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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Juan Ramon Rayo, buenas noches.
¿Qué tal, buenas Hacérritas?
El don de la oportunidad,
han tenido los expertos de María Jesús Montero
para entregar su propuesta de reforma fiscal,
que en realidad es de subida fiscal.
Oye, menudo día han elegido para decir
que hay que subirle los impuestos a los carburantes
en unos cuantos miles de millones de euros
el día en el que el Brent, el petróleo, sube a niveles no vistos.
En una década y el precio del gas natural Rayo marca
su récord absoluto.
Empezamos, si quieres, por esto último,
que es lo más importante, porque lo otro no sé en qué va a quedar.
Pero vamos a empezar con el precio de la energía,
porque anda que no hemos analizado
a veces si esto quedaba en el corto, en el medio o en el largo plazo,
pues lo de Rusia no ayuda.
Efectivamente, ya dijimos hace dos o tres semanas
que había operado desde Mercado antes de la invasión,
que estaban apostando por el barril de petróleo.
Porque el barril de petróleo podría llegar a los 150 dólares
o superarlo.
Y, hombre, todavía no estamos en esas cifras,
pero hoy hemos rozado los 120.
Y has dicho que se trata del precio más alto desde el año 2014,
pero hay otro dato que a mí me asusta más o me preocupa más
o me impacta más.
Y es que estamos ante la subida semanal,
más rápida desde la crisis del petróleo del año 1973.
Es decir, aunque no hemos llegado ni mucho menos
a los niveles máximos históricos del precio del petróleo,
sí ha sido el encarecimiento más rápido, más culgurante,
desde hace medio siglo.
Y, claro, la guerra tiene mucho que ver.
La guerra tiene mucho que ver porque, bueno,
estamos hablando de uno de los principales proveedores de petróleo.
Los barriles de petróleo de Rusia,
aunque siguen llegando al mercado,
no se están comprando masivamente, me explico.
Si hoy alguien quiere comprar un barril de petróleo ruso,
lo puede comprar con 23 dólares de descuento
frente al barril de petróleo Brent.
Normalmente no cotiza a ningún descuento o a descuentos mínimos,
incluso a veces por encima.
Estamos ante el mayor descuento histórico
del barril de petróleo ruso frente al Brent.
¿Por qué esto es así?
Pues porque la gente, los inversores,
de la misma manera que se están yendo de Rusia,
muchas empresas no quieren tocar el barril de petróleo ruso
al que considerarán que está manchado de sangre,
como cualquier imagen que queramos utilizar para expresar
que no quieren estar financiando la invasión de Ucrania.
Y, claro, si muchos inversores que solían comprar el barril ruso
dejan de comprarlo para que otros lo compren
anden a bajar el precio y esos inversores que no lo compran
están pujando por el barril Brent
o por otros barriles de petróleo de otros orígenes,
y eso encarece su precio.
Entonces, no solo es, por tanto, que se esté o que se pueda
dejar de producir, que eso es lo que en parte de algunos especuladores
en el mercado de futuro se están apostando,
sino que además ya se está dejando de comprar
y se está desviando la demanda
hacia otros tipos de barriles de petróleo.
Y, obviamente, pues con el gas algo parecido.
Hace un par de días la mayor gasista de Reino Unido
ya anunció que dejaría de comprar garruso.
Por tanto, claro, si no compras garruso,
lo tienes que comprar de dos partes y ya compras lo de otras partes.
Elevas su precio.
Y, de nuevo, los especuladores también estén anticipando
un posible cierre, restricción, reducción,
que no hemos observado de momento,
pero que se podría llegar a producir,
del suministro de gas desde Rusia a Europa.
Todo esto encarece la energía de manera extraordinaria,
sobre todo en Europa,
y, por tanto, sigue presionando al alza
ese problema que ya teníamos antes de la invasión.
No olvidemos nunca esto, porque mucho me temo
que en unos meses reescribirían la historia
diciendo que toda la inflación se ha ido a la guerra.
No, la inflación estaba en máximos de 33 años antes de la guerra.
Pero, además, si le añadimos la guerra,
pues, obviamente, todavía, como estamos viendo,
a través del precio de la energía,
esa inflación parece que va a aumentar aún más.
En lo único que no estoy de acuerdo contigo,
Rayo, es que van a tardar unos meses en reescribir la historia,
porque la están reescribiendo ya con lo de la inflación.
No me extraña, sí.
No, no, están ya en ello, pero es verdad,
lo que tú nos decías,
que lo que ha conseguido Putin es que se acelere todavía más
y, encima, a una velocidad que no conocíamos
desde la crisis del petróleo del 73.
Claro, cuando las materias primas suben,
sobre todo, por ejemplo, el petróleo,
tardan poquísimo en adaptar precios, por ejemplo, en la gasolinera.
Si luego todo eso repercute en el resto de la cadena, Rayo,
¿hasta dónde podemos llegar?
Porque, claro, antes, preinvasión,
ahora tendremos que decir,
inflación, preinvasión estaba en el 7,4.
Lo que está marcando, el inicio de marzo,
no sé hasta dónde nos puede llegar, Juan Ramón,
porque, claro, ayer el presidente decía que planteaba
a los agentes sociales un pacto de rentas,
que queda muy bonito, porque lo que te quieren decir es
que suban solo los precios, pero no los sueldos,
porque tú nos lo dijiste, nos lo lanzaste hace meses,
como suban los sueldos al ritmo de los precios,
subirán todavía más los precios, más la inflación y demás.
Y hoy UGT ha dicho que, de pato de rentas,
Nasty, que subida de salarios del 5%.
¿Hasta dónde nos puede llevar?
Sí, efectivamente, porque además no es solo el precio de la energía,
se me ha olvidado comentar que el precio del trigo, por ejemplo,
está cerca de máximos históricos, en términos nominales,
porque también, de verdad, que ha habido inflación entre medias
y por tanto, no son exactamente comparables,
pero bueno, el número está cerca de máximos históricos
y todo eso, por tanto, va a encarecer el pan, la pasta,
todos los derivados del trigo, que, de nuevo,
esto lo comentamos también la semana pasada,
que ya dijimos que había miedo a que el precio del trigo se encareciera,
porque Ucrania es uno de los principales suministradores del trigo,
el 30% del trigo que consumimos en Europa procede de Ucrania,
y bueno, y está sucediendo.
Y ya comentamos la semana pasada que, a ver,
puede que haya familias españolas a las que un encarecimiento del trigo
les haga un roto importante, pero, en general,
la población española, con más o menos sacrificios,
puede pagar la barra de pan un 30% más cara,
porque, aunque el término relativo es una subida brutal,
el término es absoluto sigue siendo algo moderado,
pero pensemos que el precio del trigo no solo se le encarece Europa,
también se le encarece, por ejemplo, al norte de África,
que son países con una renta per cápita muy inferior a la española,
y donde, por tanto, una subida del 30% del 40% del 50% del precio del pan
no es algo que tengan que hacer sacrificios para poder asumir,
es que no pueden asumirla.
Y, por tanto, a partir de ahí también podemos, si esto sigue así,
que obviamente todo esto es muy especulativo de escenarios futuros,
pero también nos podríamos enfrentar a algo que ya está pasando,
que no sé qué relación guarda con ello, pero, desde luego,
si esto sigue así, sucederá por lo que estoy comentando,
y es flujos migratorios desde el norte de África a Europa,
simplemente por carecía de alimentos básicos como el pan.
Traiéndole el drama de la inflación a nuestro país, efectivamente,
ya hace meses comentamos que aquí el riesgo es que se diera
un espiral precio salario.
Y ya dijimos que de momento nos estaba dando,
y que mucha gente estaba muy contenta,
porque nos estaba dando en el sentido de, bueno, sí,
la inflación es alta, pero, como todavía nos ha trasladado a los salarios,
esto no se va a perpetuar, no se va a consolidar, no hay ningún riesgo.
Bueno, y dijimos, ¿a ver cuánto tiempo van a aguantar los trabajadores españoles
con inflaciones del 5 o del 6%?
Porque eso es una equivalente a que te bajen el sueldo un 5 o un 6%.
Tú eso lo puedes aguantar si es de una vez,
si no es algo continuado, etcétera.
Pero, claro, si es algo acelerado y permanente
y cada año te están bajando un 5 o un 6,
pues, al final, evidentemente,
yo ahí al trabajador lo entiendo perfectamente,
otra cosa es las consecuencias macroeconómicas que yo pueda tener,
pero, obviamente, vas a pedir una revalorización de los salarios nominales.
Más si cabe radio, si encima no te deflactan el IRPF, es decir, si no...
Y esa parte, claro.
Si no te tienen en cuenta desde Hacienda, la subida de...
Eso que ya te están quitando para compensarte con el IRPF,
que de eso los expertos de Montero no dicen nada.
No han dicho nada, no. Que hay que subir el IVA,
que en última instancia es eso,
y que hay que subir el impuesto sobre hidrocarburos,
y ahora, para aliviar la carga impositiva sobre el ciudadano,
de eso se olvidan.
Pero ya decíamos la semana pasada que,
porque obtuvimos los primeros datos de revalorización salarial
por convenio en el mes de enero,
y ya hay salarios de más de 20.000 empresas en España
que, a principios de año, están subiendo en términos interanuales un 6%.
En La Rioja y el País Vasco,
los salarios no los de algunas empresas,
sino los salarios del conjunto de empresas,
ya están subiendo un 4%.
Entonces, ya se empieza a ver, claramente,
una traslación de la inflación a los salarios.
Y si, como dices, los sindicatos van a entrar en plan guerrero
para defender su vida salarial desde el 5%,
pues aquí sí que podemos ir enquistando esa espiral preciosa de salarios
que termina obligando, de manera inevitable,
al Banco Centro Europeo, a subir los tipos de interés
de manera agresiva para cortarla.
Y esa es la situación en la que ya estábamos en gran medida
antes de la guerra, pero que la guerra ha agravado
y vuelve cada vez más complicado, si duda.
Y, por último, hablando de la guerra,
¿cómo crees que va a derivar todo el tema económico de esta guerra?
Es decir, la parte de la guerra económica,
que es en la que se ha entrado Occidente contra Putin.
Es complicado de saber, pero, sin duda,
creo que uno de los efectos que nos podemos encontrar a largo plazo,
ya mucha gente está hablando de ello,
es de una separación económica en bloques,
algo parecido a lo que sucedía durante la Guerra Fría,
pero algunos dicen que aún más extremo,
hombre, yo más extremo no terminé de verlo
porque la Guerra Fría, la separación económica,
ya era prácticamente absoluta,
es decir, ellos comerciaban en su lado y nosotros en el nuestro.
Pero sí que es cierto que gran parte de las empresas occidentales
han abandonado Rusia o han dejado de vender a Rusia
y no se sabe si van a volver a hacerlo en algún momento.
Desde luego, las que han desinvertido
no parece que sea para volver a entrar a corto plazo.
BP, por ejemplo, va a perder más de 20.000 millones de dólares
para salirse de Rusia,
no creo que sea una operación a corto plazo para volver a entrar,
y muchas empresas están cerrando directamente sus fábricas,
sus tiendas y no hay, por tanto, perspectiva a corto medio plazo
de que regresen.
Ese es un factor, el aislamiento económico y comercial
con respecto a Occidente al que se va a enfrentar Rusia.
Y otro es que, por primera vez, en esta guerra,
se ha utilizado un arma que, bueno, yo hasta cierto punto
entiendo que se utilice, pero también seamos conscientes
de que eso va a traer repercusiones en el futuro
y es el arma económica.
No me refiero tanto a las sanciones,
sino a la congelación de los activos del Banco Central de Rusia
en Occidente.
Básicamente, les hemos expropiado temporalmente sus ahorros,
sus ahorros en dólares y sus ahorros en euros.
¿Qué significa esto?
Que de cara al futuro, Rusia, China y otros países
no muy afines al bloque occidental,
no van a querer ahorrar en moneda occidental
porque saben que estamos dispuestos a congelarles los fondos
si llegamos a tener tensiones bélicas, en este caso, de Rusia
o de otro tipo, potencialmente.
Con lo cual, se puede producir una caída
en el medio plazo de la demanda internacional,
de la demanda global de euros y de dólares
y esto, nuevamente, es más inflación.
Con lo cual, digamos que todo el entorno macroeconómico
está apuntando descaradamente hacia la misma dirección.
Inflación, inflación, inflación.
Pues, bueno, para un rallo.
Pero eso sí, me ha gustado lo de que no nos vengan
reescribiendo la historia, porque en eso son especialistas.
Oye, si todo iba bien hasta que invadió a Putin
con lo que teníamos controlado,
si además teníamos lo que dicen,
teníamos hasta una caída de precios,
si estabas recuperando poder adquisitivo, trolas no.
Por favor, que aquí cada semana hablamos con Juan Ramón Rallo.
Y el 7,4% de su vida en el IPC era previo a la invasión.
Profesor, un abrazo fuerte y gracias por tu ayuda, como siempre.
Un fuerte abrazo hasta la semana que viene.