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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

En muchas ocasiones la polémica sobre si conviene o no conviene subir el
salario mínimo se presenta como un conflicto distributivo entre ricos y
pobres, entre la opulenta clase capitalista y la depauperada clase
proletaria, pero en verdad esta forma de describir el objeto del debate, si
conviene o no conviene subir el salario mínimo y quienes son los beneficiarios y
los perjudicados de esta medida, es una forma tremendamente sesgada e
irreal de describirlo. ¿Por qué razón? Pues por un lado porque no todas las
personas que perciben el salario mínimo necesariamente han de integrar un hogar,
una unidad familiar pobre, en particular puede suceder que haya un
miembro del hogar que esté percibiendo el salario mínimo, que haya otros
miembros del hogar que estén percibiendo remuneraciones por encima del mínimo y
que por tanto los ingresos conjuntos de esa familia estén muy por encima del
umbral de pobreza. De hecho la pobreza en España está mucho más relacionada
con la baja densidad en el empleo, es decir con que miembros de la unidad
familiar o no trabajan o trabajan muy pocas horas que con la generalización
que con la extensión de unidades familiares que trabajan muchas horas a
muy bajos salarios. Y por otro lado también puede suceder que las personas
que tienen que pagar estos incrementados salarios mínimos, es decir los
empresarios, los capitalistas, no sean ricachones a los que le salga el dinero
por las orejas, puede suceder perfectamente que los empresarios afectados
por la subida del salario mínimo sean pequeños empresarios que estén
luchando mes a mes por sacar sus pequeñas compañías adelante y a quienes por
tanto una subida sustancial de sus costes laborales les puede generar un
quebranto económico muy considerable en sus finanzas personales. Pues bien, a vida
cuenta de que no hay ninguna necesidad imperiosa de que las personas que
perciben el salario mínimo integren núcleos familiares pobres ni tampoco las
personas que pagan el salario mínimo sean explotadores, millonarios que pueden
abonar salarios mucho más altos que aquellos que están abonando, conviene
que nos planteemos cuál es la situación real en España. Es decir, las empresas
que están abonando el salario mínimo son grandes empresas que amasan sus
beneficios empresariales, merced a estar pagando muy bajos salarios o en
cambio son pequeñas empresas sin capacidad de crecimiento, sin capacidad de
expansión que precisamente por su baja productividad y por tanto porque están
al límite de su capacidad financiera no pueden pagar salarios sustancialmente
más altos que aquellos que están pagando. Pues bien, si acudimos al
Instituto Nacional de Estadística y más en particular a la encuesta de
población activa, comprobaremos que en España el tipo de empresa que paga
mayoritariamente salarios más bajos son las pymes y más en particular las
micropymes, es decir, aquellas compañías que tienen a menos de diez
personas trabajando en su plantilla. Por el contrario, las grandes empresas,
aquellas que tienen una plantilla de más de 250 trabajadores apenas tienen
empleados que estén cobrando el salario mínimo. En el siguiente gráfico
podemos observar la distribución por deciles salariales de la plantilla de
las micropymes y de las grandes empresas, es decir, si cogemos a todos los
trabajadores españoles y los dividimos en diez grupos de menor a mayor salario
obtendremos, como digo, diez grupos con un salario medio que será creciente, el
salario medio del primer decil se da más bajo, el salario medio del segundo decil
será el segundo más bajo y el salario medio del último decil será el salario
medio más elevado. Y acto seguido, lo que podemos hacer es observar que por
centaje de la plantilla de las micropymes o de las grandes empresas
integra cada uno de esos deciles, de tal manera que conoceremos que porcentaje
de la plantilla de las micropymes está cobrando salarios bajos, que porcentaje de
la plantilla de las grandes empresas está cobrando salarios bajos y también
que porcentaje de micropymes y de grandes empresas de su plantilla están
cobrando salarios altos. Pues bien, en el gráfico es fácil contemplar que las
micropymes están pagando en general salarios mucho más bajos que las grandes
empresas, en particular la mitad de las micropymes paga salarios medios
inferiores a 1500 euros mensuales, mientras que sólo el 18% de las grandes
empresas abonan salarios inferiores a 1500 euros mensuales. Asimismo, el 70% de
las grandes empresas abonan salarios medios superiores a 2.000 euros
mensuales, mientras que sólo el 25% de las micropymes consigue superar
tales salarios medios. En definitiva, en general las micropymes pagan salarios
mucho más bajos que las grandes empresas. Y a partir de aquí ya podemos empezar a
plantearnos, ya podemos empezar a preguntarnos quiénes serían las
empresas más afectadas por una subida del salario mínimo interprofesional.
En particular, y si expresamos el salario mínimo en 12 pagas y no en 14 como
se lo suele presentar habitualmente, tendremos que en el año 2019 el salario
mínimo mensual se incrementó en España desde 858 euros a 1.050 euros y esto a su
vez supuso que el 20% de la plantilla de todas las micropymes se vio afectada
por una subida salarial, mientras que en el caso de las grandes empresas sólo el
3,5% de su plantilla se vio afectada por esta subida salarial del
sueldo del salario mínimo en el año 2019. Pero es que en el año 2020, como he
sabido, el Partido Socialista y Podemos quieren volver a incrementar el salario
mínimo desde 1.050 euros al mes a 1.166 euros mensuales y esto supondría que el
34% de la plantilla de las micropymes se vería afectada por esta subida
salarial, es decir, que un tercio de toda la plantilla de las micropymes
supondría un mayor coste laboral para estas pequeñas empresas. En cambio, la
subida del salario mínimo del año 2020 sólo afectaría al 6% de las grandes
empresas y, por último, al terminar la legislatura el Partido Socialista y
Podemos quieren aumentar el salario mínimo hasta 1.400 euros mensuales y, de
nuevo, esto supondría que el 55% de la plantilla de las micropymes le
resultaría más cara a estas empresas, se vería afectada por la subida del
salario mínimo, mientras que sólo afectaría al 12% de la plantilla de
las grandes empresas. Claramente, por tanto, la subida del salario mínimo a quien
perjudica no es a las muy grandes empresas, a quien perjudica es a las
empresas más pequeñas, aquellas que son menos competitivas y que tienen por
tanto menos capacidad de absorber la subida del salario mínimo. Y, de hecho,
con estas cifras nos da muy fácil entender porque uno de los argumentos
que habitualmente se presenta a favor del salario mínimo, a saber que un aumento
del salario mínimo incrementará el consumo y, con mayor consumo, la economía
irá mejor, es un argumento que no tiene ninguna base, que no tiene ningún
fundamento. Si aumentamos los costes laborales a la mitad de la plantilla de
las pequeñas empresas, sucederán dos cosas, o pueden suceder dos cosas. La
primera es que las pequeñas empresas intenten sobrellevar este muy
importante aumento de sus costes laborales, incrementando el precio de los
productos que venden. La segunda posibilidad es que si no son capaces de
encarecer la mercancía que venden, porque están en un mercado competitivo donde
no tienen margen para incrementar sus precios frente a sus competidores, algunos
de los cuales pueden ser grandes empresas que no se ven afectadas por la
subida del salario mínimo, porque al ser más productivas ya están pagando
salarios mucho más altos de manera sostenible, pues bien, si no pueden
trasladar la subida de sus costes laborales a mayor precio, lo que harán
necesariamente será reducir el tamaño de su plantilla, es decir, costear la
subida salarial impuesta por la ley a costa de despedir gente y de ahorrarse
algún dinero por los menores salarios abonados, mayor precio, mayor salario a
costa de menor cantidad de personas contratadas. Por consiguiente, las
alternativas son dos, o productos más caros o menor plantilla. Si las primers
reducen su plantilla, esto difícilmente se va a trasladar en un aumento del
consumo. Los parados no consumen más que las personas que tienen un empleo, por
tanto, mayores despidos se traducirán en menor consumo y menor consumo se
traducirá también en menores ventas de otras empresas que hasta la fecha
producían y vendían a estos trabajadores que estaban cobrando un
salario cercano al mínimo, pero que al menos cobraban ese salario y podían
consumir. La otra alternativa, como hemos mencionado, es que las primers consigan
sobrellevar el incremento del salario mínimo aumentando los precios de sus
mercancías y, por tanto, pueden pagar mayores costes porque también venden
más caro, pero fijémonos que si las primers se pueden aumentar extensamente
los precios de sus mercancías, aquellas personas que no se hayan visto agraciadas
con una subida del salario mínimo, que seguirá siendo la mayor parte de la
población española, van a ver su poder adquisitivo recortado. Precios más caros
con mismos ingresos, a ellos no se les han subido los salarios, eso significa
menor capacidad de compra. Sí, pagarán precios más altos por las mercancías que
se hayan encarecido, pero como pagan más por esas mercancías y sus ingresos se
mantienen constantes, el dinero que tendrán disponible para comprar otras
mercancías distintas será menor. Por tanto, puede que concentren una mayor
cantidad de su gasto en las mercancías fabricadas por aquellas pymes que se
han visto afectadas por la subida del salario mínimo, pero eso será a costa
de reducir su consumo en otras mercancías distintas y, por tanto, puede que la pime
que ha subido el salario mínimo sea capaz de mantener su plantilla subiendo
precios, pero otras empresas que venderán menos para que el anterior pueda
vender lo mismo más caro, tendrán que ver reducida su plantilla o al menos en
un contexto donde los ingresos totales de la economía, gracias al crecimiento
económico, más o menos aumentan o al menos tendrán que reducir las
contrataciones que habían previsto. Si mis ventas no crecen tanto como pensaba,
obviamente no voy a contratar a tanta gente como había planificado. En
definitiva, subir el salario mínimo a 1.166 euros mensuales o a 1.400
euros mensuales antes, incluso de haber evaluado el impacto que ya habrá
tenido, seguro, la subida del salario mínimo hasta 1.050 euros mensuales, es de
una irresponsabilidad enorme, una irresponsabilidad que dañaría muy
especialmente a las pequeñas empresas españolas, no a las grandes, a las
grandes prácticamente no se las va a tocar, a las pequeñas empresas sí y más
en concreto a las pequeñas empresas de aquellas regiones más pobres de España
donde no va a haber ninguna capacidad para absorber esta subida salarial tan
potente, insisto, va a afectar o puede llegar a afectar al 50% de la plantilla de
las micropymes y por tanto se van a ver abocadas o a reducir esas plantillas o
incluso a cerrar. Ya digo, irresponsabilidad tremenda, que sólo va a dañar más a las
pymes y va, por tanto, a proteger más a las grandes empresas que van a ver como
sus competidores se van reduciendo y no son capaces de salir adelante y que sólo
va a vaciar todavía más a la España vaciada, dado que salarios mínimos mucho
más altos significan menores oportunidades de ganarte la vida con un
pequeño negocio en estos territorios de España. Dos grandes problemas que algunos
ven en nuestra economía, la desaparición del pequeño comercio y el
vaciamiento de ciertas regiones de España, son en realidad dos problemas que
generan esas mismas personas que posteriormente abogan por subidas muy
fuertes del salario mínimo totalmente desligadas de la evolución de la
productividad entre las pymes y en las regiones menos ricas de España.