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Podemos amenaza con perseguir políticamente a dos humoristas, Pablo Motos y Miguel Lago,
como parte de su campaña electoral. ¡Veámoslo!
En las presentes elecciones autonómicas y municipales, Podemos se halla en una situación
verdaderamente desesperada, dado que no pugna por obtener más o menos diputados,
más o menos concejales, sino simplemente por sobrevivir. El objetivo ahora mismo de Podemos
es no desaparecer por entero en muchas autonomías y en muchos ayuntamientos,
pues no está ni siquiera claro que vaya a alcanzar el umbral mínimo de voto para obtener
la mínima representación posible. Y claro, si existe una amenaza cierta de quedarte fuera de
muchas o de la mayoría de las instituciones políticas de este país, existe una amenaza cierta
a que el partido político termine desapareciendo. Si un partido político no manda en ningún sitio,
ese partido político deja de ser un actor político relevante y, por tanto,
su influencia se va diluyendo, especialmente si aparecen otros actores políticos como
Sumar que te pueden desplazar del tablero. Por eso, ahora mismo todos los esfuerzos de
Podemos están concentrados en llamar la atención al electorado, encaldear el ambiente electoral
para conseguir movilizar a sus votantes tradicionales que les voten y que eviten la
desaparición de la mayoría de instituciones políticas de este país. De ahí, por ejemplo,
el cartel electoral del candidato de Podemos al Ayuntamiento de Madrid, Roberto Sotomayor,
insultando a los ciudadanos del Distrito de Salamanca en Madrid, llamándolos calletanos
y amenazándolos con olvidarse de ellos en caso de que Sotomayor llegue a ser alcalde
en las siguientes elecciones municipales. Obviamente, Sotomayor no va a ser alcalde
de ninguna de las maneras imaginables y, por tanto, esa amenaza es una amenaza vacía,
pero es una amenaza que se lanza contra un electorado especialmente hostil a Unidas Podemos
para conseguir, para intentar, movilizar al electorado tradicional de Unidas Podemos a ver
si finalmente obtienen una mínima representación en el Ayuntamiento. Y lo mismo cabe decir del
reciente cartel electoral para la Asamblea de Madrid, para las elecciones autonómicas,
colocando la cara del hermano de Díaz Ayuso a cuenta del caso de las mascarillas a pesar de que
la justicia ha dictaminado que no hubo corrupción en este caso. Se trata nuevamente de hiperventilar
para llamar la atención, conseguir movilizar a tu electorado y evitar quedarte fuera de las
instituciones. Y lo mismo cabe decir, hace unos días, de estas declaraciones de Irene Montero
sobre la candidata de Podemos al Ayuntamiento de Valencia. Escuchémoslas.
Queridas compañeras, especialmente querida Pilar, eres la alcaldesa que necesita Valencia,
una mujer sorda, bollera, feminista, valiente, que no se va a poner de perfil.
Cualquiera que escuche este vídeo con dos dedos de frente se preguntará si ser bollera o ser sorda
son cualidades que acreditan a alguien para ser alcaldesa de Valencia, si son méritos
relevantes que hay que colocar sobre la mesa para animar al voto a esta mujer, a Pilar Lima,
a la candidata de Podemos al Ayuntamiento de Valencia. De nuevo, no tiene nada que ver con esto,
tiene que ver con llamar la atención. ¿Y cómo llaman la atención en este caso? Pues diciendo
absurdeces y esperando que esas absurdeces sean replicadas por los medios de comunicación y
esperando, por tanto, que la derecha entre a criticarlos por decir tonterías y así acaparar
el foco mediático, tratar de movilizar a sus votantes e intentar obtener representación en
el Ayuntamiento de Valencia. Se trata de una estrategia política burda, pero es una estrategia
política burda que en gran medida utilizan en muchos contextos todos los partidos políticos,
por tanto, tampoco es algo de lo que haya que escandalizarse. Esa es la esencia de la política,
tratar de manipular al votante para que te vote, y lo puedes intentar manipular por múltiples vías.
Pero claro, si haces estas declaraciones absurdas, esperando obtener una reverberación mediática,
de tal manera que coloque a tu candidata a la alcaldía de Valencia, que no conoce nadie en
el foco mediático y, por tanto, que tenga más opciones de conseguir votos en la ciudad de
Valencia, pues entonces deberías entender cómo parte de esa estrategia política que los medios
de comunicación te empiecen a alabar o a criticar, incluso a hacer mofa por la absurdez del comentario
que acabas de soltar. Y esto es lo que sucedió también hace unos días en el programa de humor
y entretenimiento de Antena 3, El hormiguero. Escuchemos los comentarios que al respecto
pronunciaron Pablo Motos y Miguel Lago. Salen los candidatos. ¿Qué requisito tiene que tener un
candidato, sea del partido que sea, para ser aceptado? Es que la de Valencia, dice Irene
Montero, la mejor candidata, sorda, pollera. Entonces digo, bueno, como ya vale todo,
empezará a faltar. Y aquí este cojo que hemos traído. Dos humoristas haciendo humor de un
comentario político absurdo sobre las cualidades que debe o no debe reunir una persona para ser
alcalde de Valencia. Y claro, este sketch humorístico le ha servido a Podemos para aquello
que quería conseguir Podemos, que es victimizarse. Fijaos estos medios de comunicación que desprecian
a los discapacitados, que desprecian a la gente LGTBI, se están mofando de las lesbianas,
se están mofando de las sordas. Nosotros somos el partido que realmente defiende a estos colectivos.
Hasta aquí creo que todo el mundo entiende que más o menos estamos en el show político,
en el show mediático, y que todo forma parte de una opereta para mantenernos entretenidos,
mientras ellos siguen manejando el poder en nuestro perjuicio. Pero bueno, esa es la lógica
de la acción estatal, de la acción política, y por tanto, tampoco vamos a rasgarnos las vestiduras
por algo que viene sucediendo desde hace décadas, incluso desde hace siglos, y que no ha sido
inventado recientemente por Podemos para conseguir votos. Simplemente Podemos utiliza esta estrategia
política burda que previamente también ha sido utilizada por muchos partidos políticos cuando
están desesperados y necesitan llamar la atención. Necesitan algo de casito. El hecho diferencial en
este caso es otro, y es la instrumentalización de las instituciones del Estado para perseguir a
dos ciudadanos como parte de la campaña electoral de Podemos. Y es que el Real Patronato sobre
Discapacidad, que depende del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que está en manos de
Podemos, concretamente la ministra es Joan Ebelarra, secretaria general de Podemos,
este Real Patronato ha anunciado que denunciará ante la Fiscalía a Pablo Motos y Miguel Lago
por sus comentarios contra las personas con discapacidad. Es decir, que busca sancionar
a Pablo Motos y Miguel Lago por mofarse del comentario absurdo de Irene Montero sobre
las cualidades que reúne la candidata de Podemos a la Alcaldía de Valencia para ser una buena
alcaldesa de Valencia. No se trata solo, por tanto, de llamar la atención diciendo tonterías y
esperando que los medios de comunicación amplifiquen esas tonterías y luego victimizarte por ver que
los medios de comunicación o parte de ellos se están riendo de ti. No, se da un paso más allá,
se utiliza el ministerio que controlas dentro del gobierno para intentar censurar, sancionar,
perseguir políticamente a esos dos ciudadanos con la esperanza de que la Fiscalía, que ya sabemos
de quién depende, con la esperanza de que la Fiscalía te termine dando la razón y este asunto
acabe llegando a los tribunales. Y esto, claro, ya es un problema mucho más grave, porque ya no se
trata de un toma idaca, dialéctico, demagogo, humorístico, tergiversador. Se trata de la
posibilidad de utilizar la coacción estatal contra dos ciudadanos por el hecho de haber empleado un
humor que te gustará más o menos para afearte unos comentarios políticos absurdos que has hecho
en campaña electoral tratando desesperadamente de llamar la atención. Se trata, por tanto,
de subordinar la libertad de expresión en este país a tus intereses electorales y a tus intereses
políticos. Y, claro, si este país tuviera un verdadero estado de derecho funcional no habría
por qué temer demasiado. Si la ley no ampara que pueda sancionar a dos ciudadanos por haber
hecho este tipo de comentarios en televisión, pues entonces estos ciudadanos podrían estar
razonablemente tranquilos de que no se les va a terminar sancionando, por mucho que la
instrumentalización de las instituciones políticas de un real patronato dependiente
de un ministerio del Gobierno de España fuera absolutamente condenable y criticable. Pero aún
así, si no hubiese base alguna para sancionar a estos dos ciudadanos, pues todo quedaría en
fuegos de artificio costeados por los contribuyentes, porque los ministerios no se financian gratis.
Pero, claro, cuando combinamos leyes potencialmente censoras y bastante ambigüas, es decir,
el tipo penal está bastante indeterminado y el juez tiene bastante discrecionalidad para decidir
si se ha vulnerado ese tipo penal o no. Cuando combinamos esas leyes potencialmente censoras
con instituciones potencialmente muy politizadas, como la Fiscalía…
Es que ¿la Fiscalía de qué depende? ¿De qué depende?
Sí, sí, del Gobierno. Pues ya está.
Pues entonces esa combinación puede terminar siendo dramática para los derechos de las
personas y las libertades individuales. Estamos ante una persecución política en toda regla,
como parte de la campaña electoral de un partido político desesperado por tratar de obtener
representación en muchas instituciones públicas en las cuales las encuestas pronostican que va a
desaparecer. Lo que les importa no es en absoluto la libertad de las personas, sino su poder.
Están dispuestos a sacrificar la libertad de las personas para mantenerse en el poder.
Si sacrificar la libertad de las personas es un medio adecuado para maximizar su poder,
la sacrificarán. Y para sacrificarla están dispuestos a demoler todos los pesos y contrapesos
que posee el Estado para evitar precisamente que una panda de políticos sin escrúpulos
instrumentalice la coacción estatal para hacer cenar en su propio beneficio la libertad de los
ciudadanos. La mezcla de ideologías liberticidas, de políticos sin escrúpulos y de instituciones
vaciadas y anuladas es letal para la libertad. Tan letal que Podemos está consiguiendo normalizar
este tipo de prácticas mafiosas. Está consiguiendo que lo que debería habernos
escandalizado profundamente hace unos años o hace unas décadas ahora se convierta en parte de su
normalidad democrática. Si bien esa nueva normalidad democrática, que no es más que justificar que un
político pueda pisotear tus libertades en su propio interés, esa nueva normalidad democrática
es lo que siempre se ha conocido como tiranía.
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