This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Pedro Sánchez apoya públicamente a Sergio Massa como nuevo presidente de
Argentina. Pero, ¿qué se esconde realmente detrás de este espaldarazo
político e ideológico de Sánchez a Massa?
Veámoslo.
Ayer el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, decidió apoyar
explícitamente al candidato peronista a la presidencia de la República Argentina,
Sergio Massa.
El próximo día 19 de noviembre se celebrarán unos comicios decisivos en
Argentina. Los votantes argentinos no sólo van a elegir a un nuevo presidente,
sino que van a decidir algo mucho más importante que es el futuro que quieren
para su país. Los dos candidatos en Liza ofrecen opciones profundamente diferentes
entre sí. Sergio Massa representa la apuesta por la convivencia democrática,
por la concordia, y ofrece un proyecto de unidad, de solidaridad, con
oportunidades para todos y para todas. Y en un contexto global complejo, incierto
como el actual, necesitamos fortalecer eso, nuestras democracias, adoptar
políticas que den respuesta a las necesidades de la gente, sobre todo de la
gente más humilde, y seguir por la senda de los avances sociales.
Frente a la estridencia, Sergio Massa representa la tolerancia y el diálogo
para construir eso una Argentina con un desarrollo inclusivo que no deje a
nadie atrás. Por eso, querido Sergio, te envío todo mi apoyo desde España y mis
más sinceros deseos de éxito para las próximas elecciones del 19 de noviembre.
Suerte y a ganar.
Por un lado, no es de extrañar que Pedro Sánchez
apoya al candidato peronista, dado que existe mucha sintonía ideológica entre
el peronismo y el pensamiento de Pedro Sánchez. Él mismo, hace cuatro años, se
encargó de remarcar esta sintonía ideológica ya no con el peronismo, sino
con el kirchnerismo. En febrero de 2020, justo antes de la pandemia, Pedro
Sánchez publicó el siguiente tuit con respecto al gobierno peronista y
kirchnerista de Alberto Fernández.
Fuertes lazos unen España y Argentina, Alberto Fernández.
Ahora ambos gobiernos progresistas compartimos además objetivos como la
acción ante emergencia climática, la lucha por la igualdad real entre hombres
y mujeres o la adaptación al entorno digital. Cuatro años después, 150% de
inflación. Por tanto, y atendiendo a los antecedentes de la propia Argentina,
contar con el sello de aprobación de Pedro Sánchez vale para lo que vale, es
decir, para nada. Hace cuatro años, Pedro Sánchez se alineó con el kirchnerismo y
durante estos cuatro años el kirchnerismo ha destrozado a Argentina.
Ahora Pedro Sánchez se alinea con Sergio Massa y si gobierna, en realidad si
sigue gobernando, porque Sergio Massa ya lleva más de un año como ministro de
Economía, pero si sigue gobernando como presidente de Argentina, seguirá
arruinando a los argentinos. Pero por otro lado, y aunque es comprensible que
Pedro Sánchez se alinee ideológicamente con el peronismo, tampoco
habría que ser ingenuo sobre los motivos de fondo que en estos momentos han
llevado a Pedro Sánchez, antes de las elecciones argentinas, a apoyar
explícitamente, a adherirse explícitamente a la candidatura del
peronista Sergio Massa. Y los motivos reales de este apoyo no tienen nada que
ver con que a Pedro Sánchez le preocupe en absoluto el futuro de los argentinos.
De hecho, si le preocupara lo más mínimo, no habría apoyado a Sergio Massa. La razón
por la que ahora Pedro Sánchez apoya explícitamente a Sergio Massa es por
razones de consumo político interno. Más en particular, la única aritmética
parlamentaria que permite que ahora mismo Pedro Sánchez sea reelegido
presidente del Gobierno de España es una aritmética parlamentaria que pasa no
sólo porque Pedro Sánchez vuelva a incumplir sistemáticamente la palabra
que dio a los españoles antes de las elecciones del pasado mes de julio,
prometió que no habría amnistía en España y ahora mismo tiene que conceder esa amnistía.
El independentismo no pide una reforma del Código Penal. El independentismo lo que pide,
y lo saben ustedes y lo saben uno de ustedes espectadores, es la amnistía. Algo que desde
luego este gobierno no va a aceptar y que desde luego no entra en la legislación ni en la
Constitución española. En nombre de España y en nombre del interés de España en defensa de la
concordia entre españoles, vamos a conceder una amnistía a las personas encauzadas por el
proceso catalán. La amnistía que planteamos es perfectamente legal, es acorde con la Constitución.
Algo que desde luego este gobierno no va a aceptar y que desde luego no entra en la legislación ni
en la Constitución española. Como digo, después de los resultados de las últimas elecciones
generales, para que Pedro Sánchez pueda seguir siendo presidente del Gobierno necesita no sólo
volver a engañar a los españoles. No habrá amnistía, hay amnistía, sino en este caso que el
engaño ataque directamente la línea de flotación de la separación de poderes dentro del Estado
español. Porque la ley de amnistía, tal como analizamos ayer, constituye un ataque directo a
esa separación de poderes. Constituye una invasión de la independencia del Poder Judicial. Y claro,
si tu única opción para seguir al frente del poder consiste en volver a mentir descaradamente
a los ciudadanos españoles y por atacar de frente la separación de poderes del Estado de derecho,
¿cómo puedes articular un discurso en el que estos actos autoritarios tengan cabida y tengan
justificación? Pues planteando una disyuntiva catastrofista muy obvia. O yo, o el caos. O yo,
o la dictadura de ultraderecha. Y es en esa falacia del falso dilema, es en esa disyuntiva
tramposa que utiliza Sánchez para justificar su desvergüenza, mintiendo a los españoles y atacando
el Estado de derecho, donde entra el apoyo a Sergio Massa en Argentina. Porque Pedro Sánchez
quiere incluir, Pedro Sánchez incluye a Javier Milei dentro de ese fenómeno global de ultraderecha
que está avanzando en todas las sociedades. Tan es así que el propio Pedro Sánchez ha nombrado
hoy a Javier Milei en su discurso de investidura. Me refiero como es obvio a las propuestas
reaccionarias que cristalizan en formaciones políticas de ultraderecha que cuestiona la
democracia y también los derechos humanos. Cuando se cuestiona el feminismo se está cuestionando
una causa que evidentemente impacta en los derechos humanos. Por poner solamente ese ejemplo. Propuestas
reaccionarias que descalifican a la ciencia, lo hemos vivido durante la gestión de la pandemia.
Propuestas reaccionarias que niegan la evidencia científica del cambio climático, lo vivimos cada
día, que desprecian la cultura, que atacan al diferente por ser eso, por ser diferente y que
atacan causas tan justas como he dicho antes como el feminismo. Me refiero a ellas y también me
refiero a esas ideas reaccionarias que acaban por parasitar a los partidos de la derecha tradicional,
al partido republicano en Estados Unidos colonizado por el trumpismo, al partido conservador británico
arrastrado por el Brexit y que ahora acabamos de ver vuelven a recuperar a su principal hacedor,
a las corrientes del Partido Popular y Europeo que claudican ante la ultraderecha, a la derecha
tradicional argentina arrollada por el delirante discurso reaccionario de Milei. Este es el dilema
señorías al que se enfrenta el mundo, el dilema al que se enfrenta Europa y es también en consecuencia
la disyuntiva a la que se enfrenta España o la democracia proporciona seguridad o la inseguridad
acabará con la democracia. De hecho es que uno de los dos motivos que ha ofrecido Pedro Sánchez durante
su discurso de investidura para justificar que ahora sí toca la aprobación de una ley de amnistía ha
sido apelando al interés general de que no gobierne la extrema derecha. Y también es una medida que
puede o no ser compartida por muchos ciudadanos, yo soy muy consciente de ello y quiero decirles a
todos ellos y a todas ellas que respeto enormemente sus opiniones y también sus emociones, pero las
circunstancias son las que son y toca hacer de la necesidad de virtud, sí, de la necesidad de virtud
por dos motivos, por dos motivos de interés general, por dos motivos de interés general.
Calmense señorías. Primero para consolidar los avances logrados en estos últimos cuatro años y
seguir avanzando por la senda de la convivencia y del progreso, por eso es necesario que sigamos
gobernando para consolidar todos estos avances cuatro años más, para evitar que España retroceda,
para lograr que nuestro país siga avanzando y que sea bueno pues una inspiración también para otras
muchas sociedades europeas que ven cómo avanza la ola reaccionaria también aupada por el Partido
Popular de esos otros países. Es decir, que el interés general de España consiste en que
siga gobernando él, en que siga gobernando Pedro Sánchez y para poder cumplir con ese interés
general por supuesto que va a estar justificado que Pedro Sánchez nos haya mentido y que ahora
Pedro Sánchez ataque la separación de poderes y el Estado de Derecho, porque más importante que la
verdad o que el Estado de Derecho es que Pedro Sánchez siga en el poder. Y ese es el auténtico
motivo por el que Pedro Sánchez ha apoyado a Sergio Masá como nuevo presidente de Argentina,
porque necesita construir un relato épico según el cual existe una ola reaccionaria global y de
ultraderecha, de la que Javier Milei sería uno de sus representantes terrenales, y frente a ellos
existen líderes políticos progresistas globales como Pedro Sánchez en España o Sergio Masá en
Argentina que están plantándole cara por la democracia y por el progreso a esa ola reaccionaria
global y de ultraderecha. Y así Pedro Sánchez puede justificar internamente su mentira y su
ataque al Estado de Derecho, porque en el fondo con esa mentira y con ese ataque al Estado de
Derecho está salvando la democracia no solo en España, sino en el conjunto del planeta.
Pedro Sánchez no apoya a Sergio Masá porque considere que es un buen gobernante que va a
salvar a los argentinos de la miseria que el propio Sergio Masá ha generado. Pedro Sánchez
no apoya a Sergio Masá porque conozca y suscriba el programa económico de Sergio Masá. Pedro
Sánchez no sabe cuál es el programa económico de Sergio Masá, si es que hay alguien que lo conoce.
Pedro Sánchez está apoyando a Sergio Masá como parte de su escenificación política interna para
salvar sus propias vergüenzas. Pedro Sánchez, por tanto, está instrumentalizando a los argentinos
en su propio provecho. Está subordinando el futuro y el bienestar de los argentinos a su
conveniencia personal, a su propio bienestar político personal. Y por eso Pedro Sánchez
ha entrado en la política argentina del mismo modo en que se ha comportado en la política española.
Mintiendo y embarrando.