Juan Carlos Monedero, el último de los soldados leales a Podemos, ha desertado. Veámoslo.
Tras la traición de Yolanda Díaz creando su mar y arrinconando a Podemos, la formación
morada es un partido en decadencia, un partido cada vez más cerca del cierre por liquidación.
No es que sea un destino final del todo inevitable, pero desde luego la tendencia que ha seguido
el partido durante la última década ha sido continuamente descendente. Cada vez menos votos,
cada vez menor poder dentro de las estructuras del Estado, cada vez menos financiación y cada
vez más bajas de dirigentes relevantes dentro del partido. O dicho de otra manera, en Podemos
cada vez están más solos. Los abandonan cada vez más votantes, los abandonan cada vez más dirigentes
y los abandona en definitiva la financiación necesaria para mantener todo ese tinglado político
en funcionamiento. Y de hecho, el último, no ya en abandonarlos, pero sí en desollarlos, ha sido nada
más y nada menos que Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores del partido y desde luego el
intelectual de referencia dentro de la formación. Y cuando incluso Juan Carlos Monedero, que se había
mostrado hasta la fecha tremendamente leal tanto hacia Podemos en general como hacia Pablo Iglesias
en particular, cuando incluso Juan Carlos Monedero te despelleja, es que las cosas se están poniendo
muy feas. ¿Pero qué ha sucedido exactamente? Pues este fin de semana Juan Carlos Monedero concedió
una entrevista al diario El Mundo y dentro de esta entrevista se contienen reflexiones muy duras contra
la estrategia que ha seguido Podemos durante los últimos años y contra la que previsiblemente
querría seguir durante los próximos años. De entrada, Monedero habla sin paños calientes
del elefante en la habitación, es decir, de aquello que todos sabemos que está ahí,
pero que nadie en Podemos quiere reconocer y es la estrepitosa decadencia electoral en la que ha
caído el partido. Podemos tuvo 5 millones de votos y ahora está en el grupo mixto y,
por tanto, hay una decadencia electoral muy clara. ¿Pero a qué se debe exactamente esta
decadencia electoral? Desde Podemos han querido atribuir desde hace años su fracaso en las
distintas citas electorales en las que han concurrido a que todo el aparato mediático de
España se ha coordinado para machacarlos, para destrozarlos y para presentar una imagen del
partido muy alejada de la realidad. Y si bien Monedero no rehúye esta narrativa, no le atribuye
a esa ofensiva mediática contra Podemos la única responsabilidad de la decadencia electoral del
partido. ¿Por qué tanta gente dejó de votar? le preguntan a Monedero. Si uno ve los ataques a
Podemos es difícil no preguntarse cómo ha llegado hasta aquí. Y añade, este ataque sistemático ha
llevado a Podemos a cometer errores. Es decir, que no sólo se trata de que los medios se hayan
manipulado a la población en contra de Podemos, sino que, como consecuencia de esa ofensiva
mediática, Podemos se ha desquiciado y ha cometido errores. ¿Qué errores exactamente?
prosigue Monedero. Podemos se ha encastillado, algunas veces se ha vuelto paranoico, ha empezado
a haber enemigos dentro que no tenía que haberlos visto como tales, y ha sido incapaz de solventar
eso de manera diferente que la salida. La dirección no ha tenido la sabiduría de convencer a la gente
que discrepaba para quedarse, porque un problema que ha arrastrado Podemos siempre ha sido la
soberbia, que también la expresa Erejono Díaz, una soberbia que se ha traducido en posiciones muy
personalistas, poco dialogantes y ajenas a construir un partido movimiento. En esta respuesta,
por tanto, aparecen los tres principales errores que a juicio de Monedero ha cometido Podemos
durante los últimos años y que va a desarrollar, incluso en ocasiones de manera rozando lo hiriente
contra Podemos en el resto de la entrevista. ¿Cuáles son esos tres errores? En primer lugar,
la radicalización ideológica, al menos radicalización ideológica transparente.
En segundo lugar, el sectarismo dentro del partido, o estás conmigo o estás contra mí.
Y en tercer lugar, el hiperpersonalismo de Pablo Iglesias dentro de la formación política de Podemos.
Primer gran error de Podemos según Juan Carlos Monedero, la radicalización ideológica. Aunque,
insisto, sería más correcto hablar de transparentar la radicalización ideológica,
porque Podemos siempre ha sido tan o más radical que ahora, pero antes intentaban ocultarlo,
y el error, en realidad, ha sido transparentar esa radicalidad que antes conseguían ocultar.
Y respecto a esto, Monedero dice lo siguiente. Cuando Pablo Iglesias sale apresuradamente del
gobierno para presentarse en Madrid contra Isabel Díaz Ayuso, hace un giro a la izquierda con un
discurso del antifascismo, que es una mala lectura de lo que estaba pasando. Gente de
izquierdas se podía sentir cómoda, pero en términos prácticos era un error. Podemos se
quedó anclado en ese discurso y ahí perdió lo que inicialmente se planteó en 2014 de la transversalidad,
donde hacíamos política y no solamente identidad. Segundo gran error de Podemos según Juan Carlos
El sectarismo dentro del partido. Si no comulgas con la agenda de esa radicalización ideológica
transparente, entonces mejor te vas fuera. Jesús Santos, que le comentan a Juan Carlos Monedero,
uno de los últimos en irse sentenció lo que en 2016 cabía dentro de Podemos hoy ya no cabe.
Y responde Monedero. Los que se han marchado han colaborado en las profecías autocumplidas. Te vas
y entonces empobreces el espacio. Yo no he visto nunca una discusión a gritos en ningún órgano
de Podemos. Y eso es un error, porque en política hay que gritarse. Hirschman establece que ante
cualquier problema político hay tres posiciones. La voz, es decir, protestar, la lealtad, que pase
lo que pase te quedas, y la salida. En Podemos no ha habido voz, ha habido lealtad y salida. Y así no
construyes una organización, porque con la lealtad al final te vas anquilosando, oxidando y creo
que es lo que le ha ido pasando poco a poco a Podemos. O dicho de otra manera, los que discrepaban
de la estrategia de radicalización ideológica transparente de Podemos se han ido y solo se han
quedado dentro los leales, es decir, los fanáticos, los que no cuestionan las decisiones del líder
supremo. Y ese es precisamente el último gran error de Podemos, según Juan Carlos Monedero. El
hiperpersonalismo de Pablo Iglesias. Pablo Iglesias, a pesar de no ser secretario general de Podemos,
sigue siendo el líder de facto de esta formación política. ¿Cree que sigue habiendo una excesiva
dependencia de Pablo Iglesias en Podemos? Le preguntan a Monedero. Y Monedero responde.
Con las mismas ideas, el mismo marco teórico y el mismo momento social que había, sin una figura
como Pablo Iglesias no hubiéramos articulado lo que articulamos entonces. Es decir, que el gran
éxito que tuvo Podemos en 2015 o 2016 es en gran medida atribuible a Pablo Iglesias, según Juan
Carlos Monedero. Las figuras políticas, como ocurre con los grandes liderazgos, son la condición de
posibilidad de sumar a millones de personas porque tienen un liderazgo natural que ahí está. Claro,
el problema es cómo lo gestionas. Yo le digo muchas veces a Pablo. Pablo, que tú no eres
Pablo Iglesias, que Pablo Iglesias es el depósito de un imaginario de la izquierda que hemos
construido entre todos. Y por tanto, aunque te moleste, no eres un particular que puede
hacer y decir lo que le dé la gana. Vamos, que casi casi Pablo Iglesias es un símbolo
inmortal de la izquierda. Y por tanto, la persona real, concreta, detrás de ese símbolo inmortal de
la izquierda que es Pablo Iglesias, tiene que cuidar la imagen de marca de ese imaginario
colectivo de la izquierda. Mientras que su lectura, la de Pablo Iglesias sobre este argumento
de Juan Carlos Monedero, dice, yo soy yo. Yo no tengo ningún cargo y tengo derecho a hacer lo que
me dé la gana. Monedero le dice a Iglesias que no puede hacer lo que le dé la gana porque es un
símbolo de toda la izquierda. Iglesias le dice que le deje vivir su vida y que le deje decir lo que
le dé la gana porque él no es un símbolo. Él es simplemente Pablo Iglesias. Entonces, ahí tenemos
una desavenencia, obviamente. Yo creo que era complicado que Belarra se hiciera con contundencia
con los mandos de Podemos, en tanto en cuanto, todos los lunes por la mañana, antes de reunirse
la Ejecutiva, ya había declaraciones de Pablo Iglesias en los medios de comunicación. Es decir,
que Pablo Iglesias, sin ser secretario general del partido, marca la línea oficial del partido en
sus declaraciones en los medios de comunicación. Y continúa Monedero. Claro que Pablo tiene derecho
a opinar. Habría que haber encontrado a lo mejor que sus intervenciones fueran los martes en vez
de lunes. Hubiera venido bien a Podemos, pero ya todo el mundo es mayor, ¿no? Pablo Iglesias podía
haber hecho otra cosa y Podemos le podría haber pedido que hiciera otra cosa. Entonces, si ninguna
de esas dos cosas ha ocurrido, pues nos encontramos con que Joan Belarra ha tenido dificultades para
hacer valer su voz porque, además, los medios de comunicación han hecho todo lo posible para
ocultar la voz de Joan Belarra y presentar a Pablo Iglesias como el portavoz de Podemos,
que no lo es. Porque a mí me consta que Joan Belarra, muchísimas veces, no piensa igual que
Pablo Iglesias. Pero claro, lo que él diga se convierte en noticia. En cambio, lo que diga
Joan Belarra, pues no. Y eso es una dificultad para armar su liderazgo. En resumen, que el líder en
la sombra de Podemos sigue siendo Pablo Iglesias, porque Pablo Iglesias ha sido el creador y el
líder histórico de Podemos y, después de eso, Pablo Iglesias sigue opinando día sí y día también
sobre todos los asuntos de actualidad y, al hacerlo, marca, quiera él o no lo quiera,
la línea ideológica del partido. Porque todo el mundo va a asociar la línea político-ideológica
de Podemos con el discurso que está articulando en esos momentos Pablo Iglesias. Especialmente,
además, si el propio Pablo Iglesias ha creado su propio medio de comunicación. Y precisamente,
Monedero dedica una sección de esta entrevista a criticar a Canalred, del cual él mismo es
colaborador. Le preguntan a Monedero. Entonces, no ayuda en nada a Canalred en ese sentido,
porque lejos de aminorar ese foco sobre Pablo Iglesias, lo está multiplicando. Yo creo que
Canalred necesita una reflexión profunda, necesita una asamblea, sobre todo porque sabemos,
desde finales del siglo XX, que los órganos de partido no funcionan. Es decir, está llamando
a Canalred un órgano mediático del partido Podemos, algo que todo el mundo sabemos que es,
pero que desde Canalred niegan que sea. Cerró el socialista y mundo obrero no pinta nada,
y ni siquiera en sitios de mayor tradición como Italia o Francia. Los órganos de expresión de
la izquierda no funcionan. Funcionan más ámbitos que pueden venir de espacios políticos como
Mediaparte en Francia, que vienen del trosquismo, pero que han hecho un esfuerzo de representar algo
mucho más grande. O, por ejemplo, en México, dirigido por dos periodistas de izquierdas,
pero que se hace falta a Criticana Morena o a López Obrador. Creo que esa es la tarea que tendría
que hacer Canalred, pero que a día de hoy no la está haciendo porque es un órgano muy podemita.
Y eso no es bueno ni para Canalred ni para Podemos. No es bueno para Canalred porque
circunscribe mucho su influencia y no es bueno para Podemos porque no termina de
liberarse de esa contundente opinión de convencidos que expresa siempre Canalred.
Y entonces, si el medio de comunicación no te permite entrar porque o compartes el 100% de lo
que ahí se expresa o te conviertes en sospechoso, pues como táctica política es errónea y al final
corres el riesgo de hablar solo para convencidos y eso no vale. Porque, fíjate, y también esto es
importante, una reflexión que Iglesias siempre hacía. Un tipo como Jiménez Los Santos habla a la
derecha, no habla al PP, habla a la derecha. Claro, tu alcance es mayor si hablas a toda la
derecha o a toda la izquierda que si hablas solo para los de tu partido. Y yo creo que Canalred
tiene que despodemizarse y Podemos tiene que descanalizarse. Cuidado con lo que está diciendo
aquí Juan Carlos Monedero. Juan Carlos Monedero está diciendo que un medio de comunicación privado,
un proyecto empresarial propio de Pablo Iglesias, es el órgano de comunicación oficial de un
partido político llamado Podemos. Es decir, está diciendo que los intereses personales y económicos
de Pablo Iglesias se entremezclan con la estrategia política de Podemos. Y si eso es así, el problema
ya no es que Pablo Iglesias pueda estar actuando desde un medio de comunicación privado como
portavoz oficial de Podemos. El problema es que no sabemos cuántas de las cosas que está defendiendo
Podemos las defiende porque sean convenientes para los intereses económico-personales de Pablo
Iglesias. Insisto, esa es la implicación de lo que está diciendo Juan Carlos Monedero. Y
Juan Carlos Monedero sabe que esa es una implicación que se deriva de lo que está diciendo. Y por tanto,
que Juan Carlos Monedero diga esto equivale a colocar dinamita tanto en la sede de Canalred
como en la sede de Podemos. Porque está deslegitimándolos a ambos extendiendo una
sombra de sospecha sobre ellos. De hecho, en la entrevista, Monedero termina abogando por una
especie de refundación del espacio político electoral a la izquierda del PSOE e incluso insta
a los actuales dirigentes tanto de sumar como de Podemos de que o arreglen sus diferencias y
constituyan un movimiento, un frente amplio de izquierdas, de extrema izquierda, o que se vayan
a casa. Hay algo que yo no entiendo y es cómo es posible que un decreto con muchas cosas positivas
para los trabajadores no se haya podido solventar porque sumar y Podemos no se hablan. Si en ese
espacio político que es el parlamento, donde parlamentan incluso enemigos como el capital y
el trabajo, la propia izquierda no puede parlamentar, igual hay que preguntarse si no sobra esa gente
incapaz de hablar en el parlamento. En definitiva, consciente o inconscientemente ha hecho bien Juan
Carlos Monedero en referenciar el trosquismo en una de las respuestas que ha dado en esta
entrevista porque parece que algunos están empezando a desempolvar los piolets.