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Venezuela
Venezuela soy una economía empobrecida, una economía pauperizada, una economía
destrozada, una economía devastada, una economía que padece incluso el
desabastecimiento de los productos más básicos y elementales que nos podamos
imaginar. Pero ¿cómo ha llegado Venezuela a esta situación tan deplorable?
Algunos creen que es consecuencia del infortunio de algún tipo de catástrofe
natural fuera del alcance de los venezolanos. En realidad sí que ha
habido infortunio y sí que ha sido una catástrofe pero no natural sino política.
Una catástrofe política y económica con nombres y apellidos, los nombres y apellidos
de Wochave y de Nicolás Maduro. ¿Cómo estos dos señores y todos los cuadros de
su partido han conseguido arruinar, devastar la economía venezolana, una de
las economías más prósperas y más ricas de toda Hispanoamérica?
Bueno, para entenderlo tenemos que empezar comprendiendo la que es tanto la
debilidad como la que podría haber sido una de las grandes ventajas de la
economía venezolana, que es su extrema dependencia del petróleo. Aquí podemos
observar las exportaciones venezolanas en el año 2012 y es fácil contemplar que
el 90% de todas las exportaciones estaban vinculadas al petróleo. Es decir,
Venezuela no producía prácticamente nada dentro del país que no fuera petróleo.
Por tanto, cualquier bien, cualquier mercancía que los venezolanos quisieran
consumir para cubrir sus necesidades básicas más allá del petróleo, tenían
que comprarla fuera, y esto es lo que hacía Venezuela. Producía petróleo,
exportaba petróleo, y con los dólares que cobraba del petróleo importaba los
bienes de consumo y de inversión básicos que necesitaba la ciudadanía.
Lo lógico habría sido utilizar esas rentas petroleras para qué? Pues para
hacer como en Alaska, devolverlas a la ciudadanía, devolverlas al pueblo, devolverlas
a los distintos individuos venezolanos para que ellos las puedan gastar, las
puedan invertir en aquellos que consideren más adecuado. Si tú esas rentas las
devuelves a los ciudadanos y ellos las invierten en nuevas industrias
productivas, lo que vas haciendo es reconvirtiendo una economía muy
dependiente del petróleo en una economía mucho más diversificada
productivamente, una economía que cada vez produce más cosas dentro y que
depende menos de la exportación del petróleo. Por tanto lo que favorece es
utilizar la riqueza extraordinaria del petróleo, el capital extraordinario
contenido en el petróleo, para reconvertir y para incrementar la
capitalización de la economía en términos productivos, en términos de
capital humano y en términos de capital social. Pero el gobierno venezolano no
promovió nada de todo esto, lejos de favorecer que estas rentas regresaran a
los ciudadanos para que ellos las pudiesen gastar de la mejor manera
productiva que consideraran, lo que hizo fue enconar todavía más la dependencia
del petróleo de Venezuela. Y esto lo podemos observar claramente, analizando
las exportaciones venezolanas del año 95. Ese año, antes de que llegara a
Chávez al poder, es verdad que el petróleo tenía un peso muy considerable
dentro del mix total de exportaciones, pero fijámonos que no era de 90, sino del
56, 60%, retiro un porcentaje mucho menor. Sin embargo, Chávez y Maduro, lo que se
han dedicado a hacer a lo largo de su gobierno, es exprimir mucho más las
rentas del petróleo. ¿Para qué? No para devolvérselas como en Alaska a los
ciudadanos, sino para cebar e incrementar el tamaño del sector público venezolano.
Es decir, aumentar los programas de gasto público corriente con la finalidad de
que cada vez más ciudadanos dependan de las transferencias discrecionales que
la administración pública venezolana les entrega. ¿Con qué objetivo? Pues con
el objetivo de crear clientes electorales que te mantengan en el poder. Si cada
vez más ciudadanos dependen del dinero que abnegadamente les entregas como
consecuencia de haberte apropiado de las rentas petroleras que les deberían
haber sido devueltas objetivamente y sin pasar por el rodillo de la
administración, el gobierno, multiplica el gasto público y lo que haces crear una
corte, una corte de clientes electorales. Y esto es exactamente lo que sucedió.
Podemos observar clarísimamente como el gasto público real de Venezuela se
triplica desde que Chávez llega al poder hasta la actualidad. Es decir, el
gobierno venezolano ha utilizado, se ha valido de las rentas petroleras no para
favorecer la reconversión productiva de la economía venezolana sino para y
pertrofear el tamaño del sector público con la idea de crear una base de
clientes electorales que te aupen continuamente al poder. Pero claro, esto es
una estrategia que tiene las patas relativamente cortas. Un motivo por el
que la estrategia puede terminar fracasando es porque se agote el petróleo en
Venezuela. Otro motivo por el que puede terminar fracasando es porque los
precios internacionales del petróleo se hundan, con lo cual tus rentas petroleras
en dólares también se hundan. Y eso es exactamente lo que ha sucedido. Venezuela
simplemente exportada petróleo y los ingresos del petróleo han caído
conforme el precio del crudo se ha ido desplomando en los últimos años.
Consecuencia, si Venezuela no produce internamente todo lo que necesita para
llevar una vida mínimamente digna sino que utilizabas los dólares que obtenías
por la venta del petróleo para importar los bienes que necesitas y que no se
producen dentro, si ahora no tienes dólares no puedes importar todos los
bienes que necesitas para mantener la economía mínimamente funciona. Con lo
cual lo que ha sucedido o lo que ha tenido o lo que ha escogido hacer el
gobierno en última instancia ha sido implementar lo que se llama un control
cambiario. ¿Qué es un control cambiario? Básicamente Venezuela tiene
equis cantidad de dólares y el gobierno dice que va a vender esos dólares a un
determinado precio. ¿Qué pasa? Si ese precio es artificialmente bajo, es decir si
no se reconoce que los dólares son mucho más caros de lo que el gobierno está
diciendo que son, lo que sucederá es que mucha gente irá con bolívares al
banco central para comprar dólares y como no habrá dólares suficiente para
vendérselos a todos tendrán que empezar a decir tú puedes comprar dólares, tú no
puedes comprar dólares. En un mercado libre lo que sucedería es que el precio
del dólar si hay mucha gente que lo quiere comprar subiría hasta que cada
vez menos gente lo quisiera comprar pero aquí no, como el gobierno no quiere
depreciar el bolívar más para no reconocer el fracaso y el empobrecimiento
con el que ha castigado a su ciudadanía mantiene precios del dólar
artificialmente bajos y hay un desabastecimiento total de dólares. Con lo
cual la gente necesita dólares para importar bienes básicos y el gobierno
es el que escoge a quién se los da y a quién no. Con un agravante en el caso de
Venezuela y es que no existe un único tipo de cambio sino que existen tres
tipos de cambio oficiales. Está el tipo de cambio cicat 1 que vende cada dólar a
cambio de 6,3 bolívares en teoría es el tipo de cambio que se aplica para
aquella gente que dice que quiere importar alimentos básicos o medicinas
etcétera. Luego está el cicat 2 donde cada dólar del gobierno venezolano lo
vende a cambio de 12 bolívares y hace poco se creó el sistema simali que es un
sistema donde las restricciones para la entrega de dólares son menores y por
tanto su precio también el precio de cada dólar también es mucho más alto
200 bolívares cada dólar. Ahora bien ni siquiera a través del sistema simali la
gente puede conseguir todos los dólares que quiere que necesita para
abastecerse de productos básicos por eso existe en Venezuela un mercado
negro muy potente donde el precio real del dólar es atención de 687
bolívares, es decir más de 100 veces el tipo de cambio oficial que fija al
gobierno venezolano para el cicat 1. Esto aparte de ser una tremenda injusticia
el hecho de que algunas personas puedan conseguir dólares y otras no a
discreción entera del gobierno, fijémonos que es un caldo de cultivo
absoluto para la corrupción y para los pelotazos especulativos. ¿Por qué?
Imaginémonos que alguna persona a final poder cercana a Maduro, cercana a el
partido gobernante, la llamada boliburguesía, se acerca al banco
central y recibe un trato de favor, un trato de favor que consiste en que esa
persona dará 6,3 bolívares aunque no los utilice aunque no los quiera para
importer alimentos básicos y con esos 6,3 bolívares comprará dentro del
cicat 1 dólares. Bien, por tanto esta persona utiliza 6,3 bolívares para
comprar un dólar e inmediatamente después que hace utiliza ese dólar para
venderlo en el mercado negro a cambio de 687 bolívares. Por tanto de la noche a
la mañana, simplemente por la discrecionalidad del poder político
para decir tú sí compras dólares, tú no compras dólares esta persona, este
afín, este lobby, este amiguito del poder político ha multiplicado su
inversión por más de 100. Por tanto es obvio que en Venezuela se están
constituyendo una casta oligárquica fruto del pelotazo especulativo que
deriva de la arbitrariedad absoluta que tiene el poder político que tiene
actualmente maduro para decir quién recibe dólares y quién no. Pero
obviamente esto tiene consecuencias negativas aparte de las obvias y es
que los venezolanos, cualquier persona en el mundo tiene dinero para comprar los
productos que esa persona quiere. En Venezuela, sin embargo, si tú tienes
bolívares, sabes que en muchos casos no vas a conseguir comprar los productos
que tú quieres o tienes dólares, con lo cual los podrás comprar fuera
siempre que quieras el producto que quieras o si no tienes dólares, estás a la
expensa de lo que suceda en el abastecimiento normal de las tiendas. Si en
las tiendas hay productos y tienes bolívares podrás comprar productos, si no
tendrás bolívares y no podrás comprar productos. Por eso los venezolanos
conscientes de que con los bolívares en muchísimos casos no podrán comprar
ni siquiera papel higiénico que hacen tan pronto como encuentran un producto en la
tienda, lo compran contra los bolívares. Utilizan los bolívares que tengan para
comprar ese producto. ¿Por qué? Porque aunque no lo necesiten, saben que será
más útil que tener bolívares que en un determinado momento no puedan gastar en
nada. Si nos fijamos, esto lo que provoca es una demanda precaucionaria muy alta
de productos que ya de por sí están escaseando, su oferta está escaseando,
porque el gobierno impide que se fijen precios de verdad en los tipos de cambio.
Por tanto, el desabastecimiento de productos básicos todavía se agrada más.
La gente larga los bolívares, huye de los bolívares, no quiere bolívares y lo
que haces es comprar cualquier producto a cualquier precio. Si a esto lo unimos, que
el gobierno de Venezuela sigue imprimiendo bolívares continuamente para
financiar sus gastos corrientes, lo que tenemos es, primero, una depreciación, como
hayamos dicho, brutal del bolívar en un año en el mercado negro, que es el tipo de
cambio real, ha pasado de 79 bolívares por dólar a 687, una caída del 90 por
100. Tenemos por tanto, por un lado, esa depreciación brutal del tipo de cambio y
por otro, una inflación descomunal del bolívar. Desde que llegó chavez al
poder, el bolívar se ha depreciado más de un 99 por 100. Es una de las mayores
depreciaciones de una divisa en la historia de la humanidad.
Es la que más, ha habido otras, todavía peores, pero desde luego está entre el top
de movimientos inflacionistas mundiales. Obviamente, quien tuviese aquí bolívares
y los hubiese mantenido ahorrados, aquí no tiene nada, ha sufrido un
expolio absoluto de su ahorro en bolívares para que el gobierno pudiese
seguir financiando la hipertrofia de su sector público. Por tanto, los precios
empiezan a subir en Venezuela de manera muy considerable y como el gobierno no
quiere reconocer ese empobrecimiento de la población que él ha generado, lo que
hace es ocultarlo, lo que hace es regular los precios, es imponer precios máximos,
decirle a los tenderos, usted no puede vender este producto por más de 1.000
bolívares. Problema de todo eso, imaginemos que el precio en bolívares de un
televisor, de importar un televisor, son 1.500 bolívares y el gobierno dice que no
se puede vender a más de 1.000 bolívares. ¿Qué hará el tendero? No importar
televisores, con lo cual el desabastecimiento todavía se agrava más,
lejos de permitir que los precios reflejen el coste de oportunidad real, la
caristía real de ese producto en relación con la gente que lo quiera
comprar, el gobierno fija artificialmente precios para ocultar el
empobrecimiento que ha generado en la ciudadanía, provocando que ese
desabastecimiento se incremente todavía más. Por tanto, la economía venezolana se
haya absolutamente desestructurada por un intervencionismo económico atroz de
su gobierno, un intervencionismo que es una muestra de todo lo que no hay que
hacer, de cómo el socialismo realmente aplicado a una economía termina
destrozándola, por un lado se ha estatalizado crecientemente la economía,
por otro se ha hipertrofiado todavía más el sector público, en tercer lugar se
ha utilizado la hipertrofia del sector público para crear redes clientelares, se
ha recurrido al inflacionismo para financiar los gastos del gobierno
ahuyentando a la gente de su moneda y por último en lugar de afrontar el
empobrecimiento derivado de incrementar los precios se ha optado
por regular los precios para que no se note el empobrecimiento, generando un
desabastecimiento todavía más. Esto es un auténtico manual de cómo se
destroza y se empobrece una economía y es un manual que por desgracia han puesto
en práctica Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela.