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Delirante entrevista del periodista mexicano Fernando del Río al presidente de Perú, Pedro Castillo.
Este es el resumen que hace el propio periodista de la entrevista.
Hoy te digo que después de haber hecho la entrevista, entiendo por qué no estaba dando entrevistas.
Es un presidente con una muy raquítica capacidad comunicacional.
No es una persona que tenga habilidades para comunicarse clara y efectivamente con la prensa
y al mismo tiempo con los peruanos y peruanas.
¿Por qué dice el periodista Fernando del Río que el presidente Pedro Castillo tiene una raquítica capacidad comunicacional?
En esta delirante entrevista, veámoslo.
Primera entrevista del presidente Perú a no Pedro Castillo a la prensa internacional.
Concretamente al periodista de la CNN Fernando del Río.
Sorprende de entrada que tras más de 6 meses en la presidencia de Perú,
esta sea la primera entrevista a la prensa internacional que concede Pedro Castillo.
Y justamente esta entrevista comienza con esta pregunta. ¿Por qué Pedro Castillo no está dando entrevistas?
Ni a la prensa internacional, ni prácticamente a la prensa nacional.
A ver, dígame algo, porque no es usted muy mediático, no habla mucho con la prensa.
Ha dado, antes de que llegue aquí, dos entrevistas locales.
Esta es la primera que le da a usted a un medi internacional.
¿Por qué?
Sí, la diga en la campaña.
Bueno, pero ya como presidente.
Sí, ya como presidente, sí de la primera vez.
Si no le gusta hablar con la prensa, no le dejan hablar con la prensa.
¿Por qué no me gusta hablar con la prensa?
A mí me gusta hablar con el pueblo. Siempre hablo todos los días con el pueblo.
Hablo con los niños, hablo con los gobernadores, hablo con los alcaldes.
Sí, pero la prensa es una cosa.
Sí, pero me ha dado el tiempo.
Tengo las razones porque no le he dado.
Pero ya estamos en la campaña.
¿Cuáles son las razones? Dígame.
Una de ellas es de quién sabe por uno de los maltratos que tuve durante la campaña.
Ahora tengo que salir a hablar y la estoy haciendo.
Es decir, que como durante la campaña electoral, la prensa no le trató tan bien
como a él lo hubiese gustado que le trataran,
ahora se sustrae de su obligación como presidente
de ser fiscalizado por los medios de comunicación
y castiga a esos medios de comunicación con el silencio.
Si no me tratáis bien como candidato,
no os voy a atender como presidente.
¿La prensa no me trató en la campaña?
El pueblo lo sabe.
Pero yo no, dígame.
Sí, puede ser eso.
Pero acá la prensa hizo su papel porque tenían una agenda.
Pero ya saben, ahora soy el presidente de dos luperuanos
y estoy dispuesto a hablar no solamente con la prensa nacional,
sino también con la prensa internacional.
Y esto es una muestra.
Acaba de decir que apenas ha hablado con la prensa como presidente
porque lo maltrataron como candidato
y acto seguido dice que ahora como presidente
está dispuesto a hablar con todo el mundo también con la prensa
y que de hecho ha hablado con la prensa.
Hombre, si en seis meses has dado dos entrevistas locales
y una entrevista internacional
y has justificado que no has dado entrevistas
como represalia por el maltrato que sufriste como candidato,
pues no parece que como presidente
este es muy dispuesto a hablar con la prensa.
La cuestión es ¿por qué no está dispuesto a hablar con la prensa?
Si porque quiere castigar a la prensa,
que puede ser o quizá porque no sea muy hábil
a la hora de someterse a las preguntas de la prensa.
Veamos justamente cómo reacciona Pedro Castillo
al resumen que le confecciona el periodista Fernando del Río
sobre todos los escándalos que ha vivido como presidente
durante apenas seis meses de mandato.
Esta apertura de la prensa es muy importante.
No están las mejores condiciones
y le voy a leer sólo para nuestra prensa internacional rápidamente.
Algunas de las controversias actuales.
Interferencia, presunta interferencia
en ascensos de las fuerzas armadas.
Hoy el diario de comercio también trae una presunta interferencia
pero en la Policía Nacional,
en donde lo estarían involucrando.
Por eso digo presuntas.
Ministros cuestionados,
20.000 dólares encontrados en uno de los baños del palacio,
pero aquí en palacio 20.000 dólares al señor Pacheco.
Reuniones clandestinas dicen presuntas en Breña.
Esa es otra.
Licitación sospechosa de Petro Perú.
60% de desaprobación según IPSOS.
Un intento de vacancia por incapacidad moral permanente fallido.
Presuntos vínculos con el Movadeff,
que es el brazo político de sendero luminoso,
entre otras cosas.
Pero yo todo esto le pregunto, usted se ve terminando su mandato.
Usted cree que va a terminar.
Usted lo ha dicho, son sospechas.
Pero en seis meses, Presidente, esto es demasiado, en seis meses.
Han pasado cosas horribles durante 200 años,
mi estimado Fernando.
Atención, escándalo, tras escándalo, tras escándalo,
y lo mejor que tenemos que decir es que durante 200 años
han pasado cosas horribles en el Perú
y por tanto todo esto se reduce a una anécdota.
O que hay que darle tanta importancia.
Castillo, por supuesto, dice que es inocente de todos los cargos
e incluso se atreve a afirmar que estos cargos,
que estas acusaciones pueden ser una oportunidad
para incrementar la fortaleza de su gobierno.
Yo le voy a ver por el otro lado, que si hay sospechas de esto,
para mí, créame que para mí es una posibilidad
de hacerme entender o verme como gobierno,
que no soy uno más de los que han venido a este país
a conducir su destino.
Yo la voy a como una fortaleza para que bien que me digan eso
para prevenirme, porque yo no las ha asumido.
Pero como a continuación le indica al periodista Fernando del Río,
si bien de momento todos son acusaciones
y todavía no se ha sustanciado nada en condenas,
si hay en todas esas acusaciones una cierta línea de continuidad,
más allá de la posible corrupción,
existe una línea de continuidad de cercanía
hacia movimientos de extrema a izquierda
que han practicado, que han apoyado el terrorismo en el Perú.
A ver, y usted me ha dicho dentro de todo esto que son presuntos,
pero, honestamente, presidente,
yo podría decirle que aquí veo un patrón,
un patrón que es responsabilidad suya.
Le voy a decirle a quién me refiero, brevemente,
porque tengo que traer los nombres.
El nombramiento de Guido Bellido,
fue una de las primeras controversias,
lo nombró a pesar de que afrontaba investigación por presunto delito de la apología,
usted lo sabe, del terrorismo, apología del terrorismo,
cuestionado por presuntos de los concederos luminosos, en fin.
Después viene el 30 de julio,
cuando iba a hacer nombramiento del gabinete,
se retrasan tres horas, acaba haciendo un nombramiento,
pero no completo, entonces quedan las carteras de economía
de la policía de vacantes.
Después viene Héctor Béjar,
juro como ministro de Racciones Exteriores,
se convierte en el primer integrante de su equipo en abandonar el cargo,
antes de cumplir un mes.
Él dijo que la marina,
la marina era la que había iniciado en terrorismo en el Perú.
¿Sabes mi estimado, Fernando?
Espera, mi estimado acabó.
Luego viene Iber Maraví,
ministro del trabajo,
también por presunto delito de los concederos luminosos, etc.
¿Por qué me puedo seguir con una lista de nombramientos
de personas que no están?
Pero eso no es nada,
¿por qué las también me dijeron terruco?
Que no es nada nombrar a ministros
y a un primer ministro
que están investigados por sus vínculos con el terrorismo,
que han hecho apología del terrorismo,
eso no es nada,
eso es algo irrelevante,
es algo que no debe tenerse en cuenta,
no habría sido más prudente que Pedro Castillo
se abstuviera de efectuar esos nombramientos,
que luego han tenido que dimitir por algo
que el propio Pedro Castillo ya sabía o debía saber.
¿Esos son nombramientos,
que tienen un récord ante la justicia,
así investigados, presidente?
Usted no, de usted lo dice bien,
puede decir lo que sea, pero no hay un registro.
Esta gente sí, ¿por qué mete esta gente?
¿Pero a su parte atraer a estos personajes,
a su gabinete, a su círculo cercano? ¿Por qué?
Son gente que juraron, no para hacer lo que hicieron,
son gente que juraron conmigo para ser un hijo del país.
A ver, pues a que vuela terrorismo en Perú
debería estar lejos de la presidencia, ¿no?
Por supuesto, yo soy una persona convencida
y he luchado contra el terrorismo
como rondero y la sigo haciendo
y como presidente voy a seguir batallando en contra el terrorismo,
voy a seguir batallando
y voy a seguir luchando para que no solamente
es el terrorismo de antaño, sino el terrorismo
que se presente, ¿no?
Y esa lucha no le permitiría
vincularse con gente que hay sospecha.
¿Por qué los trae a su gabinete? ¿Por qué los acerca?
¿Por qué se permite el riesgo
de que lo acerquen más a usted al terrorismo
trayendo estos personajes?
Pues solo hay dos posibilidades,
o sabía que estas personas estaban vinculadas
con el terrorismo y no le importó
colocar a esas personas dentro de su gabinete
en cuyo caso a Pedro Castillo no le importará tanto
acercarse al entorno del terrorismo
o la otra posibilidad es que no lo supiera,
en cuyo caso sería un incompetente.
Pues bien, parece que Pedro Castillo según el momento
quiere recurrir a ambas justificaciones.
Por un lado nos dice que sí, que ha estado cerca
de gente vinculada a sendero luminoso, al terrorismo,
pero también nos señala que ha estado cerca
de lobistas y corruptos, vaya justificación.
Me ha acercado a terroristas porque también me acerco
a corruptos y a lobistas y que en definitiva
él se acerca a todo el mundo, porque todo el mundo es pueblo.
Pero si en ese momento
han llegado personas, han jurado por el país,
han hecho desde su aporto, desde su experiencia,
han contribuido como ministro y como personas,
están acá, creo que, si ellos estuvieron
en otro espacio, que de repente se equivocaron
y estuvieron en un escenario social, yo los he llamado,
pero nunca las juzgué o las encontré en el camino
que las escuché y que dijeron,
esto tenemos que hacer en el espacio que me corresponde.
Pero yo no lo encontré a estas personas,
yo las encontré en el pueblo y las vi siempre
aportando al país como profesionales, como dirigentes.
Pero he estado en contacto con gente vinculada,
como ha estado en contacto también, que no las ha conocido
con muchos lobistas, con muchos corruptos por diferentes espacios,
con cuantos lobistas, con cuantos miserables,
porque en el término me habré cruzado.
Y por otro lado, intentar argumentar que él no lo sabía,
que él cuando nombró a miembros de su gobierno
que estaban vinculados con el terrorismo,
que en realidad no conocía que estaban siendo investigados
por esta causa y que si lo hubiese sabido,
si hubiese sido suficientemente competente
como para investigarlos y averiguar
que tenían vínculos con el terrorismo,
pues que no los hubiese nombrado.
Imagínese, Fernando, si a mí me hubiese constado
que estos señores están medidos ahí,
yo no las había hecho juzgar.
Ahora se me juzga que fulano de tal
está entrando por tal puerta, por tal...
¿Por qué ingresa? Soy el presidente de todos los peruanos.
Y mañana me juzgan por haberle permitido ingresar
a Fernando Rincon acá, también por eso.
Pues espero que no, no tengo antecedentes, ¿verdad?
Entonces imagínese.
Yo no tengo antecedentes.
Yo no conozco su pasado, cómo se la mía.
No me investigaron por terrorismo, presidente,
ese es lo que le estoy diciendo.
Vamos, que no lo sabía, tampoco lo investigó
y tampoco se preocupó mucho por conocerlo.
¿Y por qué no lo sabía, por qué no lo investigó?
Pues porque no se le había ocurrido en el proceso,
dice, ha pasado por un proceso de aprendizaje.
Y es que Pedro Castillo, él mismo lo reconoce,
no viene aprendido desde casa.
Tiene que aprender durante la presidencia del Perú.
Ahora, escúcheme, yo no fui entrenado para ser presidente.
A mí nadie me puso en un espacio de inducción.
Yo no me fui al exterior,
yo no fui a los Estados Unidos a otro entrenado.
Porque no me presté a eso, yo estoy acá por el país, por el pueblo.
Pero creemos importante que en el camino
también hemos pasado por un proceso de aprendizaje.
Y aquí es cuando llega una de las frases más polémicas de la entrevista.
La frase en la que reconoce que él no tiene información para ser presidente,
pero que la va a adquirir al frente de la presidencia del Perú,
que va a convertir al Perú en su escuela,
es decir, en su campo de experimentación.
Él no está capacitado para ser presidente,
pero aún así va a ejercer como presidente aprendiendo sobre la marcha.
Es que no puede llegar el presidente,
y se lo pregunto porque lo he escuchado en muchas entrevistas recientes,
excusarse diciendo que ha aprendido y que viene aprendiendo
y que ya aprendió.
Y yo le digo, oiga...
No, no, eso no quiere decir que voy a terminar mi gobierno aprendiendo,
yo creo que ya basta de eso.
Yo saludo estos espacios para que...
O sea, ¿el Perú no es su escuela para aprender a ser presidente?
Va a seguir siendo mi escuela.
No me refiero que hay que seguir viendo mi hijo de todos los días.
Pero por mucho que diga, Pedro Castillo,
que él se relaciona con todo el mundo,
con terroristas, con corruptos,
con miserables, con lobistas,
lo cierto es que su primer gabinete estaba sesgado
hacia el entorno del terrorismo de sendero luminoso,
un terrorismo de extrema izquierda.
Una ideología que por cierto es la que comparte el partido
desde el que concurrió a las elecciones presidenciales
Pedro Castillo, el partido de Perú Libre.
De ahí que el periodista Fernando del Río le pregunte a Pedro Castillo
si esa cercanía con sendero luminoso
puede responder a la sintonía ideológica de extrema izquierda.
Es decir, lo que le pregunta Fernando del Río a Pedro Castillo
es cuál es la ideología de Pedro Castillo.
¿De dónde es usted de derecha, de izquierda, de centro?
Yo soy una persona, yo soy un hombre del pueblo
que abraza...
Eso no es una ideología, eso no es una ideología.
El sentimiento...
¿Qué es usted?
Ahora escúcheme.
Ideólicamente...
Ideólicamente soy un provinciano,
soy un maestro andino
que abraza la necesidad de este país.
De ideología provinciano, maestro andino.
Esa es la afinidad ideológica de Pedro Castillo.
Pues bien, como Pedro Castillo no quiere aclarar cuál es su ideología,
cuáles son sus ideas políticas,
Fernando del Río recurre a una estrategia más indirecta,
averiguar con qué regímenes internacionales
se identifica Pedro Castillo.
Si Pedro Castillo se identifica con México,
con Cuba, con Venezuela,
pues más o menos estará clara cuál es su línea ideológica.
Y por eso intenta ese enfoque indirecto.
Me dice usted que sin ningún tipo de ideologías,
pero usted tiene una afinidad con ciertas ideologías.
¿Quiénes fueron los funcionarios, por ejemplo,
que vinieron de gobierno de mi país,
ante Manuel López Obrador?
Pero...
para ver la asesoría económica.
Eso consideraba una injerencia por algunos legisladores.
Es miembro, imagínese.
¿Por qué le pide ayuda o asesoría a un gobierno extranjero?
A ver.
Que también es de la misma línea de izquierda, ¿no?
Es que a mí nadie me puede prohibir que yo tenga...
Nadie se la pueda prohibir.
Nadie, como cualquier otro país que me saluda,
y hablamos de su necesidad de cada país.
¿Por qué no le pide asesoría a Estados Unidos?
¿Por qué no pedirla?
¿Por qué no pedirla?
Pues tú sabrás, el hecho es que no la has pedido,
pero si has pedido la asesoría económica de México.
¿Pero por qué le pidió a México?
Pero como la puedo pedir a cualquier país,
déjenme mañana pedir apoyo también
en el marco de la Alianza del Pacífico.
¿Cómo la puedo pedir también a Estados Unidos?
¿A qué vinieron estos?
Porque México no es un ejemplo económico a nivel mundial.
No, la verdad es que no parece que lo sea.
No es un país bollante, económicamente.
Pero también ellos, como yo fui a México,
ellos también tienen derecho a venir.
Pero a los que menos le pueden dar...
Fíjese que no pedí consejo.
Nos acaba de decir que buscó asesoría económica
con los funcionarios de México,
y ahora dice que no pidió consejo.
Entonces, ¿qué pidió?
¿Asesoría?
Tampoco asesoría.
Es una conversación como la que mantenemos
con mis padres, ¿no?
Pues la verdad es que nos entiende demasiado bien,
quizá es que se entiende todo precisamente
porque Pedro Castillo no quiere que se entienda nada.
Bueno, dado que con México parece que no hay mucha suerte,
vamos a probar a ver si Pedro Castillo
se puede pronunciar sobre Cuba.
¿Qué piensa en Cuba?
¿Cómo de Cuba?
Es una dictadora.
Bueno, a mí me gustaría tener una América Latina, bien unida.
No, no, ¿qué piensa en Cuba?
Por eso lo pienso como un país hermano.
¿Es una dictadora?
Bueno, habrá que preguntarle a los cubanos.
Bueno, es que justamente el problema es ese,
que no se les puede preguntar.
Y si con Cuba no hay manera, probemos con Venezuela.
¿Qué piensa en Venezuela?
¿Qué piensa en Venezuela?
Yo tengo muchos venezolanos acá,
y el problema no es lo venezolano,
el problema son los delincuentes.
Los delincuentes que están en el gobierno,
efectivamente, eso sobre los que no te quieres pronunciar.
¿Pero por qué están acá?
Bueno, porque están acá, porque también hay muchos peruanos
que también viven allá.
Venezuela, el mayor éxodo de población
de toda la historia de Hispanoamérica,
solo comparable con el número de desplazados
de refugiados por la guerra de Siria.
Y dice Pedro Castillo que, bueno,
que de la misma manera que hay venezolanos
que se han ido al Perú,
también hay peruanos que se han ido a Venezuela,
que tampoco hay porque extrañarse,
exclamarse por ese éxodo masivo de ciudadanos.
Pero bueno, si no se exclama por el éxodo masivo
de venezolanos, preguntémosle directamente
a qué presidente reconoce,
si a Nicolás Maduro o a Juan Guaidó.
¿A quién reconoce a Juan Guaidó o a Maduro?
Perdón.
Como presidente de Venezuela.
Bueno, es una pregunta que habrá que responder
en la próxima entrevista.
Si me haces esa pregunta, me enfado,
me levanto y me voy.
Muy presidencial.
Bueno, es una pregunta que habrá que responder
en la próxima entrevista.
No sé cómo me va a dejar con esa.
Es más, si ya se quiere ir, responda a Mesa
y lo dejo.
No se trata de que no vayan.
¿Por qué se tiene que ir?
Aquí me quedo.
Yo no tengo la jeda ocupada.
¿A quién reconoce a Maduro o a Guaidó?
Pero hay que preguntarle a los venezolanos, ¿no?
Precisamente, si ha habido un fraude masivo en las urnas,
el problema es que no se les pregunta.
No, no.
Es igual que usted dijera en el Perú,
¿a quién reconoce como presidente?
¿A quién reconoce a Pedro Castillo?
Entonces, igual.
Es que en el mundo reconoce a Castillo.
En el mundo no reconoce a Maduro.
¿Usted sí lo reconoce?
A Guaidó, le estoy diciendo.
Pero el mundo lo reconoce a ellos.
Yo no me voy a meter en problemas de otros países,
porque no me gustaría que se me están diciendo.
Pero esos países es de la comunidad internacional.
Sí, por eso.
Me tiene que entender eso.
No voy a tener postura en política exterior, por tanto.
Hay que fijar una postura en algunas cosas.
Sí.
Usted no sigue a postura.
Entonces, ¿quién es el presidente de Venezuela?
¿Quién es?
Los que han elegido los venezolanos.
¿Quién es?
Yo pasa por una situación de elección.
Es igual que...
Es una elección con un proceso democrático.
O una elección.
Por eso preguntémosle, preguntémosle a los venezolanos.
El problema de los venezolanos...
Así va a ser su política exterior.
Bien igual.
Así va a ser su política exterior.
Perdón.
¿La política exterior va a ser así?
¿Tibia sin fijar postura?
Nosotros tenemos clara las cosas.
No.
A mí no me ha quedado claro.
De todas las que le he preguntado,
de política exterior no me ha dejado clara ninguna.
Bueno, pues mira,
en eso también queremos importante
que hay que tener una lectura
en el marco de cómo se desarrollan los pueblos.
Que oye, si aún la política exterior
de Pedro Castillo fuera
yo no me voy a entrometer en otros países,
no voy a tener ninguna posición,
porque yo me voy a ocupar únicamente
de los problemas internos,
y me voy a despreocupar del resto del mundo,
pues aún tendría una cierta defensa,
aún tendría un cierto sentido.
El problema es que Pedro Castillo está diciendo
que él no se va a meter
en otros países,
que a él no le interesan los problemas de otros países,
que él solo está concentrado en el caso de Perú,
pero eso no es cierto.
Eso es lo que dice Pedro Castillo
para no tener que revelar
cuál es su ideología,
no tener que revelar cuál es su política exterior.
Y esto se ve claramente
cuando Fernando del Río
le plantea si Pedro Castillo
quiere cederle parte del territorio peruano
a Bolivia,
a Evo Morales,
para que Bolivia pueda tener salida al mar.
Es cierto que allá en Bolivia
usted dijo en un foro
que estaba participando, dijo
mar para Bolivia.
En un evento,
ni siquiera se me pasó por la cabeza,
pero es su clamor de Bolivia.
No, no.
Pero dice que usted es un boliviano.
¿Lo dijo?
Claro que lo dije en ese evento.
Usted sabe que eso lo ven los peruanos
como una traición a la patria.
¿Por qué lo tendría que hacer?
Porque está seguiendo territorio nacional.
Pero no lo he hecho como presidente, lo dije como...
No, pero esa es su idea.
El Pedro Castillo candidato
es una persona distinta al Pedro Castillo presidente.
No sé de qué me sonará aquí en España.
Con toda esta acumulación
de escándalos, no es extraño
que Pedro Castillo tenga
un porcentaje de desaprobación muy alto.
Pero pese a ello,
pese a que Pedro Castillo dice
que está aquí para hacer
realidad los deseos del pueblo,
no parece preocuparle demasiado
que más del 60%
de los peruanos desaprueben
su labor.
Así es.
Y bien orgulloso que estoy
le ha faltado agregar.
No es importante el 60%.
¿Cuánto tiene de progresión el Congreso de la República?
Sí, también están para las patadas.
Pero es el Congreso.
Pero ahora, igual, estábamos en el espacio
de la campaña.
Vamos, que yo soy un desastre,
pero como el Congreso es todavía más desastroso,
entonces yo soy muy bueno.
Oiga, si aunque fuera el 60%
de Lima, es gravísimo
tener un 60% en seis meses,
es decir, acumula
10% mensual de desaprobación
para llegar a un 60%.
¿Usted sabe lo que es eso?
10% mensual de desaprobación
para llegar a un 60 en sólo seis meses.
Le cuento si llega a 10
si seguimos con esa matemática.
No vamos a llegar.
Yo tengo otra lectura, otra realidad.
Se ve que le resulta bastante gracioso
porque, entre risas,
nos dice que tiene otra lectura
que no sabemos exactamente cuál es.
Lo que sí sabemos,
porque nos lo dice a continuación,
es que este 60%
de desaprobación
no le va a quitar el sueño.
A mí no...
¿Cómo se llama?
No me va a quitar la preocupación
que tengo por el país, ¿no?
Pues no lo sé, pero aquí en Esquizá
si les está quitando el sueño
es a ese 60% de peruanos
que desaprogan la labor de Pedro Castillo
apenas seis meses después
de haber accedido al poder.
Y, desde luego, después
de haber visto esta entrevista,
es muy fácil entender por qué.