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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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La Unión Europea amenaza con cerrar Twitter por haber emitido la entrevista de Elon Musk
a Donald Trump. ¡Veámoslo!
Este pasado lunes, el empresario y propietario de la red social X, Elon Musk, entrevistó
a través de la red social X al candidato republicano a la presidencia de los Estados
Unidos, Donald Trump. Y como a los burócratas de la Unión Europea no les gustaba que el
contenido de esta entrevista llegara a los oídos de los ciudadanos europeos, no se les
ocurrió nada mejor que hacer que amenazar a Elon Musk con sancionar a X por difundir esa
entrevista. Atención a la carta que publicó el comisario francés de Mercado Interior de
la Unión Europea, Thierry Breton, amenazando directamente a Elon Musk.
Estimado señor Musk, le estoy escribiendo en el contexto de los recientes acontecimientos
de Reino Unido y en relación a la futura difusión a través de su plataforma X de una conversación
en directo entre usted y el candidato a la presidencia de los Estados Unidos que también
resultará accesible para los usuarios de la Unión Europea. Por tanto, aquí ya está
centrando cuál es el foco de preocupación para los burócratas de la Unión Europea.
Que Elon Musk va a entrevistar a Donald Trump a través de Twitter o a través de X y los
usuarios de la Unión Europea van a poder ver esa entrevista.
Siendo como eres la entidad individual que en última instancia controla una plataforma
con más de 300 millones de usuarios en todo el mundo, un tercio de los cuales se hallan
dentro de la Unión Europea, y como plataforma que ha sido designada como plataforma online
de tamaño muy grande, tienes la obligación legal de garantizar que X cumple con las leyes
de la Unión Europea y, más en particular, con la Ley de Servicios Digitales.
Esto significa, esencialmente, por un lado, que la libertad de expresión y de información,
incluyendo la libertad de los medios de comunicación y el pluralismo, están efectivamente protegidos.
Bueno, pues si esto fuera cierto, nada más que decir. Si lo que garantiza la Ley de Servicios
Digitales es la libertad de expresión, la libertad de información, la libertad de los
medios de comunicación para autoorganizarse, pues entonces eso es lo que está haciendo X.
En realidad, eso es lo que está haciendo el perfil de Elon Musk dentro de la red social X,
porque Elon Musk no impide a ningún otro usuario de X que entreviste y emita esa entrevista,
por ejemplo, a Kamala Harris. Por tanto, si esto fuera cierto, nada más que decir. Pero,
por supuesto, Thierry y Breton sí tiene bastante más que decir. Y aquí viene el homoyard. Esto
significa, esencialmente, por un lado, lo que ya hemos visto, y por otro lado, que han de tomarse
todas las medidas proporcionales y efectivas para mitigar la amplificación de contenido dañino en
relación con acontecimientos recientes. Algo que, si no se corrige, podría incrementar el perfil de
riesgo de X y generar efectos nocivos sobre el discurso cívico y la seguridad pública. Como este
contenido relevante es accesible a los usuarios de la Unión Europea y se amplifica dentro de nuestra
jurisdicción, no podemos excluir la posibilidad de que termine teniendo efectos dentro de la Unión
Europea. Por eso vamos a controlar los potenciales riesgos en la Unión Europea que estén vinculados a
la diseminación de contenido que pueda incitar a la violencia, al odio o al racismo de la mano de
grandes acontecimientos políticos o sociales alrededor del mundo, incluyendo debates y
entrevistas dentro de un contexto electoral. Es decir, que si no censuras en la Unión Europea
la entrevista a Donald Trump, o al menos no controlas lo que vaya a decir Donald Trump en esa
entrevista, entonces atente a las consecuencias. ¿Y cuáles pueden ser esas consecuencias? Permítame
aclarar que cualquier efecto negativo derivado del contenido ilegal de X dentro de la Unión Europea
y que pueda ser atribuido a la ineficacia con la que X pone en práctica obligaciones relevantes que
deriven de la ley de servicios digitales, cualquier efecto negativo derivado de esta negligencia,
puede ser relevante dentro del contexto de la investigación que ya se está llevando a cabo
sobre el cumplimiento general, por parte de X, de las leyes de la Unión Europea. Mis servicios
jurídicos y yo mismo vamos a ser extremadamente vigilantes de cualquier evidencia, de cualquier
indicio, que apunte a una ruptura, a un quebranto de la ley de servicios digitales de la Unión Europea
y no nos temblará el pulso a la hora de utilizar todas las herramientas a nuestra disposición, incluyendo
la adopción de medidas cautelares, siempre que de esa manera protejamos, como no, a los
ciudadanos de la Unión Europea de experimentar un daño severo. ¿Y a qué se está refiriendo
veladamente Thierry Breton con esto de que no les temblará el pulso a la hora de aplicar
todas las medidas que estén a su disposición? Pues la ley de servicios digitales de la Unión
Europea habilita a los burócratas de la Unión Europea a sancionar a X, si X no se aviene
a censurar los contenidos que a los burócratas de la Unión Europea les gustaría censurar,
la ley de servicios digitales de la Unión Europea habilita a los burócratas de la Unión
Europea a sancionar a X o con una multa pecuniaria de hasta el 6% de sus ingresos mundiales o, atención,
con la suspensión temporal del servicio de X dentro de la Unión Europea. Cualquiera de
ambas sanciones es muy grave. La primera porque supone un coste económico enorme para X, una
empresa que está en pérdidas y, por tanto, a la que, si le incrementas arbitrariamente con
una sanción por censura, las pérdidas económicas podrías terminar arrastrándola a la bancarrota.
Y la segunda porque, aun cuando esta censura, esta suspensión temporal del servicio se tenga
que instrumentar a través de un procedimiento judicial, en última instancia de lo que estamos
hablando es de clausurar un medio de comunicación o una red social porque no te gusta el contenido
que se expresa libremente a través de ella. Y en este caso, incluso porque el dueño de la
plataforma está entrevistando a un candidato a la presidencia de los Estados Unidos. Que digo yo,
en los medios de comunicación europeos se ha entrevistado a todo tipo de tiranos sanguinarios.
Y se ha permitido que esos tiranos diseminaran su versión de los acontecimientos, diseminaran lo que
era su discurso del odio. Y a la Unión Europea no se le ha ocurrido censurar esas entrevistas.
Porque aun cuando el entrevistado sea despreciable, si un periodista considera que tiene interés
periodístico entrevistarlo, y si los ciudadanos europeos tienen interés en conocer la versión de
ese ser despreciable, aunque sólo sea para comprobar lo trastornado que está, entonces,
desde luego, la Unión Europea no ha de censurar esa entrevista. E históricamente no se han censurado
tales entrevistas. Con lo cual, si no se han censurado entrevistas hechas a tiranos sanguinarios
que legitiman el cercenamiento estructural de los derechos más fundamentales del ser humano,
¿por qué aquí se quiere censurar una entrevista a Donald Trump? Pues no porque se persigan discursos
de odio, sino porque se persiguen visiones ideológicas con la excusa de que se están
persiguiendo discursos de odio. Porque, por tomar un ejemplo reciente muy claro, todos los recientes
discursos, todas las recientes soflamas de Nicolás Maduro, el tirano venezolano, justificando su fraude
electoral, acusando de hecho a la oposición de haber perpetrado fraude electoral y legitimando
la persecución policial de la oposición por acusarles falsamente de estar perpetrando un
fraude electoral, todos esos discursos, todas esas soflamas, las de Maduro y las de todo el
ejército propagandístico de Maduro, se han diseminado también a través de Twitter, a través de X. Y,
sin embargo, la Unión Europea no le ha dicho a Elon Musk, tienes que censurar estas cuentas que
están diseminando propaganda chavista, que se está utilizando para justificar la represión contra la
oposición chavista, que está, además, incitando al odio contra los venezolanos que residen en la
Unión Europea y que hacen la oposición desde la Unión Europea a Maduro. No, la Unión Europea no le ha
reclamado a Elon Musk la censura de ninguno de esos discursos de odio. Y me parece bien que no
lo haya hecho. Pero si no estás reclamando la censura en X de los discursos de odio muy evidentes
del chavismo, ¿cómo puedes estar reclamando la censura de los discursos de odio de Donald Trump?
Pues porque lo que buscas no es acallar de manera generalizada lo que tú llamas discursos de odio.
Lo que buscas es la censura selectiva de ciertas visiones ideológicas que quieres marginar, que
quieres silenciar, con la excusa de que esa censura es para combatir los discursos de odio. Y claro,
si prima facie se está exigiendo que los medios de comunicación que operen dentro de la Unión
Europea censuren a Donald Trump, censuren la visión ideológica de Donald Trump por estar
irremediablemente vinculada a los discursos de odio, ¿cuál será el paso siguiente? ¿Censurar
también las entrevistas a todos aquellos políticos europeos que sean dentro del continente aliados de
Donald Trump o que compartan su discurso ideológico? Si a un medio de comunicación español se le ocurre
entrevistar a Santiago Abascal, ¿ese medio de comunicación español será sancionado o incluso
censurado temporalmente, salvo que controle, salvo que recorte el contenido de la entrevista que le
ha hecho a Santiago Abascal? Es que démonos cuenta de la senda totalitaria del camino de servidumbre por
el que nos quiere hacer transitar la Unión Europea. Con el argumento de defender a los europeos del daño
que puedan experimentar exponiéndose a determinados discursos de odio, lo que quiere hacer la Unión
Europea es acabar con la libertad de los medios de comunicación. Es reimplantar la censura ideológica.
Hace unos días me quejaba en este mismo canal de que el chavismo estaba censurando a Twitter en
Venezuela. Pues bien, la realidad todavía es más dramática. La realidad es que a esos mismos
censores chavistas ya los tenemos dirigiendo la Unión Europea.