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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

El expresidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha convertido en el principal
activo electoral de Pedro Sánchez para lograr su reelección en los comicios del próximo
23 de julio.
Pero, ¿quién fue José Luis Rodríguez Zapatero y cuál fue su legado político para España?
Veámoslo.
Uno de los hechos más sorprendentes de la campaña electoral del Partido Socialista
Obrero Español de cara a los comicios del próximo 23 de julio es haber convertido al
expresidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en uno de sus principales reclamos
electorales.
Y digo que este hecho es sorprendente porque Zapatero como presidente del gobierno fue
una auténtica calamidad, una calamidad reconocida entre propios y extraños.
No en vano, Zapatero tuvo que renunciar a presentarse a las elecciones generales del año 2011,
no porque él no quisiera presentarse, sino porque sus perspectivas electorales eran
tan ruinosas, tan deplorables, que huyó de las urnas para no recibir el muy serio
correctivo que finalmente terminó recibiendo el candidato que reemplazó a Zapatero, Alfredo
Pérez Rubalcada.
En 2011, los votantes huyeron despavoridos del Partido Socialista y huyeron por la pésima
gestión política y económica realizada por Zapatero, especialmente en su segunda
legislatura, desde el año 2008 al año 2011.
Pero claro, como ya ha llovido mucho desde entonces, más de una década a muchísima
gente se le ha olvidado la calamidad que supuso Zapatero, de ser un apestado político,
una persona que hundió, que destrozó al Partido Socialista porque su gestión política
y económica había sido lamentable, a convertirse en un revulsivo electoral del Partido Socialista
porque muchos se han olvidado de lo que supuso Zapatero para España.
Y para evitar este inconveniente olvido, vamos a refrescar algo la reciente memoria histórica
española sobre lo que supuso José Luis Rodríguez Zapatero para nuestra economía.
Primero, constatemos que Zapatero ganó sus segundas elecciones en el año 2008 a lomos
de la mentira.
Zapatero negó sistemáticamente que España estuviera en crisis y que fuera a entrar en
una crisis económica.
Llamaba catastrofistas a todos aquellos que alertábamos, ya en 2007 y, por supuesto,
en 2008, de que la economía española se encaminaba a una durísima crisis.
Veamos algunos extractos de estos engaños descarrados de Zapatero negando la realidad
de la crisis en España.
Haciendo uso de un símel futbolístico, se podría decir que la economía española ha
entrado en esta legislatura en la Champions League de la economía mundial.
Mal que les pese algo.
La desaceleración no va a ser ni profunda ni prolongada, va a ser una desaceleración
para la cual nuestro país está mejor preparado que nadie.
Ahora vamos a derrotar al paro para que todos los ciudadanos tengan oportunidades y llegan
al pleno empleo.
Aunque bueno, habrá que suponer que si Sánchez no miente, solo cambia de opinión, también
Zapatero solo debió de cambiar de opinión respecto a la crisis y nunca nos mintió.
No mintió, cambió de opinión.
Mentir es un juicio moral muy grave que se ha usado absolutamente de manera banal e injustificada.
Aunque bueno, hay que decir que para Zapatero el habernos mentido sistemáticamente negando
la crisis no fue un cambio de opinión, sino un error.
Le pido disculpas a los ciudadanos por no haber visto la crisis y por todo esto que estamos
comentando.
Les explico esa circunstancia y como he dicho muchas veces, tardé en utilizar la palabra
crisis, fue un error, un error claro.
Igual lo he reconocido, en fin, no solo este, sino otros errores que en mi tarea de gobierno
hice desde luego, el resistirme a utilizar la palabra crisis en los meses de verano,
prácticamente hasta julio, primavera de 2008 fue un error claro.
Un error, esa mentira, esa intoxicación masiva negando la crisis que le permitió
ganar las elecciones del año 2008, vaya error más conveniente.
En segundo lugar, durante la segunda legislatura de Zapatero, esa que solo fue posible gracias
al error de haber mentido masiva y generalizadamente a los españoles negando totalmente la crisis
económica que ya estaba padeciendo la economía española en ese momento, durante la segunda
legislatura de Zapatero se destruyeron 2,6 millones de empleos.
2,6 millones de empleos, que se dice pronto, ahora mismo Pedro Sánchez está sacando pecho
porque según la encuesta de población activa, desde que él llegó a la presidencia del
gobierno a mediados del año 2018, España ha creado 1,1 millones de empleos.
En 5 años de Sánchez se han creado 1,1 millones de empleos.
En 4 años de Zapatero se destruyeron 2,6 millones de empleos.
La tasa de paro, atención, pasó del 8,5% de la población activa, de las personas que
buscaban activamente empleo, al 22,5%.
Y alguno podrá decir, bueno, pero esta gigantesca destrucción de empleo no es atribuible directamente
a Zapatero, es atribuible a una crisis económica que sí, que Zapatero negó, pero que venía
en gran medida de fuera.
Por tanto, no hay que responsabilizar a Zapatero de que se perdieran 2,6 millones de empleos
en España.
Sin embargo, este es un argumento tramposo, por un lado porque la crisis económica española
no venía exclusivamente de fuera, también teníamos un descomunal burbujón inmobiliario
interno.
Pero es que, sobre todo, la destrucción de empleo que sufrió España no tendría por
haber sido ni muchísimo menos tan intensa si se hubiese reformado la legislación laboral
española a tiempo.
Otros países europeos experimentaron una crisis tan grave como la española y no sufrieron
una destrucción de empleo de la magnitud de España.
Y eso es así porque la legislación laboral de la época, que no fue reformada hasta el
año 2012, era una legislación laboral que amplificaba la destrucción de empleo ante
una crisis económica.
De hecho, según el BBVA Research, si la reforma laboral del año 2012 se hubiese aprobado
en el año 2008, es decir, si Zapatero hubiese aprobado la reforma laboral que en el año
2012 aprobó el Partido Popular, durante su segunda legislatura, 2008-2011, se habría
evitado la destrucción de 2 millones de empleos.
Es decir, que durante la segunda legislatura de Zapatero se destruyeron 2,6 millones de
empleos y 2 de esos 2,6 millones de empleos se podrían haber salvado, se podría haber
evitado tal destrucción si Zapatero nos hubiese obstinado en no flexibilizar el mercado laboral
español.
Por tanto, él sí fue responsable de la gigantesca destrucción de empleo que experimentó España
en su segunda legislatura.
Y si no me creen a mí, escuchen a Octavio Granados, secretario de Estado de Seguridad
Social bajo el gobierno de Zapatero durante su segunda legislatura.
El secretario de Estado de Seguridad Social es algo así como el número dos del ministro
de Trabajo, es decir, el viceministro de Trabajo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Atención a lo que dijo hace unos pocos años.
Nosotros esto, cuando digo nosotros me refiero a los socialistas, lo hicimos fatal en la
crisis de 2008, porque dejamos que se destruyeran 3 millones de puestos de trabajo, y como lo
hicimos fatal, ya es hora de que alguien lo diga, y yo no tengo ningún problema en
decirlo.
Lo hicimos fatal, teníamos que haber sido capaces de lo que hizo el gobierno de Felipe
González en el 92.
¿Extendió el trabajo a tiempo parcial?
Sí.
¿Extendió los contratos temporales?
Sí.
¿Y qué consiguió con eso?
Pues que no hubiera 3 millones de personas sin empleo, porque la crisis del 92 pudo haber
sido tan fastidiada en España como la crisis de 2008.
A confesión de parte, relevo de pruebas.
Tercero, Zapatero también estafó, también engañó a las familias ahorradoras españolas
para intentar tapar el enorme agujero inmobiliario ladrigístico del sistema bancario español.
En el año 2009, el sistema bancario español, y muy en particular el sistema de cajas de
ahorro de España, estaba quebrado.
Estaba quebrado porque durante los años anteriores había sobreinvertido en el ladrillo,
y cuando el ladrillo se viene abajo, todo el activo de bancos y sobre todo cajas españolas
también se viene abajo, y la depreciación profunda del activo provoca la descapitalización,
la quiebra de esas entidades.
¿Y qué hizo el gobierno de Zapatero ante esa realidad, ante la realidad de que el
sistema bancario español estaba quebrado?
¿Reconocer la realidad, decir la verdad?
Pues evidentemente no, volver a mentir, a cambiar de opinión o a cometer un error.
Lo que intentó hacer el gobierno de Zapatero es, por un lado, esconder toda la basura de
las cajas de ahorros debajo de la alfombra y, por otro, intentar que las familias españolas
pagaran el servicio de limpieza de toda esa basura escondida debajo de la alfombra.
¿Y cómo hizo esto?
Pues en primer lugar, negando que el sistema bancario español estuviese quebrado.
Recordemos lo que dijo Zapatero en plena crisis económica cuando la banca española
ya estaba quebrada.
Quizá España tenga el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional.
Tenemos los mejores datos de eficiencia y de rentabilidad y, desde luego, unos niveles
de solvencia y de provisión muy elevados, superiores a cualquier otro sistema financiero
de los países con los que nos podemos comparar.
Y le quería preguntar ahora por el sistema financiero del cual, dijo usted, el nuestro
era uno de los mejores del mundo.
¿Lo sigue pensando?
¿Cree que aquí no tendrá que haber intervenciones de bancos o cajas como en otros lugares del
mundo?
Hasta ahora esa afirmación parece bastante fiable porque no hemos tenido que intervenir,
no hemos visto ningún banco que haya tenido problemas y fíjese, los que hemos visto en
todos los países, en Estados Unidos, en Inglaterra, en Alemania, en Francia, ha sido impresionante.
Nuestro sistema financiero ha aguantado, nuestros bancos están sólidos.
Por tanto, negó los enormes problemas que sí tenía el sistema bancario español.
La descapitalización estructural del sistema bancario español blanqueó la situación
muy mala del sistema bancario español y, acto seguido, estructuró un proceso de fusiones
entre cajas de ahorros para el que se solicitó el apoyo financiero de los ahorradores españoles
a través de la compra, de la adquisición de las famosas participaciones preferentes,
deuda subordinada a perpetuidad emitida por las cajas de ahorros y también de las acciones
de nueva emisión de aquellas cajas que se habían reconvertido en bancos, como por ejemplo
Bankia.
Y es que algunos parecen haberlo olvidado, pero la salida a bolsa de Bankia se produjo
el 20 de julio del año 2011, bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Porque fue Zapatero quien impulsó la fusión de las cajas de ahorro, fue Zapatero quien
impulsó que las cajas de ahorro emitieran deuda o se reconvirtieran en bancos para
emitir acciones y que emitiendo deuda y emitiendo acciones captaran el ahorro de las familias
españolas engañadas por el propio presidente del gobierno cuando les dijo que el sistema
financiero español era el más sólido del mundo y, con ese ahorro captado bajo engaño
a las familias españolas, tratar de tapar los agujeros del sistema financiero español
a la espera de que llegara la recuperación y no fuera necesario meter dinero público
para rescatar a bancos y cajas.
Insisto, es el propio Zapatero el que reconoce que el proceso de reestructuración del sistema
financiero español y muy en particular del sistema de cajas de ahorro español, que estaban
quebradas totalmente, fue un proceso que impulsó él y que iba a contar, según él, con todas
las garantías del mundo porque estaba el Banco de España detrás, cuando en realidad
fue un proceso de estafa milmillonaria para familias españolas que compraron participaciones
preferentes que fueron impagadas y que compraron acciones cuyo valor terminó siendo cero.
Si hay que hacer fusiones, reestructuraciones en el ámbito de las cajas, lo va a hacer
el Banco de España con las cajas, como estamos viendo ahora un proceso, si hay que hacer
más en el futuro se hará, pero puedo también dar en este sentido mucha seguridad sobre
nuestro sistema financiero.
Pero oye, que Zapatero tampoco mintió sobre el sistema financiero español, porque mentir
es un juicio moral. Lo que hizo Zapatero fue cambiar de opinión o cometer un error.
No mintió, cambió de opinión. Mentir es un juicio moral muy grave que se ha usado
absolutamente de manera banal e injustificada.
Y por último, durante su segunda legislatura José Luis Rodríguez Zapatero disparó el
tamaño del Estado y disparó en consecuencia la deuda pública española. Como no quiso
hacer las reformas necesarias para sanear rápidamente la economía española, Zapatero
optó en el año 2009 por tirar del keynesianismo más ramplón. Es decir, lo que hizo fue aprobar
un megalómano plan E, un megalómano plan de obra pública, con la esperanza, con la
expectativa de crear empleo cavando agujeros y volviéndolos a tapar.
Quiero que todos los ciudadanos sepan que el objetivo fundamental del Gobierno es luchar
contra el desempleo y volver a una senda de recuperación de puestos de trabajo. Además,
queremos que la economía española, que es la octava potencia económica del mundo, salga
fortalecida de esta crisis. En esto consiste el plan español de estímulo de la economía
y el empleo, que desde hoy vamos a llamar plan E. Este plan incluye medidas que ya están
en marcha y medidas que el Gobierno irá adoptando en los próximos meses. Es un plan que integra
medidas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas para que puedan mantener su actividad
y el empleo. Es un plan que contempla una fuerte inversión pública para mejorar nuestras
calles, nuestros pueblos, nuestras ciudades, para que seamos más fuertes en nuestro capital
productivo y creemos empleo. Pues bien, esa y otras medidas de despilfarro generalizado que
tan sólo pretendían ocultar, enmascarar la situación real de la economía española para
evitar el reajuste, la reestructuración que sí necesitaba, dispararon la deuda pública de España
desde el 35% del PIB al 70% del PIB. Es decir, en apenas cuatro años la deuda pública española,
el peso de la deuda pública española sobre el PIB, se duplicó. Luego Rajoy siguió incrementando
la deuda pública desde el 70% hasta el 105% del PIB. Es decir, que Rajoy aumentó tanto la
deuda pública española como lo hizo Zapatero. Pero el primero que disparó la deuda pública
española fue Zapatero. Y fue Zapatero quien dejó un gigantesco déficit público, la deuda pública es
el resultado de la acumulación de déficits públicos que, en el año 2012, justo después de
que concluyera la segunda legislatura de Zapatero, estuvo a punto de abocar a España a la suspensión
de pagos. Fue la alta deuda pública que dejó Zapatero, fue el alto déficit público que dejó
Zapatero el que empujó a España al borde de la bancarrota. Y este es un legado tan bochornoso que
ni siquiera el propio Zapatero se atreve a negar, a matizar o a corregir. Fijaos cómo no sabe ni
siquiera qué decir frente a Ana Pastor cuando le saca este tema.
Las cosas que son para el debate de profundidad y el calado de una crisis financiera que ha afectado
a la mitad casi de la zona euro, me parece que son las cosas que no son las relevantes.
Pues bien, este señor que mintió sistemática y masivamente a los españoles negando una crisis
que ya estaban experimentando para ganar las elecciones en el año 2008, cuya obstinación
antirreformista provocó la destrucción de más de 2 millones de empleos en España, que estafó
a las familias ahorradoras españolas para que recapitalizaran con el ahorro de toda su vida
a las multiquebradas cajas de ahorros para ver si así evitaba el sonrojo de tener que rescatarlas
con dinero público y que dejó a España al borde de la suspensión de pagos como consecuencia de su
despilfarro y de su endeudamiento público masivo, este señor que fue una absoluta calamidad para
España, este señor es el que ahora se ha convertido en el principal activo electoral
de Pedro Sánchez. Dime con quién andas y te diré quién eres.