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Los tipos de interés tanto en la eurozona como en Estados Unidos se hallan en sus niveles
más elevados en los últimos 20 años.
¿Y cuándo cabe pensar que comenzarán a bajar?
Veámoslo.
Los tipos de interés tanto en la eurozona como en Estados Unidos se hallan en su nivel
más elevado desde comienzos de siglo, en los últimos 23 años.
Los bancos centrales han tenido que elevar los tipos de interés de manera muy rápida
para combatir unas tasas de inflación que estaban absolutamente desbocadas.
En 2022 experimentamos las mayores subidas de precios de los últimos 40 años.
Pero desde entonces la inflación se ha moderado de manera significativa, lo cual en principio
podría significar que los bancos centrales van a empezar a bajar los tipos de interés.
Si los tipos de interés se han elevado al 5,5% en Estados Unidos y al 4,5% en la eurozona
para combatir la inflación, y la inflación cada vez está más doblegada, entonces parecería
que los bancos centrales ya no tienen por qué mantener los tipos de interés en niveles
tan elevados como los actuales.
Sin embargo, lo cierto es que los banqueros centrales se resisten a hablar de bajadas
de tipos de interés.
Tanto Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo, como Jerome Powell,
el presidente de la Reserva Federal, se han resistido a hablar con claridad de bajadas
de tipos de interés durante los próximos meses.
Y eso a pesar de que los mercados, los inversores, esperan mayoritariamente que los tipos de
interés van a bajar con contundencia durante los próximos trimestres.
En concreto, los mercados esperan que el Banco Central Europeo comience a bajar los tipos
de interés este próximo mes de abril.
Lo haría de entrada, según los mercados, en 25 puntos básicos, un 0,25%, pero los
propios mercados también estiman, también esperan, que a lo largo de 2024 llegue a bajar
los tipos de interés hasta en 150 puntos básicos, 1,5%, dejando por tanto el tipo
de interés general en el 3% y el tipo de interés de la facilidad marginal de depósito,
que es el relevante para el Eurívor, en el 2,5%.
A su vez, y al otro lado del Atlántico, los mercados también esperan que la Reserva Federal
comience a bajar los tipos de interés en mayo.
En particular, la probabilidad estimada de recorte de tipos en Estados Unidos en mayo
es del 54%.
De nuevo, el primer recorte sería de 25 puntos básicos, dejándolos por tanto en el 5,25%,
pero de nuevo, a lo largo de 2024, se espera que la Reserva Federal los terminará bajando
hasta el 4,25%, es decir, un recorte de 125 puntos básicos a lo largo de este año.
Por consiguiente, el consenso mayoritario entre los inversores es que los tipos de interés
van a bajar a lo largo de este 2024.
Veremos si con la intensidad que ahora mismo están pronosticando los mercados, pero en
todo caso, la expectativa generalizada sí es que la trayectoria de los tipos de interés
tanto en la eurozona como en Estados Unidos, tanto en euros como en dólares, será a la
baja y no al alza.
Es decir, que previsiblemente los altos tipos de interés a los que se está remunerando
ahora mismo el ahorro a corto plazo van a ir reduciéndose con el paso del tiempo.
Y aquellos ahorradores conservadores que se quieran cerrar ahora mismo tipos de interés
más elevados sobre su ahorro que aquellos que estarán previsiblemente vigentes durante
los próximos trimestres, recordad que la entidad que apadrina este vídeo, Fridon24,
ofrece planes de ahorro a 3, 6 y 12 meses con rentabilidades en euros de hasta el 6,4%
y con rentabilidades en dólares de hasta el 8,78%.
Unas rentabilidades que hoy por hoy son bastante elevadas, pero que en el futuro no tendrían
por qué seguir siéndolo si los mercados tienen razón en que los bancos centrales
van a ir bajando los tipos de interés durante los próximos meses.
Por tanto, como decíamos, son una opción para cerrarse hoy rentabilidades más altas
que las que previsiblemente existirán en el futuro.
Si quieres obtener más información sobre los distintos productos que ofrece Fridon24,
la puedes obtener pinchando en el enlace que aparece en la caja de descripción del vídeo.
Pero ¿por qué los mercados, los inversores esperan de manera tan generalizada que los
tipos de interés van a ir bajando con cierta contundencia a lo largo de este año si los
propios banqueros centrales no están diciendo hoy por hoy que tienen pensado bajar los tipos
de interés con tanta contundencia a lo largo de los próximos trimestres?
¿Cuáles son los factores que están llevando a los inversores a no creerse a los banqueros
centrales y, por tanto, a esperar mayores bajadas de los tipos de interés que aquellas
que se desprenderían textualmente de los comunicados de los bancos centrales?
Pues hay fundamentalmente tres factores que explican por qué los mercados esperan generalizadamente
bajadas de tipos de interés a lo largo de este 2024.
Primer factor, como ya hemos indicado, la inflación se ha moderado sustancialmente
a ambos lados del Atlántico durante los últimos meses.
En el mes de enero de este año 2024, la inflación de la eurozona se ubicó en el
2,8% y en Estados Unidos alcanzó el 3,4%.
Son tasas de inflación que, si bien todavía están por encima del objetivo a medio plazo
de los bancos centrales, que es del 2% anual, son tasas de inflación, decía, que están
bastante por debajo de los niveles que se alcanzaron a lo largo de 2022, por encima
del 10%.
El hecho de que la inflación se haya moderado tan sustancialmente durante los últimos
meses concede a los banqueros centrales mayor margen de maniobra para poder empezar a bajar
tipos de interés sin miedo a que la inflación entre en una espiral incontrolable, es decir,
sin miedo a que las expectativas de inflación se desanclen por entero y, por consiguiente,
la banca central sea incapaz de controlar la depreciación de la moneda a través del
uso de la política monetaria.
Pero el hecho de que la inflación se haya moderado tan sustancialmente tanto en Estados
Unidos como en la eurozona a lo largo del último año no es en sí mismo un motivo suficiente
para que los bancos centrales comiencen a bajar tipos de interés.
Puede que sea una condición necesaria, es decir, que si no hay una moderación apreciable
de la inflación, los bancos centrales en ningún caso se plantearían o deberían plantearse
bajar los tipos de interés, pero por sí solo no es motivo suficiente para comenzar
a bajarlos.
Por tanto, tiene que haber otros factores que expliquen por qué, según los mercados
y a pesar de lo que nos están diciendo los banqueros centrales, que expliquen por qué
los bancos centrales tienen prisa en comenzar a bajar los tipos de interés.
Y así, en segundo lugar, otro factor que explica por qué es previsible que los bancos
centrales comiencen a bajar tipos de interés es la debilidad de la economía real.
Este es un factor mucho más relevante para la eurozona que para Estados Unidos, dado
que la economía real estadounidense aparentemente se mantiene muy fuerte, no así en el caso
de la eurozona.
El PIB de la eurozona en el tercer trimestre de 2023 se contrajo y en el cuarto trimestre
de 2023 se mantuvo plano, es decir, no creció en absoluto.
O dicho de otra manera, la eurozona ha estado a punto de entrar en lo que podríamos llamar
una recesión técnica, dos trimestres consecutivos de caída del PIB.
Y el motivo de esta debilidad económica son sobre todo los altos tipos de interés, incluso
economías que han crecido apreciablemente en este cuarto trimestre del año, como el
caso de la economía española.
Lo que observamos cuando desagregamos las cifras de PIB es que los componentes de la
actividad económica más dependientes del crédito, por ejemplo, la inversión, lo están
pasando realmente mal.
España ahora mismo crece sobre todo impulsada por el consumo público, no por la inversión
privada.
Y lo mismo cabe decir de otras economías europeas que o no están creciendo o incluso
se están contrayendo, como puede ser el caso de Alemania.
Economías muy volcadas en sectores muy dependientes del crédito, que cuando el crédito está
caro, los tipos de interés están elevados, sufren.
De ahí que previsiblemente el Banco Central Europeo, ahora que parece que la inflación
está cerca del objetivo a medio plazo del 2%, comience a ejecutar bajadas de tipos de
interés para intentar estimular la actividad en el conjunto de la eurozona.
Pero como decimos, este puede ser un factor relevante para la eurozona, pero no así tanto
para Estados Unidos, donde las cifras de crecimiento del PIB o las cifras de paro
son extraordinariamente positivas.
Entonces, si esto es así, ¿por qué los mercados consideran que la Reserva Federal
de Estados Unidos también va a acabar bajando en diversas ocasiones los tipos de interés
a lo largo de este año?
Pues por un tercer factor que es mucho más relevante en Estados Unidos de lo que resulta
en la eurozona, y es la fragilidad del sector financiero.
Hace aproximadamente un año, la Banca Regional de Estados Unidos entró en crisis.
Varios bancos regionales, como el Silicon Valley Bank, quebraron.
¿Y por qué quebraron?
Pues porque esos bancos regionales, durante los años 2020 y 2021, invirtieron masivamente
a largo plazo, financiándose a corto plazo.
Se trata de una estrategia financiera potencialmente muy rentable, porque los tipos de interés
que cobran a largo plazo suelen ser mayores que los tipos de interés que pagan por financiarse
a corto plazo, pero también una estrategia tremendamente arriesgada.
Si los tipos de interés en el conjunto del mercado suben, como subieron en 2022 y 2023,
entonces esta estrategia de invertir a largo plazo endeudándose a corto plazo destruye
la posición financiera de esta banca regional.
Por un lado, el coste de refinanciación de su pasivo se dispara.
Como se han endeudado a corto plazo, tienen que ir refinanciando continuamente sus obligaciones
a un tipo de interés cada vez más alto.
Y por otro lado, el valor de sus activos a largo plazo, si suben los tipos de interés,
se desploma.
De tal manera que si los bancos regionales quisieran liquidar su cartera de activos a
largo plazo para amortizar su pasivo cada vez más caro a corto plazo, no podrían hacerlo,
porque para vender sus activos a largo plazo tendrían que rebajar muy sustancialmente
su precio en un entorno de altos tipos de interés y eso los descapitalizaría y los
llevaría a la quiebra, como le sucedió al Silicon Valley Bank.
No en vano, ahora mismo las pérdidas latentes en el conjunto de la banca estadounidense,
si ésta vendiera sus activos a largo plazo, superan los 600.000 millones de dólares,
un monto más que suficiente para hacer quebrar a toda la banca estadounidense si ésta vendiera
masivamente ahora sus activos a largo plazo por problemas de liquidez.
Por tanto, la banca regional estadounidense está en una situación de mucha fragilidad
financiera, esa situación de fragilidad financiera la ha parcheado la Reserva Federal con la
creación hace aproximadamente un año de una nueva ventanilla de financiación a través
de la cual los bancos regionales pueden refinanciar su pasivo a corto plazo a tipos de interés
de mercado.
Eso que significa que la banca regional de Estados Unidos ha ganado tiempo porque no
ha entrado en una espiral de la muerte de subidas de tipos de interés continuadas,
pero aún así esa banca regional estadounidense para acceder a la financiación que le presta
a la Reserva Federal tiene que pagar tipos de interés del 5 o del 6% que no son sostenibles
para ellos en el medio plazo.
Si por su activo obtiene una rentabilidad del 3 o del 4% y por su pasivo tienen que
pagar unos tipos de interés del 5 o del 6%, a medio plazo eso también significaría
la quiebra de la banca regional estadounidense.
De hecho, durante los últimos días algunos bancos regionales de Estados Unidos se han
desplomado en bolsa después de presentar unos pésimos resultados económicos en 2023.
Este ha sido por ejemplo el caso del New York Community Bank Corp que ha caído en bolsa
un 50% durante la última semana.
Y este es un fenómeno que si los tipos de interés se mantienen altos se va a seguir
reproduciendo con muchos otros bancos regionales de Estados Unidos.
Por tanto, la única forma en que la banca regional estadounidense vaya a poder sobrevivir
es con bajadas de tipos de interés por parte del Banco Central, de tal manera que el coste
de refinanciación de su pasivo a corto plazo baje y el valor presente de sus activos a
largo plazo suba.
En la eurozona, hay que aclarar, los bancos no están expuestos a tanta fragilidad por
la situación de altos tipos de interés debido a que durante los años anteriores cubrieron
su riesgo frente a las subidas de tipos de interés.
Por tanto, su cartera de activos no está tan depreciada por los altos tipos de interés
como sucede con la banca regional de Estados Unidos.
Y por eso, este tercer factor tiene más peso en Estados Unidos que en la eurozona, suficiente
peso para que, previsiblemente, la Reserva Federal comience a bajar tipos de interés
durante los próximos meses.
Veremos hasta qué punto esta batería de bajadas de tipos de interés que ya están
preparando los bancos centrales es compatible con la estabilidad de precios y, sobre todo,
con la no creación de nuevas burbujas de activos en el futuro.