10 y 39 minutos de la noche. 9 y 39 en las islas Canarias. Juan Ramón Rayo, profesor
de la Universidad Francisco Marroquín. Muy buenas noches.
¿Qué tal, buenas noches? Domingo Soriano, compañero de Libre Mercado.
Buenas noches, también a ti, bienvenido. Hola, ¿qué tal?
Bueno, es que ya hemos resumido, hemos tratado de hacerlo, pero, claro, nos faltaba vuestro
análisis del dato que hemos conocido este 3 de enero, ese dato de la afiliación y del
paro que para el gobierno ha sido positivo, o al menos para sacar pecho.
Nos ha llamado la atención, Rayo, voy contigo, que al menos a la ministra Yolanda Díaz no
le hemos escuchado hoy, sí que ha escrito una serie de tweets en su cuenta, pero no ha
comparecido, no ha valorado públicamente el dato, pero yo no sé si el gobierno tiene
tantos motivos, sobre todo con lo que va a venir a partir de ahora y teniendo en cuenta
que ya estamos en año electoral, si tiene tantos motivos para presumir hoy del dato que
hemos conocido de afiliados y de paro. Bueno, no solo se trata de que efectivamente
la ministra no haya comparecido para valorar los datos, es que el ministro escriba desde
que tomó el cargo todos los meses, puntualmente a mediados de mes, nos daba un anticipo de
cuál había sido la afiliación a la Seguridad Social y hacía su proyección sobre cuál
iba a ser al cierre de mesa, a veces se desviaba al alza, a otras a la baja, pero bueno, nos
daba esa proyección para tener un punto de referencia. Este mes fue el primero que no
lo hizo. Este mes de diciembre, a mediados, no sé si fuera finales, podríamos decir
bueno, las fiestas, no, a mediados, 15 y 16, que se seguía trabajando en este país,
algo que el ministro diga otra cosa, no ofreció por primera vez sus datos de afiliación a
mediados de mes. Y esto es significativo. Es significativo porque el mes de diciembre,
si lo desestacionalizamos, que es como al ministro le gusta presentar los datos, en el mes de
diciembre de manera desestacionalizada se perdió afiliación a la Seguridad Social.
Fue la primera vez desde el año 2012, en más de una década, y recorremos las circunstancias
de 2012, España estaba al borde de la quiebra ese año, hay que retrotraerse al año 2012
para encontrar un mes de diciembre en el que en términos desestacionalizados se pierdan
afiliados a la Seguridad Social. Bueno, puede ser un mal dato mensual, veremos como evoluciona
el mercado laboral durante los próximos meses, aunque es cierto que si juntamos ese dato
con la marcha previsible de la economía, que probablemente el PIB en el último trimestre
del año no haya crecido demasiado y, en todo caso, las perspectivas de crecimiento
para la primera mitad de 2023 son bastante malas. Los organismos no preven recesión,
pero desde luego no un crecimiento demasiado intenso. Bueno, sí que hay una cierta coherencia
a la hora de interpretar que el mercado laboral se puede estar ralentizando y por eso el dato
de diciembre. De hecho, si extendemos un poco más el análisis al conjunto del año 2022,
tampoco pensemos que, más allá de lo que haya ocurrido en diciembre, el año es para
tirar cohetes. Es verdad que hablar de 470.000 afiliados como un mal dato, pues, una casi
a chiste, por ejemplo, de 70.000 afiliados, es un buen dato, pero es uno de los peores
datos de afiliación a la seguridad social desde que, en el año 2014, España volvió
a crear empleo de manera más o menos sostenida cada año cuando se superó la anterior crisis.
Sólo el propio año 2014, cuando estábamos saliendo de la crisis, el primer año, sólo
2019 y solo 2020, 2020 por motivos obvios, fueron peores en términos de afiliación anual
que 2022. Es decir, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2021 fueron mejores y en ocasiones muy sustancialmente
mejores. Especialmente mala, además ha sido la segunda mitad del año. La segunda mitad
del año, incluso el año 2014, fue mejor que 2022. Por tanto, sólo 2019 fue peor que
2022, pero, y con esto termino, se da una circunstancia que yo creo que es significativa
a la hora de comparar la evolución de la asociación a la seguridad social de 2022 con
lo que ocurrió, por ejemplo, en 2019. En 2019, la economía española creció un 2,1%.
En 2022 crecerá, aún no tenemos el dato definitivo, pero crecerá, o en seguro, por
encima del 5%. Claro que creciendo a más del doble, que es aproximadamente el mismo
empleo que creaste en 2019, en el mes de diciembre, estacionalizadamente, incluso menos,
creo que no es un dato para echar cohetes, sobre todo porque nos dirigimos hace un año
que en términos de crecimiento será complicado y si el mercado laboral ya, tanto como sufrirá,
lo mejor no, pero si ya ha mostrado ciertos síntomas de flaqueza, creciendo al 5, claro,
si crecemos al 1 o al 1,5, ¿qué va a pasar? Esa es la gran pregunta.
Claro, seguiremos creando empleos, esa es la gran cuestión. Domingo, tu lectura de los
datos que hemos conocido este martes.
Sí, parecida, hay una serie de cuestiones que son importantes. Por ejemplo, el tema
de los afiliados, que es verano, no es un mal dato en el conjunto del año, pero cuidado,
aquí el Gobierno tiene que hacer un análisis de su propia euforia, porque el Gobierno dice
cómo vamos a ser catastrofistas, cómo se puede plantear cualquier duda respecto a un
dato que estamos en máximos históricos. Estaba viendo ahora mismo el gráfico que ha publicado
el Ministerio de Seguridad Social diciendo que tenemos 815.000 afiliados más que los
niveles de prepandemia, que con la comparación con el diciembre de 2019 enero de 2020.
Cuidado, España es el único país todavía de los grandes de ONU Europea que no ha alcanzado
el nivel de PIB, esos niveles de prepandemia. Si tú dices, tenemos casi un millón de afiliados
más que en 2019, pero en términos de producción, el Producto Interior Bruto no está, el nivel
de 2019, qué tipo de empleo, qué tipo de trabajo, qué tipo de calidad en el empleo
está generando para con un millón más de afiliados, casi por un millón, llegando más
de 800.000 nuevos afiliados que estén en niveles de PIB inferiores a los de aquel momento.
Entonces, lo que quiere decir es que cada uno de los trabajadores, que ahora mismo estamos
en el mercado laboral español, estamos produciendo menos que entonces, que está produciendo un
empleo de peor calidad, es una consecuencia casi inevitable. Y luego, bueno, pues en los
datos de este año está la discusión, efectivamente, sobre este, yo no diría maquillaje, pero sí
que ha habido claramente un cambio en cómo se, más que con cómo se contabiliza, porque
yo no hice los fijos de discontinuo, siempre estuvieron dentro de los indefinidos, siempre,
pero tu definición del tipo de contrato que entraba, fijo discontinuo, o tu relación
de los tipos de contratos que se podían hacer en las diferentes situaciones de una relación
laboral no era la misma. Yo estaba mirando, por ejemplo, los datos de diciembre de 2019,
comparándolos con los actuales. Entonces, en diciembre de 2019 se habían hecho menos
de 20.000 contratos de fijos discontinuos, mientras que actualmente estamos hablando
de fijos discontinuos 177.000 en este mes de diciembre de 2022. Entonces, cuando tú
tienes esa variación, está claro que hay algo ahí que ha cambiado, 12.000, menos es
que estaba buscando el dato, eran 12.500 contratos fijos discontinuos, que es verdad, se contaban
como indefinidos, pero 12.500 en diciembre de 2019 y ahora mismo en este mes de diciembre
177.000. Entonces, es evidente que eso distorsiona las estadísticas y que a la hora de analizar
el empleo que se está creando, la calidad del empleo o cómo son esos nuevos contratos
indefinidos, tú tienes que poner ahí un gran asterisco y decir, ¿cuánto tiempo están
trabajando realmente estas personas y cuánto tiempo incluso los indefinidos, a tiempo completo
que pueden parecer los mejor tipos de contratos, cuánto tiempo luego permanecen en su puesto
de trabajo esas personas que están firmando sus contratos y de nuevo dar la sensación
de que no se están consiguiendo los efectos reales. Es decir, la reforma laboral que he
buscado el Gobierno es decir, vamos a generar un contrato, un tipo de relación laboral
ultra estable en el que las personas tengan asegurada un puesto de trabajo de forma muchísimo
más continuada que antes y no da la sensación de que esos efectos se han conseguido por
completo.
Claro, hoy lo que ha dicho por detenernos aquí el secretario de Estado de Trabajo y
Economía Social, que es Joaquín Pérez Rey, es que bueno, las cifras de fijos discontinuos
inactivos no las tiene el Gobierno, no las maneja el Gobierno porque no existen, creo
que el término exacto ha sido, estadísticas depuradas y que entonces, bueno, pues en lo
que va a trabajar a partir de ahora el Gobierno es en tratar de depurar estos datos para poder
dar la información con confianza y rigor, ha dicho él, pues en el plazo más breve posible
porque es verdad que siempre se insiste en conocer este dato. Eso de que las estadísticas
no estén depuradas, rayos, esto cómo lo tiene que interpretar la gente, sobre todo si es
posible que esto se pueda llegar a conocer, porque es verdad que el Partido Popular ha
prometido que una vez que llega el Gobierno estos datos se van a poder, va a haber transparencia
absoluta, se van a incorporar en las listas oficiales, la gente quiere conocer estas cifras.
Bueno, a ver, yo aquí tampoco creo que haya habido una manipulación deliberada, pero
sí aprovechamiento sobrevenido de esos cambios en la tipología de los contratos laborales.
Tiene sentido que hasta ahora no se hubiese invertido, no se hubiesen invertido muchos
recursos en conocer exactamente cuánto tiempo están trabajando los hijos discontinuos,
cuánto tiempo están, por tanto, cobrando la prestación de desempleo, cuánto no, porque
como decía antes domingo, el número de contratos que se firmaban hijos discontinuos
eran muy pequeños, eran muy reducidos, entonces para que destinar muchos recursos, si tampoco
te distorsionaban mucho las estadísticas, muchos recursos a obtener los datos y a depurar
esos datos. Lo que sucede es que, claro, cuando tú has convertido el hijo discontinuo
en uno de los receptáculos de los antiguos contratos temporales, no les prácticamente
han desaparecido, pero las situaciones de temporalidad no, es decir, siguen habiendo
personas que no trabajan de manera continuada, de ahí que sean hijos discontinuos, si tienen
una cobertura contractual, pero no están en actividad, no tienen por qué estar ni siquiera
cobrando un salario ni cotizando o la empresa cotizando por ello, sino que todo eso puede
recaer sobre la espalda del servicio público de empleo, o sea, o cuando has convertido
a los hijos discontinuos en el receptáculo de gran parte de los antiguos temporales,
es importante conocer el grado de inactividad de esos trabajadores que están acogidos
a un contrato de hijos discontinuo, y eso es cierto que si no se tiene el dato, claro,
lo preocupante sería que lo tuvieran en el contrato discontinuado, y es verdad que
el dato, por qué más se calculaba, eso va a tardar un tiempo en estimarse, tanto yo
ahí no veo manipulación deliberada en el sentido de vamos a hacer esto para manipular
los datos, no, simplemente se han encontrado con que la reforma laboral ha tenido un impacto
en las estadísticas laborales, y ellos, y esto sí es lo criticable, ellos pues se
han aprovechado por omisión prácticamente de ese maquillaje no estadístico, ya digo,
pero sí esa distorsión estadística, es un poco lo que decía antes de domingo, si
tú no tienes los datos, ya digo, no creo que sea criticable que de momento no los tengan
y si van a trabajar en tenerlos, pues bien, pero si tú no tienes los datos, lo que vas
a poner es un estadístico muy grande. Bueno, esto incluye un incremento muy sustancial
de las cifras de fijos discontinuos que son un contrato que se ha visto potenciado por
la reforma laboral y que absorbe parte de las situaciones que antiguamente estaban reguladas
por temporalidad y que hoy, a lo mejor, la relación laboral sigue siendo más o menos
la misma, un trabajador que trabaja pues dos días al mes, pero antes la hacía con un
dado temporal y ahora con un fijo discontinuo y, por tanto, no es... Estos contratos no
son necesariamente los que los ciudadanos entienden y entendían por un contrato indefinido
antes de la reforma laboral, pero esto que es un matiz que hay que hacer el ministerio
intenta evitar hacerlo, siempre que puede, para qué, para darnos a entender que todos
los contratos indefinidos, incluidos los fijos discontinuos que les firman, son lo mismo
que los antiguos contratos indefinidos.
No solamente nos quedan dos minutos, siempre tenemos este problema, siempre vamos mal de
tiempo, domingo te voy a poner, no sé si en un compromiso, pero de cara a lo que está
por venir ahora ya en este nuevo año 2023, teniendo en cuenta que es un año muy importante
en clave electoral y que la economía va a ser la gran baza que va a tratar de jugar
y explotar el gobierno de Pedro Sánchez, porque confía en que los datos vayan mejorando
y las cosas no vayan a estar tan mal, como dicen los pronósticos, en que crees que debemos
fijarnos en este 2023, al menos de cara a las elecciones de mayo, o que pueda perjudicar
o beneficiar más al gobierno de España, no sé, nuevas figuras impositivas que esto
pueda perjudicarles, las ayudas que ya ha anunciado el gobierno, que puedan tener más
peso.
Bueno, a ver, yo creo que el gobierno va a jugar la baza claramente del gasto, de tratar
de decir que los nuevos impuestos, o de tratar de plantear que las nuevas figuras impositivas
van dirigidas a las ventas más altas, a los patrimonios más altos, y sobre todo jugar
la baza del gasto, un gasto en el que tiene una ayuda muy importante desde fuera, desde
Bruselas, tanto en la inyección directa de fondo, desde la Unión Europea, como en el
poco control que está habiendo estos años, aún menos de lo habitual, en las cuestiones
del déficit, que es cierto, que se está endureciendo el discurso en los últimos meses.
Entonces, yo lo que le diría a la gente es, bueno, fijémonos, por ejemplo, en los datos
que estamos diciendo, no como he dicho antes, si el PIB no ha subido, si el PIB todavía
no ha recuperado niveles de 2019, ¿cómo podemos ser la única economía grande occidental
en la que eso ha ocurrido?, ¿qué tipo de empleo estamos creando si tenemos un millón
más de afiliados y todavía no estamos llegando a ese PIB?, todo ese tipo de datos, pero además
yo diría, cuidado, mucho cuidado, con la hipoteca que nos están dejando para los próximos
años, porque el gobierno, o sea que desde Bruselas no miren demasiado, o no nos aprieten
demasiado las turcas, con las cuentas públicas, no quiere decir que no vayamos a tener que
pagar ese déficit en el que estamos incurriendo o que la deuda no se esté acumulando, y
claro que lo vamos a tener que pagar, y claro que cada vez estamos en una situación más
delicada si hay un nuevo episodio de, ya no digo, una crisis de deuda soberana, como la
que pudo haber entre 2015 y 2015, pero sí algún momento de tensión en los mercados
que va a disparar los costes de financiación, y eso no va a afectar igual a todos los países
de Europa, nosotros nos afectaría a los primeros y de forma muy sustancial.
Juan Ramón. Bueno, yo creo que hay que fijarse primero
en la inflación subyacente, si la inflación subyacente no empieza a caer tanto en España
como en Europa, por le más serios, porque esa inflación subyacente que no caiga y
de momento, en diciembre no lo hizo, y eso es un dato potencialmente preocupante, veremos
qué pasa en enero, febrero y marzo, pues la inflación subyacente no baja, el Banco
Junto de Europa seguirá sufriendo tipos de interés, y eso seguirá dañando las economías,
y en segundo lugar, la evolución del empleo, yo creo que si el empleo empieza a ir mal
en los próximos meses, no sabemos si va a ser así, pero es una posibilidad, a tenor
de lo que ha sucedido en diciembre, pues eso no va a constituir un buen panorama electoral
o preelectoral para el gobierno, en todo caso, sólo algo muy breve, no sabemos cómo
va a ser el año 2023, no lo sabe nadie, el gobierno tampoco, y por tanto está jugando
verdaderamente con fuego, si confía su futuro electoral a que la economía vaya mucho mejor
de lo esperado, no es que sea imposible que suceda, ni mucho menos, pero también puede
ir mucho peor de lo esperado. Bueno, pues veremos qué es lo que sucede,
desde luego si le sale bien o no, esa jugada al gobierno, o al menos las previsiones que
maneja. Juan Ramón Rayo, profesor de la Universidad
Francisco Marroquín, gracias, muchísimas gracias, buenas noches.
Hasta la semana que vienen. Domingo Soria, no compañero de Libre Mercado,
adiós, muy buenas noches.