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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Entrevistaba esta semana la periodista Esther Esteban a la Ministra de Empleo, Fátima
Bañez, y la verdad es que cuando uno recorre la entrevista se encuentra con declaraciones
cuando menos sorprendentes. Por ejemplo, empieza la entrevista preguntándole, el sistema de
pensiones es sostenible y la Ministra responde, sí, rotundamente, rotundamente, el sistema
de pensiones es sostenible. Desde este año, pues primera vez, desde el 2007, el ratio de cotizantes
pensionistas empieza a subir. Ha conseguido la periodista para tratar de acreditar que la
Ministra se cree en lo que está declarando, le repregunta. Permítanelo inciso. Usted tiene un
plan privado de pensiones. A lo que la Ministra responde, no tengo un plan privado de pensiones.
Yo confío, quiero remarcar este verbo, confío plenamente en el sistema público,
respetando, lógicamente, aquel que tenga un sistema complementario privado. Nuestro
sistema de pensiones ha aguantado bien, a pesar de la crisis, se están pagando más pensiones que
nunca, más pensionistas que nunca y más altas que nunca, porque, por primera vez, la pensión
media en España sube de mil euros mensuales. Uno que conozca los datos, desde luego, se sorprenderá
de estas declaraciones de la Ministra de Empleo Fátima Bañe, básicamente, porque sí, estamos
pagando más pensiones que nunca y también tenemos uno de los déficits de la seguridad social más
altos que nunca. De hecho, el fondo de reserva, el famoso fondo de reserva de la seguridad social,
con cuatro años más de los déficits actuales, desaparece. Pero es que el problema ya no es
ni siquiera en el corto plazo, el problema de las pensiones es un problema sobre todo de
sostenibilidad a largo plazo. Y para entenderlo, basta con, pues, ir al fundamento último del
sistema público de reparto de las pensiones, que es esta simple, esta sencilla fórmula. La regla de
oro de las pensiones públicas de reparto es que los ingresos, obviamente, ingresos, han de ser igual
a los gastos. ¿Y cuáles son los ingresos del sistema público de pensiones? Pues es el salario
medio de la economía, multiplicado por el número de trabajadores, con salario medio por número de
trabajadores nos ofrece lo que podríamos llamar la masa salarial, la masa de todos los salarios de
la economía, por la cotización a la seguridad social. La cotización a la seguridad social es que
parte de esa masa salarial es apropiada por el Estado para pagar las pensiones. Bien, esos son
los ingresos. ¿Y dónde van a parar esos ingresos? A los gastos, es decir, a la pensión media por el
número de jubilados, o por el número de pensionistas, porque no solo se pagan pensiones de jubilación.
El número de pensionistas por pensión media nos dan la magnitud total del gasto en pensiones
públicas. Si los gastos son superiores a los ingresos, tenemos... Si los ingresos son superiores a
los gastos, tenemos superavi. Por tanto, ¿cuál es la perspectiva del sistema público de pensiones en
las próximas décadas? Pues basta con acudir a las previsiones, a las estimaciones, a los pronósticos
demográficos que acomete al Instituto Nacional de Estadística. Si acudimos a estas previsiones,
lo que nos encontraremos es algo así. En este gráfico está representado el número de personas,
la línea roja, con más de 67 años, número de personas por año, en 2015, 2003, 2045. Por
tanto, la evolución esperada del número de personas de más de 67 años, que es algo bastante
fácil de saber, porque más o menos ya tienen que estar aquí las personas que en el año 2040,
en el año 2050, van a tener más de 65 años, pues ya tienen que haber nacido. Por tanto, ya sabemos
que el número va a haber, salvo por los flujos migratorios, que no suelen ser a largo plazo
demasiado relevantes. Y aquí tenemos el número de estimado, el número máximo esperado de trabajadores
que estarán cotizando en la seguridad social. ¿Cómo he calculado esta cifra? Pues básicamente el
número de personas entre 15 y 67 años a una tasa de empleo del 70%. Es decir, asumo que el 70%
del agente en edad de trabajar va a trabajar. Este 70% sería la estimación, el dato, la tasa de
empleo más alta de la historia de España. Es una tasa de empleo propia de la agulugia inmobiliaria.
Por tanto, es una estimación muy optimista. ¿Qué nos encontramos con estas cifras, ya digo,
en general optimistas? Pues nos encontramos que para el año 2050 vamos a tener prácticamente un
pensionista por cada trabajador. Y eso obviamente dificulta mucho el pavo de las pensiones. ¿Por qué?
Porque el número de trabajadores y el número de jubilados o pensionistas, mejor dicho, será el
mismo. Por tanto, esto lo podemos tachar de la de la ecuación porque será prácticamente el
mismo número. Eso que provoca pues que cada trabajador tendrá que mantener a cada pensionista.
Es decir, la pensión media que se podrá pagar en el sistema será igual al salario medio por la
cotización de la seguridad social. Actualmente la cotización de la seguridad social es algo más
del 36%. Supongamos que es el cuareino por hacer números redundos. Si el salario medio hoy son
mil euros, eso significaría que la pensión media que podría pagar el sistema es apenas de 400 euros.
Cuando la propia ministra ya decía que han superado las medias los mil euros. Por tanto,
hay un problema muy serio de sostenibilidad de las pensiones públicas. A menos que aumente más
de lo previsto y no parece muy muy muy esperable el número de trabajadores, lo único que queda es
aumentar los salarios muchísimo. Es decir, que aumente la productividad de los trabajadores
muchísimo de aquí al año 2050. Pero para esto necesitamos una economía abierta,
necesitamos impuestos bajos, necesitamos inversión en múltiples sectores para que se acumule
capital y el trabajador se vuelva más productivo. Y esto no parece que vaya a suceder o al menos no
al ritmo necesario para que las pensiones no sufran un recorte muy sustanciado. Y si el salario medio
no aumenta muchísimo, que sería lo deseable, o bien la cotización de la seguridad social aumenta
mucho y no puede aumentar mucho, porque entonces expoliaríamos todavía más el salario de unos
trabajadores que ya tienen dificultades para llegar a fin de mes, o señores, la pensión media tendrá que bajar.
Las dificultades están ahí y quien no las quiera ver, pues simplemente es un ciego voluntario,
una persona de la calle entiendo que pueda no querer martirizarse con estos problemas
puramente económicos y demográficos, pero uno esperaría que la ministra de empleo al menos se
preocupara por estas cuestiones que sabe perfectamente que están encima de la mesa. Pero claro,
cuando uno lee la entrevista de la ministra lo que encuentra es que ella confía en el sistema
público de seguridad social, que ella no tiene un plan privado de pensiones y que por tanto su
pensión futura va a depender de este sistema que aparentemente no es tan sostenible como ella misma
nos vendía, pero de verdad es así, de verdad la ministra, la pensión que vaya a cobrar la ministra
va a depender de lo que el sistema de seguridad social vaya a poder pagarle, pues bueno, simplemente
tenemos que acudir a la declaración patrimonial de la ministra en el año 2012, el año en el que
empieza la presente legislatura. Tenemos por tanto la declaración de bienes y renta de los diputados
de la señora Fátima Bañez. Muy bien, es verdad que no tiene un plan privado de pensiones, es verdad,
es verdad sin embargo que la señora Fátima Bañez no tiene patrimonio y activos patrimoniales
suficientes como para poder cobrar una renta de jubilación bastante generosa cuando se jubile,
no, no es verdad. Aquí tenemos por ejemplo la declaración de bienes patrimoniales de la señora
Fátima Bañez y con lo que nos encontramos es con seis viviendas, no una ni dos ni tres, sino seis
viviendas con un solar y con dos fincas de seca. Por tanto, la señora Fátima Bañez tiene activos
inmobiliarios en sentido amplio de la palabra, seis viviendas, un solar y dos fincas de seca.
Que cuidado, si lo has adquirido necesariamente me parece maravilloso que lo tenga, pero desde luego
lo que no es de recibo es que nos intente vender que no tiene preparado o no está preparada
patrimonialmente para afrontar un escenario futuro del sistema de seguridad social donde se vayan a
recortar inexorablemente las pensiones públicas por culpa de no querer afrontar desde ya,
desde su ministerio, la transición a un sistema de capitalización. Pero es que el patrimonio de
la señora Fátima Bañez no termina aquí. También nos encontramos con otros bienes y derechos,
bonos del tesoro, es decir deuda pública, por valor de casi 330.000 euros o acciones del grupo
Bañe CSL que tienen un valor nominal de 75.000 euros, o cual no significa que no puedan valer más,
y otras participaciones y acciones de otros casi 75.000 euros. Por lo que estamos hablando de una
señora que tiene casi 500.000 euros en activos financieros, que tiene seis viviendas, un solar y
dos fincas de secano. Y lo que nos está diciendo es que confía su jubilación a el sistema público
de seguridad social, que sabemos que es insostenible y que ella por intereses electorales no se está
preocupando lo más mínimo por reformar. Uno podría pensar que esto es una especie de caza de
brujas, que estamos sacando los trapos vicios de la señora Fátima Bañez para dejar mal y para ver
qué está mintiendo a la ciudadanía, o al menos se está induciendo a que la ciudadanía se equivoque
o se engañe con respecto a su situación patrimonial. Repito, a mí la situación patrimonial de la
señora Fátima Bañez me importa bastante poco. Lo que me preocupa es la disonancia entre lo que
dice, lo que tiene y lo que hace. Nos está diciendo que no está reformando el sistema
público de pensiones porque este es perfectamente sostenible y nos intenta acreditar que este es
sostenible apelando a lo que tiene. Y lo que tiene está ocultando la realidad porque esta
señora, insisto, tiene la jubilación perfectamente cubierta aunque estalle el sistema público de
pensiones. Y el sistema público de pensiones va a estallar más pronto o más tarde si no se
toman las medidas de reforma hacia un sistema de capitalización que deberíamos estar adoptando
desde ya. Y no es casual que la señora Fátima Bañez, pues le importe bastante poco reformar
el sistema sabiendo que ella no va a tener que depender de este sistema fraudulento,
de este sistema piramidal, de este esquema policio. Pero es que todavía es peor. Cuando la ministra está
diciendo a los ciudadanos que confíen en que el sistema público es solvente y que no va a tener
problemas, se está poniendo a ella como ejemplo, como Fraga en Palomares, está apelando a su
experiencia personal, a su vivencia personal para pedirles a los ciudadanos que confíen en la
sostenibilidad del sistema público de pensiones. Y se está pidiendo que confíen en un sentido,
no se preocupen por ahorrar, por invertir, por preocuparse para la jubilación, porque ésta
está asegurada. Y al decir esto está induciendo al error y al engaño a muchísima gente. Pensemos
ya que ni siquiera por intereses electorales el PP y Fátima Bañez van a querer reformar
las pensiones públicas, de acuerdo. Pero al menos que no mientan a los ciudadanos, que no engañen
a los ciudadanos y que no les desincentiven o les desalienten para que esos ciudadanos que no van
a cobrar una pensión pública tan generosa como las que ahora, en términos de condiciones de jubilación
tan generosa como las que ahora se están pagando, no las van a cobrar, porque el sistema no lo va a
poder pagar. Al menos que permitan que los ciudadanos se preparen ante esa contingencia
futura, que les permitan poder ahorrar, que no les induzcan a no ahorrar confiando en la
credibilidad personal que desde luego no tienen, porque como acabamos de ver, están mintiendo
continuamente tanto sobre hacia dónde va el sistema, sobre acerca de cuál es su situación
patrimonial con respecto a este fraudulento sistema de seguridad social.