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Fiasco de la rebaja de impuestos en Reino Unido no asociada a un recorte del gasto,
es decir, fiasco de la bajada de impuestos con cargo al endeudamiento.
Sin embargo, para muchos lo que ha fracasado no es el aumento del endeudamiento, sino la
bajada de impuestos.
Y ya están intentando extraer consecuencias ideológicas al respecto.
Veámoslo.
El nuevo gobierno británico de Liz Trash ha tenido que dar marcha atrás en su
prometida rebaja del impuesto sobre la renta de las personas físicas, mediante la cual
eliminaba el tramo máximo de ese impuesto, pasaba del 45% al 40%.
En su momento, en este canal ya criticamos la decisión del gobierno de Trash de bajar
impuestos sin recortar los gastos, porque bajar impuestos hoy sin recortar los gastos
es simplemente subir los impuestos mañana, no es reducir la presión fiscal que recae
sobre una sociedad, sino es traspasársela a las generaciones futuras con los correspondientes
intereses y sin que esas generaciones futuras hayan podido votar acerca de su endeudamiento.
Este fiasco de la rebaja fiscal de Liz Trash debería llevarnos a efectuar como mínimo
tres reflexiones sobre esta cuestión.
En primer lugar, toda rebaja fiscal debe ir de la mano de un recorte del gasto, o al
menos de un plan presupuestario a medio plazo que exponga cómo se va a autofinanciar esa
bajada impositiva.
A lo mejor, en algunos casos no hace falta recortar el gasto sino únicamente congelarlo
y que gracias a un crecimiento económico más o menos conservador, en el futuro se
consigan cuadrar las cuentas.
Pero en todo caso, tiene que haber una previsión rigurosa de cómo se va a financiar estructuralmente
esa bajada de impuestos, y una estimación rigurosa de cómo cuadrar las cuentas con
la bajada de impuestos no significa apelar genéricamente al áfel, no significa decir
que toda rebaja de impuestos sea autofinancia porque genera más recaudación de la que se
pierde bajando los impuestos.
Esto es simplemente un pésimo argumento, es economía budú.
Una cosa es que bajar impuestos estimula el crecimiento y ese mayor crecimiento incremente
la recaudación.
Pero el incremento de la recaudación que consiga el crecimiento extra que derive de
la bajada de impuestos no tiene por qué compensar la recaudación que se pierde originalmente
por haber bajado los impuestos.
En algunos casos podrá suceder, en otros casos y normalmente no sucederá.
La curva del áfel únicamente aplica cuando tenemos tipos impositivos mucho más altos
de los que actualmente tenemos.
Si tuviéramos un tipo impositivo medio sobre la renta del 99%, pues evidentemente recaudaríamos
más con un 90% o con un 85% o con un 80% que con un 99% porque la gente, si le quitaras
el 99% de lo que gana, dejaría de trabajar o trabajaría lo absolutamente indispensable.
Sin embargo, cuando tenemos un tipo impositivo medio que no margina al máximo, medio del
30%, del 32%, del 33%, no está nada claro que bajarlo del 30 al 27% o al 26% o al 25%
incremente en términos netos la recaudación.
Y, por tanto, apelar a que se van a cuadrar las cuentas por el hecho de que bajando impuestos
vas a aumentar lo suficiente la recaudación como para compensar lo que dejas de recaudar
por el mayor tipo impositivo, como digo, es ciencia ficción económica.
Eso no significa cuidado, que no haya que bajar impuestos.
Yo soy el primer defensor de las bajadas de impuestos, pero de las bajadas de impuestos
de verdad, es decir, de aquellas que van acompañadas de recortes de gasto, de una reducción del
tamaño del estado, de nada nos sirve bajar impuestos si mantenemos el tamaño del estado,
si mantenemos el tamaño del gasto público.
No se trata de que el estado siga creciendo y nos deje algo más de migajas para que
las podamos gastar, se trata de que la sociedad civil de que el mercado gane peso con respecto
al estado y para eso el estado de perder peso frente a la sociedad civil, menos impuestos
y menos gasto público.
Y quien dice que no nos debemos dejar encandilar por los cantos de Sirena de la Curva del Afer
también dice que no nos debemos dejar engañar por los cantos de Sirena de la llamada teoría
monetaria moderna.
Recordemos que, según la teoría monetaria moderna, un estado que tiene soberanía monetaria,
como es el caso de Reino Unido, no se enfrenta a ningún tipo de restricción presupuestaria,
que puede gastar todo lo que quiera, que puede bajar los impuestos todo lo que quiera y siempre
se mantendrá solvente, no se enfrentará a ninguna dificultad.
Pues bien, en este caso Reino Unido, estado con soberanía monetaria, ha intentado bajar
un poquitín, que tampoco demasiado, un poquitín los impuestos, ha descuadrado su estructura
financiera todavía más de lo que ya lo estaba, recordemos que Reino Unido ya está muy endeudado
y eso ha llevado a que los mercados empiecen a vender su moneda y sus bonos, es decir,
a que suban los tipos de interés y a que se deprecie el tipo de cambio de la libra.
Que sí, que el Banco Central puede comprar todos los bonos que quiera y evitar que haya
una bancarrota estatal de Reino Unido, pero si el Banco Central se pone a comprar bonos
a mansalva, no de manera temporal y restringida, tal como anunció el pasado lunes el Banco
de Inglaterra que iba a hacer, sino de manera estructural e indefinida, eso lo que genera
es mucha más inflación y mucha más depreciación de la libra, que en última instancia no deja
de ser una señal, un síntoma, de un impago de los pasivos estatales en términos reales,
no en términos nominales, pero sí en términos reales, y por tanto, si un Estado no quiere
impagar sus pasivos en términos reales, es decir, no quiere desatar una masiva inflación
sobre los ahorradores en libras, lo que tendrá que hacer y se verá forzado por los mercados
a hacerlo es cuadrar las cuentas a lo largo del tiempo, por tanto, de la misma manera que
la derecha se equivoca cuando apela al afer genéricamente diciendo que podemos bajar
todos los impuestos que queramos, cuanto queramos sin recortar el gasto, porque se van autofinanciadas
a rebajas de impuestos, también desde la izquierda la teoría monetaria moderna se equivoca
estrepitosamente cuando nos dice que, al tener soberanía monetaria y poder crear todo el
dinero que queramos crear, no nos tenemos que preocupar por cuadrar las cuentas, que podemos
disparar todo lo que queramos el gasto público, que podemos hundir todo lo que queramos la
recaudación sin preocuparnos por el equilibrio presupuestario a medio plazo, que la maquinita
de billetes del Banco Central proveerá, pues no proveerá y si provee lo hace solo con una
alta, muy alta inflación.
Segunda reflexión que me sustita este estrepitoso fracaso del intento de Reino Unido de bajar
impuestos sin recortar el gasto como consecuencia de la presión que han ejercido los mercados
a la hora de liquidar, de vender, los bonos o las libras que tenían en su cartera, pues
que todos aquellos que hace unos años nos insistían en que esto de que los mercados
disciplinaran a los gobiernos, básicamente no comprando nuestra deuda o vendiendo nuestra
deuda porque no se fíaban de nosotros, todos esos que nos decían que esta disciplina que
les imponían los mercados a los gobiernos nacionales era un ataque a la soberanía y
a la democracia en esos estados, que no era en absoluto tolerable democráticamente que
los poderes económicos, que los poderes financieros nos pudiesen marcar cuánto queríamos gastar
o cuánto teníamos que recaudar, ahora todos esos que se rasgaban las vestiduras con respecto
a los ataques a la soberanía democrática de España hace una década están aplaudiendo
con las orejas.
Están celebrando que Reino Unido haya tenido que dar marcha atrás en la baja de impuestos
que habían programado y ha tenido que dar marcha atrás, insisto, porque los mercados
han atacado a Reino Unido, es decir, han empezado a vender sus bonos y han empezado a vender
su moneda.
¿Por qué no les molesta este ataque a la soberanía de Reino Unido?
Porque nunca les ha preocupado el ataque a ninguna soberanía de nadie, lo que les molestaba
ideológicamente a estas personas que hoy celebran el fracaso de la baja de impuestos
en Reino Unido como consecuencia del ataque de los mercados, lo que les preocupaba hace
una década es que tuviésemos que recorta el gasto público y vestían esos necesarios
recortes financieros de gasto público para cuadrar las cuentas, vestían esa necesidad
de recortes como un ataque a la sacrosanta soberanía de España.
Ahora en cambio, cuando lo que se frustra es una baja de impuestos a los ricos que no
les gusta, entonces ya no están diciendo que aquí hay un ataque inaceptable de los mercados
a la soberanía de Reino Unido, están diciendo que gracias, señores mercados, por haber
impedido que Reino Unido acometa la barbaridad de bajar impuestos a las rentas más altas.
Es decir, se instrumentaliza el discurso ideológico a absoluta conveniencia, no hay una coherencia
ni hay unos principios que estructuren el argumento, simplemente tenemos un objetivo
en mente, queremos que el estado crezca más, queremos que parasite mucho más la sociedad
civil y se retuercen los argumentos tanto como sea necesario para que encajen a ese
mensaje prefabricado.
No te sé la diferencia con lo que intentamos hacer algunos, yo también tengo un objetivo
muy claro que es reducir el tamaño del estado, pero soy consciente de que no cualquier camino
vale para ese fin, no cualquier argumento vale para ese fin.
Por ejemplo, yo no he abrazado esta rebaja de impuestos en Reino Unido porque era una
rebaja de impuestos fraudulenta, era una rebaja de impuestos que iba asociada a un incremento
del endeudamiento de Reino Unido en un momento en el que además el endeudamiento público
no tiene que aumentar porque estamos padeciendo una alta inflación y más endeudamiento público
significa cebar todavía más la inflación.
Ahora bien, si yo utilizar a la misma táctica incoherente que utilizan muchos de estos señores
que tienen como propósito incrementar el tamaño del sector público, lo que debería
haber dicho es fantástica la rebaja de impuestos en el Reino Unido y cualquier ataque que se
dirija contra la misma son intereses expurios que intentan frustrarla, no, en este caso
existían buenos argumentos para criticar esta bajada de impuestos fraudulenta y por
tanto yo defiendo bajadas de impuestos pero coherentes, razonables, es decir que vayan
asociadas a recortes de gasto.
Y si estos señores que tanto se preocupaban por la soberanía de España ante el ataque
antidemocrático de los mercados fueran coherentes, lo que deberían estar diciendo ahora mismo
es yo no apoyo la rebaja de impuestos en Reino Unido pero me parece inaceptable que los mercados
le hayan doblado el pulso al gobierno inglés, no les escucharán decir absolutamente nada
de eso.
Y por último y tercera reflexión sobre estrategia comunicativa o estrategia política liberal,
si no tienes la capacidad política, la capacidad financiera, la capacidad económica o la capacidad
social ideológica para bajar impuestos no intentes rebajas de impuestos fraudulentas
porque entonces discursivamente se van a volver contra ti, ahora que el gobierno británico
ha tenido que dar marcha atrás en su proyecto, dentro del imaginario colectivo lo que va
a quedar es que las bajadas de impuestos son un fracaso porque el gobierno británico
ha intentado bajar impuestos y al intentarlo ha depreciado la libra, es decir, que bajar
impuestos empobrece a una nación.
Por ejemplo, esto es lo que ha escrito Antonio Maestra en Twitter que yo creo que recoge
más o menos el sentir de parte de la izquierda antiliberal Twittera de España y probablemente
también de más allá de España.
Dice Antonio Maestra, la recogida de cable ultra-liberal con la bajada de impuestos después
de hundir la libra debería valer para que los gurús que siguen hablando del afer no
vuelvan a salir de su cueva en la vida.
Insisto, los gurús que hablan del afer y los gurús que hablan de la MMT que aquí
son bastante equivalentes.
Fijaos que Antonio Maestra no está diciendo que ha fracasado la rebaja de impuestos sin
recorte de gasto, lo que está diciendo y lo que ha quedado en el imaginario colectivo
es que ha fracasado la política de bajar impuestos.
El gobierno de Reino Unido supuestamente quería avanzar en las libertades de los ciudadanos
bajando impuestos, digo supuestamente porque bajar impuestos con más deuda no es avanzar
mucho, es retrasar el momento del pago, pero bueno, imaginemos que quería avanzar en las
libertades de los ciudadanos bajando impuestos y al final lo que ha conseguido es que por
implementar mal esa política se vuelva en su contra y dentro del imaginario colectivo
quede el mensaje simplificado, falaz, absurdo, pero eficaz políticamente de que bajar impuestos
es malo porque deprecia la libra, nos empobrece y al final incluso sus defensores tienen que
dar marcha atrás unos días después de haberlo anunciado.
En definitiva, el episodio de la frustrada bajada de impuestos en Reino Unido ilustra
la podredumbre de gran parte del discurso ideológico de izquierda y de derecha de este
país.
La derecha por sumarse al carro de una bajada de impuestos de cualquier manera, sea como
sea, teniendo financiación para ella, no teniéndola, recortando el gasto o multiplicándolo
como también hacía listras, daba igual lo importante es que se bajaban impuestos.
Cómo se vaya a pagar eso a medio largo plazo no nos importa porque estábamos consiguiendo
una pequeña victoria en una batallita política determinada, conseguíamos ahora bajar impuestos
un poquito.
Eso es la derecha, claro ahora se ha estrellado y la derecha se ha quedado sin discurso.
Bajar impuestos es positivo para la economía, ya ha quedado en el imaginario colectivo
de Reino Unido y en parte del resto de Europa que no, que bajar impuestos nos empobrece,
ahí tenemos el fracaso inglés.
Y la izquierda lo mismo, la izquierda nos llevaba años diciendo que era inadmisible que los
mercados atacaran la soberanía de un país y ahora que la han atacado todos callados,
porque se ha conseguido frustrar una rebaja de impuestos que no les gustaba.
Y dentro de la izquierda la teoría monetaria moderna, diciéndonos que un gobierno no se
enfrentaba nunca a restricciones presupuestarias y tenía soberanía monetaria que podía incurrir
en todos los décisis que quisiera, porque para eso estaba el Banco Central para darle
respaldo y con lo que nos hemos encontrado es que Reino Unido ha intentado bajar un poquito
los impuestos, los mercados se han puesto nerviosos y como tenemos una muy alta inflación,
en parte como consecuencia de políticas inspiradas en la teoría monetaria moderna,
pues entonces no se pueden seguir comprando bonos a man salva y si no se pueden seguir
comprando bonos a man salva, porque ya tenemos la inflación disparada, que sucede si se
venden bonos y el Banco Central no entra a comprar bonos por la alta inflación, pues
que el tipo de interés se dispara como se disparó en Reino Unido y coloca contra las
cuerdas al gobierno inglés.
¿Están diciendo ahora los teóricos de la teoría monetaria moderna?
Hombre, pues quizá nos hemos equivocado, quizá Reino Unido ilustra que hemos fracasado en
nuestros pronósticos y en nuestras prescripciones de que un gobierno se pueden deudar todo lo
que quiera sin restricciones presupuestarias y sin consecuencias inflacionistas de ningún
tipo.
Pues no, están ahí calladitos, escondidos y nadie les está atacando, porque como forma
parte de la misma tribu ideológica que ahora mismo está en valentonada porque cree que
ha ganado en la batallita política fiscal de Reino Unido, es decir, la izquierda, pues
como forma parte de ese grupo ideológico, se esconden detrás de las izquierdas victoriosas,
hemos conseguido frustrar una baja de impuestos y nadie se acuerda de ellos, pero ellos también
han fracasado teórica o ideológicamente en este episodio.
En definitiva, bajadas de impuestos sí, pero con recortes de gasto también de manera imprescindible
y fuera populismos políticos y discursivos de derechas y de izquierdas, son la ruina
económica e intelectual de un país.