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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Juan Ramón Rayo, economista, ¿qué tal? Buenas tardes.
¿Qué tal? Buenas tardes.
Ya hablando de lo que suben los precios,
hoy tenemos datos de Eurostad, que viene a confirmar
que España es donde más están subiendo los precios,
mucho más que la media europea, por lo menos dos puntos.
Sí, desde luego, en nuestro país
hay una tasa de inflación más alta
que en muchos otros países de nuestro entorno.
No diría que en todos los países bálticos
son los países donde más está aumentando la inflación,
pero bueno, de los países que son referencia
dentro de Europa, Alemania, Francia, Italia,
incluso nuestra vecina Portugal.
Desde luego sí es en España donde más están subiendo los precios.
También en parte porque hay diferencias de medición
dentro del IPC, pero bueno, eso no quita que estemos
ante una presión inflacionista muy dura,
que está empobreciendo claramente
a la mayoría de la población.
Bueno, ya sabemos además que Agosto no va a ser un buen mes
para el empleo, como tampoco lo fue el mes de julio,
ya lo está adelantando el gobierno.
La previsión es que se destruyan 187.000 empleos
por el fin de los contratos ligados, sobre todo, al turismo,
aunque el Ministerio de Seguridad Social hace otro análisis.
Bastante más optimista y lo hace descontando
los efectos estacionales, Débora.
Sí, el Ministerio achaca esa destrucción de empleo
al mes al que nos encontramos dice que Agosto
es un mes muy marcado estacionalmente,
donde acaban muchos de los contratos de verano
y que aún así esa cifra de 187.000 empleos destruidos
es menor que la de otros años, pre-pandemia.
Además, el ministro José Luis Escribá, a través de Twitter,
ha querido ser optimista, dice que el empleo
sigue creciendo en España y da un dato.
En Agosto, 65.000 personas más se han afiliado
a la Seguridad Social.
Juan Ramón, la aproximación a los datos de empleo
puede ser muy diferente, si tenemos en cuenta el factor estacional.
Lógicamente, lo que nos cuentan desde el Ministerio de Seguridad Social
es otra realidad, pero cómo se que está comportando este verano
y no sé si está produciéndose ya un cambio de tendencia
a nuestro mercado laboral.
A ver, evidentemente, los datos en rigor
habría que darlos desestacionalizados,
dado que el componente estacional
puede, de alguna manera, alterar la percepción de la realidad.
Si en Agosto se destruye normalmente mucho empleo,
precisamente por la estacionalidad,
no tiene mucho sentido comparar Agosto con un mes de abril,
sin corregir por estacionalidad.
El problema está en que las correcciones por estacionalidad
son estimaciones y hay distintas estimaciones.
Por ejemplo, el Ministerio de Seguridad Social
estimó que, sin estacionalidad,
se creó empleo en el mes de julio,
aumentó la afiliación,
y el equipo de analistas de BBOA Research
también estimando la estacionalidad y quitándola,
consideró que en julio, sin estacionalidad,
se habían destruido más de 40.000 empleos.
Por tanto, claro, el dato que tenemos seguro
es el dato estacional.
No es el dato más adecuado,
pero es el dato que está contabilizado.
Lo otro son estimaciones
y hay diferentes formas de estimar ese dato.
Sobre si se está produciendo un cambio de tendencia
en el mercado laboral,
yo creo que esto es evidente.
La cuestión es la magnitud de ese cambio de tendencia.
Incluso si tomamos por buenos
los datos que nos proporciona el Ministerio de Seguridad Social
en julio y agosto, lo que sí comprobamos
es que hay una desaceleración
en el ritmo de creación de empleo.
Si tomamos otros datos,
lo que vemos es que hay una destrucción
que empieza a ser importante del empleo.
¿Qué tiene más sentido pensar?
Bueno, dado el entorno internacional,
dado la situación y otros indicadores
que estamos viendo en la economía española
sobre actividad, por ejemplo, industrial...
Juan Ramón, te voy a pedir un segundito,
porque está el líder de la oposición,
Alberto Núñez Feijó,
hablando precisamente de esta situación económica,
en un acto en Galicia, lo escuchamos.
Los datos adicionales y extraordinarios
en los que incurren las familias
para hacer frente al inicio del curso escolar,
el incremento de los precios
que prosigue y persiste por encima del 10%
y después una situación, desde el punto de vista industrial,
desde el punto de vista energético,
de una enorme dificultad.
Estamos, por lo tanto, con momentos de enorme incertidumbre
y con momentos de dificultad que, probablemente,
en otoño y en invierno,
puedan agravarse si el conflicto
que tenemos a los puertos de Europa continúa con intensidad
y si, además, no cambiamos una política energética
que haga posible que las distintas industrias,
las industrias de las que depende el que persistan
y prosigue en su actividad, el precio de la luz,
no tienen una solución específica.
Si no pasamos de simplemente sacar decretos improvisados,
que no es más que menos maquillajes de determinadas situaciones,
a realmente afectar los graves problemas que tiene
la industria electrointensiva,
la industria hiper-electrointensiva,
la cerámica, sobre todo, en el Mediterráneo,
que es donde hay más fábricas de cerámica,
los hornos que están apagados,
las empresas que están en ERTE o en ERE,
la cogeneración de energía, realmente,
las grandes cuestiones energéticas de nuestro país.
Y quisiera...
Cuando vuelvo contigo, esta intervención en directo
de Alberto Núñez Feijo, el gran desafío de FIA
que tenemos por delante de los próximos meses,
sigue estando en los precios desorbitados de la energía,
que esto puede ir a más,
aunque hoy tenemos un precio de la luz un poco más barato
si vemos la comparativa con otros países.
En Alemania, creo que están hoy por encima de los 500 euros
y 1 megavatio ahora, en fin, la comparación también es relevante.
Sí, aunque efectivamente la electricidad,
que es una parte importante del suministro energético,
no lo es todo, y previsiblemente,
durante los próximos meses,
vamos a tener problemas, sobre todo, con el gas,
que pueden ir de rebote al mercado eléctrico,
pero no es exactamente lo mismo
y las industrias afectadas, como ahora estaba recordando,
Feijo, porque, con su mengas,
se las pueden ver en una situación muy complicada.
Y esto eliga un poco con lo que comentaba antes.
Los datos de empleo tienen sentido que empiecen a ser cada vez peores,
porque tenemos un panorama económico y energético
en el que ya estamos y en el que parece
que nos vamos a meter cada vez más complicado,
y eso repercute, sin duda,
sobre la inversión empresarial
y sobre las contrataciones empresariales.
Ahora bien, Feijo también está planteando
que tenemos un problema muy grave energético, es cierto,
pero, básicamente, ha dicho que hay que arreglarlo
durante los próximos meses.
Yo creo que eso es un discurso tremendamente ingenuo.
El problema energético que tiene España
y que tiene en general Europa no se arregla en unos meses.
Se dan necesarios años de buena política energética,
que, básicamente, consiste en no meter mucho las narices
en las decisiones energéticas que tome el sector privado,
que es todo lo contrario de lo que se ha hecho
durante las últimas décadas,
y se dan necesarios muchos años,
porque es que llevamos varias décadas
de política energética desastrosa en España, en Alemania
y en el conjunto de Europa.
Política energética desastrosa, por cierto,
que no solo es responsabilidad
del gobierno del Partido Socialista,
sino también de los gobiernos que antecedieron al Partido Socialista,
entre ellos los gobiernos del Partido Popular.
Lo que pasa que dices que Feijo habla de varios meses,
el horizonte electoral es el que es y largo melofías,
si hablan de soluciones en años.
Pero eso es otra cuestión.
Otro elemento que quería comentar contigo
también tiene que ver con la natalidad,
que sigue bajo mínimos en España,
es una situación que ya lo comentamos,
había agudizado durante la pandemia
y esa tendencia parece que se mantiene.
De hecho, en la primera mitad de este año
nacieron 160.000 bebés,
es la segunda cifra más baja Lorena
desde que comenzó la serie histórica.
Hablamos de los años de post-vera.
Sí, y de hecho, es el octavo año consecutivo
que la natalidad defiende en España
y llega ya a su mínimo histórico.
Si comparamos los datos de los niños que han nacido
en el primer semestre de este año respecto a 2021,
vemos que hay casi mil niños menos que han nacido este año
y es el mínimo, decimos, desde que hay registros
allá por 1941.
Por otro lado, sube los fallecimientos.
Este año, si comparamos los datos,
hay 13.300 fallecidos más
y muchos aspectos atracan este dato al calor,
pero también a las consecuencias de la pandemia.
En cualquier caso, esta es la situación.
Más muertos, menos nacimientos.
Y esto preocupa, somos conscientes de lo que esto puede suponer.
Juan Ramón, vuelvo contigo.
Bueno, ahí hemos repasado brevemente lo que supone,
tener un hijo a efectos económicos.
Pero, qué efecto tiene esta caída tan implicada de la natalidad
y no solo vamos a hablar del pago de las pensiones.
¿En qué situación queda nuestro país?
Bueno, lo primero que reya clara es que no sabemos muy bien
por qué la natalidad cae.
Es decir, sabemos que hay una transición demográfica
que cuando las sociedades enriquecen tienen menos hijos.
Pero, claro, mucha gente achaca que no tenemos hijos
porque no llega el dinero,
cuando en realidad las sociedades que tienen más hijos
son las sociedades más pobres.
Ya digo, ¿cuánto más ricas una sociedad menos hijos se tienen?
Porque aparentemente se concentran los esfuerzos inversores
de los padres en la crianza de uno o de pocos hijos
en lugar de tener muchos hijos como estrategia reproductiva.
¿Cómo revertir eso?
Pues no está muy claro, porque hay países como Francia
o como Hungría que han aplicado políticas
de ayudas a la natalidad muy agresivas.
Han conseguido que remonte algo la natalidad,
pero siguen muy lejos de la tasa de reemplazo de 2,1 hijos por mujer.
¿Qué consecuencias tiene esto?
Por las consecuencias no son positivas.
Ya no solo por la sostenibilidad del estado de bienestar,
que en gran medida es un esquema ponci,
por tanto, si no hay nuevos contribuyentes,
no hay una base de nuevos contribuyentes,
pues se desmorona,
sino que incluso el dinamismo de la sociedad se ve afectado.
Las personas que emprenden, que arriesgan, que innovan,
son personas normalmente jóvenes.
Una persona de 60 años de 65 no va a crear una startup tecnológica
para revolucionar.
En general, vamos, la organización económica.
Entonces, si hay menos jóvenes, tenemos menos innovación.
Y si tenemos menos innovación,
tenemos menos crecimiento económico
y tenemos menos prosperidad.
Es decir, vamos hacia una economía con mayor estancamiento,
en contrapartida, eso sí,
puede haber si la demografía cae
y ese va a ser el gran problema del mundo.
También hay que clavarlo en los próximos 20, 30, 40 años.
El problema del mundo no va a ser el exceso de población,
sino la caída de la población en prácticamente todos los países.
Si hay una reducción de la población mundial,
por otro lado, se alivian las presiones sobre los recursos naturales.
Hay mucho miedo de que se van a agotar, de que se van a acabar.
Bueno, pues parte de esos miedos con menor población
también se van a aliviar, pero en general.
Y, por resumir, creo que el efecto es netamente negativo,
porque las personas somos más mentes o cabezas que estómagos.
Somos más creadores netos de recursos y de riqueza
que consumidores netos de esa riqueza que somos capaces de crear.
Y, por tanto, es económicamente dramático
que haya menos mentes, menos cabezas pensantes
ideando nuevas formas de crecer y de generar riqueza en sociedad.
Bueno, vamos a comentar esto que nos has dejado sobre la mesa.
Juan Ramón Rayo, gracias. Buenas tardes.
Buenas tardes.