This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
El salario mínimo es una prohibición legal a trabajar por debajo del sueldo que establece
la ley.
Y en este sentido, España incrementó en el año 2019 el salario mínimo, es decir,
esa prohibición legal a trabajar por debajo del salario que establece la ley, en un 22%,
lo incrementó hasta los 1.050 euros mensuales en 12 pagas.
Una consecuencia evidente que puede tener esta prohibición de trabajar por debajo del salario
que establece la ley, no digamos ya, incrementar el umbral que establece la ley, es que aquellas
personas que generen dentro de las empresas una riqueza inferior al umbral mínimo que
establece la ley para que sea legal trabajar dentro de un país, quedarán automáticamente
desempleadas o no podrán incorporarse al mercado laboral.
Por ejemplo, si la ley establece un salario mínimo de 1.000 euros mensuales y un determinado
trabajador no es capaz de crear dentro de ninguna empresa una riqueza, un valor superior
a, pongamos, 800 euros mensuales, el empresario no tendrá ningún incentivo a contratarlo,
porque el valor que le va a generar dentro de la empresa los ingresos adicionales que
ese trabajador va a contribuir a generar dentro de la empresa serán 800 euros y el
coste de contratarlo serán 1.000 euros.
Por tanto, la contratación de ese trabajador le supondría a ese empresario unas pérdidas
de 200 euros.
Imaginemos alternativamente que en España hubiese una ley que impidiera que prohibiera
que aquellos autónomos que no son capaces de llegar a unos ingresos de 1.000 euros al
mes tuviesen prohibido ejercer su labor como autónomos, tuvieran prohibido ser autónomos.
En tal caso, creo que todos entenderíamos que habrían muchísimos autónomos que quedarían
automáticamente desempleados como consecuencia de esta ley de ingresos mínimos para los
autónomos.
Ingresos mínimos no significa que la ley garantiza que los autónomos como mínimo
cobrarán 1.000 euros al mes.
Una ley de ingresos mínimos para los autónomos como la ley de salario mínimo para los trabajadores
significa que si no llegas a esos 1.000 euros de ingresos mínimos, tienes prohibido trabajar.
Por supuesto, quienes defienden este tipo de leyes suelen argumentar que prohibiendo
trabajar por debajo de un determinado umbral se termina consiguiendo que todos los trabajadores
del país cobren por encima de ese umbral.
En el caso de España en el año 2019, 1.050 euros mensuales en 12 pagas.
Pero como ya hemos explicado, el resultado también puede ser que muchos empresarios
opten por no contratar a todos aquellos que no generan un valor de 1.050 euros al mes
dentro de sus empresas.
No es que los trabajadores vayan a cobrar más porque así lo establezca la ley, sino
que muchos o algunos de esos trabajadores se pueden quedar permanentemente desempleados.
Es verdad, sin embargo, que en contra de lo que piensan algunos, subir el salario mínimo
no implica necesariamente que el paro tenga que aumentar, no implica necesariamente que
todos aquellos que antes de la subida del salario mínimo cobraban por debajo de ese
salario mínimo incrementado vayan a quedar desempleados porque los empresarios también
tienen otras vías para ajustar ese encarecimiento de los costes.
Si el salario mínimo aumenta, si se prohíbe por ley trabajar por debajo de un determinado
salario, los empresarios podrían optar por incrementar el salario de los trabajadores
que menos cobran dentro de la empresa y, a cambio, subir los precios de sus productos.
Si la demanda de sus productos es relativamente inelástica, es decir, si la cantidad demandada
de sus productos no cambia mucho, aunque incrementes el precio, podrán recuperar el sobrecoste
salarial, derivado de la subida del salario mínimo legal, a través de un mayor precio
de sus productos.
O, alternativamente, también podría suceder, es verdad que una empresa esté ganando mucho
dinero porque está pagando muy poco a sus trabajadores, les está pagando mucho menos
de lo que estos trabajadores contribuyen a producir del valor que contribuyen a generar
dentro de la empresa.
Es cierto que estas situaciones, cuando tenemos mercados competitivos, no tienden a emerger
porque si una empresa paga muy poco a un trabajador que puede generar dentro de esa empresa un
valor de 1.000 euros, imaginemos que le paga 700 euros, pues otra empresa estará interesada
en contratar a ese trabajador que es capaz de generar hasta un valor de 1.000 euros y
empujara por él por encima de 700 euros, de tal manera que el salario se va aproximando
a esa productividad marginal del trabajador, pero imaginemos que la empresa, por la razón
que sea, no se enfrenta a muchas presiones competitivas, no tiene empresas rivales que
puedan querer contratar a los trabajadores a los que ella está fichando con un bajo
salario.
En tal caso, es cierto que se podría dar la circunstancia de que contrate trabajadores
a un salario inferior a los ingresos que esos trabajadores contribuyen a generar y que,
por tanto, la subida del salario mínimo si tienda a incrementar los salarios que cobran
por esa empresa monopolística o, mejor dicho, monobsonística, no le queda otra alternativa
que pagar salarios más altos si quiere retener a esos trabajadores y, de hecho, en determinadas
circunstancias que no vamos a desarrollar aquí, podría incluso darse el caso de que, aumentando
el salario mínimo que afecta a estas empresas monobsonísticas, la cantidad de trabajadores
contratados o el número de horas contratadas no se redujera, sino que incluso se incrementara
con todo esto que quiero decir, que aunque es cierto que subiría el salario mínimo genera
un riesgo que siempre hay que considerar, el riesgo de terminar perjudicando a aquellos
trabajadores a los que supuestamente querías beneficiar, el riesgo de terminar condenando
al paro a aquellos trabajadores a los que supuestamente querías agradecerles con una
subida salarial, el resultado neto, los efectos netos de subir el salario mínimo están indeterminados
desde un punto de vista teórico. Es verdad que el salario mínimo puede destruir empleo,
pero teóricamente también es posible que subir el salario mínimo hasta cierto nivel,
por supuesto, no destruye empleo, sino que incluso podría llegar a crearlo al tiempo
que se incrementan los salarios. Y, por tanto, los efectos netos del salario mínimo dentro
de una economía deben ser siempre evaluados empíricamente para conocer si una determinada
subida del salario mínimo destruye empleo, no destruye empleo, sube salarios o no sube
salarios. Una subida, no lo olvidemos, que fue perpetrada por el gobierno entonces del
PSOE con el apoyo y la presión parlamentaria de unidas Podemos bajo el argumento de que
se iba a beneficiar a la clase trabajadora. ¿Y cuáles han sido las consecuencias de haber
incrementado el salario mínimo en el año 2019? Pues, como algunos, ya nos temíamos
una fuerte destrucción de empleo, en particular, y según las estimaciones del Banco de España,
en el año 2019 la subida del salario mínimo destruyó o dejó de crear entre 90.000 y
170.000 empleos. Hubo, por tanto, hasta 170.000 personas que, o bien, perdieron sus empleos
o bien fueron incapaces de encontrar un empleo como consecuencia de la subida de ese umbral
mínimo que establece la ley para autorizar que una persona pueda trabajar dentro de España.
¿Cómo llega el Banco de España a este resultado, a esta estimación? Pues llega a través de
dos métodos que, al final, nos cuentan más o menos la misma historia. El primer método
es hacer un seguimiento individualizado de la vida laboral de los trabajadores afectados
por la subida del salario mínimo. Es decir, aquellos trabajadores que antes de la subida
del salario mínimo cobraban por debajo de ese salario mínimo. Si el salario mínimo subió
a 1.050 euros mensuales, pues se hace un seguimiento individualizado de qué pasó con los trabajadores
que antes de 2019 cobraban menos de 1.050 euros mensuales. Y se compara la suerte o la desgracia
que tuvieron esos trabajadores dentro de su vida laboral con otros trabajadores de
características similares, sexo, edad, tamaño del hogar, salario anterior, si cobra o no
cobra prestación de desempleo, etcétera. Con lo cual, se comparan dos trabajadores
similares en sus características con la única diferencia de que uno de ellos se ve afectado
por la subida del salario mínimo y el otro no. Y se estudia a partir de ahí qué sucede
con cada uno de estos trabajadores. Y lo que sucede es que aquellos trabajadores con
características similares a otros trabajadores pero que están afectados por la subida del
salario mínimo tienen una probabilidad mayor de perder su empleo que aquellos otros con
similares características pero que no están afectados por la subida del salario mínimo.
En particular, el 2,3% de los trabajadores que tenían empleo y que fueron afectados
por la subida del salario mínimo perdieron ese empleo. El 2,7% de los parados que caían
bajo la órbita de la subida del salario mínimo dejaron de incorporarse al mercado laboral
precisamente porque el salario mínimo supuso una barrera a esa creación de empleo y más
del 3% de los trabajadores que tenía un empleo completo y que estaban afectados por la subida
del salario mínimo lo vieron reducido a una jornada de tiempo parcial. Por tanto, estamos
diciendo que algo más del 5% de los trabajadores afectados por el salario mínimo o vieron destruir
su empleo o no vieron crear un empleo a diferencia de lo que sucedió con trabajadores similares
pero que no estaban afectados por la subida del salario mínimo y un 3% de los afectados
tenían empleo completo y pasó a tener empleo a tiempo parcial. Esta sería la estimación
más conservadora, el rango bajo de la estimación de destrucción o no creación de empleo
que efectúa el Banco de España alrededor de 90.000 personas afectadas. Pero este análisis
que es un análisis sólido tiene sin embargo una limitación y la limitación es que el
Banco de España únicamente está analizando qué sucede con aquellas personas que antes
de la subida del salario mínimo tenían un empleo a jornada completa o también de aquellas
personas que antes de estar paradas tenían un empleo a un salario inferior al nuevo salario
mínimo y por supuesto el salario mínimo puede afectar no solo a trabajadores a jornada
completa sino también a trabajadores a jornada parcial y a trabajadores temporales, es decir,
aquellos que no trabajaron todos los días del mes durante el periodo anterior a la subida
del salario mínimo. Y aquí es donde entra el segundo método de estimación de los efectos
de la subida del salario mínimo que efectúa el Banco de España esencialmente analizar
qué sucede con los contratos de distintos rangos salariales a partir de la entrada
en vigor del nuevo salario mínimo el 1 de enero del año 2019. Y como podemos observar
en el siguiente gráfico los contratos con una remuneración menor o igual a 1.050 euros
mensuales o el equivalente a 1.050 euros mensuales, es decir, si un trabajador trabaja a medio
mes a jornada completa por 525 euros aparecería en este gráfico como cobrando 1.050 euros
mensuales, es decir, también incluye trabajadores a tiempo parcial o trabajadores temporales
normalizado su salario al salario equivalente a jornada completa y durante todos los días
del mes. Antes del 1 de enero del año 2019 era legal suscribir contratos con una remuneración
inferior a 1.050 euros mensuales a partir del 1 de enero del 2019 es ilegal suscribir
contratos a jornada completa con una remuneración inferior a 1.050 euros mensuales y por tanto
este gráfico pone de manifiesto qué sucede con este grupo de contratos que serían contratos
menores o a partir del año 2019 iguales al salario mínimo y lo que vemos es que sufren
un desplome muy considerable a partir del 1 de enero del año 2019.
Por supuesto uno podría decir hombre dejaron de firmarse contratos por debajo de 1.050
euros mensuales porque es ilegal y pasaron a firmarse contratos a 1.050 euros mensuales
o ligeramente por encima de 1.050 euros mensuales con lo cual tienes que comparar la caída
de contratación que se experimenta porque se prohíbe trabajar por debajo de 1.050 euros
mensuales con la ganancia de contratación en otros rangos salariales pues bien analicemos
qué sucede con los contratos normalizados con un salario entre 1.050 euros mensuales
y 1.250 euros mensuales y lo que vemos es que lógicamente crecen porque hay un traspase
de trabajadores que antes de la subida del salario mínimo cobraba menos de 1.050 euros
al mes y que ahora se contratan a más de 1.050 euros al mes pero esa subida ni mucho menos
compensa la caída de la contratación anterior en particular los contratos con un salario
normalizado menor o igual a 1.050 euros mensuales pasan de 1.2 millones antes del 1 de enero
del año 2019 a 800.000 por ese lado por tanto hay una destrucción de 400.000 contratos
con un salario menor o igual a 1.050 euros mensuales podría ser que esos contratos se
hayan renegociado al alza y que por tanto no aparezcan dentro de la categoría de 1.050
euros mensuales porque estén cobrando más pero sucede que entre los contratos que cobran
más de 1.050 hasta 2.050 euros mensuales solo se produce un incremento de 200.000 contratos
de 1.6 a 1.8 millones por tanto hay una destrucción neta de contratación y por tanto de empleo
tras la implementación de la subida del salario mínimo de casi 200.000 trabajadores y ese
es el rango alto de la estimación del banco de España 170.000 empleos a tiempo completo
a tiempo parcial temporales etcétera que han sido destruidos como consecuencia de la subida
del salario mínimo el resultado neto por tanto de esta política es el siguiente aproximadamente
1,4 millones de trabajadores mantuvieron su empleo con un salario incrementado y en
cambio hasta 170.000 personas perdieron su empleo y pasaron a estar en el paro pasaron
a estar desempleados se trata por tanto de una redistribución de la renta de pobres
a pobres hay personas que han mantenido su empleo y han pasado de cobrar unos 850 euros
al mes a cobrar 1.050 euros al mes y otros en cambio han pasado de cobrar 850 euros al
mes a cobrar 0 está claro por tanto que las políticas dirigidas a subir el salario mínimo
al menos en España no constituyen una receta para que el conjunto de trabajadores peor
pagados vivan mejor beneficia a unos trabajadores mal pagados a costa de condenar al paro a
otros trabajadores igualmente mal pagados no es que como dice yolanda díaz la ministra
de trabajo subir el salario mínimo sea estar con los más débiles que va a pasar con el
salario mínimo yo estoy con los débiles antoño y me parece que esta herramienta ayuda a los
más débiles se está quizá con algunos débiles a costa de abandonar a su suerte a otros débiles
que quedan expulsados del mercado laboral si queremos aumentar sostenidamente los salarios
en España si queremos incrementar sostenidamente la creación de empleo en España si no queremos
dejar a nadie atrás para que algunos mejoren la receta es otra la receta es libertad en
el mercado laboral para crear empleo y atraer inversión nacional y extranjera para que
acumulando capital incrementemos la productividad de los trabajadores aumentemos la demanda
empresarial de esos trabajadores y en última instancia gracias a ese incremento de la productividad
de los trabajadores auxiliado por el incremento de la demanda empresarial de esos trabajadores
los salarios suban subir el salario mínimo fue condenar en 2019 a 170.000 personas a
no tener empleo.