This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Mark Zuckerberg se ha empobrecido en 100 mil millones de dólares durante el último
año. ¿Cómo es eso posible? Veámoslo.
En el vídeo de ayer tratamos de exponer las razones que explican el hundimiento en bolsa
de Facebook o más bien de su matriz Meta. Esta fortísima caída bursátil tiene muchas
implicaciones, pero desde luego una de las más claras, de las más destacadas es el
empobrecimiento relativo de sus accionistas y sobre todo en términos absolutos de sus
principales accionistas. Y a este respecto, el principal accionista de Facebook, con un
13,6% del conjunto de acciones de la compañía, es su fundador Mark Zuckerberg.
A principios de septiembre del año pasado, la fortuna personal de Zuckerberg alcanzaba
rozaba los 140 mil millones de dólares. En la actualidad ni siquiera llega a los 40
mil millones de dólares. Dicho de otra manera, en poco más de un año, en un año y un par
de meses, Zuckerberg ha perdido la friolera de 100 mil millones de dólares.
En el siguiente gráfico podéis observar la evolución histórica de la fortuna personal
de Zuckerberg y podremos comprobar cómo en estos momentos se hallan no solo en el nivel
más bajo desde septiembre del año 2015, es decir, en los últimos siete años, sino
sobre todo que la tendencia durante el último año es especialmente preocupante.
Huelga decir que la evolución de la fortuna personal de Zuckerberg mimetiza la evolución
del precio de las acciones de Facebook. Si Zuckerberg se ha empobrecido tanto durante
el último año, es porque las acciones de Facebook de Meta han bajado otro tanto durante
el último año. Pero justamente esto es una cuestión que muchas personas siguen sin
entender y que es importante enfatizar. Cuando decimos que un multimillonario tiene tantas
decenas de miles de millones de dólares, en realidad no estamos diciendo que todo
ese dinero lo posea en liquidez, que lo tenga aparcado en la cuenta corriente o en letras
del tesoro de una manera muy segura y de la que pueda echar mano en cualquier momento,
en cualquier cantidad cuando lo desee. Cuando decimos que Amancio Ortega, que Jeff Bezos,
que Elon Musk poseen tantas decenas de miles de millones de dólares, lo que estamos en
realidad diciendo es que el paquete accionarial del que son dueños en alguna o algunas empresas
vale tanto. La práctica totalidad de la fortuna personal de todos los mil millonarios está
en activos no líquidos, en inversiones, en activos que no son dinero, lo cual tampoco
significa que anden cortos de dinero. Por supuesto, tendrán cuentas corrientes muchísimo
más avultadas que las de cualquier otro ciudadano. Sin embargo, como digo, la práctica totalidad
de su patrimonio no está en dinero, está sobre todo en participaciones accionariales
dentro de una o de varias empresas. Elon Musk es la persona más rica del mundo porque
posee un paquete accionarial muy importante en Tesla y ahora también en Twitter. Jeff
Bezos es muy rico porque posee un importante paquete accionarial dentro de Amazon. Amancio
Ortega es muy rico porque posee un importante paquete accionarial dentro de Inditex y también
porque con el tiempo ha ido construyendo una importante cartera de bienes raíces, de inmuebles,
pero desde luego no dinero. Y esto tiene varias implicaciones importantes. La más inmediata
y quizá la más superficial es que las fortunas personales pueden crecer muy rápido pero también
pueden desmoronarse muy rápido. Lo hemos visto en el caso de Zuckerberg. En un año
su fortuna personal ha pasado de 140.000 millones de dólares a menos de 40.000 millones de
dólares. Como Zuckerberg posee el 13,6% de Facebook y el valor de la compañía de Meta
se ha desmoronado en 750.000 millones de dólares, pues si posees el 13,6% de algo que vale 750.000
millones de dólares menos, tu fortuna personal ha caído en 100.000 millones de dólares.
¿Y acaso los haya que intenten argumentar que en realidad en el fondo Zuckerberg no
ha perdido nada porque no ha vendido sus acciones sobre Meta y por tanto no ha realizado pérdidas?
¿Son pérdidas potenciales? Sí, pero de la misma manera que el valor de las acciones
de Meta se ha desmoronado, quizá en el futuro vuelva a subir y por tanto Zuckerberg recupere
su fortuna, lo cual podría ser un argumento perfectamente válido si también se aplicara
a la inversa. Es decir, si cuando leyéramos titulares de prensa como que 2.000 personas
poseen más riqueza que 4.600 millones de personas, nos dijeran que la riqueza de esas
2.000 personas en realidad es una riqueza potencialmente vaporosa, que hoy es muy alta
pero quizá mañana sea muy baja, entonces el argumento sería válido. Es verdad que
la fortuna de Zuckerberg ha caído mucho pero quizá vuelva a subir. Por desgracia esto no
se suele dar así, cuando nos hablan de la enorme fortuna que tienen o que han ganado
los muy ricos, nos venden que esa fortuna prácticamente ya es un mínimo consolidado,
que a partir de ahí se pueden seguir enriqueciendo pero nunca retroceder. Ahora, cuando nos encontramos
con fortísimas caídas de la fortuna personal de algunos ricos como el caso de Zuckerberg,
rápidamente se intenta argumentar que no hemos de sacar conclusiones precipitadas,
que esto es una caída temporal pero que puede remontar. Sí, de la misma manera que las fortunas
altas se pueden hundir permanentemente y eso no se suele mencionar cuando se hacen comparativas
internacionales de riqueza. La segunda implicación muy vinculada con la anterior es que muchas
veces cuando se hacen estas comparativas internacionales de riqueza, 2.000 personas
son más ricas que 4.600 millones de personas, se suele dar a entender que si redistribuyéramos
la riqueza, el patrimonio de esas 2.000 personas entre el resto del mundo prácticamente terminaríamos
con la pobreza material de la humanidad. Y eso, desde luego, no es así y se puede
comprender muy claramente a la luz de lo que ha sucedido con la fortuna personal de Zuckerberg
y por los motivos por los que ha sucedido. La fortuna personal de Zuckerberg o de otros
mil millonarios que es susceptible de ser repartida entre la población mundial, si
se la expropiáramos claro a Zuckerberg y al resto de multimillonarios, son participaciones,
son títulos de copropiedad sobre grandes empresas mundiales, como puede ser Amazon,
como puede ser Tesla o como puede ser Facebook. Esos títulos bursátiles no se comen, no
alimentan. No estamos hablando de que Zuckerberg, de que Bezos, de que Mancio Ortega, de que
Musk sean muy ricos, porque posean gigantescos almacenes de comida, de vestimenta, de energía,
de viviendas, de medicamentos. No, si estas personas son muy ricas es porque poseen un
paquete accionarial significativo de compañías que se espera que en el futuro produzcan
alimentos, vestimenta, viviendas, medicamentos, etc. Las empresas no valen por lo que han
producido hasta hoy, valen por lo que se espera que produzcan en el futuro, pero estamos hablando
de expectativas, es decir, incertidumbre. El año pasado también se esperaba que Meta
produjera muchísimo en el futuro y ya hemos visto como han cambiado radicalmente esas
expectativas y en todo caso estamos hablando de futuro, no de presente, no de la comida,
no de los medicamentos, no de las comunicaciones, no de la energía, no de la ropa que ya han
producido y que tienen almacenada en gigantescas cantidades. No, estamos hablando de lo que
se producirá, de lo que se espera que se produzca en el futuro. Y esto es importante
porque los pobres del mundo no necesitan alimentos en el futuro, medicamentos en el futuro,
electricidad en el futuro, sino que los necesitan ya en el presente. Por tanto, redistribuyendo
títulos de propiedad, que en realidad son títulos de propiedad sobre expectativas
de producción futura, no consigues solventar los problemas más acuciantes y más elementales
de la población más pobre dentro del planeta. Lo que haría esa población pobre dentro
del planeta si recibe una pequeña porción de la propiedad de Facebook, de Amazon, de
Inditex, de Google, es inmediatamente vender esas acciones. Pero claro, si miles de millones
de personas venden a la vez sus acciones, lo que ocurriría es que el precio de esas
acciones se desmoronaría. Y quienes comprarían esas acciones cuyo precio se ha desmoronado
y se ha desmoronado para obtener algo de liquidez con la que poder obtener alimentos,
alimenta, energía, vivienda de manera inmediata. Pues quienes comprarían esos títulos bursátiles
que se están vendiendo con enormes descuentos serían algunos ricos del primer mundo con
capacidad económica para comprar esos títulos en grandes cantidades. De modo que en el fondo
no estaríamos expropiándole meta a Zuckerberg, Amazon a Bezos, Inditex, Amancio a Ortega
para redistribuirlo entre los más pobres del mundo, sino en el fondo para redistribuirlo
entre otras personas acaudaladas dentro del primer mundo que, sin embargo, no han contribuido
en absoluto a crear esas compañías. Por tanto, estaríamos redistribuyendo sin ningún
fundamento moral ni económico desde los muy ricos a los ricos, pero a los pobres al
final les tocaría bastante poco. Y tercera implicación, que es un resultado
de las dos anteriores. Si la fortuna personal de Zuckerberg, de Ortega, de Bezos o de cualquier
mil millonario, depende de su participación accionarial en una o varias compañías. Si
el valor de esas compañías depende no de lo que han producido hasta la fecha, sino
de lo que se espera que produzcan con valor en el futuro, lo que estamos diciendo en
última instancia es que la fortuna personal de los mil millonarios, en realidad de cualquier
otra persona que invierta en bolsa, pero en este caso nos estamos entrando en los mil
millonarios, la fortuna personal de los mil millonarios depende de su capacidad para
influir en las empresas de las que son dueños para generar a través de esas empresas productos
que sean valiosos para el resto de la población. Cuanto más valor generen esas empresas para
el resto de la población, tanto más ricos serán sus dueños. Cuanto menos valor se
espere que vayan a generar a lo largo del tiempo esas empresas, menos ricos serán sus dueños.
Y eso es lo que ha ocurrido de hecho con Zuckerberg. En cuanto al mercado, en cuanto
a los inversores, han empezado a estimar que quizá meta no vaya a satisfacer muchas
necesidades de mucha gente en el futuro, porque a lo mejor el metaverso fracasa, porque tiktok
se termina comiendo a Facebook, por lo que sea, en cuanto han empezado a anticipar todo
esto, el valor estimado en el mercado por el mercado de Facebook de meta se ha hundido
y con él la fortuna personal de Zuckerberg. Por tanto, si Zuckerberg quiere volver a enriquecerse,
lo que tendrá que hacer es reorientar Facebook o quizá no reorientarlo, quizá va en la buena
dirección, pero el mercado todavía no se ha dado cuenta, pero si el mercado tiene razón,
lo que debería hacer es reorientar Facebook para volver a generar valor para los demás,
para los consumidores, para los ciudadanos. Y si no es capaz de hacer eso, su fortuna
personal no remontará y probablemente siga cayendo, de modo que fijémonos en que los
incentivos están correctamente ajustados. Tú te enriqueces en la medida en que mejores
el bienestar de los demás, tú te empobreces en la medida en que no mejores el bienestar
de los demás. Y eso ocurre, por cierto, en tanto en cuanto no metamos al gobierno en
la ecuación. Si metemos al gobierno en la ecuación, una persona se puede enriquecer
no generando bienestar para los demás, sino parasitando a los demás. De ahí que ciertamente
haya muchas grandes fortunas que no hayan emergido de servir de generar valor para terceros,
sino de haberse aliado con el gobierno de turno para robar, para explotar, para parasitar
a terceros. En definitiva, la fortuna personal de Zuckerberg
ha caído en 100.000 millones de dólares durante el último año porque el mercado
estima que su compañía, la compañía de la que él es el principal accionista, no va
a ser capaz de generar tanto bienestar en el futuro para el resto de ciudadanos. Y en
el capitalismo, en el capitalismo no interferido, no intervenido, no manipulado por los estados
o generas valor para los demás o no generas valor para ti.