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Esta semana, el vicepresidente segundo del gobierno, Pablo Iglesias, defendió al
Movimiento Ocupa y, por tanto, la ocupación de viviendas desde el Congreso de los Diputados.
Escuchemos sus palabras.
Señoría, el problema de la vivienda en España no es la ocupación. Es el precio de los alquileres,
es la especulación y es que en España, como consecuencia de su acción de gobierno, los
fondos entre son el principal casero.
Pablo Iglesias, en esencia, nos está diciendo que no debemos preocuparnos por la ocupación
de viviendas porque el gran problema del mercado de la vivienda en España son los altos precios
del alquiler debido a que los fondos buitres se han convertido en el principal casero de
España. Este argumento, sin embargo, contiene dos falacias, dos trampas bastante evidentes.
La primera es que los fondos buitres no son los principales caseros de España ni de lejos.
La implicación, la inversión que han efectuado los fondos buitres en el mercado residencial
español, distinto es el mercado de hoteles, el mercado de oficinas, estamos hablando del
mercado residencial español, es meramente anecdótica.
De hecho, la propia Moncloa, propio gobierno de España del que forma parte Pablo Iglesias
como vicepresidente segundo el gobierno, reconoció en el decreto que aprobaba la moratoria de
los alquileres durante el estado de alarma que el principal casero de España son los
particulares. El 85% de las viviendas en alquiler en España notan de prensa de la Moncloa
insisto del gobierno del que forma parte de Pablo Iglesias, el 85% de las viviendas en
alquiler en España son propiedad de particulares y no de grandes tenedores de vivienda, grandes
tenedores de vivienda donde no solo se incluyen los fondos buitres, los fondos buitres son
uno de los posibles grandes tenedores de vivienda pero hay muchos otros, hay particulares que
tienen varias viviendas, hay empresas que se dedican al alquiler y que no son fondos
buitres, etc. Por tanto, la implicación de los fondos buitres en el mercado de la vivienda
es meramente testimonial y eso no explica en absoluto la subida del precio de los alquileres
que hemos experimentado sí en los últimos años. Es la primera falacia de Pablo Iglesias,
una mentira incontestable sobre la que fundamenta una argumentación que sigue siendo falaz.
¿Y por qué es falaz? ¿Por qué es tramposa la argumentación que hace Iglesias? ¿Por
qué cae en lo que conocemos como falacia del falso dilema? La falacia del falso dilema
consiste en plantear que solo existen dos alternativas a la hora de afrontar un problema,
a la hora de tomar una decisión y que, por tanto, tenemos que escoger entre una o la
otra. No se nos permite, por tanto, escoger las dos posibilidades como parte de la decisión
ni tampoco se nos permite escoger otras alternativas que no están contempladas de manera reduccionista
en el enunciado del problema. Por ejemplo, si alguien afirma el paro en España ha aumentado
o por la crisis económica o por el cambio tecnológico que está reemplazando a trabajadores
por máquinas, una de dos tú escoges entre estas dos alternativas. Está cometiendo
una falacia del falso dilema. ¿Por qué? Pues porque, en primer lugar, puede ser que
las dos explicaciones sean ciertas. El paro en España puede estar aumentando tanto por
la crisis económica como por el cambio tecnológico. Pero es que, además, hay otras alternativas
que no están contempladas en el enunciado del problema. Por ejemplo, podría ser que
el paro en España esté aumentando como consecuencia de una mala regulación laboral, con lo cual
limitar las únicas dos posibilidades a la crisis económica o al cambio tecnológico
es tratar de manipular desde el mero enunciado de la problemática a tu interlocutor, es tratar
de colocarle en la posición de tener que escoger entre dos alternativas que no son mutuamente
incompatibles y que, además, no tienen por qué ser las únicas alternativas existentes.
Pues bien, Pablo Iglesias desde el Congreso de los Diputados hizo exactamente esto. Cuando
dijo… Señoría, el problema de la vivienda en
España no es la ocupación, es el precio de los alquileres. En realidad, uno podría
contestarle el problema del mercado de la vivienda, son los altos precios de la alquiler y los
ocupas. No hay ninguna incompatibilidad en que una cosa, los altos precios de la alquiler
sean un problema y que la otra, los ocupas, también lo sean. Uno puede estar sinceramente
inquieto por cómo la escalada de los precios de la alquiler y de los precios de la vivienda
está restando oportunidades para emanciparse a nuestros jóvenes, y a su vez también puede
estar preocupado por cómo el movimiento ocupa está vulnerando los derechos de propiedad
de los españoles y están haciendo la vida imposible a muchas familias. No hay buenas
razones para preocuparse solamente por uno de ellos. Los dos pueden ser auténticos problemas
que debemos solucionar con medidas distintas. En el caso de los altos precios de la vivienda,
la solución pasa por incrementar la oferta de suelo edificable para que se puedan construir
más viviendas allí donde escasean y por tanto los precios de compraventa y de alquiler
bajen. Y en el caso del movimiento ocupa, la solución es evidentemente hacer respetar
las leyes, cumplir con el código penal. Si un grupo de personas hayana o usurpa una vivienda,
ese grupo de personas ha de ser sancionado y la vivienda ha de ser restaurada a su
legítimo propietario. Tampoco incompatibles son estas dos preocupaciones. La preocupación
por los altos precios de la vivienda y la preocupación por el movimiento ocupa, que
en parte el movimiento ocupa puede provocar alzas en los precios de la vivienda. No estoy
diciendo desde luego que sea el principal factor que explica el alza de los precios de
la vivienda en España. Todo lo contrario, los precios de la vivienda en España se han
incrementado muy sustancialmente y lo hemos dicho muchas veces por la restricción política
de la oferta y por el incremento de la demanda de viviendas que se ha producido desde el
año 2013 al calor de la recuperación económica. Pero desde luego, a largo plazo, si el movimiento
ocupa va ganando cada vez más peso en nuestras ciudades, el ánimo inversor a la hora de
construir una vivienda será mucho menor y, por tanto, si se construyen menos viviendas,
si la oferta de vivienda no aumenta tanto como podría aumentar, los precios subirán
más de lo que, alternativamente, habrían subido. Por tanto, uno se puede preocupar
por ambos elementos, se puede preocupar de que se esté conculcando el derecho de propiedad
de muchos españoles, se puede preocupar de que los jóvenes no tengan un acceso fácil
a la vivienda y, de hecho, que se conculque el derecho de propiedad de los españoles
en parte explica y seguirá explicando que algunos españoles tengan un acceso difícil
a la vivienda. Pero ¿por qué desde Podemos caen en una manipulación tan grotesca y evidente?
Primero mintiendo claramente con los datos y después recurriendo torpemente a la falacia
del falso dilema. Pues porque Pablo Iglesias y los principales dirigentes de Podemos, ya
desde antes de fundar Podemos, han promovido activamente la ocupación de viviendas y han
defendido siempre al movimiento Ocupa.
¿Por qué han defendido al movimiento Ocupa? Porque el movimiento Ocupa solivianta el derecho
de propiedad privada y Podemos quiere debilitar socialmente la importancia del derecho de
propiedad privada para así reforzar la legitimidad parasitaria que tiene dentro de nuestras sociedades
el Estado. Cuanto menos valoremos el derecho de propiedad privada como ciudadanos, más
fácil lo tendrá el Estado para crear nuevos impuestos y para machacarnos a regulaciones.
Si la propiedad privada no es defendida por el conjunto de los ciudadanos como una prioridad
social, el Estado puede atracarnos impunemente a manos llenas y como el objetivo de Podemos
es reforzar las prerrogativas que tiene el Estado contra la sociedad civil, es necesario
que mine que socave la legitimidad del derecho de propiedad privada y el movimiento Ocupa
contribuye justamente a hacer eso. Por tanto, como los dirigentes de Podemos desde antes
de que se creara Podemos han querido soliviantar el derecho de propiedad privada y para ello
han defendido tradicionalmente al movimiento Ocupa hoy siguen haciendo exactamente lo mismo.
Pero como hoy están dentro del Gobierno y no pueden hablar a las claras, no pueden promover
a las claras sin ningún tipo de ambigüedad, la ocupación de viviendas, se limitan a tratar
de desviar el foco, tratar de desviar la atención mediática desde los delitos de
agrenamiento o usurpación de viviendas por parte del movimiento Ocupa. Lo que desean
es que el movimiento Ocupa siga funcionando dentro de nuestras sociedades con absoluta
impunidad y que desde el Estado de derecho no se sancione a aquellos que conculcan la
propiedad privada de los españoles. Es esa impunidad la que permite que el movimiento
Ocupa siga avanzando y los derechos de propiedad privada de los españoles sigan siendo atacados.
Por eso, Pablo Iglesias, en lugar de decir desde el Congreso yo apoyo sinceramente la ocupación de
viviendas, algo que como vicepresidente del Gobierno no puede decir, a lo que se dedica es a tratar de
desviar el foco desde el problema cierto que supone el movimiento Ocupa. Lo que nos intenta
trasladar es no nos preocupemos por el movimiento Ocupa, preocupémonos por los altos precios de
la vivienda. Pues no, preocupémonos por ambas cosas, por el movimiento Ocupa y por los altos
precios de la vivienda. Y también preocupémonos por el hecho de que el vicepresidente segundo
del Gobierno sea una persona que legitima la actividad delictiva del movimiento Ocupa,
es decir, que legitima la conculcación absoluta del derecho de propiedad privada de los ciudadanos.