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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Si estamos utilizando un exchange como Coinbase a modo de custodio de nuestros activos digitales, de nuestros criptoactivos,
¿qué sucedería en caso de que ese exchange vaya a la quiebra?
¿Recuperaríamos inmediatamente y sin ningún tipo de incertidumbre los activos digitales que hemos puesto bajo su custodia?
O en cambio deberíamos entrar en concurso de acreedores y pelearnos con otros acreedores de ese exchange para recuperar todo
o parte del valor monetario de los criptoactivos que hemos puesto bajo su custodia?
Veámoslo.
Si poseo activos digitales como por ejemplo Bitcoin, ¿dónde los guardo?
¿Y cómo opero con ellos? ¿Cómo compro más bitcoins o cómo las vendo a cambio de otros activos digitales
o a cambio de dólares, de euros, de cualquier otra moneda?
Una opción muy utilizada por muchos inversores es recurrir a los exchanges,
es decir una empresa que proporciona servicios de intermediación, actúa por un lado como custodio, te guarda tus activos digitales
y por otro te da acceso a un mercado de activos digitales a través del cual puedes comprar o vender esos activos digitales.
Sin embargo, el uso de exchanges no está exento de riesgos, aunque formalmente un exchange actúa como custodio
y si es un custodio no debería haber un traspase de propiedad de mis activos digitales al custodio,
en realidad el exchange se puede convertir en un deudor del propietario de activos digitales.
Es decir, que cuando yo guardo mis activos digitales en un custodio, este adquiere la propiedad de mis activos digitales
a cambio de la obligación de tener que devolvermelo cuando yo se los pida.
Entonces recurrir a los servicios de un custodio expone a los inversores en cripto activos al riesgo de contraparte.
Si el custodio quiebra, te conviertes en un acreedor atrapado en un concurso de acreedores.
Echemosle un vistazo algo más de cerca al caso de Coinbase.
Coinbase es uno de los exchanges más populares del mundo.
Es una empresa, por tanto, que vive de proporcionar servicios de custodia y cobrar comisiones por ello
y sobre todo de cobrar comisiones por los intercambios que facilita a través de su mercado de compra a venta de activos digitales.
La compañía salió a cotización, es decir, vendió sus acciones en bolsa hace aproximadamente un año
y, como consecuencia de ello, está obligada a presentar regularmente su cuenta de resultados y su balance de situación frente a la comunidad inversora.
Es más, tiene que informar a sus accionistas cuáles serían los procedimientos que seguiría Coinbase en caso de que suceda lo que, idealmente, no debería suceder.
Y este Coinbase quiebre.
De momento los resultados no son especialmente positivos.
La compañía perdió en el primer trimestre del año 430 millones de dólares
y los ingresos de la compañía se desplomaron más de la mitad con respecto al cuarto trimestre del año 2021.
En ese cuarto trimestre había obtenido ingresos de 2.500 millones de dólares en el primer trimestre de 2021 apenas de 1.100 millones de dólares.
Como podéis observar, incluso comparándolo con el primer trimestre del año 2021, los ingresos, que no los beneficios, repito, no es que todo esto sean ganancias,
estos son los ingresos y son ingresos que ni siquiera cubren gastos.
Pues bien, los ingresos pasaron con respecto al mismo trimestre del año anterior de 1.800 millones de dólares a 1.166 millones de dólares
y el principal motivo de este desplome es que los ingresos por las comisiones que cobra Coinbase en función de las transacciones que se realizan a través de su exchange
cayeron, cayeron sobre todo en términos absolutos entre los pequeños inversores,
también entre los inversores institucionales, aunque son una cuantía muy pequeña de los ingresos totales de Coinbase.
En particular, el inversor minorista dejó de pagar a Coinbase comisiones de en torno a 1.450 millones de dólares por las transacciones que efectuaba en activos digitales
y pasó a pagar 965, una reducción de casi 600 millones de dólares.
Bueno, dado que la empresa tiene pérdidas, ha perdido 430 millones de dólares en el primer trimestre de 2022,
dado que los ingresos que constituyen la base, a partir de los cuales la compañía puede aspirar a generar beneficios en algún momento futuro,
dado que esos ingresos parecen estar en declive, dado que la compañía tiene deudas, los pasivos totales de la compañía superan los 14.000 millones de dólares
y dado que el colchón para absorber las pérdidas antes de ir a concurso a creedores, es decir, antes de declarar impagos parciales sobre sus acreedores,
sobre esos más de 14.000 millones de dólares en pasivos, dado que el colchón ronda los 6.500 millones de dólares,
es razonable plantearse que sucedería si Coinbase no termina generando ganancias suficientes en algún momento
por tanto su base de fondos propios va menguando y por tanto la compañía tiene que entrar en concurso de acreedores.
¿Qué sucedería en ese caso con los clientes que han depositado, que han puesto en custodia sus activos digitales a través de Coinbase?
Pues como ahora vamos a ver, el futuro que se les auguraría en ese caso no es demasiado a la hueña.
Si acudimos al activo de la compañía, comprobaremos que la compañía declara tener un activo total de 20.000 millones de dólares,
casi 21.000 millones de dólares, pero si nos fijamos bien, la mitad de todos esos activos, según la propia compañía,
son los fondos custodiados de sus clientes, en concreto 10.023 millones de dólares.
Es decir, que Coinbase considera que los criptoactivos que está custodiando en beneficio de sus clientes son activos de su propiedad.
De ahí, por cierto, que si desglosamos sus pasivos, comprobaremos que su principal pasivo,
sus pasivos totales son 14.400 millones de dólares, su principal pasivo, por importe de 9.750 millones de dólares,
sea justamente la obligación de devolverles esos fondos que están custodiando a sus clientes.
Si los clientes les reclaman que les devuelvan esos criptoactivos, Coinbase tiene que devolverles esos criptoactivos.
Pero si no se lo reclaman y hasta que no se lo reclamen esos criptoactivos, son propiedad de Coinbase
y Coinbase lo único que tiene es una deuda con sus clientes.
Y de hecho, si cupiese alguna duda, la propia compañía, en este informe de situación trimestral,
aclara de manera bastante explícita que sucedería con los fondos de sus clientes,
en caso de que Coinbase, de que este exchange fuera a la quiebra, dice textualmente Coinbase,
precisamente porque los criptoactivos que custodiamos en favor de nuestros clientes
son considerados propiedad de la compañía que entraría en bancarrota, es decir, de Coinbase,
en caso de bancarrota, esos criptoactivos que estamos custodiando en beneficio de nuestros acreedores
quedarían sujetos al propio concurso de acreedores y, por tanto, esos clientes
recibirían el mismo trato que nuestros acreedores no colateralizados.
Esto puede provocar que nuestros clientes, consideren nuestros servicios de custodia
más arriesgados o menos atractivos en caso de que no seamos capaces de incrementar
nuestra base, nuestra cantidad de clientes, en caso de que se deje de utilizar la plataforma
o los productos existentes que puedan impactar negativamente los resultados operativos
de la empresa y, por tanto, su condición financiera. Es decir, que si Coinbase no va bien,
si Coinbase no consigue más clientes, si Coinbase no consigue que esos clientes
utilicen de manera más intensiva sus servicios y paguen, por tanto, más comisiones,
si Coinbase no tiene, por tanto, ganancias, existe un riesgo, claro, de que Coinbase quiebre.
Y si quiebra, entonces, los clientes de Coinbase, cuyos criptoactivos están siendo custodiados
por Coinbase, podrían tratar de huir en masa, precisamente, porque al tratarlos
como acreedores y no como propietarios de esos criptoactivos, si viene un concurso de acreedores,
esos clientes no tendrán un derecho preferente a recuperar los criptoactivos
que han depositado en Coinbase, ¿no? Todos los acreedores de Coinbase,
incluyendo estos clientes, se pelearán por resarcirse, por cobrar su crédito
contra la masa de activos, incluyendo los activos, los criptoactivos que estén
siendo custodiados por Coinbase, que queden en la compañía.
Si hay muchos más pasivos que activos, pues no todos cobrarán, es decir,
que los clientes experimentarían quitas. Utilizar un exchange es una alternativa
muy legítima para operar en el mercado de criptoactivos.
Facilita o reduce los costes de transacción en un sentido amplio,
incluyendo los costes de aprendizaje a la hora de recibir servicios de custodia
y también a la hora de recibir servicios de corretaje con los que operar
en el mercado de criptoactivos. Es, por tanto, como digo, una alternativa legítima
que a lo mejor conviene a pequeños a muy pequeños inversores.
Sin embargo, es importante que esos pequeños inversores, que se pueden estar
planteando operar a través de un exchange como Coinbase, sean muy conscientes
de los riesgos que acarrea. Utilizar un exchange como Coinbase
a modo intermediario es equivalente a prestarle tu dinero a Coinbase.
Es equivalente a invertir en deuda, cuya remuneración serían los servicios
que te proporciona ese exchange, servicios por los que, en todo caso,
tienes que volver a pagar, sería equivalente, por tanto, como digo,
a comprar deuda de ese exchange con una remuneración más bien cuestionable.
Y, como toda deuda, conlleva su riesgo, y ese riesgo es no recuperar
el dinero que les has prestado. En este caso, el valor monetario
de los criptoactivos que has puesto bajo custodia de Coinbase.
Tomad, por tanto, libremente vuestras decisiones financieras
en cuanto a la gestión, a la administración de vuestros activos,
pero tomadlas con toda la información posible.