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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Evergrande anuncia que muy probablemente no va a ser capaz de pagar sus deudas y el
banco central de China rebaja el coeficiente de caja legal que les exige a los bancos chinos.
¿Qué relación guardan estas dos noticias de hoy? Veámoslo.
Hoy se han producido dos noticias que sugieren con mucha claridad que
China podría estar preparándose para la quiebra de Evergrande. En primer lugar,
la primera noticia ha sido un comunicado del propio grupo promotor de Evergrande anunciando
que muy probablemente va a entrar en bancarrota, textualmente Evergrande ha escrito.
A la luz del estado actual de liquidez del grupo no hay garantía de que este cuente
con fondos suficientes para continuar haciendo frente a sus obligaciones financieras. Es decir,
que Evergrande ya está preparando al mercado para su default. Y en segundo lugar, el banco
central de China ha anunciado que por segunda vez este año va a rebajar el coeficiente de caja
que les va a exigir a los bancos, es decir, la relación entre la tesorería que han de tener
los bancos y sus depósitos. Y muchos han interpretado que este movimiento, esta rebaja del coeficiente
de caja de la banca, es un movimiento dirigido a tratar de impulsar el crecimiento económico de
China, que como ya explicamos en un vídeo anterior, está languideciendo a unos ritmos muy importantes.
Ahora bien, cabe hacer otra interpretación que es la que voy a tratar de articular en este vídeo.
China, el banco central de China, está rebajando el coeficiente de caja legal de sus bancos para
minimizar el riesgo de una crisis interna de liquidez ante el venidero colapso de Evergrande.
Pongamos algunas cifras encima de la mesa para entender la magnitud del problema económico y
financiero al que se puede enfrentar China. En primer lugar, el valor de todas las propiedades
inmobiliarias en China asciende a 52 billones de dólares, billones europeos con 12 ceros,
es decir, casi 50 veces el PIB de España. Se trata de un mercado inmobiliario que por
ejemplo duplica en valor al de Estados Unidos. En segundo lugar, en el año 2017, probablemente
hoy sean más, había en China 65 millones de viviendas vacías, alrededor de una de cada
cinco viviendas existentes en China. 65 millones de viviendas vacías equivalen, por ejemplo,
a todas las viviendas que hay conjuntamente en Francia y en Reino Unido. Y si hemos dicho que
las viviendas vacías representan alrededor del 20% de todo el stock de viviendas en China,
y hemos dicho que todo el stock de viviendas en China tiene un valor de 52 billones de dólares,
pues podríamos decir que las viviendas vacías tendrán un valor de alrededor de 10 billones de
dólares. ¿Por qué se ha llegado a esta situación? Pues por varias razones. La primera es que las
perspectivas del mercado inmobiliario chino son o eran razonablemente buenas. El 60% de la población
china vive en ciudades, pero el 40% no. Por consiguiente, si continúa la migración camposidad,
es de prever que se necesiten muchas viviendas en China que vayan a ser ocupados por esos chinos
que migran del campo a la ciudad. En consecuencia, podría parecer que tiene sentido invertir en
viviendas vacías ante la expectativa de que en el futuro sean compradas o alquiladas por esas
migraciones del campo a la ciudad. En segundo lugar, y como ya explicamos en un vídeo anterior,
desde el año 2008, China ha fundamentado su crecimiento económico sobre el hiperendeudamiento,
sobre el crédito laxo, y una parte de ese crédito ha ido a parar inevitablemente al mercado
inmobiliario, contribuyendo a recalentar ese mercado inmobiliario. En tercer lugar, precisamente porque
parece que hay razones de fondo que justifican el aumento del precio de la vivienda, se ha
generado una oleada especulativa, no lo estoy diciendo en un mal sentido, simplemente inversión con
la perspectiva de revalorización que ha llevado a que, por ejemplo, el 20% de la población china
sea propietaria de una segunda vivienda. Si el precio de la vivienda nunca baja, es lógico que parte
de mis ahorros los coloque en el mercado inmobiliario esperando que siga subiendo, tanto porque la
demanda futura de vivienda parece que tiene que ser muy intensa, cuanto porque el crédito está tan
barato que facilita la compra y la inversión en vivienda. Ahora bien, fijémonos que para que
esta rueda se siga moviendo, es necesario que el crecimiento económico persevere. Sin crecimiento
económico, la urbanización de la población china, la transición desde el campo a la ciudad,
no irá tan rápido como algunos anticipaban. Sabemos que hay una relación muy estrecha
entre crecimiento y desarrollo económico y aumento de la población en ciudades. Si China no
crece, pues menos población pasa del campo a la ciudad y menos demanda final de viviendas se produce.
Y a su vez, si China no crece, la demanda de endeudamiento para comprar viviendas también se va
a ralentizar. Por tanto, las ventas de vivienda no aumentarán tanto como se había anticipado y
si la oferta ha crecido mucho más de lo que va a aumentar la demanda, eso va a añadir una presión
a la baja sobre los precios. Problema, el 30% del PIB de China depende de la construcción,
con lo cual aquí llegamos al típico crecimiento económico basado en un esquema Ponzi, para que
las viviendas se vendan y tenga sentido construir nuevas viviendas necesitamos que la economía
crezca y la economía crecerá si se siguen construyendo nuevas viviendas. Pero claro, en algún momento
este esquema Ponzi se puede venir abajo y todas las fuerzas que empujaban a un crecimiento continuado
del sector inmobiliario se pueden revertir. Si las viviendas se dejan de vender y precisamente porque
se dejan de vender, se dejan de producir, el crecimiento económico se estanca, la urbanización
de la población china, la migración del campo a la ciudad se ralentiza, el crédito se restringe,
se venden por tanto todavía menos viviendas, cae todavía más el interés en construir nuevas
viviendas y se frena más el crecimiento económico. No digamos ya si alguno de los gigantes del
sector inmobiliario chino como por ejemplo Evergrand quiebra y precipita todos estos acontecimientos.
Por tanto, ya tenemos una primera radiografía del sector inmobiliario chino. Valor total de
las viviendas en China 52 billones de dólares, viviendas vacías con valor de 10 billones de
dólares. Si esas viviendas vacías no se venden, se produce un pinchazo de la burbuja que hunde no
sólo el valor de las viviendas vacías sino también en mayor o menor medida el de las restantes
viviendas ocupadas. Pero nos falta el tercer dato para terminar de integrarlo todo, el tamaño del
sector bancario chino. Los activos del sector bancario chino ascienden a 50 billones de dólares.
De nuevo, duplican el tamaño del sector bancario estadounidense y han aumentado desde 10, aproximadamente
10 billones de dólares en el año 2008 a los 50 actuales, un incremento de 40 billones de dólares en
apenas 13 años. Pues bien, el 40% de estos 50 billones de dólares en activos, es decir,
aproximadamente 20 billones de dólares en activos, se estima que son activos vinculados directa o
indirectamente con el sector inmobiliario chino. Dicho de otra manera, si colapsa el sector inmobiliario
chino, las pérdidas potenciales para la banca china que nunca llegarían a realizarse en el 100%
ni mucho menos, pero las pérdidas potenciales llegarían hasta esos 20 billones de dólares.
¿Y cuáles son los fondos propios con los que cuenta el sector inmobiliario chino para resistir
las pérdidas que puedan emerger de este colapso del sector inmobiliario chino? Pues apenas 4 billones
de dólares. O dicho de otra forma, unas pérdidas equivalentes al 25% de la exposición inmobiliaria
que tienen los bancos chinos en el sector inmobiliario chino conduciría a la bancarrota de la banca
china. Son muchos los que sostienen que este escenario no se llegará a realizar porque el
gobierno chino intervendrá en la economía para evitarlo, ya sea recapitalizando a los bancos o ya
sea frenando, obstaculizando, impidiendo las transacciones inmobiliarias para evitar esa caída de
precios. Y esto es algo que desde luego puede suceder, que los precios en el mercado inmobiliario
chino no lleguen a bajar porque no reflejen las valoraciones de mercado en la medida en que ese
mercado está intervenido, está maniatado y por tanto no se puede vender o no se puede vender
a bajos precios. Ahora bien, aunque los precios no lleguen a caer en el mercado, los inversores son
conscientes de que la cartera de activos de los bancos se ha depreciado. Si los bancos necesitaran
realizar esa cartera de activos para hacer frente a sus deudas, no podrían realizar esa cartera de
activos a los precios a los que la tienen reflejada en su balance. Y esto puede desatar lo que algunos
economistas denominan recesión de balance. Es decir, aunque el banco no está formalmente
quebrado porque no ha dado de baja sus activos en relación con sus pasivos y por tanto sus fondos
propios siguen siendo positivos, la entidad lo sabe, los acreedores de la entidad lo saben y
precisamente por eso lo que pueden hacer los acreedores es tratar de retirar su dinero,
tratar de recuperar sus préstamos de esa entidad financiera que está realmente quebrada aunque
formalmente no lo esté. Y es aquí donde puede gestarse la crisis de liquidez de la que os hablaba
al principio. Si la reestructuración de Evergrand, que parece que está al caer, pincha la burbuja
inmobiliaria china sin ningún género de dudas y se empiezan a hundir el valor de los inmuebles en
China, se permita que esa menor valoración de los inmuebles se refleje en precios de mercado o no
se permita. Entonces las dudas empezarán a emerger alrededor del sistema financiero chino y eso puede
llevar a una retirada de liquidez del sector bancario chino. ¿Cómo contrarrestar ese posible
drenaje de liquidez por parte de los acreedores del sector financiero chino? Pues dándoles más
la actitud regulatoria, es decir, lo que acaba de hacer hoy el Banco Central de China, exigiéndoles
un coeficiente de caja más bajo, que aunque tengan menos tesorería que antes en relación con sus
depositos, eso no les lleve a incumplir la regulación. Veremos si con esta y otras medidas que a buen
seguro se tomarán en el futuro, el sector financiero chino es capaz de resistir, es capaz de sobrevivir
a una más que probable bancarrota de Evergrand. Ahora bien, lo que sí va a ser muy complicado es que
la economía china sea capaz de crecer al mismo ritmo que los años anteriores si Evergrand termina
cayendo, hasta que la economía china no se reestructure profundamente, hasta que no abandone su fuerte
dependencia de la construcción, la caída de Evergrand y el consecuente pinchazo del sector
inmobiliario chino van a lastrar de manera muy importante el crecimiento del gigante asiático.