Donald Trump anuncia la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental liderado por Elon
Musk y por Vivek Ramaswamy.
Pero ¿a qué se va a dedicar exactamente este Departamento de Eficiencia Gubernamental?
Veámoslo.
Donald Trump acaba de anunciar la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental
a cuyo frente se hallarán dos personas que durante los últimos años han ido simpatizando cada vez más con las ideas libertarias.
Por un lado, Elon Musk y por otro lado, Vivek Ramaswamy.
Se trata de un organismo público que, según hemos podido saber,
tanto por boca de Javier Milei como por boca de Elon Musk y de Vivek Ramaswamy,
se ha inspirado en el Ministerio de Desregulación, creado por el propio Javier Milei dentro del gobierno argentino
y actualmente liderado por Federico Sturzenegger.
Un ministerio que en Argentina tiene como objetivo ir desarmando toda la maraña hiperregulatoria
que está constriñendo el potencial de crecimiento y de desarrollo de las empresas argentinas
y, por tanto, en suma, de aumento de la productividad dentro de la economía argentina
y, por tanto, en suma, de aumento de los salarios de los trabajadores argentinos.
Pues bien, al parecer a Donald Trump le ha gustado esta idea de Javier Milei,
la del Ministerio de Desregulación, y ha decidido importarla para Estados Unidos.
Los dos organismos no son exactamente iguales, pero sí hay aspectos cruciales en los que se solapan.
Por un lado, el Departamento de Eficiencia Gubernamental, de Musk y de Ramaswamy,
tiene un objeto más amplio que el Ministerio de Desregulación de Federico Sturzenegger.
El Ministerio de Federico Sturzenegger únicamente se dedica a desregular,
que no es poco, de hecho está desarrollando una labor extraordinaria.
Pero es que el Departamento de Eficiencia Gubernamental, de Musk y de Ramaswamy,
tiene tres objetivos.
En primer lugar, como en el caso del Ministerio de Sturzenegger,
desregular la economía estadounidense.
Pero, en segundo lugar, también desburocratizar el Estado y la economía estadounidense.
Es decir, que también incluye un mandato de reforma administrativa.
Y, por último, y en tercer lugar, también tiene como propósito detectar y proponer la supresión
de aquellos gastos que sean más abiertamente despilfarradores.
Por tanto, también tiene un mandato de reforma fiscal o presupuestaria.
Estos tres mandatos, de hecho, los podemos encontrar en la nota de prensa
que ha enviado Donald Trump para anunciar la creación de este Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Me alegra anunciar que el gran Elon Musk, trabajando conjuntamente con el patriota estadounidense
Vivek Ramaswamy, liderará el Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Estos dos maravillosos estadounidenses trabajarán juntos para pavimentar el camino de mi gobierno
para desmantelar la burocracia estatal, podar el exceso de regulaciones, recortar los despilfarros públicos
y reestructurar los organismos federales.
Lo dicho, triple reforma.
Reforma regulatoria, reforma administrativa y reforma presupuestaria.
Es decir, reducir el tamaño y el grado de interferencia del Estado en las leyes que aprueba,
en la burocracia que lo conforma y que controla hegemónicamente a ciudadanos y a empresas,
y en lo que ese Estado gasta.
Si hacemos caso a lo que nos dice Donald Trump en esta nota de prensa,
estaríamos ante uno de los movimientos políticos del presidente republicano de los Estados Unidos
más importantes de toda su agenda.
Textualmente nos dice que este Departamento de Eficiencia Gubernamental
podría llegar a convertirse en el proyecto Manhattan de nuestra era.
Es decir, que está equiparando el trabajo de este Departamento de Eficiencia Gubernamental
al desarrollo de la bomba atómica.
Bomba atómica que en este caso esperemos que le estalle entre sus manos al propio Estado.
Además, fijaos en qué horizonte está colocándole Donald Trump
a este Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Musk y Ramaswami trabajarán codo con codo para liberar a nuestra economía
y volver al gobierno de los Estados Unidos auditable por el pueblo.
Concluirán sus trabajos, como muy tarde, el 4 de julio de 2026.
Un Estado más pequeño, más eficiente y mucho menos burocratizado,
será el regalo perfecto para celebrar el 250 aniversario de la Declaración de Independencia
de los Estados Unidos.
Hasta aquí he de reconocer que todo suena estupendamente.
Estamos ante la creación de un organismo público enfocado en un único mandato.
Reduce el Estado.
Y además, redúcelo significativamente para celebrar los 250 años de la Declaración de Independencia
de los Estados Unidos, momento en el que los Estados Unidos tenían un gobierno muchísimo más pequeño que el actual.
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el crecimiento económico de los Estados Unidos en el largo plazo,
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Como digo, todo lo que he contado hasta aquí sobre el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk
suena maravilloso.
Pero hay un problema.
Y es que, a diferencia del Ministerio de Regulación de Federico Sturzenegger,
este Departamento de Eficiencia Gubernamental es sólo un organismo de tipo consultivo.
Es decir, no tiene ningún tipo de poder ejecutivo o normativo.
Es una especie de consultoría, de think tank,
encargado de elaborar propuestas que luego deberán ser ejecutadas por el gobierno de Donald Trump,
aprobadas, cuando sea menester, por el Congreso estadounidense,
y, en última instancia, digeridas, aceptadas, por el grueso de la sociedad estadounidense,
incluyendo sus grupos de presión.
Lo podemos leer con claridad en la nota de prensa que ha publicado Donald Trump.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental proporcionará consejo y orientación
desde fuera del Estado y se aliará con la Casa Blanca y con la Oficina Presupuestaria
para impulsar reformas estructurales a gran escala
y establecer un enfoque empresarial del Estado que jamás se ha visto antes.
Vamos, que todas las propuestas que redacte este Departamento de Eficiencia Gubernamental
luego deberán ser procesadas, adaptadas y aprobadas
o por el Poder Ejecutivo o por el Poder Legislativo de los Estados Unidos,
donde ni Musk ni Ramaswami tienen ningún poder directo.
Y esto significa que, de todas las propuestas que estos dos señores y su equipo
terminen elaborando, a lo que finalmente se termine aprobando,
si es que se aprueba algo, porque Donald Trump podría ir desencantándose
de las propuestas que hacen, o podría no tener apoyo legislativo suficiente,
sobre todo si los grupos de presión de la economía estadounidense
le están comiendo la oreja a Donald Trump o a sus ministros
o a los republicanos en la Cámara de Representantes o en el Senado,
para que nada de lo verdaderamente disruptivo
que planteen Musk o Ramaswami termine saliendo adelante.
Esto no es como el Ministerio de Regulación de Federico Sturzenegger,
que dentro del ámbito de sus competencias puede aprobar directamente
cambios normativos y, de hecho, está aprobando cada día cambios normativos.
Según el propio Sturzenegger, va detectando regulaciones que están dañando,
que están destrozando a la economía argentina.
No, esto son propuestas desde fuera del Estado que se le hacen al Estado
y que luego el establishment estatal tiene que terminar aprobando
y a ver cómo las termina aprobando.
Cuidado, que sigo siendo relativamente optimista
y la iniciativa de crear un departamento de eficiencia gubernamental
es muy buena noticia.
Pero hemos de ser conscientes de las limitaciones reales
a las que se va a enfrentar.
Ojalá el poder ejecutivo y el poder legislativo de los Estados Unidos
terminen transponiendo y no pervirtiendo o enterrando
la mayoría de las propuestas que lleguen desde este tan necesario
Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Departamento de Eficiencia Gubernamental
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