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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

¿Cuánto de dinero tienen los españoles? ¿En qué tipo de activos lo han invertido? ¿Cuáles son sus deudas?
¿Se están enriqueciendo con el tiempo o se están empobreciendo?
Veámoslo.
El Banco de España acaba de publicar la encuesta financiera de las familias correspondiente al año 2020.
Se trata de un documento que esta institución únicamente elabora una vez cada tres años
y que nos proporciona la radiografía más actualizada sobre la situación patrimonial de las familias españolas.
Se trata de un documento con una rica base de datos que nos permite conocer cuál es el patrimonio medio y mediano de las familias españolas,
en qué tipo de activos lo tienen invertido, cuáles son sus deudas, etc.
Vamos a analizar algunas de las principales conclusiones de este documento.
En primer lugar, ¿cuál es la riqueza neta mediana de las familias españolas?
Riqueza neta es activos menos deudas, por tanto, no vamos a dar únicamente ahora el dato de activos.
Y riqueza neta mediana no se refiere a la media, sino a aquella riqueza neta que divide la distribución en dos.
Por tanto, no está sesgada al alza por el hecho de que existan patrimonios muy altos, muy elevados, entre las familias más ricas.
Pues bien, ¿cuál es la riqueza neta mediana de las familias españolas?
122.000 euros.
Es decir, si la familia española mediana, la que parte en dos la distribución de la riqueza neta,
liquidara todos sus activos y pagara todas sus deudas, le restarían, en efectivo,
le restaría una cantidad de dinero para sí de 122.000 euros.
Esta cifra es ligeramente superior a la del año 2017, pero sigue por debajo de la del año 2014
y, por supuesto, muy por debajo de las cifras que se alcanzaron en el pico de la burbuja inmobiliaria.
Hay que matizar, por cierto, que todos estos datos están corregidos por inflación.
Si tomamos, en cambio, el dato de riqueza neta media, no mediana,
este dato, obviamente, sí se ve sesgado por el hecho de que hay grandes patrimonios entre las familias más ricas
y nos conduce al resultado de que la riqueza neta mediana de España es de 270.000 euros.
Una riqueza neta mediana que es superior no solo a la del año 2017, sino, en este caso, también a la del año 2014,
aunque, en todo caso, sigue siendo inferior a la del año 2011
y, por supuesto, a la de en años anteriores al pinchazo de la burbuja.
Además, la riqueza neta mediana de los hogares españoles, como es previsible, crece con la edad,
mientras que los hogares más jóvenes, aquellos cuyo cabeza de familia tiene menos de 35 años,
apenas alcanzan una riqueza neta mediana de 24.000 euros,
los hogares cuyo cabeza de familia supera los 65 años, tienen una riqueza neta mediana,
que no media, cercana a los 200.000 euros.
Por su parte, la riqueza bruta media de las familias españolas, es decir, sin deducir, sin sustraer deudas,
la riqueza bruta media de las familias españolas es de casi 305.000 euros
y las deudas, las deudas medias de las familias españolas, alcanzan los 35.000 euros.
Este dato puede parecer evidentemente muy bajo, pero se debe a que muchas familias españolas no tienen deuda
y, por tanto, cuando calculamos la deuda media por familia, esta es muy baja,
aunque pueda ser bastante alta en aquellas familias que, por ejemplo, tienen una hipoteca viva.
Bien, ¿y en qué tipo de activos tienen los hogares españoles esta riqueza bruta,
antes de sustraer las deudas, que no son imputables específicamente a ningún tipo de activo,
quizá con la salvedad de la deuda hipotecaria? ¿En qué tipo de activos han invertido su patrimonio bruto los españoles?
Pues no es ninguna sorpresa decir que el principal activo de las familias españolas es la vivienda principal,
la vivienda en propiedad en la que reside la familia.
Sin embargo, como podemos observar en este gráfico, el porcentaje de familias españolas,
que son propietarias de su vivienda, viene cayendo de manera sistemática desde la anterior crisis económica.
Actualmente no alcanza ni el 74% cuando este porcentaje llegó a superar el 80%.
Aunque en este caso, al igual que sucedía con la riqueza neta mediana,
los porcentajes dependen mucho de la edad del cabeza de familia del hogar.
Ellos, hogares de mayor edad, cuyo cabeza de familia supera los 75 años,
mantienen un porcentaje de propiedad de vivienda principal superior al 80%.
En cambio, y como podemos ver en el gráfico, la vivienda en propiedad se ha desplomado absolutamente entre los jóvenes.
Si durante años anteriores llegó a ser normal que el 70% de las familias encabezadas por una persona de menos de 35 años
fuese propietario de una vivienda, ahora ese porcentaje apenas es del 36%.
El valor mediano de la vivienda principal, por cierto, es de 130.000 euros,
aumenta ligeramente con respecto a años anteriores.
Otro activo muy importante dentro del patrimonio de las familias españolas son otras propiedades inmobiliarias,
como puedan ser segundas viviendas, garajes, trasteros, etc.
El 45% de las familias españolas tiene una segunda propiedad inmobiliaria, segunda, que no principal,
y de nuevo este porcentaje varía mucho según la edad del cabeza de familia.
Las familias de más de 65 años tienen segundas propiedades en más de un 60% de los casos,
en cambio las familias, con menos de 35 años, lo tienen en apenas el 21% de los casos.
Y como digo, se trata de un activo muy importante dentro del patrimonio de las familias españolas.
El valor mediano de estas segundas propiedades es de 93.000 euros.
Recordemos que en el caso de la vivienda principal el valor mediano era de 130.000 euros,
por tanto estamos hablando cuantitativamente de un activo que casi casi alcanza en importancia a la vivienda principal.
Bien, ya hemos mencionado el caso de los activos reales dentro del patrimonio bruto de las familias españolas
y qué ocurre con los activos financieros, con las cuentas corrientes, con las acciones, con los fondos de inversión,
con los fondos de pensiones, con los seguros, pues que cuantitativamente tienen una importancia muy, muy, muy auxiliar.
El valor mediano de los activos financieros entre las familias españolas ni siquiera alcanza los 13.000 euros.
Hay que decir que este dato no obstante puede estar sesgado por lo siguiente.
Prácticamente todas las familias españolas tienen activos financieros,
con lo cual el valor mediano tiene en cuenta familias que prácticamente no tienen activos financieros
o que tienen unos pocos euros en la cuenta corriente, mientras que no todas las familias, por ejemplo, tienen segundas propiedades.
Cuando calculamos el valor mediano, solo lo calculamos con respecto a las que tienen segundas propiedades,
de modo que ese porcentaje de familias que tienen segundas propiedades ya son familias con un determinado nivel patrimonial
y si extraemos la mediana de ese valor patrimonial será una mediana más bien alta,
cuando en el caso de las familias españolas con activos financieros, como son prácticamente todas, el 99%,
la mediana tenderá a incluir a familias que apenas tienen patrimonio.
De hecho, si calculamos el valor medio de los activos financieros, no el mediano sino el medio,
este ya se incrementa hasta los 63.000 euros.
¿Y en qué tipo de activos financieros invierten los españoles?
Bueno, el 96% de las familias españolas tiene obviamente una cuenta corriente,
como puta, claro, como activo financiero, y el valor mediano del saldo en esta cuenta corriente no alcanza los 7.000 euros.
El saldo medio, como en el caso anterior, es apreciablemente más alto,
estamos hablando de 22.000 euros de saldo en cuenta corriente.
¿Y qué más activos financieros tienen las familias españolas de manera más o menos general?
Pues hasta aquí, no pensemos que tienen mucho más.
Por ejemplo, el porcentaje de familias españolas que tienen acciones cotizadas apenas alcanza el 12%,
y eso que estamos en máximos históricos.
Y el valor medio, que ni siquiera mediano, el medio de las acciones cotizadas
que tiene este reducido porcentaje de familias españolas apenas es de 6.500 euros.
Y alguien podrá pensar, bueno, los españoles no invierten directamente en acciones cotizadas
porque lo hacen a través de un instrumento de inversión colectiva especialmente cualificado para ello,
que son los fondos de inversión.
Y ciertamente si miramos cuál es el valor mediano de la riqueza que los españoles tienen en fondos de inversión
parece que es así, porque el valor mediano de la riqueza en fondos de inversión es de 25.000 euros.
El problema es que sólo el 8,5% de las familias españolas invierten en fondos de inversión.
De nuevo, en máximos históricos.
La cosa mejora algo cuando analizamos cuántas familias españolas tienen planes de pensiones o seguros de vida.
En este caso, el porcentaje alcanza casi el 30%.
Sin embargo, el valor medio de este activo apenas llega a los 9.000 euros.
Por tanto, tampoco es que sea un activo patrimonial de carácter financiero muy importante dentro de la riqueza de las familias españolas.
De hecho, y por hacer una comparativa, hay muchísimos más hogares españoles que tienen un automóvil en propiedad,
más del 70% de las familias españolas, y el valor mediano de estos automóviles en propiedad supera los 7.000 euros.
Es decir, que no sólo más familias españolas invierten en automóviles que en activos financieros,
sino que el valor de lo invertido es bastante similar.
El 75% de las familias tiene un automóvil que tiene un valor parecido a las acciones que poseen el 12% de las familias españolas que invierten en bolsa.
En definitiva, qué conclusiones podemos extraer de la encuesta financiera de las familias elaborada por el Banco de España y correspondiente al año 2020.
En primer lugar, la riqueza neta de las familias ha aumentado en 2020 con respecto a 2017,
pero sigue estando muy por detrás de la riqueza neta que se alcanzó antes del pinchazo de la burbuja.
En segundo lugar, hay importantes disparidades en la riqueza neta en función de la edad.
Los hogares más provectos tienen una riqueza neta muy superior a la de los hogares más jóvenes.
En gran medida, porque esos hogares siguen siendo propietarios de vivienda,
mientras que los hogares más jóvenes no están accediendo a la vivienda en propiedad.
De hecho, el porcentaje de jóvenes que son propietarios de una vivienda se ha desplomado durante la última década.
En tercer lugar, y ligado con lo anterior, las familias españolas tienden a concentrar,
casi podríamos decir sobreconcentrar, su patrimonio en activos inmobiliarios.
Prácticamente todo el ahorro de las familias españolas se dirige a comprar la vivienda principal,
pero no solo la vivienda principal, sino también otras propiedades inmobiliarias.
Y en cuarto lugar, y derivado de lo anterior, el ahorro de las familias españolas volcado a adquirir activos financieros es muy reducido.
Muy pocas familias españolas invierten específicamente en activos financieros,
y las que invierten tampoco invierten grandes cantidades con la excepción de los muy altos patrimonios.
Por consiguiente, nuestro país no solo necesita dejar de empobrecer a las familias españolas
con impuestos sangrantes que les impiden ahorrar o con regulaciones descabelladas
que les impiden acceder a la propiedad de una vivienda, sino que nuestro país también necesita mucha más cultura financiera.