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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

La economía española se expandió durante el primer semestre del año 2021 mucho menos
de lo que pensábamos hasta el momento. ¿Cuáles son las implicaciones de esta notable
revisión a la baja del crecimiento del PIB de España en el primer semestre de 2021?
Veámoslo.
Ayer el Ministerio de Economía nos sorprendió a todos con unas previsiones de crecimiento
muy optimistas que apuntaban a que en el primer trimestre de 2022 podríamos haber recuperado
ya los niveles de actividad de finales del año 2019. Básicamente, el Ministerio de
Economía consideraba que este año íbamos a crecer un 6,5% y que en 2022 nos expandiríamos
un 7%. Estas previsiones que no eran imposibles ni mucho menos a la luz de los datos que habíamos
conocido durante la primera mitad de este 2021, en el primer y sobre todo en el segundo
trimestre de 2021, a partir de hoy se complican especialmente. ¿Por qué razón? Porque hoy
el Instituto Nacional de Estadística ha revisado a la baja el crecimiento de la economía
española en el primer semestre de 2021, tanto en el primer como en el segundo trimestre
de este año, y las ha revisado a la baja no en una pequeña magnitud, sino de manera
muy considerable. En particular, en el primer trimestre de 2021 nos contrajimos un 0,4%
frente al último trimestre de 2020, como originalmente se creía, sino un 0,6%. La
caída fue, por tanto, mayor. Pero es que, además, y sobre todo, ya está ha sido la
revisión más impactante, en el segundo trimestre del año 2021 no crecimos al ritmo históricamente
elevado del 2,8% frente al primer trimestre del año 2021, sino que apenas crecimos un
1,1%, que a ver, un crecimiento intertrimestral del 1,1% no es ni mucho menos un mal dato.
Pero no es un dato históricamente espectacular. Ya hemos crecido en otras ocasiones, en nuestro
pasado reciente, a un 1,1% intertrimestral. En particular, en el primer trimestre de 2015
o en el segundo trimestre de 2017, la economía española ya se expandió un 1,1% frente al
trimestre anterior. Y durante esos trimestres, especialmente y de manera más llamativa en
el segundo trimestre del año 2017, no estábamos rebotando frente a ningún hundimiento económico
ocasionado por una pandemia. O dicho de otra manera, el INE nos acaba de decir que durante
el primer trimestre de 2021 caímos más de lo que inicialmente creíamos y que en el
segundo trimestre de 2021, pese a haber caído más en el trimestre anterior, rebotamos mucho
menos. La magnitud de la revisión no debería minimizarse. Hasta ahora pensábamos que la
economía española, el nivel de actividad de la economía española, había crecido
un 2,4% durante el primer semestre de este año frente al nivel de actividad vigente
a finales de 2020. Con esta revisión, resulta que el nivel de actividad, el PIB de la economía
española, apenas ha crecido un 0,4% frente al PIB de finales de 2020, seis veces menos
de lo inicialmente estimado. En este gráfico, gentileza del confidencial, podemos observar
cómo la revisión del crecimiento económico aplana muchísimo, aplana muy notablemente
la curva de recuperación de actividad que creíamos que estaba experimentando la economía
española. En rojo tenemos los datos viejos, los datos que han sido objeto de revisión
hoy del INE, y como vemos, eran datos que apuntaban a una recuperación más acelerada
de lo que vemos ahora, que es una recuperación mucho más aplanada y, por tanto, mucho más
lenta. Más allá del chascarrillo sobre si el Gobierno ha acertado o se ha equivocado
en sus previsiones, sobre si ha vendido humo o ha dejado de vender humo, porque hay que
reconocer que es muy complicado en el contexto actual hacer previsiones, incluso a medio
plazo, porque estamos en un contexto pospandémico donde, por consiguiente, pequeños cambios
pueden alterar mucho el panorama. Por tanto, tampoco es que sea algo especialmente extraño
que el Gobierno se haya equivocado, en este caso, en sus pronósticos. Pero más allá
de este chascarrillo, la revisión de los datos de hoy del INE sí debería afectar a las
negociaciones sobre políticas públicas que están teniendo lugar, que ya han tenido lugar
en parte y que siguen teniendo lugar en el seno del Gobierno. Recordemos que una parte
de ese Gobierno, especialmente la parte de Podemos, está presionando en diversos frentes
al Partido Socialista, por ejemplo, en el frente del salario mínimo interprofesional
o, por ejemplo, en el frente de la subida del impuesto sobre sociedades para que, por
un lado, suba el SMI y, por otro lado, suba el impuesto sobre sociedades con la excusa
de que la recuperación, de que el perfil de recuperación de la economía española
es muy intenso y que, por tanto, las empresas pueden soportar sin demasiadas dificultades
estos sobrecostes porque, en cierto modo, serán absorbidos por la vigorosa recuperación
que ya estamos experimentando. Bueno, pues hasta el momento de recuperación vigorosa
nada de nada. Más bien recuperación a un nivel aceptable, tirando a normalito.
De hecho, uno de los datos, a mi juicio, más inquietantes de esta revisión del crecimiento
económico español de la actividad económica de España durante el primer semestre de 2021
es el dato de inversión empresarial. El dato de inversión empresarial no es que
se haya revisado a la baja, pero, desde luego, en el contexto de esta revisión a la baja
de los datos de crecimiento económico, adquiere un nuevo significado. Observemos este gráfico,
que contiene la formación bruta de capital en España. Como podemos observar la formación
bruta de capital en España, la inversión empresarial, tanto inversión en ladrillo,
como inversión en bienes de equipo, en IMSD, etcétera, esta inversión empresarial había
venido creciendo, de manera más o menos sostenida, desde el segundo trimestre del año 2020,
es decir, desde que abandonamos el confinamiento. Pues bien, en el segundo trimestre de 2021,
entre abril y junio de este año, la inversión empresarial ha caído, por primera vez, desde
el fin del confinamiento. De hecho, se halla en su nivel más bajo desde el segundo trimestre
de 2020, es decir, desde el trimestre del confinamiento.
Y aunque pueda haber algunas explicaciones para esta cifra de estancamiento de la inversión
empresarial, que no tienen por qué ser especialmente negativas, por ejemplo, algunas empresas podrían
estar esperando a desarrollar sus proyectos de inversión, podrían suspender sus inversiones
hasta que lleguen los fondos europeos para así ir de la mano de ese dinero inyectado
por el gobierno. Aunque existen esas posibles explicaciones de por qué esto ha sucedido,
desde luego, que el nivel de inversión empresarial esté en su nivel más bajo desde el segundo
trimestre de 2020, no es un dato positivo que sí debería llevar a que aquellos economistas
del entorno de Podemos, que están planteando que es el momento de subir mucho el salario
mínimo o de que es el momento de subirles muchos impuestos a las empresas, que esos
economistas se replanteen esas propuestas a la luz de este dato. Porque si la inversión
empresarial no está remontando de manera acelerada, no parece que sea este el mejor
momento para algunos de nosotros nunca lo es. Pero incluso para aquellos que sí puede
serlo en algún momento, no parece que este sea el mejor momento para incrementar los
costes que pesan sobre la inversión empresarial y que podrían, por tanto, lastrar todavía
más esa inversión empresarial. Los datos de crecimiento en los próximos
trimestres, a buen seguro, serán notablemente superiores, notablemente mejores, a los que
acabamos de experimentar. Pero esta revisión de los datos de crecimiento económico acumulado
durante el primer semestre de 2021 que ha publicado hoy el INE, desde luego, es un
mazazo no solo para aquello que creíamos saber, sino también para aquello que cabe
esperar a partir de hoy.