La izquierda política y mediática española ha vuelto de las vacaciones con las pilas
cargadas de demagogia y de hipocresía. Los ejemplos de Pedro Sánchez y de David Broncano
lo acreditan. Veámoslo.
La izquierda política y mediática española ha regresado de vacaciones cargada de demagogia
y de hipocresía. Y es que no solo retuercen sus argumentos hasta el ridículo para justificar
la rapiña y la servidumbre estatal, sino que, para más INRI, pretenden que esa reducción
hasta el ridículo de sus argumentos no se les aplique a ellos mismos.
Lo dicho, demagogia e hipocresía. Comentemos, si no, dos muy recientes e ilustrativos casos
de esta demagogia y de esta hipocresía de nuestra izquierda política y mediática recién
regresada de vacaciones.
En primer lugar, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, amenazando con sangrar
a impuestos a los ricos españoles. Y escuchemos con qué consignas.
Vamos a proponer y poner en marcha nuevas acciones destinadas a acotar privilegios desproporcionados
que tienen y de la que se benefician ciertas élites de nuestro país. Y vamos a agravar fiscalmente
a quienes ya tienen en el banco suficiente dinero para vivir 100 vidas. Lo haremos, insisto,
no para perjudicar a los millonarios, sino para proteger a las clases medias y trabajadoras
de un sistema que continúa siendo extraordinariamente injusto. Porque, independientemente de lo que
piensen algunos o algunas, España será un país mejor si tiene más automóviles eléctricos,
por cierto, fabricados en España, más autobuses públicos y, por tanto, más transporte público
y menos Lamborghinis.
Más transporte público y menos Lamborghinis. Y la manera de que haya más transporte público
es que haya menos Lamborghinis. Bueno, uno podría replicarle de un modo muy sencillo e inmediato
al presidente del Gobierno preguntándole si España no sería también un país mejor si hubiera
más vuelos comerciales y menos vuelos en Falcon. Porque sí, esta última consigna, la de más vuelos
comerciales y menos Falcon, podrá ser una consigna muy demagógica. Pero, desde luego, no es menos
demagógica que la que está empleando el presidente del Gobierno. Más transporte público y menos
Lamborghinis. No en vano, uno podría argumentar que, gustándonos más o gustándonos menos, los vuelos
en Falcon de Pedro Sánchez tienen una importancia anecdótica dentro del conjunto del gasto público
del Estado español. Por tanto, hacer tanto hincapié en los vuelos en Falcon de Pedro Sánchez no dejaría
de ser un ejercicio de demagogia para desviar el debate de otras partidas presupuestarias de gasto
público que sí son verdaderamente mollares, que sí absorben la mayor parte de los impuestos de los
ciudadanos. Y si bien uno podría argumentar esto, exactamente lo mismo podría argumentarse con
respecto a los ricos que tienen Lamborghinis. Entre el año 2011 y el año 2023 se matricularon en España
menos de 300 Lamborghinis. Una media de 20 Lamborghinis por año. Es decir, de apenas el 0,002% de todas las
matriculaciones de vehículos que se producen cada año en España. Quizá lo del Falcon sea anecdótico,
pero desde luego lo de los Lamborghinis también lo es. Y quien a hierro mata, a hierro muere. Por tanto,
si Pedro Sánchez pretende justificar su sangría fiscal apelando a los Lamborghinis, desde luego,
también cabrá replicarle en contra de su desaforado deseo por dilapidar el dinero público, que sea más austero
y que viaje menos en Falcon. Más vuelos comerciales y menos vuelos en Falcon. Demagogia, sí, pero no menos
demagogia que la que está utilizando Pedro Sánchez para justificar su sablazo tributario. Y si Pedro Sánchez
pretende que esa demagogia que está utilizando no se le vuelva y le golpea a él, entonces es que
Pedro Sánchez no sólo es un demagogo, sino también un profundo hipócrita. Pero no sólo Pedro Sánchez
ha hecho gala de esta demagogia y de esta hipocresía. En el frente mediático de izquierdas
también podemos encontrar a David Broncano, que ha salido a la palestra a justificar su millonario
fichaje por parte de Televisión Española. Broncano se ha mostrado muy indignado con que muchas
personas hayan dicho que los millones que se le entregan a Broncano son millones que no van a parar
a los enfermos de alguna enfermedad. Es decir, que por el hecho de haber contratado a Broncano en
RTVE se han desatendido algunos gastos fundamentales en sanidad o en educación. Escuchemos a Broncano.
Se ha dicho que yo estoy, primero que yo cobro 14 millones de euros al año cuando para nada, o sea,
el problema es que la gente, hay gente que sabe, yo entiendo que parte del público no entiende
cómo funciona un programa de televisión, pero el presupuesto del programa es una cosa y mi sueldo es otra.
Y aparte de eso, se ha dicho que como a mí me pagan lo que me pagan y a nosotros nos pagan lo que no pagan,
no se está tratando, eso evita que se trate a unos enfermos de no sé qué enfermedad, o que no se puede
hacer un colegio no sé dónde, o que no se puede comprar medios para la Guardia Civil.
Y entonces eso es terrible porque es falso de plano, la gente que lo ha dicho y lo ha propagado sabe que es falso,
porque los presupuestos, o sea, Televisión Española tiene un presupuesto cerrado, estanco,
en el que esto no funciona así. Tú no quitas dinero de hospitales para comprar un programa en Televisión Española.
Televisión Española tiene un presupuesto y ese presupuesto lo dedica a lo que considera.
Entonces, el programa nuestro cuesta un dinero, se paga, igual que si hubiesen comprado una serie u otro programa.
Televisión Española tiene un presupuesto cerrado que sale de dónde? Pues sale del mismo sitio que el resto
de partidas presupuestarias, del bolsillo de los contribuyentes. Y desde luego, el dinero que el Estado
gasta en RTVE, y entre ese gasto se encuentra desde luego el programa de Broncano, es un dinero que el Estado
podría haber gastado en otras partidas presupuestarias, como sanidad o educación, o simplemente haberlo
dejado en el bolsillo de los contribuyentes. Eso es así. Y negar que eso es así, es tratar a la gente
de ignorante. Otra cosa muy distinta, y eso sí es cierto, es que si RTVE hubiese dejado de contratar
a Broncano, ese dinero que RTVE no se habría gastado en Broncano, probablemente lo habrían
dilapidado en otro tipo de producciones. Es decir, no es dinero, no son recursos que habrían ido a parar
ni a la sanidad ni a la educación. No sólo eso, aun cuando el gobierno central hubiese reducido la
asignación presupuestaria para RTVE, por ejemplo, como no vais a fichar a Broncano, no necesitáis tanto
dinero y ese dinero os lo dejamos de dar para que nosotros, a través de los presupuestos, lo podamos
destinar a otras finalidades, aunque se hubiese reducido el presupuesto de RTVE y se hubiesen
incrementado los fondos a disposición del Ministerio de Hacienda, muy probablemente ese dinero tampoco
habría ido a parar ni a sanidad ni a educación. No sólo eso, aun cuando ese dinero que se está destinando
a financiar el programa de Broncano hubiese ido a parar a sanidad y educación, muy probablemente no
se habría gastado de una manera que mejorara perceptiblemente la calidad del servicio público
sanitario o del servicio público educativo para nadie. Todo eso es verdad y hasta cierto punto la
queja de Broncano podría ser legítima, salvo, no nos olvidemos, porque son fondos que se sustraen
del contribuyente. Ese dinero donde tendría que estar es en el bolsillo del contribuyente. Pero en
cualquier caso, podríamos pensar que la queja de Broncano está hasta cierto punto justificada.
Pero entonces, estas mismas razones sirven para tumbar ese tan extendido argumento de que cuando
un youtuber se marchaba a Andorra, al dejar de pagar impuestos en España, impedía que se mejorara la
calidad de la educación y de la sanidad de los españoles. Como ya hemos dicho, aunque esos
youtubers pagaran impuestos en España, ese dinero sustraído coactivamente a estos trabajadores no
habría ido a parar ni a la sanidad ni a la educación pública. Pero es que, aun cuando hubiese ido a parar
a la sanidad y a la educación pública, muy probablemente no se habría gastado de una manera
eficiente ni en aquellas partes de la actividad sanitaria y educativa que impactan de manera
directa en la mejoría del servicio para los ciudadanos. Y por tanto, había tanta relación
directa entre el deterioro de la sanidad pública y de la educación pública y los youtubers que se
marchaban a Andorra como lo hay entre el deterioro de la sanidad pública y de la educación pública y el
fichaje de Broncano por parte de RTVE. Y estos argumentos que Broncano considera terribles,
falaces, infundados y tramposos, son, curiosamente, los mismos argumentos que, entre chiste y chiste,
el propio Broncano le arrojó a la cabeza a uno de esos youtubers que se ha marchado a Andorra, a de Grefg.
A toda esta gente que, por un lado, ha dicho, jo, el cabrón de Grefg está generando un dinero y lo
está llevando para los parques y los polideportivos de Andorra, en vez de para los... Fíjate con la
falta que hace ese dinero de allí en Alhama de Murcia para las carreteras de allí.
Con la falta que hace para los polideportivos y las carreteras de Alhama de Murcia, la localidad
en la que nació de Grefg, el dinero que de Grefg está dejando de pagar al fisco español por
marcharse a Andorra. Porque, claro, si de Grefg no se hubiese marchado a Andorra, seguro que se
habrían mejorado los polideportivos y las carreteras de Alhama de Murcia, justamente con
ese dinero, de más, que habría entregado de Grefg al fisco español. Esto no es un argumento terrible,
no es un argumento tramposo, no es un argumento falaz. Esto es algo que, según Broncano, piensa mucha
gente y que él mismo se encargó de trasladarle acríticamente a de Grefg en su programa. Ese
mismo programa que, sin embargo, cuando recibe 14 millones de euros de los presupuestos públicos,
no lo recibe a costa de dejar de financiar ningún servicio estatal.
Exactamente igual que Pedro Sánchez. Primero, demagogia. Como tú te has marchado a Andorra,
en tu ciudad natal no va a haber carreteras y no va a haber polideportivos porque no estás
contribuyendo a las arcas del Estado español. Y luego, hipocresía victimista. No, no, es que si
me dan 14 millones de euros a mí y a mi programa, eso no se detrae de ninguna otra partida presupuestaria.
Dejemos de utilizar estos argumentos tan simplones y falaces y tramposos. Vamos,
que Broncano perfectamente podría haber dicho más broncanos, más transporte público y más
Lamborghinis. Y Pedro Sánchez, bien podría haber dicho, más transporte público y menos broncanos.
Lo dicho, que la izquierda política y mediática española ha regresado de las vacaciones con
las pilas cargadas de demagogia y de hipocresía. Pero afortunadamente muchos de nosotros también
hemos vuelto con las pilas cargadas para recordárselo.