This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
El próximo 1 de noviembre Cristín Lagar sucederá a Mario Draghi al frente de la presidencia
del Banco Central Europeo. Habrá pasado por tanto 8 años desde que Draghi asumió la presidencia
del BCE y, por tanto, es un periodo de tiempo suficiente como para poder hacer un balance
de cuál ha sido la presidencia del italiano que ha supuesto para la eurozona. En gran
medida, creo que la presidencia de Draghi está marcada por la respuesta que dio su antecesor,
el francés Jean-Claude Trichet, a la crisis económica de la eurozona. Trichet trató de,
bueno, combatir la crisis o de hacer frente a la crisis sin grandes medidas de estímulo
monetario, sin grandes líneas de financiación leclaxa para la economía. De hecho, en 2011,
antes de que la eurozona estuviera a punto de estallar, de saltar por los aires, Trichet incluso
incrementó los tipos de interés porque consideraba que ya algunos países estaban empezando a
recuperar y, por tanto, no quería repetir errores del pasado cuando los tipos de interés estuvieron
muy bajos durante mucho tiempo y, por tanto, generaron una nueva burbuja o generaron una
burbuja inmobiliaria. La subida de tipos de Trichet no tuvo nada que ver con la crisis de la eurozona,
como algunos se han afirmado, la crisis de la eurozona se debió simplemente a que había varios
estados en situación de profunda insolvencia como España, Portugal, Italia, Grecia y todo eso generó
una serie de incertidumbres muy grandes sobre si la eurozona podría sobrevivir con algunos de sus
países, de sus miembros en situación de quiebra técnica. Pero, aún así, el hecho de que Trichet
siguiera, digamoslo así, una política monetaria semi-contractiva, no muy expansiva, a diferencia
de lo que había hecho Estados Unidos, Reino Unido o Japón, marcó claramente la perspectiva de
Mario Draghi. Entonces, la presidencia de Draghi, digamos, está marcada o está definida por dos
períodos. El primero es cómo hacer frente a la crisis existencial de la eurozona, cómo hacer
frente al año 2012, cuando las primas de riesgo de países como España, Italia, Grecia, Portugal
estaban absolutamente disparadas y, por tanto, esos tipos de interés tan elevados hacían inviable
que sus países pudiesen pagar toda su deuda, lo cual habría llevado a su default, el default
habría llevado a la bancarrota de su sistema bancario y la bancarrota de su sistema bancario,
es decir, el impago de los depósitos en euros, habría llevado, o bien, a que el BCE rescatara
esos bancos imprimiendo euros para que pagaran los depósitos o, en caso de no poder pagar
los depósitos, los gobiernos nacionales habrían optado por salir del euro, redenominar los
depósitos en pesetas, liras, dragmas y abonar esos depósitos en las nuevas pesetas, liras
o dragmas que se hubiesen podido emitir al haber recuperado la soberanía monetaria.
Entonces, esa era la crisis existencial de la eurozona, debería haberse solucionado con
un restablecimiento de la disciplina fiscal de esos países, un estrechamiento de su
déficit público, un compromiso creíble de esos países de esos estados de que no iban
a abusar de su endeudamiento en un contexto en el que nadie confiaba en ellos, así fue
de hecho la forma en que los solucionaron los países bálticos, los estados bálticos,
los estados bálticos en 2009, 2010 también sufrieron una enorme crisis fiscal y la forma
en la que la combatieron fue con reducciones creíbles del gasto y algunos incluso con
subidas de impuestos, pero en todo caso restableciendo la solidez y la credibilidad de su presupuesto,
tratando de monetizar su déficit, porque aparte esos países ni siquiera hubiesen podido hacerlo.
Draghi, sin embargo, viendo que los gobiernos español, italiano, portugués no tomaban
medidas suficientes para estrechar, para reducir de manera muy significativa sus
decididos públicos y que eso estaba provocando, estaba abocando a la eurozona, a la ruptura,
pues optó por, como es bien sabido, en julio del año 2012, pronunciar esas palabras que
parecían mágicas de salvaré al euro y haré todo lo necesario para salvar al euro y créanme
será suficiente, el famoso whateva it takes, haré lo que sea necesario, entendiendo por
tal que iba a comprar deuda pública de España e Italia y eso llevó a que los especuladores
dejaran de apostar contra la deuda española e italiana, no tiene nada de sorprendente,
es decir, si el Banco General Europeo compra deuda pública o italiana, lo que está haciendo
es intercambiar euros, que en cierto modo son una especie de deuda de toda la eurozona
por deuda española, le está dando al gobierno español deuda comunitaria, que si es solvente
a cambio de su deuda, que no es solvente, ¿por qué la deuda comunitaria, el euro si
es solvente? Pues porque tiene Alemania detrás, Alemania y otros países del centro de Europa
que son solventes, por tanto la medida de Draghi fue a todos los efectos como que Alemania
prestara una val a la deuda española a través del Banco Central Europeo, o si queremos decirlo
todavía de otro modo, fue crear unos euros bonos por la puerta de atrás, el Banco Central
Europeo vino a decir que él sí estaba dispuesto a emitir deuda comunitaria, los euros, para
refinanciar a los gobiernos nacionales que estuvieran en problemas. Esto obviamente,
como digo, redujo enormemente las firmas de riesgo, estabilizó financiamente estos países,
fue una actuación, una política discutible, porque aparentemente salió muy bien, la eurozona
no se rompió y de hecho reanudó una cierta etapa de crecimiento, no deja de ser en el
fondo nada distinto a que un acreedor frente a su deudor aparentemente insolvente decida
darle una segunda oportunidad, decida darle más tiempo a ver si el deudor se levanta
y es capaz de pagar sus deudas y si, bueno, le da un diferimiento y el deudor lo consigue,
pues esa operación habrá salido bien. Evidentemente si el acreedor le da más tiempo al deudor
y el deudor se sigue enfangando, pues le habrá salido muy mal al acreedor, en cierto modo
Draghi jugó con fuego, apostó por el gobierno español, apostó por el gobierno italiano,
apostó por el gobierno portugués o apostó, mejor dicho, por sus economías, apostó porque
esas economías en un contexto durante un periodo de cierta tranquilidad saldrían adelante
y bueno, le salió relativamente bien la jugada. Digo relativamente bien porque la contrapartida
de que la eurozona superara su crisis existencial con el aval del Banco Central Europeo, es
decir, con la socialización, con la mutualización de la deuda de los países insolventes en
lugar de con el restablecimiento de la solvencia de esos países insolventes fue que países
como España, Italia, Portugal aparcaron ya definitivamente su espíritu reformista, espíritu
forzado por las circunstancias evidentemente en el año 2012 y por tanto el crecimiento
económico que lograron, pues bueno, en algunos países como España no fue malo pero en otros
como Italia o incluso Portugal fue más bien mediocre. En general el crecimiento económico
de la eurozona ha sido mediocre durante los últimos años de estabilización monetaria
de Draghi porque los gobiernos no han apostado por las reformas, no han apostado por liberalizar
sus mercados y no han apostado tampoco por bajar impuestos recortando el tamaño del
estado, por tanto las economías cargan con una losa regulatoria y fiscal muy grande que
les dificulta crecer. Y aquí nos encontramos con la segunda etapa de mandato de Draghi,
una etapa donde ya se ha superado la crisis existencial de la eurozona y donde el problema
es que la eurozona no crece, que la eurozona no tira para adelante. ¿Qué hace Draghi?
Draghi vuelve a hacer algo que no le correspondía hacer porque su misión como banquero central
es simplemente cuidar, velar, proteger el valor del euro pero no estar impulsando el
crecimiento o el empleo en la eurozona o solventar crisis existenciales de la eurozona debido
a los décises públicos de gobiernos nacionales y responsables. Pero en el año 2015 para tratar
de impulsar el crecimiento de la eurozona ante unos gobiernos que se habían dormido
en los laureles a la hora de reformar nuestras economías, Draghi inicia un programa de flexibilización
cuantitativa masivo, de compra masiva de deuda pública y de buenos corporativos para ver
si con esa laxitud crediticia consigue relanzar la economía. En un vídeo anterior ya criticamos
esta política y explicamos por qué, aunque pudiera tener ciertos pequeños efectos en
el corto plazo, en el medio largo plazo es una política peligrosa, es una política que
al final termina convirtiéndose en una financiación artificialmente abaratada para los gobiernos
con lo cual estos gobiernos todavía tienen menos incentivos a reformar nada porque van
viviendo del crédito barato que les da al Banco Centro Europeo, es una política que
puede generar burbujas en determinados marcados de activos y sobre todo es una política que
esclerotiza la economía al consolidar las empresas zombi dentro de esa economía, las
empresas que deberían reestructurarse, que deberían quebrar porque no son competitivas,
que no son productivas, como reciben nuevas refinanciación, nuevas rondas de refinanciación
a tipos cada vez más bajos se pueden mantener operativas cuando no deberían serlo.
Pues bien, esa ha sido la política de Draghi entre el año 2015 y el año 2018, se dijo
que había sido un éxito, que el cuantía de fissing había relanzado el crecimiento
en la eurozona y que la eurozona ya podía volver a mirar a la cara a Estados Unidos o
a otras economías desarrolladas, pero con lo que nos hemos encontrado es que en el año
2019 ha abastado una pequeña de momento guerra comercial y una disrupción con el Brexit
para que el crecimiento de la eurozona se haya estancado totalmente e incluso muy probablemente
la eurozona en su conjunto esté en recesión y aquí es donde vemos el fracaso más evidente
de las políticas de Draghi, hace apenas mes y medio Draghi ha tenido que dar marcha atrás
en su intención de haber puesto fin en el año 2018 al cuantía de fissing y como ha
visto que la economía europea de crecimiento sostenido y sostenible nada de nada ha vuelto
a reactivar la flexibilización cuantitativa y esta vez sin edíe, es decir, sin un plazo
de finalización predeterminado.
Todo esto, de nuevo, repito, pone de manifiesto que la política monetaria no genera, no imprime
el crecimiento, la política monetaria históricamente ha servido para aplacar en momentos de mucha
tensión ciertas crisis de liquidez, por tanto, lo que hizo Draghi en el año 2012 cuando
la eurozona estuvo a punto de fragmentarse, teniendo pros y contras, pues bueno, podría
haber sido defendible dentro de una cierta concepción muy expandida de cuáles son las
tareas del Banco Central, porque insisto, era un problema de política fiscal que deberían
haber solucionado sus gobiernos, pero bueno, podríamos decir, bueno, dado que los gobiernos
son irresponsables y hay una crisis de liquidez muy grande en los mercados, aquí puede entrar
el Banco Central, pero desde luego, lo que hemos vivido desde el año 2015 no tiene ninguna
justificación desde la perspectiva de la Banca Central tradicional, el Banco Central no está
para volver el crédito permanentemente más laxo para todos, el Banco Central, repito,
como mucho, si existe, a destar para solventar picos puntuales de liquidez, es decir, para
dar una cierta tranquilidad a los mercados de que no va a haber una quiebra desordenada
de los intermediarios sienancieros debido a crisis irracionales o a profecías autocumplidas
de liquidez, nada más, y Draghi, desde el año 2015, ha estado machaconamente volviendo
más laxo el crédito para ver si así la gente se volvía a endeudar y endeudándose
volvía la eurozona a crecer, y no ha sucedido y, por tanto, ha instituido un crédito artificialmente
laxo permanente a través de este QE, a través de esta flexibilización cuantitativa sin
fecha de terminación, y ese creo que es el mayor fracaso, o la mayor ilustración del
fracaso de la política de Draghi, de hecho, tan fracaso es, que como ya comentamos también
en otro vídeo, el propio Banco Central Europeo, dentro del actual Consejo de Gobierno como
fuera, es decir, anteriores o previos miembros del BC, están absolutamente divididos, fragmentados
y enfrentados entre sí acerca de la conveniencia de seguir avanzando en un QE sin fecha de
terminación y sin un objetivo claro, o si tratar de dar marcha atrás porque estamos
volviendo normal lo que es anormal, es decir, las flexibilizaciones cuantidadivas masivas
se están normalizando y se están inquistando en el sistema sin una estrategia muy clara
de salida. Y lo peor de todo es que Draghi, por malo que haya sido, muy probablemente
hará bueno a su sucesora, que es Christine Lagarde, del mismo modo que Trishet no fue
un buen banquero central porque fue el banquero central que generó, gestó la burbuja crediticia
que luego está yo en forma de burbuja inmobiliaria, pero la gestión de la crisis desde mi punto
de vista, pudiendo ser mejorable, no fue mala, del mismo modo que Draghi hizo bueno a Trishet,
es muy probable que lagarde a Draghi. ¿Por qué? Pues porque Draghi, quieras que no seguía
siendo un banquero central con una cierta formación técnica y con un cierto espíritu de independencia,
digo cierto porque en la práctica estaba muy jibarizado, pero tenía un cierto espíritu
independiente. Lagarde, no lo olvidemos, no es banquera central, no es banquera, lagarde
es una política, una política encolocado como al vicepresidente de Guindos, aunque el vicepresidente
de Guindos siendo político al menos si tiene una cierta formación de banca, pero lagarde
es una política que han colocado al frente del Banco Central Europeo para colonizar políticamente
el Banco Central Europeo, es decir, para convertirlo ya en la herramienta última de financiación
de los gobiernos europeos, ha sido decapitar a los técnicos del Banco Central Europeo
para colocar a burocratas y políticos al frente del Banco Central Europeo. Por consiguiente,
el legado de Draghi es que ha dejado un Banco Central Europeo fragmentado y politizado,
pero todo apunta a que ese legado empeorará todavía más con la próxima presidencia
de Cristina Lagarde.
Por lo tanto, el Banco Central Europeo ha sido decapitar a los gobiernos europeos
del Banco Central Europeo, que ha sido decapitar a los gobiernos europeos del Banco Central