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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Macron le da la razón a Podemos y nacionalizará la principal eléctrica de Francia, EDF.
¿Es esto realmente así o hay algunos detalles que se nos escapan dentro de este relato?
Veámoslo.
Podemos llevar años defendiendo en España que es urgente nacionalizar, estatalizar, desprivatizar
el sector eléctrico español o al menos partes del sector eléctrico español para que las
grandes eléctricas privadas no exploten a los consumidores.
Y cada vez que lo proponían se le repetía que eso no era posible o que era indeseable.
Pues bien, en los últimos días el presidente francés Emmanuel Macron, al que algunos vinculan
con el liberalismo o con el socioliberalismo, ha anunciado que pretende nacionalizar la
principal eléctrica francesa, EDF, y en consecuencia Podemos y los aledaños mediáticos de Podemos
han sentido como esta actuación del presidente francés los reivindicaba, les daba la razón
en que es posible y deseable nacionalizar el sistema eléctrico de un país.
Aquí el tema es que no han vendido una serie de milongas energéticas durante años.
Nos han dicho que, por ejemplo, no se puede hacer nada, que Europa lo impide todo, que
no, porque la libertad es velcado, patatín, patata, y ahora resulta que un pedazo de rojo
hipodemita, como es el señor Macron, pues decide nacionalizar EDF, que es la principal
empresa de electricidad en Francia.
Yo estoy hasta aquí de los rojos estos hipodemitas que nacionalizan las empresas eléctricas
en Francia.
Sin embargo, este relato político tiene varios agujeros, tiene varias lagunas.
En primer lugar, Macron no es liberal, no lo ha sido nunca, y no es que ahora, a posteriori,
después de que haya gobernado durante varios años, decidamos revisar a posteriori la ideología
de Macron.
Es que Macron es un señor que viene de la izquierda, fue ministro de economía de
François Hollande, y esto es lo que escribió cuando salió elegido presidente de Francia
en las primeras elecciones.
Sí, Macron no va a traer cambio relevante alguno a Francia, es parte del mismo establishment
social demócrata que lleva gobernando ese país desde el final de la Segunda Guerra Mundial,
mantenimiento de una economía de mercado hiperregulada dentro de un estado de bienestar
sobredimensionado y con relaciones exteriores basadas en una multilateralidad tutelada por
Estados Unidos para favorecer una cierta globalización de los mercados.
Vamos, que Macron no es Podemos, de acuerdo, pero tampoco es Rompol, más bien es un
Sosias de Pedro Sánchez.
En segundo lugar, EDF ya era una empresa mayoritariamente pública, mayoritariamente
estatal.
El 84% de la propiedad del capital social de EDF ya estaba en manos del Estado.
Por consiguiente, lo único que va a hacer Macron es recomprar en los mercados el 16%
de las acciones que no estaban en estos momentos en manos del Estado.
No es que EDF fuera una empresa que participara en un mercado libre sin ningún tipo de regulación,
directriz, estatal, cuyo consejo de administración fuera nombrado por accionistas del sector
privado.
No, todo eso no sucedía, EDF es una empresa esencialmente pública, cuyos directivos ya
eran nombrados por el sector público y que además está hiperregulada e hiperintervenida
e hiperadministrada por el sector público, por el Estado francés, de modo que al final
qué papel, qué rol desempeñaban estos accionistas del sector privado, pues eran una mera comparsa
mariachis del sector público, participaban en beneficios en proporción al capital de
la compañía que tenían, que poseían, pero ni pinchaban ni cortaban en las decisiones
estratégicas de EDF.
En cierto modo es como si fueran bonistas que recibieran un cupón variable, según
los beneficios de la compañía.
Y por tanto es como si ahora Macron anunciara una recompra de esos títulos particulares
de deuda con cupón variable que emitió hace años EDF en los mercados, que tendría de
extraordinario que una empresa pública recompre parte de su deuda emitida en los mercados,
absolutamente nada.
Pero como en este caso podemos hablar de nacionalización, y esa es una palabra que genera un extraordinario
frenesí entre gran parte de la clase política española, sobre todo la parte de Podemos.
Entonces esta noticia, que no supone un gran cambio con respecto a la situación previa
existente, se convierte en una notición cuya narrativa debemos trasladar a España para
ver si encontramos un cierto paralelismo forzado entre la nacionalización de EDF y la nacionalización
de endesa, de hiberdrola o de gas natural.
Pero en tercer lugar y quizá lo más interesante es lo siguiente, ¿por qué Macron quiere
ahora nacionalizar el 16% del capital social de EDF que estaba en manos del sector privado?
Porque justamente ahora, ¿por qué no hace un año, hace dos años, hace cinco años?
Porque en estos momentos, a mediados de 2022, pues porque EDF está al borde de la banca
rota.
En tiempos normales, EDF es una empresa que puede ganar entre 1.000 y 5.000 millones
de euros anuales, sin embargo en tiempos normales ya era una empresa tremendamente endeudada,
sus pasivos eran seis veces superiores a sus fondos propios.
Y dentro de sus pasivos, 54.000 millones de euros eran deuda en forma de préstamos que
debían ser amortizados.
Pues bien, en tiempos normales, la situación financiera de EDF ya no era muy bollante,
motivo por el cual, a comienzos de este año, EDF ya tuvo que hacer una ampliación de capital
para reforzar su solvencia ante la situación que estábamos viviendo, ampliación de capital
a la que acudió, fundamentalmente, el sector público francés, es decir, que el estado
francés, a comienzos de este año, ya inyectó más de 2.500 millones de euros al capital,
a los fondos propios, de EDF, para resistir el complicado año que se le venía.
Pero es que esta pequeña inyección parece que no va a ser suficiente para reflotar la
solvencia de EDF.
¿Por qué motivo?
Pues porque para este año, para 2022, se espera que EDF sufra pérdida superiorza
a 20.000 millones de euros.
Unas pérdidas que, además, y según cómo evolucione la situación de los mercados
energéticos, no tendrían por qué restringirse al presente año, de modo que si EDF tiene
un par de años similar al actual, EDF estaría quebrada.
¿Y a qué se deben estas pérdidas tan extraordinarias de EDF?
Pues fundamentalmente, a dos motivos.
El principal es que EDF suministra electricidad, sobre todo de su parque nuclear, EDF es la
propietaria de las 56 centrales nucleares de Francia, suministra electricidad a los comercializadores
de Francia, que son los que, a su vez, venden la electricidad a los hogares.
Pues bien, EDF, por orden gubernamental, este año, está vendiendo la electricidad a un
precio fijo de 42 euros el megavatio hora.
Y el problema es que no da abasto para suministrar toda la electricidad que los comercializadores
le reclaman, con lo cual, para poder atender la demanda de los comercializadores, EDF
tiene que comprar electricidad en los mercados mayoristas, que puede costar a más de 300
euros el megavatio hora, para revenderla a 42 euros el megavatio hora.
Es decir, que por cada megavatio hora que está vendiendo, puede perder 100, 150, 200
o 250 euros.
Y, en segundo lugar, EDF está invirtiendo este año cantidades extraordinarias de dinero
para reparar, para mantener su parque de centrales nucleares, y, a su vez, Macron, también pretende
en los próximos años impulsar un plan público de construcción de nuevas centrales nucleares,
plan público que se canalizará a través de EDF.
Por tanto, la eléctrica está sufriendo a corto plazo gastos de mantenimiento extraordinarios,
y, a su vez, a medio largo plazo, va a tener que hacer frente a inversiones mil millonarias
para ampliar la capacidad de generación eléctrica nuclear de Francia.
Vamos, que ahora mismo EDF es un negocio ruinoso, y lo que hace Macron, nacionalizando EDF,
en realidad es rescatar a los accionistas que se habían quedado atrapados en ese negocio
tan ruinoso, que era EDF.
Fijémonos, si no, cómo ha evolucionado el precio de las acciones de EDF cuando Macron
anunció que la iba a nacionalizar.
Uyeron despavoridos los accionistas que había en EDF ante la perspectiva de que Macron fuera
a nacionalizar el 16% de la compañía que todavía no estaba en manos del estado francés.
No, lo que sucedió con el precio de las acciones de EDF es que se dispararon, ¿por qué?
Pues porque los accionistas estaban atrapados en un negocio que sabían que era muy malo,
y ha llegado un caballero blanco y les ha dicho, os voy a sacar de este problema, dándos
una cantidad ingente de dinero, que puede llegar a ser de 7.000 millones de euros, para
socializar vuestra mala inversión entre todos los contribuyentes de Francia.
Pues bien, eso es exactamente lo que está aplaudiendo con las orejas, podemos desde
España, la socialización de pérdidas de unos pocos inversores privados en una ruinosa
eléctrica pública francesa, todo ello a cargo del contribuyente y con el propósito
de incrementar el parque nuclear del estado francés, para que luego nos digan que la
política no hace extraños compañeros de cama.