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La receta mágica de Unidas Podemos para abaratar el precio de la electricidad en España
consiste en crear una empresa eléctrica pública,
pero sería ésta una medida eficaz para verdaderamente abaratar la factura de la luz que abonan los consumidores.
Veámoslo.
El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista durante este pasado mes de agosto
promedió los 100€ el megavatillora, y desde Podemos siguen insistiendo en que la solución mágica
para conseguir reducir este precio y, por tanto, abaratar la factura de la luz que tienen que
abonar los consumidores pasa por crear una empresa pública.
Sin embargo, esta propuesta no es más que un bluff que no conseguiría una rebaja significativa
del precio de la electricidad que tienen que abonar los ciudadanos.
Recordemos que Podemos propone crear esta empresa pública a través de la restatalización
de aquellas concesiones de centrales hidroeléctricas que vayan venciendo a lo largo de los próximos años.
Actualmente, las centrales hidroeléctricas son explotadas por empresas privadas en régimen de concesión,
y esas concesiones van expirando, de manera que lo que plantea Podemos es una vez expiren
que recupere su control el estado.
Dado que las centrales hidroeléctricas ya amortizadas tienen un coste de generación del megavatio-hora
muy barato, que puede rondar quizá los 5 euros el megavatio-hora,
lo que plantea Podemos es si se está vendiendo en el mercado el megavatio-hora a 100, a 110, a 120,
a 140 euros el megavatio-hora y a las hidroeléctricas solo les cuesta producirlo 5,
los beneficios que se obtengan por la venta a 100 euros el megavatio-hora con un coste variable de 5
que se los apropie el estado y que esos ingresos se destinen a baratar el recibo de la electricidad.
¿Por qué esta idea tiene muy escaso recorrido? Pues por dos razones.
La primera es que a lo largo de la próxima década, a lo largo de los próximos 10 años,
de aquí al año 2030, apenas expirarán concesiones sobre centrales hidroeléctricas con una potencia
instalada de 700 megavatios. Es decir, que en el año 2030 podríamos tener una empresa pública
generadora de electricidad a través de centrales hidroeléctricas con una potencia instalada de
700 megavatios. Año 2030, el problema, el problema de los altos precios de la electricidad lo tenemos
ahora. Quizá el año que viene, quizá incluso durante parte de 2023, pero desde luego no es un
problema para el año 2030. Por consiguiente, es un debate que se está vivando ahora para
remediar un problema acuciante ahora mismo, pero se le plantean soluciones a ese problema para dentro
de una década. Las fechas no cuadran. Pero es que además, y en segundo lugar, imaginemos que
fuéramos capaces de disponer de esos 700 megavatios de potencia instalada en concesiones a centrales
hidroeléctricas que irán venciendo a lo largo de la próxima década de manera inmediata. Ahora mismo,
¿sería eso la solución al problema que estamos padeciendo en estos momentos? Pues tampoco. 700
megavatios es el 0,6% de toda la potencia eléctrica instalada en España. Con 700 megavatios en
centrales hidroeléctricas podríamos generar anualmente siendo generosos unos 1500 gigavatios
hora a lo largo de todo un año, es decir, de nuevo alrededor del 0,5-0,6% de toda la demanda
eléctrica anual de España. Traslademos esto a euros contantes y sonantes. Vendiendo unos 1500
gigavatios hora a lo largo de un año a un precio medio de 100 euros el megavatio hora, tendríamos
que esta empresa pública hidroeléctrica recaudaría alrededor de 150 millones de euros al año. Es decir,
que el Estado podría terminar devolviendo a los consumidores de electricidad 150 millones de
euros al año, como mucho. Pero en realidad sería menos, porque a esos 150 millones de euros anuales
que podría ingresar la hidroeléctrica pública habría que restarle los gastos de operación que
aún siendo escasos existen y habría que restarle también lo que a día de hoy ya está recaudando
el Estado por impuestos directos o indirectos que pesan sobre los ingresos de las centrales
hidroeléctricas. Imaginemos que hoy en día estos 150 millones de euros que podría llegar a aspirar,
a ingresar una empresa pública, lo ingresa una empresa privada, pero sobre esos 150 millones
de euros recae una serie de impuestos que se los queda el Estado. Imaginemos que recaen 30 millones,
pues entonces el neto adicional que si se nacionaliza esa hidroeléctrica podría llegar a recaudar el
Estado no son 150, son 120, porque 30 ya se los está quedando hoy a través de impuestos. Pues bien,
si de los 150 millones de euros en ingresos eliminamos los gastos operativos y los impuestos
que directa o indirectamente recaen sobre las hidroeléctricas, me estoy refiriendo al impuesto
sobre la generación eléctrica, que si bien ahora está temporalmente suspendido se va a volver a
implantar, me estoy refiriendo al canon hidráulico y me estoy refiriendo también al nuevo impuesto
que ya ha aprobado el Estado y que va a recaer sobre las hidroeléctricas y las nucleares para
eliminar los beneficios que obtienen estas compañías por el encarecimiento del precio derivado
de los derechos de emisión de CO2. Pues bien, si eliminamos todo esto para calcular cuál sería
la recaudación neta a los ingresos netos que obtendría una empresa pública hidroeléctrica,
nos iríamos más bien a los 110 millones de euros. 110 millones de euros da para abaratar de manera
significativa el recibo de la electricidad, pues en absoluto. Como he dicho hace un momento,
la demanda eléctrica de España ronda es algo superior incluso los 250.000 gigavatios hora. Si
el precio del megavatio hora se estabilizará en torno a los 100 euros, más o menos la
media mensual de agosto, tendríamos que lo que habría que pagar para generar 250.000 gigavatios
hora en el sistema eléctrico español ascendería 25.000 millones de euros. Pero 25.000 millones
de euros no son ni mucho menos todos los costes del sistema eléctrico español. Añadan otros 16.000
millones de costes regulados, de costes fijados en el BOE, en forma de peajes al transporte y la
distribución, o en forma de costes por política energética pasada, primas a las energías renovables,
o amortización del déficit de tarifa, y nos vamos a un coste antes de impuestos de 41.000
millones de euros. Y luego añadan a esto otros 5.000, 6.000 millones de euros en impuestos. Nos
vamos, por tanto, a unos ingresos totales del sistema eléctrico español que rondan los 45,
46, 47.000 millones de euros. Esta cifra, 45.000, 46.000, 47.000 millones de euros, es lo que de
alguna manera directa o indirectamente tiene que pagar el consumidor eléctrico en España si el
precio del megavatiora se mantiene en torno a los 100 euros. Por consiguiente, si una empresa
pública hidroeléctrica consiguiera recaudar en términos netos unos 100 millones de euros,
¿en qué porcentaje conseguiríamos abaratar la cifra de los pagos totales al sistema eléctrico
español de 45.000, 46.000, 47.000 millones de euros? Pues alrededor del 0,2%. Eso es lo que
lograríamos abaratar el recibo de la luz con la brillantísima propuesta de Podemos de crear una
empresa hidroeléctrica pública, 0,2%. Pero es que aunque incluyéramos en esa empresa hidroeléctrica
pública todas las centrales hidroeléctricas del país, algo que no podríamos hacer sin expropiarlas y
por tanto sin indemnizar a las empresas eléctricas que han comprado esas centrales hidroeléctricas,
pero en todo caso, olvidémonos de la indemnización de vida, aún cuando en una empresa pública
concentráramos todas las hidroeléctricas del país, los ingresos netos que podrían lograr con
un precio del megavatio hora a 100 euros y ya deduciendo todos los otros pagos que esas
hidroeléctricas están realizando a día de hoy en forma de impuestos directos o indirectos sobre
la generación eléctrica, tendríamos que esa empresa pública hidroeléctrica, adoptando supuestos
bastante generosos en términos de generación eléctrica anual, podría llegar a ingresar ya
digo en términos netos alrededor de 2.000 millones de euros, unas cifras desde luego bastante más
apreciables que la anterior, pero es que 2.000 millones de euros ni siquiera daría para rebajar
el recibo de la luz en un 5%. Y eso ya digo sin contar la indemnización que desde luego habría
que pagar a las hidroeléctricas y que o bien saldría del bolsillo de los contribuyentes o bien saldría
del bolsillo de los consumidores eléctricos, de manera que sería una rebaja inferior, muy inferior
a ese 5% si es que llega a haber algún tipo de rebaja. En definitiva, la machacona insistencia
de Podemos en la creación de una empresa eléctrica pública no responde en absoluto a una propuesta
realista para abaratar ni a corto ni a medio ni a largo plazo el recibo de la luz. Entonces,
¿por qué lo proponen con tanta insistencia machacona? Pues, por un lado, para generar la
apariencia de que tienen una solución mágica a los altos precios de la electricidad que además
encaja con su ideología de expandir al sector público. Y por otro lado, porque creando una
empresa pública en cualquier sector consigue más poder para ese estado, es decir, más poder para
los políticos que impulsan la creación de esa empresa pública y que pueden manejarla a su antojo
y en su beneficio. Cuando exigen la creación de una empresa pública, no lo hacen pensando en vosotros,
lo hacen pensando en ellos y en los suyos.