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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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¿El Partido Popular revalida su mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de Galicia?
¿Quiénes han sido los ganadores y, sobre todo, los perdedores de estos comicios?
¡Veámoslo!
Ayer se celebraron elecciones autonómicas en Galicia, y el reparto de los 75 diputados
del Parlamento Autonómico fue el siguiente. 40 diputados para el Partido Popular, que
revalidó la mayoría absoluta, 25 diputados para el VNG, para el bloque nacionalista gallego,
9 diputados para el Partido Socialista en Galicia y, finalmente, un diputado para
democracia urensana. ¿Quiénes son los ganadores de estos comicios? Pues, en primer lugar y de
manera muy obvia, el Partido Popular, que, como ya hemos indicado, revalidó su mayoría absoluta.
Es verdad que, a falta de tener en cuenta el voto exterior, el PP ha perdido por ahora dos
diputados respecto a las últimas elecciones de 2020, pero aún así se mantiene dos diputados por
encima de la mayoría absoluta y, por tanto, por quintas elecciones consecutivas, llevamos así desde
el año 2009, consigue una nueva mayoría absoluta que le asegura el control de la Junta de Galicia.
En segundo lugar, y vinculado con lo anterior, también se puede considerar ganador de estas
elecciones a Alberto Núñez Feijó. Después de haber fracasado a la hora de convertirse en presidente
del Gobierno de España en las elecciones del pasado 23 de julio, su liderazgo, especialmente
en su tierra, en Galicia, en la región cuya presidencia había abandonado para disputarle
la presidencia del Gobierno de España a Pedro Sánchez, resultaba crucial para atestar si Feijó,
si el Partido Popular de Feijó seguía teniendo tirón entre sus votantes habituales. Y, en general,
la respuesta, al menos en Galicia, ha sido que sí. En el año 2020, el Partido Popular de Galicia,
con Alberto Núñez Feijó como candidato, logró el 47,9% de los votos. En estas elecciones,
sin Alberto Núñez Feijó como candidato, sino con Alfonso Rueda, ha conseguido el 47,4%. Se trata
de una caída de medio punto, de 0,6 puntos, que no es especialmente significativa, sobre todo teniendo
en cuenta que la participación ha aumentado en más de 10 puntos. De ahí que el PP haya logrado
un mayor número de votos en estas elecciones autonómicas de 2024, 700.000 votos, que los que
logró en las elecciones autonómicas de 2020, 627.000 votos. Por tanto, de momento, Feijó conserva
su silla al frente de la presidencia del Partido Popular y tendrá, previsiblemente,
una nueva oportunidad para competir en unas nuevas elecciones generales, cuando se celebren,
que pueden ser a corto plazo o dentro de cuatro años, con Pedro Sánchez del Partido Socialista.
Salvo que hubiese un descalabro en las venideras elecciones europeas, el terreno electoral hasta
las próximas elecciones generales parece bastante despejado para Alberto Núñez Feijó después de
amarrar su comunidad autónoma, de amarrar el gobierno, con mayoría absoluta, de Galicia.
Y los terceros ganadores de la jornada electoral, sin ninguna duda, son el bloque nacionalista
galego, cuya representación parlamentaria aumentó en seis diputados. Pasaron de 19 diputados en las
elecciones autonómicas de 2020 a 25 diputados en estas elecciones autonómicas. Se convierten,
además, indiscutiblemente, en la cabeza de la oposición en Galicia y en la única alternativa
aparente viable a medio plazo para reemplazar al Partido Popular al frente de la Junta de Galicia.
Salvo que el panorama político gallego cambie en los próximos años, ahora mismo o gobierna
el Partido Popular o gobierna el bloque nacionalista galego. No hay ninguna otra alternativa. ¿Y por qué
digo que no hay ninguna otra alternativa? Pues aquí entramos en el apartado de perdedores. El
primer perdedor obvio en estas elecciones autonómicas ha sido el Partido Socialista de Galicia,
que no solo se ha dejado 5 diputados en el Parlamento Autonómico, ha pasado de 14 diputados
a meramente 9, sino que el porcentaje de votos que ha cosechado en estas elecciones es irrisorio.
Apenas el 14% de los votos fueron a parar al Partido Socialista de Galicia, de manera que
la brecha con el bloque nacionalista galego se ensanchó enormemente. Fijémonos en esto,
en las elecciones del año 2020, que ya fueron malas para el Partido Socialista,
el bloque nacionalista galego obtuvo 4,5 puntos más que el Partido Socialista. El
vénega tuvo el 23,7% de los votos, 23,8%, y el Partido Socialista el 19,4%. Bueno, 4 puntos,
4,5 puntos es una distancia importante, pero no insalvable. Es decir que en el año 2020 no
estaba muy claro cuál de ambos partidos era realmente el líder de la oposición y la
potencial alternativa a un gobierno del Partido Popular. Pero es que en estos comicios el vénega
ha cosechado el 31,5% de los votos y el Partido Socialista el 14%. Es decir,
que hemos pasado de una distancia de 4,5 puntos a una de 17,5 puntos. Son los peores resultados
del Partido Socialista en Galicia desde el año 1981, es decir, desde hace más de cuatro décadas.
Los votos del vénega más que duplican a los del PSOE, de tal manera que, al menos de momento
y previsiblemente por muchos años, el Partido Socialista de Galicia, a lo máximo, a lo que
puede aspirar, es a ser la comparsa del vénega del bloque nacionalista galego en el Gobierno de
la Junta. Y los siguientes perdedores claramente son los partidos a la izquierda del PSOE. Llámese
Podemos o llámese SUMAR. En las elecciones del año 2020, Podemos obtuvo casi el 4% de los votos,
más de 50.000 sufragios. En estas elecciones, sin embargo, agregando a SUMAR y a Podemos,
apenas superan el umbral del 2% de los votos. Es decir, que su porcentaje de votos ha caído
prácticamente a la mitad. A pesar del aumento de la participación, SUMAR únicamente recoge
28.100 votos. Y Podemos, atención, 3.800. 3.800 votos significa que les han votado poco más que
los militantes y los familiares de los militantes, sí, eso. Para que os hagáis una idea, el Partido
Animalista PACMA ha conseguido 5.300 votos, es decir, que han quedado por delante de Podemos
en las elecciones de Galicia. Sea como fuere, entre SUMAR y Podemos, 32.000 votos. Cuando hace
cuatro años con menor participación, con bastante menos votantes en conjunto, Podemos consiguió
superar los 50.000 votos. Además, se trata de un pinchazo especialmente humillante, el de la
izquierda a la izquierda del PSOE, porque no olvidemos que Yolanda Díaz, líder actual de
ese espacio político, es gallega. Y no solo es que sea gallega, es que gran parte de su vida
política la ha desarrollado en la política gallega, tanto en ayuntamientos como en el
propio Parlamento de Galicia. Por tanto, no es una gallega desconocida en Galicia,
es una gallega perfectamente conocida y reconocida en Galicia, y quizá de ahí los resultados.
Tercer perdedor de estas elecciones, en función de lo que hemos señalado, es obvio que el gobierno
de coalición de España. El gobierno de coalición de España está conformado por el PSOE y por SUMAR.
¿Cuál ha sido la representación que han conseguido PSOE y SUMAR en el Parlamento de Galicia?
9 diputados del PSOE más 0 de SUMAR, 9 en conjunto, 9 diputados sobre 75, o apenas el 16% de todos los
votos emitidos. Por tanto, por mucho que sean unos comicios autonómicos, que lo son, la trascendencia
nacional que tienen estos resultados no apuntala precisamente la popularidad de ese gobierno de
coalición PSOE-SUMAR. De la misma manera que si el PP hubiese obtenido unos malos resultados,
se habría hecho, como tendría que haberse hecho, la lectura de que el liderazgo de Alberto Núñez Eijó
estaría muy discutido, con estos pésimos resultados tanto del PSOE como de SUMAR,
el liderazgo de Pedro Sánchez y de Yolanda Díaz, a pesar de que sigan en el gobierno con
una frágil mayoría parlamentaria, ese liderazgo también está claramente en cuestión.
¿Cuartos perdedores de la jornada electoral de ayer? Pues en este caso no en la izquierda,
sino en la derecha. Vox. Vox, que no lo olvidemos, es un partido que aspira a ser a alternativa no
ya al PSOE, sino al Partido Popular. No solo siguió sin conseguir representación en el Parlamento
Gallego, cero diputados, sino que además clavó, prácticamente clavó, el mismo porcentaje de voto
que en las anteriores elecciones autonómicas. En las elecciones autonómicas de 2020 consiguió
el 2% de los votos, ahora el 2,2% de los votos. No es que haya habido una desbandada de votantes
desde Vox, de hecho en términos absolutos aumentan en 6.000 votos, pero desde luego se trata de unos
porcentajes ridículos, 2%, 2,2% para un partido que aspira a ser alternativa de gobierno y a
comerse al Partido Popular. Si los resultados de Vox en las últimas elecciones generales del 23 de
julio fueron decepcionantes, tanto en caída de votos como en caída de diputados, no parece que
estos resultados de Galicia insuflen muy buenas perspectivas electorales. Vox parece más bien que
está estancado o en caída y le podrán echar las culpas, como se las echa también por cierto Podemos,
a una conspiración de los medios de comunicación en contra de Vox. Pero aún cuando ese sea el caso,
lo cierto es que su proyecto político no termina de arrancar y como mucho, de momento al menos,
aspiran a ser una comparsa en el gobierno del Partido Popular. Y en Galicia ni siquiera eso,
en Galicia no existen. Y quinto y último perdedor de esta jornada electoral, el CIS,
el Centro de Investigaciones Sociológicas o, habría que rebautizarlo, el Centro de Propaganda
Sanchista. El último barómetro electoral respecto a los resultados esperables de estas elecciones en
Galicia fue el siguiente. Según el CIS, el Partido Popular estaba al borde de perder la mayoría
absoluta porque la mayoría absoluta son 38 diputados y el CIS de José Félix Cezanos pronosticaba
entre 34 y 38 diputados, es decir, que sólo en el mejor de los casos imaginables el PP iba a
conservar la mayoría absoluta. Finalmente, ya sabemos que ha obtenido 40 diputados, es decir,
dos más que el mejor de los escenarios que manejaba el CIS. En segundo lugar, respecto al
venegá, el CIS pronosticaba entre 24 y 31 diputados, finalmente ha logrado 25, es decir,
en la parte más baja de la horquilla. A su vez y para el PSOE estimaban entre 9 y 14 diputados y
finalmente han sido 9, es decir, la parte baja de la horquilla, y para sumar entre 0 y 2 diputados.
Finalmente también ha sido la parte baja de la horquilla 0 diputados. Y asimismo a Vox también
le atribuyó entre 0 y 1 diputados y finalmente, como sabemos, también han sido 0 diputados.
Por tanto, fijaos cómo el CIS se dedicó a subestimar el porcentaje de votos y los diputados
que podía lograr la derecha, el PP. La parte alta de la horquilla del PP, según el CIS,
ha quedado finalmente por debajo del resultado real y, en cambio, se dedicó a exagerar las
opciones de voto y de diputados de los tres partidos de izquierdas. Tanto el venegá,
como el PSOE, como sumar, se han quedado en la parte baja, incluso en la parte más baja,
de la horquilla que estableció el CIS. Y con Vox, en cambio, a pesar de ser un partido de
también tendió a sobreestimar el porcentaje de votos y de representación parlamentaria que
podía conseguir. ¿Y por qué hizo esto el CIS? Pues porque, como digo, el CIS ya no es un centro
de investigaciones sociológicas, sino que es un centro de propaganda política al servicio de Pedro
Sánchez. El objetivo de presentar esta encuesta no era ofrecer una fiel representación de la realidad
demoscópica de Galicia, sino, por un lado, desmovilizar al votante del PP, por otro,
movilizar al votante de la izquierda, ya sea del venegá, ya sea del PSOE o ya sea de sumar,
y, por último, movilizar también al votante de Vox. El mensaje era muy sencillo. El Partido
Popular está al borde de perder la mayoría absoluta en Galicia. De hecho, el escenario central es que
el PP pierda la mayoría absoluta en Galicia. Si todos los votantes de izquierdas van a votar,
si no se quedan en casa, esta vez sí el PP perderá la Xunta de Galicia. Y, con respecto a Vox,
el CIS pretendía transmitir la imagen de que no era voto perdido, de que había una opción real de
que Vox consiguiera representación en el Parlamento de Galicia. Por tanto, que nadie que fuera a votar
a Vox se planteara votar en términos de voto útil al PP, sino que tiraran su voto a la papelera,
votando a Vox y, por tanto, no sumando representación parlamentaria, porque el CIS sabía que Vox no iba
a conseguir representación parlamentaria, pero aún así orientaba a sus votantes a que votaran a
Vox para restar esos votos, efectivamente, del bloque de la derecha. Y hubo, por cierto,
muchos periodistas que fueron víctimas o cómplices de este relato propagandístico. Es decir,
hubo muchos periodistas que se creyeron o que contribuyeron a la campaña de desinformación que
el PP estaba efectivamente al borde de perder la mayoría absoluta y que el bloque de izquierdas
tenía opciones muy serias de conquistar la Xunta. Por ejemplo, aquí una pequeña selección.
¿Hay una expectativa real de cambio? Sí. ¿Esto era imaginable en Galicia hace seis meses,
hace tres meses, hace un mes? No. Y eso indica algo. ¿Y todavía no está perdido? Claro que no,
pero el hecho de que todos coincidamos, que hay expectativa que la mayoría, la mayoría,
digamos que hace un mes esto era impensable, quiere decir que algo, algo se está moviendo.
Elecciones autonómicas adelantadas casi medio año, han pasado tantas cosas desde esa convocatoria
que nunca antes el resultado había estado tan abierto, había sido tan incierto. Pretendía
al PP reforzar el liderazgo de Feijó con este adelanto tras la recuperación de buena parte del
poder autonómico, del poder municipal y tras el traspiés de las generales en las que los populares
no consiguieron conformar una mayoría parlamentaria, pero las cosas no le han salido al PP como las
había imaginado y el ambiente no es el de la victoria indiscutible que ellos mismos habían
pronosticado. Las encuestas que hemos conocido hasta última hora no dudan de la victoria del
candidato popular Alfonso Rueda, pero no está tan claro que pueda revalidar la mayoría absoluta y
puede ir de muy poco. Un puñado de votos traducido en un escaño más o en un escaño menos, así que la
incertidumbre es total y si Rueda se juega a la presidencia, Feijó se juega el poder apuntalar su
liderazgo, así que por primera vez en mucho tiempo no es el candidato en Galicia, pero sobre todo en el
barrecaer el peso de lo que pueda pasar. Y poder convertir a su candidata Ana Pontón, fíjense en el
dato también, en la primera mujer presidenta de la Junta de Galicia. Tatiana Díaz sería la primera
mujer y la primera mujer nacionalista. Primera mujer presidenta y primera vez en 43 años que el
nacionalismo puede liderar la presidencia de la Junta de Galicia. Aquí las sensaciones son muy buenas.
En definitiva, que también la prensa debería reflexionar.