, nosotros lo estamos haciendo,
nos estamos enfrentando a la tremenda presión regulatoria que existe
las trabas y luego el cambio radical de criterio.
Es decir, dentro de la misma comunidad, de distintas comunidades,
en un sitio sí, en otro no, en esta parte de la ciudad.
Yo creo que hay que aumentar la oferta y hay distintas formas,
pero una forma rápida de hacerla, y la que surge siempre hoy,
es construir nuevas viviendas.
Pero, claro, la construcción de nuevas viviendas
implica inversiones grandes, implica muchos factores
e implica dos, tres años a que eso llegue.
No se escuchan, desde ninguna de las actores políticos,
fuerzas políticas que hay en este país,
soluciones que tengan una implicación más barata
y con resultados más cercanos en el tiempo.
Para mí, por ejemplo, los locales,
con los cambios que estamos teniendo en la sociedad de consumo,
no es nuevo que en cualquier punto de España
tú ves que hay locales que no llevan años cerrados,
que llevan ya años cerrados y que no va a haber ahí un comercio.
Entonces, hay que establecer unas normas, evidentemente,
pero unas normas claras, unánimes,
de dónde se puede transformar ese local.
Y que, por ejemplo, un detalle que hace que en muchas transformaciones
donde se puede, no se lleven a la práctica,
que es la salida de humo, pues que se le dé una solución.
En Madrid, en Murcia, por ejemplo, se permite un tipo de campana
que no necesitas una salida a la terraza.
Al final, es facilitar, cumpliendo normativa,
que realmente estos locales que están vacíos
pues se puedan poner en el mercado.
Esa sería la primera.
Convertir locales en viviendas es una manera rápida de tener viviendas.
Si además incentivamos estas operaciones, pues ¿cómo?
Aquí siempre en España viene la idea de la ayuda,
cuando realmente es mucho más sencillo.
No hace falta dotar de fondo.
Tú puedes hacer cosas tan sencillas como, oye,
cuando tú compras una vivienda para ti, pues pagas unos impuestos.
¿Por qué no quitas esos impuestos o reduces esos impuestos
a los que vayan a poner viviendas en el mercado?
¿Por qué no dices, señores, señoras,
los que vayan a poner viviendas en el mercado que no paguen ITP?
Tenemos que tener en cuenta que este impuesto está en torno,
en muchas comunidades, al 10 %.
O sea, es que son 10.000 euros que van ahí.
También se pueden establecer cosas que ya se están haciendo
en algunas comunidades, por ejemplo, Madrid, Barcelona, Andalucía,
donde hay un tipo reducido para el que compra una vivienda
y la vende en un periodo determinado.
Y hay gente que enseguida, como hablan de oídas,
que es lo que pasa, se echan las manos a la cabeza y dicen...
Claro... Vamos a ver.
Si yo le... El tipo es el 10 en Barcelona.
Una persona paga el 3 si venden 3 años y otro paga el 10,
estoy recaudando un 10 más 3, 13.
Claro, si a esa persona no venden 3 años,
le voy a cobrar el 10 con intereses.
Por tanto, aquí ganan todos.
Yo creo que ese tipo de medidas fiscales aplicadas a que...
movilizar a la cantidad...
Lo hemos visto en los últimos años,
que gran parte de las compraventas las generan,
personas como las que están aquí,
personas de las que forman parte de nuestra comunidad,
personas que son pequeños inversores,
ahorradores que han visto en la vivienda,
pues una vía de complementar su salario,
de crear un patrimonio, de generar seguridad, tranquilidad,
para ahora y para el futuro.
Esa sería para mí la segunda vía, y por dar una tercera,
que es fundamental, es dotar a la justicia por fin de medios
para cumplir la ley, porque la ley existe, la ley funciona,
lo que pasa es que, como no hay medios,
tarda muchísimo tiempo en que se haga esa justicia
y se genera una sensación que es conocida por todos,
de que no hay un respeto de la propiedad,
de que no te van a pagar, si realmente hubiera una seguridad jurídica
y, evidentemente, alguien que no cobra, recupere su vivienda,
y en un país como este, que hay vivienda pública,
que hay servicios sociales,
pues hubiera una vía para esa persona
que, evidentemente, no podemos dejar en un país como este
por el camino y que habrá que darle un programa,
que no es vivienda gratuita.
Aquí se ha entendido un alquiler social como algo para toda la vida.
No es eso porque no es sostenible y porque no se puede,
pero si esa seguridad jurídica,
que, insisto, no hay que hacer nuevas leyes,
es que, insisto, están ya creadas,
lo que hay que hacer es dotar de medios a la justicia en España,
que, como vemos, no los tiene, porque cualquiera,
y adelanto algo que quizás para algunos no es conocido,
a ti te dejan de pagar, la ley funciona,
el tema está en que un procedimiento se va 6, 8, 10,
en el mejor de los casos,
y en la misma población te cae en un juzgado distinto
en vez de en el 1, te cae en el 4 y se te va dos años.
Las huelgas que tenemos en este momento
pues principalmente van en esa línea.
Entonces, con estas tres vías para mí, es decir,
locales que están sin uso,
facilitar con una normativa la que tenga que ser, pero clara,
e implantar en el país con esa seguridad jurídica
y con incentivos a los que tienen que poner la vivienda
en los últimos años ningún Gobierno ha sido capaz
de poner un parque de vivienda pública,
pero es que, no nos olvidemos, la vivienda pública como tal
no funciona, somos incapaces de llegar de que ningún Estado
ponga las viviendas que hacen falta.
Necesitamos que el sector privado, y más en España,
aprovechemos lo que tenemos, no lo que no tenemos,
somos un país donde el particular, el pequeño ahorrador,
ha visto en su casa, en su familia, en su entorno,
que comprar una vivienda y poner el alquiler es un buen negocio.
Aprovechemos eso, démosle la seguridad que necesitan
para que esas personas sigan como se ha hecho hasta ahora
y ampliándolo porque hacen falta muchas más viviendas
poniendo viviendas en el mercado.
Buenísimo.
Vamos a concluir y os voy a pedir que, de cara a toda la audiencia,
aquí tenemos una audiencia de inversores inmobiliarios,
les deis un consejo cada uno sobre lo que haríais en este punto
y cómo procederíais en función del contexto actual en el que estamos.
Empezamos, si queréis, por Juan Ramón.
Cuando hablamos de inversión, más que consejos generales,
voy a dar un consejo general, pero no una pauta general,
porque todo inversor ha de conocer muy a fondo y muy bien
aquello en lo que está invirtiendo.
Esto puede parecer un tópico, pero no sólo porque a la hora
de tratar de conocer o estimar las oportunidades de rentabilidad
o de negocio, has de tener información sobre ese activo,
sino porque precisamente porque toda inversión está muy sometida
a incertidumbre, una cosa es lo que tú has planeado
que va a suceder cuando inviertas y otra cosa muy distinta
es lo que termine sucediendo.
Y si tú no conoces en profundidad aquello en lo que estás invirtiendo,
cuando se te desvíe un poquito del camino lo que pretendías lograr,
si tienes información y estás muy familiarizado con el activo,
sabrás reubicarte y entenderás que esta desviación
no es especialmente problemática porque se debe a esto,
se debe a lo otro, me espero, o lo reoriento de esta otra manera.
Si no tienes información, si simplemente te habían dicho
invierte en esto que puede ir bien, oye, no está yendo bien,
ahí es cuando se comentan los mayores errores de inversión,
porque te entra el miedo, liquidas tempranamente y pierdes,
o no liquidas cuando deberías liquidar,
porque como no lo entiendes ha caído un poco,
pero eso no significa que vaya a seguir cayendo,
porque creo que tiene muy buen futuro,
pero tiene muy buen futuro simplemente porque has invertido de oídas
o porque has estudiado ese activo en profundidad
y, por tanto, tienes argumentos de peso
para defender que tiene muy buen futuro.
Y si estás convencido de tu tesis de inversión
y eres capaz de adaptarla a entornos cambiantes
con el conocimiento que tengas sobre esa tesis de inversión,
pues adelante con ella y ahí es donde se tiende a tener éxito.
Cuando no se tiene una tesis de inversión bien definida
es cuando, o por vender o por no vender, terminas perdiendo.
Totalmente. Gracias, Juan Ramón. José.
Toda inversión conlleva riesgos.
Una inversión conlleva siempre riesgos
y en momentos de incertidumbre todavía más riesgos.
Eso hace que alguien que se plantea una inversión
necesariamente siente miedo.
Y yo siempre digo que el conocimiento es el antídoto del miedo.
En el momento que tú tienes el conocimiento necesario,
tú mismo entiendes que ha llegado el momento de dar ese paso.
Hay personas que lo dan antes, hay personas que lo dan después.
Pero la clave es poner el foco, como estamos haciendo ahora,
en escuchar, en informarte y, luego, en conocer,
como decía Juan Ramón, ese activo en profundidad,
en entender ese mercado.
A partir de ahí tienes que tomar la decisión
sabiendo que la primera operación o las primeras operaciones
son las que más se aprende y las que menos se gana,
sabiendo y dando por hecho que vas a cometer errores,
pero entendiendo que, en el futuro, como todo,
lo aprovecharás y lo tendrás.
Creo que es necesario.
De hecho, yo creé mi canal de YouTube, inicié esta comunidad,
porque entendí que el momento actual en el que estamos en España,
este cambio que ha traído esta nueva generación,
este mercado de la vivienda, estos retos que hay,
necesariamente hacen falta muchas viviendas en alquiler
y, necesariamente, este mercado se tiene que profesionalizar
y es una oportunidad grandísima para pequeños inversores,
para pequeños ahorradores que, asumiendo todo esto que he dicho,
que no se trata de, venga, métete,
sino, asumiendo todo esto que he dicho,
hay una oportunidad muy grande para ganar,
para generar un patrimonio,
a la misma vez que, entre todos, construimos un mercado mejor
y en el que, insisto, necesariamente,
a pesar de las opiniones que se vierten,
con fines muy electoralistas, partidistas,
aquí, esto tenemos que hacerlo entre todos.
O sea, esto no lo va a resolver ningún gobierno,
esto tenemos que resolverlo entre uno y otro.
Hay una oportunidad para uno, evidentemente,
van a invertir su dinero y la consecuencia será
de que generen un patrimonio a la misma vez
que ponen viviendas en el mercado, generan esa oferta
que hará que tengamos un mercado estable sin subida de precio
y en las que hoy, cuando cualquier persona piense en su futuro,
pues, elija una carrera en base de lo que esa persona
pueda aportar a la sociedad,
en base a los premios que pueda obtener de su esfuerzo
y que el hecho de tener que mudarse a Madrid, a Barcelona,
pues, no suponga vivir peor de lo que vives en donde estés.
Muchas gracias, José, Juan Ramón.
Os pido un fuertísimo aplauso, por favor.
Bueno, quiero dar las gracias, tanto a Uri como a Juan Ramón.
Han hecho un viaje largo para estar hoy aquí con nosotros.
Para mí que ha merecido la pena, ¿verdad?
¿Sí o no? ¿Sí?
Claro que sí, yo estaba seguro.
Pues eso, daros las gracias y deciros que para nosotros
ha sido muy importante teneros aquí con nosotros.
Como he dicho, tenemos muchos retos por delante,
oportunidades y hay que contar con los mejores
y sin lugar a dudas, vosotros formáis parte de eso.
Así que gracias de nuevo por estar aquí.
Muchísimas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchísimas gracias.
Muchas gracias.
Un aplauso para ellos.