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El Banco Central Europeo acaba de subir los tipos de interés en 75 puntos básicos, el
mayor incremento de toda su historia a las puertas de una posible recesión en la eurozona.
¿Por qué lo ha hecho?
Veámoslo.
A comienzos de 2022, el Banco Central Europeo nos sugería que no iba a tocar significativamente
los tipos de interés en todo lo que restaba de año.
A mediados de 2022, en el mes de julio, el Banco Central Europeo subió por sorpresa
los tipos de interés en 50 puntos básicos, pero se nos dijo que únicamente lo hacía
así porque había anticipado la subida de tipos de interés de 25 puntos básicos que
pensaba hacer en septiembre, es decir, que en principio los planes consistían en subir
los tipos de interés hasta el 0,25% en julio y otro 0,25% en septiembre, pero se adelantaba
a julio la subida de septiembre hasta totalizar una subida del 0,5%.
Sin embargo, ha llegado septiembre y nos hemos encontrado con que el Banco Central Europeo
lejos de congelar los tipos de interés los ha incrementado al mayor ritmo de toda su
historia, una subida de 75 puntos básicos que deja los tipos de interés en el 1,25%.
Este movimiento es tanto más sorprendente si tenemos en cuenta que la probabilidad
de una recesión en la eurozona se está incrementando.
¿Qué sentido tiene que el Banco Central Europeo, a las puertas de una posible recesión
en la eurozona, esté incrementando tanto los tipos de interés?
¿Por qué lo hace?
Bueno, pues evidentemente la respuesta de por qué el Banco Central Europeo está incrementando
a ritmos históricos los tipos de interés en la eurozona tiene que ver con que los precios,
la inflación también se está incrementando a ritmos históricos en la eurozona.
La inflación correspondiente al mes de agosto en la eurozona se disparó hasta el 9,1%,
la mayor cifra de toda su historia.
Pero cómo piensa exactamente el Banco Central Europeo que esta subida de tipos de interés
va a contribuir a contrarrestar una inflación que aparentemente tiene mucho que ver con
factores desde el lado de la oferta, como por ejemplo la restricción del gas suministrado
por Rusia y por tanto la elevación de su precio.
¿Por qué el Banco Central Europeo reacciona a un problema que no tiene nada que ver con
su política monetaria con un endurecimiento de la política monetaria?
Pues esencialmente lo hace por tres razones.
Una razón no es del todo cierto que la política monetaria del Banco Central Europeo no tenga
nada que ver con la actual inflación.
Hay un canal muy claro a través del cual la política monetaria del Banco Central Europeo
se está traduciendo en más inflación para los europeos y ese canal es la depreciación
del tipo de cambio del euro frente al dólar.
El euro se encuentra ahora mismo en uno de los niveles más baratos frente al dólar
de toda su historia.
En poco más de un año se ha depreciado alrededor de un 20%, todo lo cual claro está alimentando
la inflación dentro de la eurozona.
Aunque muchas materias primas se están abaratando en los mercados internacionales que cotizan
en dólares, si el dólar se encarece frente al euro, esas materias primas, como por ejemplo
el petróleo, no se abaratan tanto dentro de la eurozona.
Y por tanto el Banco Central Europeo necesita, para combatir la inflación, evitar que el
euro se siga depreciando o al menos que no se deprecia a ritmos todavía mayores, porque
no perdamos de vista que mientras el Banco Central Europeo ha estado de brazos cruzados
con respecto a sus tipos de interés, la Reserva Federal estadounidense ha estado subiendo
de manera bastante acelerada los tipos de interés.
De modo que aún cuando el Banco Central Europeo no hiciera nada o aún cuando el Banco Central
Europeo subiera tímidamente los tipos de interés, eso conducía a una depreciación
del euro frente al dólar porque la Reserva Federal los estaba elevando todavía más.
De modo que hay que tratar de contrarrestar esta tendencia con un ritmo de subidas de
tipos que se acerque en algo al que está marcando, al que está imprimiendo la Reserva Federal.
¿De qué manera una subida de tipos contribuye a que se aprecie el euro o a que se deprecie
menos de lo que alternativamente se depreciaría?
Pues por dos vías, los tipos de interés los podemos entender como el precio que voy
a recibir si tengo euros y los invierto o como el precio que he de pagar si no tengo euros
y los necesito.
Por consiguiente, cuanto más altos sean los tipos de interés más atractivo resulta tener
euros frente a otras monedas porque si tengo euros los podría invertir a un tipo de interés
más alto o si tengo otras monedas pero necesito euros me tendré que endeudar a tipos de interés
más altos y eso favorece una cierta conversión, un cierto trasvase de otras divisas en euros,
llevando por tanto a que el euro se aprecie o se deprecie menos.
Segundo motivo por el cual el Banco Central Europeo sube tanto los tipos de interés.
Ahora mismo es el contexto más inflacionista al que jamás se haya enfrentado el Banco
Central Europeo.
El Banco Central Europeo estatutariamente solo tiene una misión, combatir la inflación.
Y en medio del contexto más inflacionista al que se haya enfrentado jamás el Banco
Central Europeo, este se queda de brazos cruzados contra la inflación, evidentemente su credibilidad
como Banco Central pero ocupado por la inflación se resiente.
Si no sube tipos de interés cuando claramente debería subirlos para tratar de contrarrestar
la inflación, probablemente los agentes económicos empiecen a pensar que el Banco Central Europeo
tiene otros objetivos informales no estatutarios en la cabeza más allá de luchar contra la
inflación.
¿Por qué no sube tipos si debería subirlos?
Pues o bien porque quiere impulsar el crecimiento económico, o bien porque no quiere tensionar
las finanzas de los gobiernos estatales enormemente endeudados dentro de la eurozona, o bien porque
no quiere pinchar los mercados financieros, o bien porque quiere favorecer la creación
de empleo, todo ello podrían ser otros objetivos distintos a la lucha contra la inflación
que podría estar persiguiendo el Banco Central Europeo sin comunicarlo de manera pública
y transparente.
Y claro, las obras hablan más que las palabras y por eso el Banco Central Europeo para mandar
el mensaje de que él sí está preocupado por la inflación, de que él sí va a luchar
contra la inflación, caiga quien caiga, que ese es su único objetivo a desubir tipos
de interés cuando la inflación está tan alta.
Si no, como digo, el resto de personas empezarán a pensar que no nos dice la verdad y que el
Banco Central Europeo en realidad se despreocupa de la inflación y está más preocupado
por otros factores.
Pero si todos los demás empezamos a creer que el Banco Central Europeo se despreocupa
de la inflación, entonces a lo mejor los demás nos empezamos a preocupar sobre la
credibilidad y sobre el valor del euro, nos refugiamos en otros activos, nos refugiamos
en otras divisas para protegernos ya no frente a la inflación que nos viene de fuera, sino
frente a la negligencia del gestor de los euros del Banco Central Europeo y toda esta
reacción masiva al comportamiento negligente y pasivo del Banco Central Europeo puede engendrar
un incremento endógeno de la inflación desde el euro a otros activos.
Y por último y en tercer lugar, el Banco Central Europeo no solo sube los tipos de
interés en 75 puntos básicos para proteger su credibilidad frente a todos aquellos que
dudaban, algunos seguimos dudando, de que su único objetivo sea combatir la inflación,
sino también para lanzar una advertencia a todos aquellos que están comportándose
o que piensan empezar a comportarse bajo la hipótesis de que el Banco Central Europeo
no va a seguir subiendo los tipos de interés.
¿A quiénes me estoy refiriendo concretamente? Pues por un lado a los sindicatos europeos
y por otro y sobre todo a los gobiernos europeos.
Tantos sindicatos como sobre todo gobiernos europeos están actuando dentro de un marco
mental en el que presuponen que el Banco Central Europeo no va a subir demasiado los
tipos de interés y por tanto que va a ayudar a la creación de empleo y a la financiación
de los gobiernos estatales endeudados. Y esta hipótesis que manejan muchos sindicatos
y diría a todos o casi todos los gobiernos europeos es una hipótesis que puede conducir
a generar más inflación. Por ejemplo, ahora mismo estamos asistiendo en Francia a fuertes
protestas para conseguir elevar los salarios de los trabajadores franceses al mismo ritmo
que la inflación. ¿Por qué los sindicatos están persiguiendo
este objetivo? Pues porque presuponen que si el desempleo aumenta de manera sustancial
el Banco Central Europeo empezará a rebajar los tipos de interés para ayudar a crear
empleo aún cuando la inflación esté muy alta. Si los sindicatos empiezan a temer que
quizá el Banco Central Europeo no acompañará con su política monetaria expansiva a la
creación de empleo mientras la inflación sea alta, quizá se lo piensen dos veces antes
de pedir subidas extraordinarias de salarios que pueden conducir a una destrucción estable
de empleo que no se vea contrarrestada por parte del Banco Central Europeo.
Pero sobre todo, quienes desde luego están operando desde hace más de una década con
el marco mental de que nadamos en una era de dinero gratis e hiperabundante y que por
tanto no hace falta cuadrar las cuentas, quienes están operando bajo esa hipótesis son los
gobiernos nacionales de la eurozona con unos déficits públicos en general desbocados.
Y de la misma manera que si los sindicatos empiezan a reclamar y conseguir subidas salariales,
eso puede traducirse en más inflación. Si los gobiernos nacionales siguen gastando
a manos llenas con cargo a su endeudamiento, eso alimenta todavía más la inflación.
Por tanto, la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo es un toque de atención
a todos aquellos agentes económicos, sindicatos o gobiernos que creen que todo el monte es
orégano y que por tanto pueden tomar cualquier decisión por irresponsable y que sea y en
última instancia terminará acudiendo al rescate el Banco Central Europeo.
El mensaje que quiere enviar hoy el Banco Central Europeo, otra cosa es que lo envíe con credibilidad
a Tosinella, es que no, que no piensa acudir al rescate y que por tanto estos otros agentes
económicos, sindicatos y sobre todo gobiernos nacionales han de empezar a ponerse las pilas.
Los sindicatos han de moderar sus peticiones de subidas salariales para no entrar en un
espiral de precios salarios y los gobiernos han de empezar a cuadrar sus cuentas para
proteger su propia solvencia y a través de la protección de esa solvencia para no inyectar
más gasto agregado dentro de las economías y que ese gasto agregado deje de cebar la
inflación interna.
El problema claro es que, por mucho que el Banco Central Europeo quiera lanzar este
mensaje, realmente resulta a este mensaje verosimil.
Dada la alta rigidez de los mercados laborales europeos, si empieza a dispararse el desempleo
como consecuencia de las peticiones de subidas salariales de algunos sindicatos europeos,
cabe pensar que el Banco Central Europeo, cuando empiece a ver que las colas de desempleados
se alargan, no intervendrá en la economía, por ejemplo, bajando los tipos de interés
para intentar ayudar a la creación de empleo, sobre todo si la eurozona se sumerge en una
recesión.
O dado el elevadísimo volumen de deuda pública de muchos gobiernos nacionales, como el gobierno
italiano, como el gobierno griego, como el gobierno español, de verdad cabe pensar que
si estos gobiernos siguen gastando de manera irresponsable a manos llenas, el Banco Central
Europeo no intervendrá para rescatarlos antes de permitir que se rompa el euro.
Todo esto es algo que los sindicatos y los gobiernos nacionales saben perfectamente y,
por tanto, pueden pensar que esta subida de tipos de interés, la más alta de toda la
historia del Banco Central Europeo, es únicamente un farol.
Por eso mucho me temo que el Banco Central Europeo necesitará seguir subiendo los tipos
de interés si de verdad quiere doblegar la voluntad de sindicatos y sobre todo de gobiernos
europeos.
Y precisamente, si deja de subir los tipos de interés, se comprobará que desde un principio
iba de farol.
Por eso al Banco Central Europeo, sobre todo si los gobiernos nacionales no colaboran
cuadrando sus cuentas para luchar contra la inflación, no le queda otro remedio que
seguir subiendo los tipos de interés, aun cuando Europa se vea abocada a una recesión,
porque su propia credibilidad y las propias expectativas inflacionistas del euro están
en juego.
Por eso la GAR no se ha limitado a subir hoy los tipos de interés en 75 puntos básicos,
sino que también ha anunciado que esta no será la última subida de tipos de interés.
La irresponsabilidad de ayer del Banco Central Europeo con una política monetaria excesivamente
laxa, la irresponsabilidad de ayer y hoy de los gobiernos nacionales con un gasto fiscal
absolutamente desvocado, la irresponsabilidad en suma de las instituciones políticas en
un contexto geopolítico especialmente complicado y especialmente conducente a la inflación,
la pagamos con empobrecimiento a todos los ciudadanos, empobrecimiento que viene por
un lado con la inflación y empobrecimiento que viene por otro lado con subidas de tipos
de interés más acusadas, más agravadas, de las que serían necesarias si ayer el Banco
Central Europeo hubiese empezado a reaccionar a tiempo y si hoy los gobiernos nacionales
empezaran a cuadrar sus cuentas, pero obviamente en todo esto hay un riesgo moral gigantesco,
sus malas decisiones, sus pésimas decisiones no las pagan ellos, las pagamos nosotros.