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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Bienvenidos, gracias, como siempre, por acompañarnos en una nueva cita del foro económico del
Diario Montañés que hace ya la edición número 27, con lo cual imagínense el buen
puñado de temas que hemos puesto ya sobre la mesa en este espacio planteado como un
lugar de debate de temas de actualidad centrados en la economía.
El mes de abril lo vamos a abrir haciéndonos preguntas, haciéndonos preguntas de la mano
de nuestro invitado, Juan Ramón Rayo, él es doctor en economía, licenciado en derecho,
profesor del Instituto de Empresa, autor de numerosos artículos y también le sonará
su cara porque es una voz habitual en televisión, radio, prensa, un con tertulio a los que se
suele recurrir, entre otras cosas porque no se queda en la zona plana de las opiniones
no, a él también le gusta generar polémica.
Entre las preguntas que nos va a hacer hoy, a partir de su conferencia, si después de
esta etapa de recuperación realmente hemos salido de la crisis, o vamos a volver, porque
según sostiene, la economía y el hombre son dos elementos que tienen la intendencia
a tropezar no una, sino varias veces con la misma piedra.
Entre esas opiniones que no son templadas, nuestro invitado de hoy sostiene que la economía,
la del Banco Central Europeo no la comparte demasiado, pero es que tampoco comparte demasiado
las medidas fiscales expansivas aplicadas por los países occidentales durante la última
década, ni más ni menos, una década que en su caso le ha servido entre otras cosas
para escribir, tiene ocho libros publicados en los que argumenta ideas en las que rebate
al mismísimo Keynes y le plantea que el libre mercado genera armonía, o que en lugar de
los políticos debería ser la sociedad la que se ocupara de elementos como la sanidad,
la educación o las pensiones.
Muchas ideas sobre las que hablar, lo que estamos seguros es que sin duda su ponencia
va a generar preguntas y que hacer con esas preguntas, pues se lo digo siempre y se lo
recuerdo hoy también, pónganlas por escrito, tienen esas tarjetas en las mesas y al finalizar
la sesión se las trasladaremos a nuestro invitado para que las vaya dando respuesta.
A ustedes, como siempre, gracias por acompañarnos, también a la gente que nos sigue a través
de la web del Diario Montañés.
Tenemos otra cita a finales de mes que luego les adelantará el director Inigo Noriega
y a partir de ahora tiene la palabra nuestro invitado, Juan Ramon Rayo.
Buenos días y en primer lugar muchas gracias al Diario Montañés por la invitación y
por la organización de este foro, que por lo que me han estado contando se ha consolidado
como un éxito y como un referente en la ciudad y me alegro de que sea un foro especialmente
económico con el que suceda esto.
Y, por supuesto, también muchas gracias a todos ustedes por asistir, por regalar dos
horas de vuestro tiempo que es algo que no vais a recuperar y que espero que sea un regalo
que también tenga una contrapartida satisfactoria para todos ustedes.
Sobre qué quiero hablar?
Pues quiero hablar, evidentemente, sobre la coyuntura económica, sobre dónde estamos,
pero para entender dónde estamos y dónde podemos ir, permítanme antes explicar de
dónde venimos, cómo hemos llegado hasta aquí y por qué ahora estamos en una etapa
de crecimiento, que creo que es una etapa de crecimiento sano, pero con riesgos de
que se pueda torcer si repetimos ciertos errores del pasado que, además, somos susceptibles
de repetir.
¿Dónde estamos?
¿Dónde venimos?
Pues venimos de una de las mayores crisis económicas de nuestra historia.
¿Y por qué se gestó esa crisis económica tan monumental?
A mí me gusta explicar la crisis como la historia de tres burbujas, tres burbujas que se van
encadenando y sucediendo la una a la otra.
La primera de ellas es evidente, pero no está de más remarcarlo, fue la burbuja financiera.
La burbuja financiera se refiere al proceso de sobreendeudamiento masivo en el que entró
la economía española entre los años 2002 y 2007.
Básicamente, el endeudamiento familiar pasó de 300.000 millones de euros en el año 2001
a más de 900.000 millones en el año 2007, es decir, en seis, siete años se triplicó
y el endeudamiento empresarial pasó de algo más de 300.000 millones a un billón 200.000,
es decir, se cuadruplico en ese mismo periodo.
Por tanto, el sector privado se endeudó muchísimo durante los años del boom económico 2001-2007.
¿Y por qué se endeudó tanto el sector privado?
Pues aquí ya podemos abrir un primer melón de polémica.
Son muchos los que señalan que el sobreendeudamiento del sector privado se debió a la desregulación
de los mercados financieros, cuando todavía hoy y también entonces los mercados financieros
son uno de los mercados más hiperregulados por todas partes, o que se hiperendeudó la
gente por un sentimiento de avaricia incontrolable, que puede que sea así, pero desde luego la
gente no se volvió especialmente avariciosa durante esos años.
El nivel de avaricia medio probablemente sea bastante constante a lo largo de la historia
de la humanidad.
Entonces, ¿por qué durante esos años hubo ese estallido de endeudamiento privado?
Pues básicamente porque hay una institución que se llama Banco Central, que no tiene mucho
que ver con los mercados privados, es un monopolio estatal, que fija un precio, interviene, controla
un precio, que es lo que popularmente llamamos precio del dinero, el tipo de interés.
¿Y qué hizo el Banco Central Europeo y el resto de bancos centrales del mundo durante
esos años colocar los tipos de interés a mínimos históricos?
El Banco Central Europeo colocó los tipos de interés en el 2% durante dos años, más
de dos años.
La resedad federal estadounidense colocó los tipos de interés al 1% durante más de
un año.
Pensad que veníamos de tipos de interés, por ejemplo, en Estados Unidos de más del
6%, es decir, en poco más de año y medio de dos años pasamos del 6% al 1% y qué provocó
esa rebaja extraordinaria, inaudita, en la historia financiera occidental de los tipos
de interés.
Bueno, si abaratamos el precio del crédito, si volvemos mucho más asequible en deudarse,
queda la gente en deudarse, es decir, la gente responde a incentivos, si tú manipulas sus
incentivos, la gente responderá a esos incentivos manipulados.
Por tanto, como digo, familias y empresas empezaron a sobreendeudar.
Esa es la burbuja financiera, que además tiene un correlato en quién proporcionaba
ese sobreendeudamiento, que era la banca.
Por tanto, familias y empresas estaban hiperendeudadas y la banca adquirió posiciones en ese sobreendeudamiento
familiar y empresarial.
¿Pero en qué se endeudaron o no sobreendeudaron familias y empresas?
No se sobreendeudaron en general, se sobreendeudaron con un sesgo muy determinado y ese sesgo determinado
fue el ladrillo y con esto entramos en la segunda de las burbujas, la burbuja que podríamos
denominar burbuja productiva, porque la denomina burbuja productiva en lugar de burbuja inmobiliaria,
que quizás sería lo más común, porque la burbuja inmobiliaria parece indicar que solo
estaba la burbuja del ladrillo, cuando era una burbuja que afectaba al conjunto de la
economía española, evidentemente centrada en el ladrillo, pero amplificada al resto
de la economía.
¿Por qué se centra inicialmente la burbuja en el ladrillo?
Porque familias y empresas, como decía, se endeudan para, por un lado, comprar vivienda,
las familias comparaban el precio del alquiler con la cuota de la hipoteca, la cuota de la
hipoteca era mucho más baja que el precio del alquiler, me endeudo y compro vivienda.
Eso disparó la demanda de inmuebles y evidentemente si la demanda de inmuebles se dispara, ¿qué
tiende a hacer la oferta?
Pues tiende a seguir el rastro, es decir, tiende a incrementar también la oferta de
inmuebles.
¿Cómo aumentó la oferta de inmuebles también endeudándose?
Las promotoras decían, ¿cómo puedo construir más viviendas?
Pues si los tipos de interés están en mínimos históricos, en lugar de captar financiación
propia, financiación interna, me voy a endeudar a esos tipos de interés bajos para construir.
Durante esos años, 2001-2007, España vivió un boom constructor descomunal.
En el año 2006 se iniciaron en España más de 800.000 viviendas.
Esto es mucho, es poco, fue más de lo que ese mismo año construyeron conjuntamente
Francia y Alemania, los cuales tienen algo más de población individualmente que España.
Pero pese a ese boom constructor, los precios de la vivienda se duplicaron durante esos
años.
El precio por metro cuadrado se duplicó.
Entonces, ¿cómo puede ser que incrementando tanto, casi 5 millones de nuevas viviendas
construidas, aumentando tanto la oferta de viviendas los precios se duplicaran?
Pues porque la demanda creció todavía más.
La oferta crecía muchísimo, pero la demanda crecía todavía más rápido.
¿Y por qué crecía tan rápido la demanda?
Porque estaba siendo cebada por el endeudamiento barato a las familias.
Esto es la burbuja inmobiliaria, pero como digo, la burbuja inmobiliaria no se queda
encapsulada en la economía.
La burbuja inmobiliaria tiene implicaciones sobre el resto de nuestra estructura productiva.
Implicaciones que podríamos llamar más directas, no se desarrolla solo la industria
propiamente del ladrillo, sino todas las adyacentes de la industria del ladrillo, por ejemplo
azulejeras, electrodomésticos, cementeras, con lo cual, digamos, el entramado constructor
va ganando peso dentro del pipe español, pero además fijémonos como toda la contratación,
todo el empleo que se crean estos sectores que dependen de un elemento tan débil como
es que continúe la fiesta crediticia, pues todos los puestos de trabajo que se crean
en estos sectores y que luego demandan cualquier otro bien en el resto de la economía, esas
demandas de otros bienes y por tanto la producción de esos otros bienes depende de que continúe
la fiesta crediticia.
Por poner un ejemplo muy sencillo, imaginémonos que empieza la construcción de una promoción
inmobiliaria y un empresario dice, bueno, como va a haber tantos obreros aquí construyendo,
voy a montar un bar para servir cafés o desayunos mientras se está construyendo.
Ese bar nos ha financiado necesariamente ni con deuda barata, ni tiene ninguna relación
directa con el sector de la construcción, el sector de la restauración y ya está.
Lo que pasa, la viabilidad de esa empresa depende de que continúe la burbuja inmobiliaria
y de que continúe el boom constructor, porque si eso se para, si ya no hay obras, ya no
hay clientela para ese bar.
Por tanto, gran parte de la economía española pivotaba sobre el boom crediticio y sobre
el boom inmobiliario.
De hecho hay un dato que no se lo suele citar, quizá porque no es fácil comprensión para
el ciudadano medio, pero que es muy ilustrativo de lo que sucedió durante esos años que es
nuestro déficit exterior.
En el año 2007 España alcanzó uno de los déficits exteriores más altos del mundo,
un 10% de su producto interior bruto.
Esto que significa, significa que nuestras importaciones eran mayores que nuestras exportaciones
en un monto, en una cantidad que representaba el 10% de todo lo que producía España cada
año.
O dicho de otra manera, el 10% de todo lo que disponía este país en el año 2007 era
deprestado, nos lo prestaba el resto del mundo.
Y por qué teníamos ese déficit exterior tan grande, qué relación tiene esto con nuestras
distorsiones productivas internas.
Pues lo que ilustraba este déficit exterior tan grande era que nos habíamos vuelto nada
competitivos frente al resto del mundo, no teníamos capacidad para exportar, pero dado
que éramos nuevos ricos importábamos muchísimo, entonces lo comprábamos todo fuera, como
no éramos competitivos, comprábamos fuera, no dentro, porque si hubiésemos tenido industrias
competitivas dentro, cuando un consumidor dice ¿dónde compró este producto?, ¿qué
marca compró este producto esta o esta?
Termina siempre comprando la que no es española porque mayor calidad, menor precio, lo que
sea.
Y luego cuando intentábamos salir a los mercados internacionales nuestra producción tampoco
era competitiva.
Y por qué no lo era en última instancia, porque estábamos centrados en sí mismados
en consumir internamente, consumíamos ladrillo y consumíamos todo lo relacionado con este
sector.
Por tanto, teníamos una economía totalmente desestructurada, una economía que no era
viable.
Y con esto llegamos a la tercera de las burbujas, que es una burbuja de la que no se suele hablar,
probablemente porque a los políticos no les interesa que se hable, pero es de la que
también es muy importante hablar, que es la burbuja estatal.
Durante la etapa de fuerte crecimiento económico, una de las variables que aumentó de una manera
más intensa fue la recaudación tributaria.
En el año 2007, los ingresos del conjunto de las administraciones públicas eran 175.000
millones de euros ese año, fueron 175.000 millones de euros superiores a los ingresos
del año 2001.
175.000 millones de euros, ¿cuánto es?, ¿es mucho?, ¿es poco?
Bueno, desde que empezamos esta época de súper recortes que, según algunos, han desmantelado
de manera irreversible el estado de bienestar, en el año 2009 teníamos, como digo, en el
punto más alto de nuestro déficit teníamos un déficit de 110.000 millones de euros.
Tras todos estos súper recortes del gasto y las ciertas subidas salvajes de impuestos
que hemos sufrido, hemos conseguido, también gracias al crecimiento económico, reducir
el déficit en torno a unos 36.000, 37.000 millones, pongamos 40.000, es decir, desde
2009 a 2017 hemos reducido el déficit en 70.000 millones de euros.
Con todo el esfuerzo, en forma de recortes y de subidas de impuestos y la ayuda del crecimiento
económico que os he mencionado.
Bueno, pues comparad esta cifra, 70.000 millones, con lo que aumentó la recaudación por año
en 2007 con respecto a 2001, 175.000 millones de euros, es decir, más del doble de lo que
hemos reducido el déficit.
Entonces, claro, imagínate a los políticos de aquella época recibiendo un chorro brutal
de dinero año tras año en las cuentas de las administraciones que gestionaban.
¿Qué hacer con todo ese chorro de dinero?
Pues lo que se suele hacer desde la política, que es gastarlo.
Y además gastarlo, no devolverse a la ciudadanía, sino gastarlo de una manera que es además
bastante negativa, que es consolidando el gasto.
Porque si yo tengo un ingreso extraordinario y me lo fundo, bueno, pues ese año un capricho.
¿Qué pasa?
Si yo tengo un ingreso extraordinario y lo convierto en un gasto ordinario, cuando el
ingreso extraordinario desaparece, tengo un problema.
Por eso, muchas veces, se decía, España hizo una magnífica gestión de las administraciones
públicas en el año 2006, en el año 2007, porque incluso llegamos a tener superávit.
Y es verdad, en el año 2007 tuvimos un superávit superior al 2%.
¿Qué pasa?
Bueno, es como un señor que gana la lotería, gana este año un millón de euros y consolida
un nivel de gasto anual de 900.000.
El primer año dice, fantástico, me han sobrado 100.000 euros, qué bien lo estoy haciendo.
El problema es que el siguiente año está quebrado, si sigue gastando 900.000 y no le
vuelve a tocar la lotería, cosa que salvo a algunos representantes públicos, no suele
suceder muy habitualmente, pues ese señor tiene un problema financiero muy grave.
Pues eso es más o menos lo que sucedió con la economía española a partir del año 2007.
A partir del año 2007, las tres burbujas sobre las que se había construido la prosperidad
ficticia, evidentemente, de la economía española, empiezan a pinchar.
La burbuja financiera pincha, porque los bancos centrales, de la misma manera que antes habían
bajado los tipos de interés, empezaron a subirlos para controlar la inflación.
También porque la banca empezó a decir, igual tenemos un cierto problemilla con todos
los créditos que hemos extendido de más durante estos años, quizá ya ha llegado
la hora, lo podrían haber pensado un poco antes, quizá ya ha llegado la hora de rebajar
el ritmo al que prestamos a promotores para comprar suelos a precios absolutamente desorbitados,
para construir viviendas a precios todavía más desorbitados, para que las familias tengan
que hipotecarse en cantidades todavía más desorbitadas para seguir con esta rueda financiera
y, por tanto, el crédito se empieza a restringir.
Como el crédito se empieza a restringir, el sector de la construcción pincha, el sector
de la construcción pincha, desempleo, desempleo que genera pinchazo de otros sectores económicos
que dependían directa o indirectamente para la producción o para el consumo de la construcción.
Son y sectores adyacentes pinchan que pasa con la recaudación tributaria que se hunde.
Además, en el año 2009 algunos tienen la fantástica idea de empezar a inyectar gasto
público en la economía para ver si así una economía que era un cementerio de elefantes
remonta resucitando a los elefantes, evidentemente no sucedió y llegamos al déficit público
más elevado de nuestra historia, el casi el 11% del PIB, 110.000 millones de euros.
Una del déficit público, pues aparte de que ya lo estamos pagando porque lo estamos pagando
con subidas de impuestos, con recortes de gastos, espan para hoy y hambre para mañana,
si tú abusas mucho del déficit público puedes llegar a una situación de riesgo de insolvencia
de las administraciones públicas y eso es hacia lo que fuimos avanzando.
Fijaos como a partir del año 2010-2011 España es un cóctel absolutamente explosivo, tenemos
una economía completamente desestructurada, es decir, una economía sin capacidad para
generar riqueza en el ámbito internacional o en el ámbito globalizado, porque era una
economía adaptada a producir ladrillo a precios caros y ni los españoles ni los extranjeros
querían ladrillo a precios caros, por tanto si tú produces una cosa que no tiene demanda,
estás en una situación económica digamos complicada, por tanto economía desestructurada
con hasta en el año 2012 hasta 6 millones de parados.
Luego tenemos un sector financiero quebrado porque era el que había financiado la burbujada
financiera y por tanto el que era acreedor de unos créditos que nos estaban pagando
porque las empresas promotoras que lo tenían que pagar estaban quebrando y las familias
que tenían que pagar las hipotecas estaban impagándolas, aunque sobre todo, esto también
hay que decirlo, el problema estuvo en el crédito promotor, es decir, las familias
es verdad que impagaron algunas hipotecas pero la amorosidad hipotecaria tampoco se
disparó de una manera brutal ahora bien el crédito promotor si se impagó casi en su
totalidad, por tanto banca quebrada y luego el sector público que continuaba acumulando
deuda, deuda, deuda y lo que no era un problema originalmente, no era un problema financiero,
no era un problema de solvencia, es decir, en el año 2008, en el año 2009, nadie,
cuando uno miraba la economía española no temía que el estado español fuera a quebrar,
temía que la economía española, el sector privado no fuera a levantar cabeza, que el
paro siguiera subiendo, que la banca quebrara, por mucho que dijeran que en el año 2008 no
había ningún problema de la banca española, evidentemente lo sabía y se sabía, pero no
había miedos en cuanto al sector público. ¿Qué pasa? Evidentemente si tú te sigues
endeudando, endeudando, endeudando, lo que no era un problema se terminaba convirtiendo
en un problema. Esto es como una empresa, para que tengáis la radiografía de la economía
española en el año 2011, 2012, como una empresa que se dedica a producir un producto, se le
cae toda la demanda de ese producto, es decir, nadie le compra nada, ha hecho una serie de
inversiones financieras que le están siendo impagadas y por tanto toda su inversión financiera
también se viene abajo, sus prestamistas le dicen que no le van a dar más crédito,
porque ya no confían en ella, y además tiene, digamos, un sector directivo que está extrayendo
recursos de la parte productiva de esa empresa. Pues bueno, uno si ve esa imagen de esa empresa
dice, pues mal futuro la guarda, no produce nada que demande el mercado, lo que ha invertido
en el pasado, el ahorro que ha generado en el pasado y que ha invertido, lo ha perdido
y además el cuadro directivo pues está parasitando lo poco que termina produciendo
la empresa, pues mal futuro. Afortunadamente esa empresa ha conseguido cambiar la dirección
y la ha cambiado solventando las tres burbujas que os he mencionado antes. Creo que es importante
tener claro que estas han sido las tres burbujas y que estos han sido los tres problemas fundamentales
de la economía española, porque una vez se tiene más claro, se entiende mejor los
procesos por los que hemos estado pasando, los que hemos estado atravesando durante los
últimos años precisamente para sanear esas tres burbujas.
Primero, burbuja financiera, ¿cómo se sanea? Pues de una manera que a mí me parece horrible,
pero que al menos es un saneamiento. Hasta el año 2012 la forma de sanear la burbuja
financiera fue ocultándola debajo de las alfombras, es decir, a ver si no nos damos cuenta de
que hay un problema gigantesco en el sector financiero español, a ver si, inyectando
un poco de ahorro de los jubilados españoles conseguimos aguantar el tiro en un par de
años que vuelva la recuperación económica y con recuperación económica volvemos a
repetir el proceso de burbuja de inmobiliaria, etcétera, que sanee los balances de la banca
y así no hace falta inyectar dinero público. Evidentemente esa estrategia fracasa cuando
en el año 2012, además por otra coyuntura internacional, se empieza a poner en duda
la sostenibilidad del euro y, por tanto, la presión se vuelve todavía mayor sobre la
economía española y, por lo que se opta, ya digo, por una solución que a mí no me
gusta nada, pero que al menos era una solución, que es hacer pagar el agujero de la banca
a los contribuyentes. En el año 2012 se articula un rescate masivo del sistema de cajas, sobre
todo de cajas, aunque también de la banca indirectamente, porque algunas cajas se salvaron,
da la impresión más para salvar algunos bancos que por la propia caja, pero bueno,
se salvó al sistema de cajas español como inyectando unos 60.000 millones de euros,
que ya digo, la mayor parte de los mismos serán pagados por el contribuyente. No creo
que fuera la mejor solución, es la solución más sencilla, que pague el inocente, pero
no es la mejor solución. ¿Cuál habría sido la mejor solución? Al menos desde un mil
de punto de vista, por la que algunos propusimos durante esos años. El rescate ha costado
el contribuyente en inglés se llama bailout, es decir, rescate desde fuera. Unos otros propusimos
lo que ya ha terminado aceptando Europa, que es el bailing, el rescate desde dentro, que
es el rescate desde dentro, pues hacer pagar a los acreedores de las entidades financieras
el agujero que indirectamente sus acreedores al prestar a los bancos contribuyeron a crear
o a las cajas en este caso. Es decir, aplicar quitas sobre los acreedores para recapitalizar
el banco sin liquidar el banco, porque estoy de acuerdo en que un sistema financiero liquidado
precipitadamente es un problema para la economía. Ahora tú puedes recapitalizar un banco, una
caja, sin necesidad de proporcionar fondos externos. Los pueden proporcionar los propios
acreedores a través de quitas sobre sus créditos. Esta es una solución que en el año 2012
propusimos a algunos, ya digo, yo escribo un artículo en el Wall Street Journal criticando
el rescate de la banca española y proponiendo esta alternativa, se nos cildó de locos, pero
actualmente en Europa, de hecho con el popular, aunque con muchas otras irregularidades por
medio, pero más o menos la lógica que se ha aplicado es esa, y el protocolo que existe
ahora en Europa para hacer frente a un banco con problemas es afortunadamente el bailing.
Luego, es verdad que muchos gobiernos, como les sigue resultando más fácil cargarle
el muerto al contribuyente, no lo aplican en Italia, cuando han tenido problemas con
su banca, lo han inaplicado, pero creo que es un paso positivo, un paso en la buena dirección,
que vayamos teniendo claro también de cara al futuro, porque si no el incentivo perverso
de la banca es clarísimo, que vayamos teniendo claro que quienes tienen que pagar los agujeros
generados en la banca es el propio sistema bancario y todos los que participan en ese
sistema bancario, yo soy una persona muy liberal, diría yo, el liberalismo, el capitalismo
se basa claramente en privatizar beneficios, pero también en privatizar pérdidas, lo
que no es posible, lo que no es viable es que cuando gano, gano y cuando pierdo, pagan
todos los demás, en ese caso el sistema de incentivos perversos, como decía, es más
que evidente.
En todo caso, la banca española se sanea cargándole, ya digo el muerto a los contribuyentes,
no se sanea, sale adelante, se eliminan las dudas sobre su viabilidad futura.
¿Qué se hace con la burbuja productiva?
Con la burbuja productiva se intenta reorganizar la economía o facilitar al menos que se reorganice.
¿Cómo se facilita?
Pues con una reforma que ha sido muy criticada, pero que creo que es de lo poco bueno que
ha hecho este Gobierno, que es la reforma laboral.
La reforma laboral básicamente tiene dos objetivos, que el Gobierno nunca ha comunicado
explícitamente porque son muy impopulares, pero que yo como no me presento a ninguna
selección, si no me importa ser popular o impopular, sí lo puedo decir.
Los dos objetivos era, por un lado, este es obvio, no lo dice pero es evidente, abartar
el despido para que las empresas que estaban experimentando una caída muy fuerte de su
demanda durante sus años puedan prescindir de parte de sus plantillas sin quebrar, si
tú tienes que despedir al 10% o al 15% de tu plantilla, sí o sí, y tienes unos costes
gigantescos para prescindir de esa plantilla, parte del tejido productivo puede desaparecer
simplemente por tener que hacer frente a unos costes desproporcionados de despido.
Y eso evidentemente valentiza cualquier proceso de recuperación.
Hay empresas que tienen que quebrar, las del sector inmobiliario, pero hay otras que
no tendrían por qué quebrar, que están pasando dificultades transitorias, si en ese
momento de dificultades transitorias les cargas de nuevo un sobrecoste gigantes con
forma de despido, pues parte de ese tejido puede desaparecer y lo que se intenta a partir
del año 2012, sobre todo 2012 y 2013, que es cuando se concentra la segunda recesión,
es que ese tejido debilitado no termine de morir para que pueda coger músculo una vez
llegue la recuperación.
Pero el objetivo crucial de la reforma que se ha sido denunciado públicamente, nunca
reconocido por el gobierno, era bajar salarios.
Básicamente esto es lo que se consigue con darle prioridad al convenio de empresas sobre
el resto de convenios colectivos o incluso facilitar, no del todo, pero facilitar un
poco el descuelgue de convenios por parte de las pines.
Y por qué había que bajar salarios, ya digo, no es que el objetivo fuera ese que lo era,
es que había que hacerlo, porque había que bajar salarios, porque la estructura salarial
que tenía la economía española era la estructura salarial heredada de la burbuja inmobiliaria
y con esa estructura salarial la economía española no podía funcionar.
Si yo produzco 10 no puedo cobrar 15, si yo exijo cobrar 15 produciendo 10 me quedo
en paro y eso es básicamente la situación en la que estaba la economía española.
Evidentemente los salarios pueden subir cuando en lugar de 10 produzco 15, pero si produzco
10 e insisto en cobrar 15 estaré desempleado.
Y una parte importante de la economía española, como no tenía flexibilidad salarial por
ningún lado, porque no se trataba de bajar salarios por decreto, se trataba de dar flexibilidad
para que aquellos salarios que tuvieran que bajar bajaran para poder generar empleo.
Y eso es lo que desde luego se trató de hacer con la reforma laboral.
Fijémonos que es algo coherente con la necesidad de reestructurar la economía española.
Si los trabajadores están en un sector de la economía y hay que trasladarlos a otros,
primero si al sacarlos de un sector para trasladarlos a otros se ablazo en forma de indemnización
por despido te cargas a muchas empresas y en mucha posibilidad de reconversión.
Y dos, si insistimos en que entren en el otro sector con precios, con salarios mucho más
altos que lo que ese sector es capaz de generar en un principio no llegan a entrar en ese
nuevo sector.
Lo cual hay sectores que tienen que nacer que no llegan nunca a nacer.
Entonces ese era el principal objetivo de la reforma laboral, creo que es un objetivo
que se ha cumplido razonablemente bien, no es que sea la mejor reforma imaginable, pero
al menos los dos propósitos que tenía serán propósitos razonables.
Y lo tercero que sucedió se dirigía claramente a pinchar o sanear la burbuja estatal, fundamentalmente
a eliminar el déficit público, y digo fundamentalmente a eliminar el déficit público porque aquí
no ha habido una discriminación entre subir impuestos y bajar el gasto.
Evidentemente si el sector público tenía un problema en forma de excesivo gasto público,
lo que tendría que haber hecho el sector público es recortar su problema a través
del gasto público.
Yo creo que hay un dato que es tan significativo, que no está de más recordarlo, y es que
si entre el año 2001 y el año 2007, durante los años de falsa bonanza inmobiliaria, las
administraciones públicas españolas hubiesen aumentado su gasto público tanto como Alemania,
en el año 2009, 2010 y 2011 no habríamos tenido déficit público, es decir, el extraordinario
déficit público que en el año 2012 está apuntado de llevarnos a la quiebra, se gestó
durante la burbuja inmobiliaria.
Repito, si entre el año 2001 y el año 2007 las administraciones públicas españolas
hubiesen incrementado el gasto por habitante tanto como Alemania durante ese mismo periodo,
que la crisis no hubiésemos tenido déficit, por tanto, evidentemente, el problema estaba
en el gasto, pero las administraciones públicas españolas no quisieron afrontar el problema
únicamente desde el lado del gasto, y por eso en el año 2012 y en el año 2013 el señor
Montoro nos castigó, nos sustigó a todos los españoles con una serie de brutales subidas
de impuestos.
Recuerdo para que no se nos olvide, porque además muchas de esas subidas no se han
revertido, durante esos años se acumularon hasta 42 subidas de impuestos, que básicamente
es la administración pública diciendo yo no quiero afrontar en solitario mis problemas,
parte de mis problemas se los traslado a ustedes.
Claro, si ustedes no tuvieran problemas a lo mejor sería más o menos comprensible,
pero cuando el sector privado estaba con problemas tan o más graves que el sector público,
que el sector público les diga que se los traslada a los demás, pues no deja de ser
bastante injusto y desde luego bastante torpe.
Pero bueno, básicamente eso es lo que se intenta, a través de recortes y de subidas
de impuestos reducir el déficit público.
Y eso es algo que más o menos se ha cumplido, es decir, este año España se ha quedado
al borde de salir del protocolo de decidido excesivo y por tanto de entrar en una zona
de déficit que Europa considera controlado o no problemática, especialmente si la economía
española está creciendo al ritmo que está creciendo.
Eso no significa que no pueda ser problemática a medio plazo como ahora en un momento voy
a explicar.
Pero al menos ahora mismo si hemos conseguido reducir el déficit desde el once al tres
por ciento.
Por tanto las tres burbujas digamos que se han saneado y de hecho la etapa de crecimiento
que estamos experimentando ahora creo que es una etapa de crecimiento sana, sobre todo
en el ámbito del sector privado.
¿Por qué creo que es una etapa de crecimiento sana?
Porque por primera vez en nuestra historia económica democrática estamos creciendo
sin endeudamiento del sector privado, al contrario reduciendo la deuda del sector privado, desde
el año 2009 familias y empresas han amortizado casi 600.000 millones de euros en sus propias
deudas.
Es decir, con todas las dificultades a las que se han enfrentado familias y empresas
han reducido su endeudamiento en alrededor de 600.000 millones de euros.
El 55% o 55 puntos del PIB español, esto es un proceso de desapalancamiento privado
extraordinario.
Es decir, empezamos la crisis siendo uno de los sectores privados más endeudados de
Europa y ya estamos en la media europea y a lo largo de los próximos años vamos a estar
por debajo de la media europea.
Por tanto el sector privado ha hecho un esfuerzo gigantesco por sanear su propia situación
financiera.
Todo lo contrario de lo que ha hecho el sector público, déjame decir, es decir, el sector
público durante esos años ha aumentado la deuda pública en martes de 60 puntos del
PIB.
Como decía Lenin, un paso adelante y dos pasos atrás.
O como decía el profesor Rodríguez Brown, que me gusta más que Lenin.
El sector privado habla poco de austeridad pero la practica mucho, el sector público
habla mucho pero la practica poco y eso es lo que desde luego hemos visto durante estos
años.
Por tanto, etapa de crecimiento económico con apalancamiento de nuestra deuda, con
desapalancamiento de nuestra deuda.
Y al mismo tiempo, crecimiento económico con superávit exterior, que esto también
es algo bastante inédito en nuestra historia económica.
Es decir, España no está creciendo con déficit exterior, no está creciendo importando más
de lo que exporta.
No está creciendo gracias a que el resto del mundo le presta y eso, digamos, impulsa
o dopa su crecimiento económico interno.
España está creciendo exportando más de lo que importa, pagando sus deudas también
con el exterior.
Ya digo, esto es todo lo contrario de lo que sucedió durante la burbuja, durante la burbuja
llegamos a tener un déficit exterior del 10% del PIB, uno de los más altos e insostenibles
del mundo.
Por tanto, tenemos un superávit exterior del 2-3% del PIB, lo cual no es un gigantesco
superávit exterior, pero para nuestra historia económica reciente es, desde luego, un muy
buen dato.
Por tanto, estamos creciendo sin endeudarnos y estamos creciendo demostrando músculo competitivo
con el resto del mundo.
Por tanto, estamos en una etapa de crecimiento, ya digo, mucho más sano que cualquiera de
las anteriores que hayamos vivido.
¿Significa esto que no hay problemas en el horizonte?
En absoluto.
Brevemente, porque ya tengo que ir terminando, porque además creo sinceramente que la parte
más interesante de cualquier conferencia siempre son las preguntas y, por tanto, quiero dejar
el espacio, pero por posicionarnos, por explicar dónde estamos y los riesgos que tenemos por
delante.
Volvemos a tener riesgos en cada una de estas tres burbujas.
Estamos en la burbuja financiera, los tipos de interés actualmente están en un entorno
de tipos ultra bajos.
Es verdad que los tipos ultra bajos de ahora no son tan problemáticos como los del año
2001, básicamente porque, al menos en España, todavía no nos estamos endeudando.
Los tipos bajos son muy problemáticos cuando hay hambre de endeudamiento.
Cuando no hay hambre de endeudamiento, pues bueno, si te ofrecen un crédito y no lo coges,
pues no pasa nada.
Bueno, no nos estamos endeudando, porque todavía nos estamos desendeudando.
Un señor que tiene dos hipotecas no va a pedir una tercera, por muy barata que le pongan
los tipos de interés.
Hay una máxima en bancas central que se puede llevar al caballo al río, pero no se le puede
obligar a beber.
Tú puedes facilitar el endeudamiento, puedes llevar el caballo al río, pero si el caballo
no quiere beber, si las personas no se quieren endeudar, no se van a endeudar.
Por tanto, ahora mismo los tipos ultra bajos no están estimulando un proceso de sobreendeudamiento
masivo, pero cuidado en tanto en cuanto continúe el proceso de saneamiento de la economía
española, desde luego volverá a haber hambre de endeudamiento y si aprovechamos esa hambre
de endeudamiento a tipos de interés manipuladamente bajos, podemos volver a tener problemas en
el ámbito financiero.
Problemas en el ámbito productivo, pues los pueda haber.
Los pueda haber en parte por las dinámicas en las que han traído la economía española,
dos tercios del crecimiento económico español que hemos experimentado durante los últimos
años se han debido a circunstancias internacionales, a los famosos vientos de cola, los dos talones
de áquiles que tiene la economía española es la dependencia del petróleo y que estaba
muy endeudada.
Que ha pasado durante los últimos años, que el precio del petróleo se ha desplomado,
llegó a estar por encima de 100 dólares y ha estado en 40, 50, 60, es decir, mitad
de precio o menos de la mitad de precio, y el sobreendeudamiento que le hacía pagar
cuotas de interés muy altas.
Si han bajado los tipos de interés, reduzco mi factura financiera.
Esto ha sido un estímulo brutal como ningún plane bien hecho en la economía española,
se han inyectado por año cerca de 30, 40 o 50 mil millones de euros en la economía
española por esas dos vías.
Que afortunadamente no se han inyectado para mal, no es que ese estímulo haya desviado
a la economía española de la buena dirección, como os decía, la economía española está
reestructurándose de manera sana, ha acelerado el ritmo de reestructuración, pero tengamos
cuidado porque si esos vientos de cola dejan de soplar, pues esa reestructuración se
puede frenar.
Además, añadiría, hay ahora mismo un peligro en ciernes, que es ciertos gobernantes absolutamente
alocados, quieren meternos internacionalmente en una guerra comercial.
Nos vemos como casi cada día Estados Unidos y luego China responden subiendo los aranceles.
Las guerras comerciales es uno de los peores fenómenos a los que se puede enfrentar una
economía global, especialmente una economía global globalizada, es decir interdependiente,
si rompemos el comercio internacional, se rompen todas las pautas de especialización de las
empresas internacionales y por tanto tenemos una depresión brutal, de hecho la gran depresión
de los años 30 se agrava extraordinariamente porque en el año 30 se aprueba un arancel
en el Smooth Holy que es el mayor arancel en la historia de Estados Unidos hasta ese momento.
Por tanto mucho cuidado con jugar con esto porque además los aranceles serían especialmente
devastadores, una guerra comercial para una economía como la española que está saliendo
adelante gracias al sector exterior.
Y luego tenemos riesgos en la burbuja pública, decía antes, bueno tenemos un déficit público
bajo control, 3%, probablemente este año 2018 por debajo del 3, no pasa nada, es
un déficit razonable, sobre todo si estamos creciendo, sí, pero es que este es un déficit
que digamos hemos conseguido al máximo de austeridad que parece las administraciones
públicas están dispuestas a tolerar.
¿Qué pasará cuando volvamos a abrir un poco la mano como ya está sucediendo en cierta
medida, aunque tampoco de manera desbocada con los últimos presupuestos generales del
Estado?
¿Qué pasará además con ciertos retos futuros que los políticos no están afrontando
con seriedad, como es por ejemplo el reto de las pensiones?
Ahí tenemos un montante de gasto público latente enorme, ya sea el que algunos quieren incrementar
o ya sea el que está programado, que se incremente, que hay que hacer frente de algún modo.
Si nuestra situación de partida es un déficit del 3, ya no os digo si viene otra crisis,
incluso sin venir otra crisis, pues podemos volver a incrementar el déficit a niveles
problemáticos.
Recordad, en el año 2007 teníamos un superávit del 2 y llegamos a un déficit del 10, si
el punto de partida es un déficit del 2 o del 3, pues a donde podemos llegar pues quizá
niveles todavía superiores y ahora a diferencia de lo que sucedía en 2009 no tenemos la deuda
pública en el 35% del PIB, la tenemos en el 100% del PIB y además el 100% es un nivel
del que se resiste a bajar, tuvimos 100% en 2014 y hoy tras tres años de crecimiento
por encima del 3% estamos en el 98%.
Por tanto no es que en esta sede lo hayamos hecho demasiado bien, hay otro país que
para mí es mucho más ejemplo de recuperación que España, que es Irlanda, con tasas de
crecimiento en algunos años incluso por encima del 7%, que en ese mismo periodo que España
ha reducido su deuda pública del 120% del PIB al 70%, 50 puntos en el mismo tiempo en
el que nosotros lo hemos reducido dos puntos.
Por tanto hay desde luego que hace un esfuerzo muy grande por restablecer la solvencia de
las administraciones públicas españolas, pero no estoy oyendo discursos políticos
a favor de restablecer la solvencia de las administraciones públicas, lo que estoy oyendo
son discursos políticos para ver cómo volvemos a la fiesta del gasto y volver a la fiesta
del gasto sin haber solucionado totalmente las facturas o de haber pagado totalmente
las facturas de la fiesta del gasto anterior puede ser un problema de cara al futuro bastante
grave.
Por tanto, estamos en una etapa de crecimiento sano, no estamos acumulando desequilibrios
como los que se acumularon en el año 2002 o 2001, a partir del año 2002 o 2001, pero
no hemos curado totalmente las heridas de la crisis y algunos de los problemas que tuvimos
pueden resurgir si el Banco Central Europeo no empieza a normalizar su política monetaria,
si nos metemos en una guerra comercial mundial o si el precio del petróleo vuelve a subir
o si los políticos españoles vuelven a sacar la chequera, especialmente en periodo electoral
que es bastante propicio, para volver a aumentar el gasto público, olvidándose no solo de
la necesidad de cumplir con el objetivo de déficit, sino no lo olvidemos con la necesidad
de cumplir con el objetivo de deuda pública que es si fuera el que nos marca Europa sería
el 60% inolciente, todo que es usanear nuestra extraordinaria de deuda pública.
Esa es la situación y ahora podemos debatir sobre ella, muchas gracias.
Si le parece, empezamos directamente con las preguntas que nos han ido haciendo los asistentes.
Pues vamos allá, a su juicio, ¿qué papel ha tenido la quiebra de Lehman Brothers en
la crisis económica, europea y española?
Bueno, Lehman Brothers fue un disparador de la desconfianza financiera y, por tanto,
un acelerador de tendencias que ya se venían observando desde bastante antes.
Esto no es por colgarme medallas, es decir, no me he conseguido una persona especialmente
brillante y si una persona no especialmente brillante, pues puede más o menos analizar
la situación con cierto criterio, pues imagino que muchas otras también lo hicieron, pero
yo en mayo de 2008, antes de que quebrara Lehman Brothers, escribí un artículo diciendo
que la banca estadounidense estaba básicamente quebrada, o al menos que iba a atravesar problemas
muy graves.
Entonces, Lehman Brothers a algunos les pilló por sorpresa.
A mí, hombre, que fuera el 15 de septiembre, te pillaba por sorpresa que sea ese día,
pero de la quiebra de Lehman Brothers se venía hablando desde hace muchos meses.
De hecho, antes de quebrar Lehman Brothers, la acción ya estaba en mínimos históricos.
Si hubiese sido una sorpresa, la acción habría estado extraordinariamente alta y habrían
dicho, ¡ostras, qué pasa que está quebrado!
No, es decir, era Vospopuli que estaba atravesando dificultades financieras muy graves.
La semana antes de que quebrara Lehman Brothers quebró Freddie Mac y Fanimae, que eran dos
agencias semi-gubernamentales de Estados Unidos para la promoción hipotecaria, que también
se vería rumoreando desde así, bueno, rumoreando, no, es decir, si uno analizaba sus balancers
lo veía.
No era información confidencial, era información pública.
Se venía hablando que estaban en una situación financiera muy delicada, y es que en marzo
de 2008 quebró también otro banco de inversión llamado Bersterns, que también levantó suspicacia
sobre la salud del sistema financiero estadounidense.
Por lo tanto, no es que la crisis se deba a la quiebra de Lehman Brothers.
Lehman Brothers fue el episodio que ya constata que irremediablemente íbamos a una crisis
financiera global.
Eso en cuanto a la economía estadounidense.
Ahora, es verdad que hay muchos que desde la óptica nacional han intentado justificar
que negaran totalmente la crisis, en año electoral como no, que es cuando se disparan
las mentiras por doquier, que negaran absolutamente la crisis de la economía española.
La economía española no entra en crisis por Lehman Brothers.
Lehman Brothers de nuevo puede ser lo que dispara o lo que acelera que España entra
en crisis, pero el sistema financiero español estaba quebrado al margen, absolutamente,
de Lehman Brothers.
Es que en España ni siquiera podemos decir como, por ejemplo, la banca alemana o la
banca inglesa, es que, claro, los estadounidenses nos engañaron porque nos colocaron sus hipotecas
basura a nuestros bancos y como no sabíamos realmente lo que había de estas hipotecas
basura, pues quebramos, ¿no?
Es que las hipotecas basura o los créditos basura de España eran los que habían dado
la propia banca española a sus clientes tradicionales.
Por tanto, el problema nosotros lo teníamos interno.
Aunque no hubiese habido una crisis financiera global, habría habido una crisis gigantesca
en la economía española.
Evidentemente si, además, la crisis económica española se ubica en un contexto de crisis
financiera global o de crisis económico financiera global, pues todavía peor.
Pero no es que todo fuera bien en España y como que Lehman Brothers vino en los problemas
de aquí, los problemas los teníamos dentro, y como mucho eso aceleró que se desvelara.
¿Por qué Estados Unidos tiene una deuda tan elevada mayor que España en términos
relativos y siguen creciendo?
Bueno, España también está creciendo, es decir, tener una deuda alta, una deuda pública
alta no es obstáculo para crecer si no se pone ante la adjuició tu solvencia.
Es verdad que cuanto más enduadamiento público hay, más dificultades hay para crecer, porque
por ejemplo no se pueden bajar impuestos, pero si tú tienes que destinar una parte fija
de los presupuestos a pagar intereses de la deuda, esa parte no la puedes destinar, por
ejemplo, a bajar impuestos.
Pero mientras no se ponga ante la adjuició tu solvencia, una deuda pública alta no tiene
por qué impedirte absolutamente crecer.
Y en el caso de Estados Unidos, bueno, yo creo que es obvio que la economía estadounidense
tiene una solvencia en general muy, muy, muy superior a la economía española, aunque
sea por el poderío militar, o sea, de Estados Unidos si quisiera podría obligar a que otros
países pagaran su deuda, España no tiene esa capacidad, pero al margen del poderío
militar, es decir, el dinamismo que tiene la economía estadounidense es incomparablemente
superior a la economía española, sobre todo a largo plazo, esto tampoco lo hemos comentado,
pero una parte del crecimiento económico español se debe fundamentalmente a que estamos
creando empleo.
Esto puede sonar muy bien, pero en verdad es algo bastante malo, es decir, crecer por
la vía de crear empleo es la manera fácil de crecer.
La manera difícil de crecer es una vez, ya los tengo a todos empleados, cómo consigo
aumentar la productividad de los trabajadores.
Y en esto España, desde hace 20 años, ha suspendido absolutamente todos los exámenes,
en cambio Estados Unidos está creciendo, teniendo pleno empleo, o sea, está creciendo, aumentando
la productividad.
España, como digo, no, aunque también hay que decir que en los últimos años ha habido
un cierto repunte de la productividad, lo digo porque hoy mismo estoy teniendo una
discusión con el conocido Antonio Miguel Carmona, donde básicamente le hecha la culpa
al Gobierno de Rajoy de el descensual de la productividad de la economía española, no
es que ni mucho menos el Gobierno de Rajoy sea santo de mi devoción, pero las fechas
están mal.
En los últimos años la productividad ha empezado a crecer y la productividad justamente
se estancó desde finales de los 90 hasta el año 2010-2011.
Entonces, aquí hay mucho por hacer.
Luego, no solo es que Estados Unidos tenga más dinamismo económico, es que además si
Estados Unidos quisiera podría subir mucho los impuestos para pagar su deuda.
La presión fiscal en Estados Unidos, bueno, los ingresos públicos en Estados Unidos sobre
el PIB están en torno al 32, 33%.
En España están 38, 39 y en el resto de Europa están 45, 46, 47.
Evidentemente, Estados Unidos podría decir, pongo la presión fiscal de España y con
la presión fiscal de España tendría 7 puntos más de recaudación, con lo cual en 10, 15
años amortizas tu deuda pública.
Claro, España decir, subo 6 o 7 puntos la presión fiscal, pues ya lo tendría complicado,
pero desde luego Europa con 45, 46, 47 puntos, imaginemos Italia o Portugal que tiene una
presión fiscal de eso, de 46, 47 puntos, vamos a subirla a 5, 6, 7 puntos más, ya destruyés
absolutamente la economía.
Siguiendo con las deudas públicas, ¿se pagará la deuda pública mundial que porcentaje
cree que podría haber de quitas?
¿La deuda mundial pública, privada?
Pública.
Bueno, a ver, la deuda pública no se suele pagar, esto también hay que decirlo, ya no
me refiero a que se suele impagar en la manera más bruta que también, es decir, las bancarrotas
estatales es algo bastante corriente en la historia de la humanidad.
La última en Europa, por ejemplo, como sabéis, fue la de Grecia en el año 2012, no lo tenemos
tan lejano, pero no me refiero a que la deuda pública se suele impagar, pues había que
también, sino que la deuda pública se suele impagar a través de un fenómeno que no sé
por qué todos los gobiernos ahora están intentando promover, que es la inflación.
La deuda pública se impaga porque es deuda fija, renta fija, por tanto devuelven una
cantidad constante en términos nominales, pero claro, si los precios van subiendo,
vas diluyendo el monto real que estás devolviendo, entonces históricamente los gobiernos como
mucho frenan un poco el ritmo de crecimiento de la deuda pública, como la inflación aumenta
más de lo que aumenta la deuda, van devolviendo en términos reales una cantidad cada vez
inferior, por tanto, se impaga diluyendo su valor, por eso, insisto, todos los gobiernos
desde hace años están insistiendo, tenemos que conseguir que vuelva la inflación, porque
la inflación es buena para la economía, no, la inflación no es buena para la economía,
en ocasiones de hecho es muy mala, no estoy diciendo que la deflación sea buena, la deflación
también es muy mala, lo ideal es la estabilidad de precios, pero tanto la inflación como
la deflación pueden ser muy negativas. Ahora, ¿por qué los gobiernos están tan obsesionados
con la inflación? Como una forma de sanear su endeudamiento. Entonces, si regresamos
a una época más normal, que es crecimiento con inflación, entonces la deuda pública
se pagará impagándola por la vida inflacionista. Si no, si hubiese deflación o estancamiento
de precios, estabilidad de precios y los gobiernos siguieran endeudándose, pues sí, veríamos
más quitas que porcentaje eso, pues depende de cada país, no te puedo dar una cifra.
Pasando ya a la economía nacional, Andrés Orozco de Liberbank pregunta por la deuda
pública y las pensiones. ¿Qué medidas se tendrían que tomar de forma irremediable
en los próximos años para su sostenibilidad? Y otras preguntas también relacionadas con
las pensiones. ¿De qué forma financiaría usted las pensiones públicas hoy? ¿Es usted
partidario de un sistema de pensiones misto, reparto y capitalización?
Bueno, empezando para el final, yo soy partidario de un sistema de capitalización puro, es decir,
de que los ahorros de los españoles se queden en la cuenta de cada uno de los españoles
y que no la manejan los políticos para hacer el electoralismo, que es lo que viene sucediendo.
Por desgracia, no es fácil hacer la transición desde un sistema público, un sistema de capitalización
pura, básicamente porque, como sabéis, el sistema público de reparto se basa en que
los pensionistas de hoy cobran su pensión a partir de las cotizaciones de los trabajadores
de hoy. Para pasar a un sistema de capitalización son los trabajadores de hoy los que tienen
que ahorrar para su propia jubilación. Es muy complicado que una misma generación
de trabajadores se haga a cargo de las pensiones de hoy y de su propio ahorro personal. Por
eso la transición a un sistema de capitalización puro, desde luego a corto medio plazo, no es
viable. Pero creo que es el sistema ideal y si queréis lo podemos debatir luego.
¿Qué hacer con el sistema público español? Bueno, si lo queréis os puedo dar la respuesta
que es lo que va a suceder y lo que además creo que si no hay ninguna medida osada como
la que ahora voy a proponer es lo que debe suceder. Y luego os doy la propuesta alternativa
osada que a mucha gente no le va a gustar, pero que creo que es la única alternativa
a lo que va a suceder. ¿Y qué es lo que va a suceder? Por lo que los políticos ya han
programado que suceda. Es decir, aquí no me estoy inventando nada sobre que bueno, dentro
de unos años va a venir la ecatombe no no, reforma de 2012 y reforma de 2013, ya están
aprobadas, ya están en vigor, salvo que las derogen y el Partido Popular no defiende derogar
ninguna y el Partido Socialista solo defiende derogarla del Partido Popular, pero no la
suya propia. Salvo que las derogen, lo que va a pasar es que las pensiones públicas
en términos relativos, me remarcaré esto, no estoy diciendo que las pensiones vayan
a caer en términos absolutos, sino en términos relativos, van a caer a lo largo de las próximas
décadas con 40%. ¿A qué me refiero en términos relativos? Actualmente las pensiones representan
en torno al 70, 75% de los últimos salarios. Esto es lo que se conoce como tasa de sustitución.
Porque es importante que la tasa de sustitución sea alta, porque si yo quiero mantener un
nivel de vida más o menos constante a lo largo de mi vida, lo que no debería suceder
es que cuando yo esté trabajando y cobro un salario, viva muy bien y cuando me jubile,
empiece a vivir muy mal. Por tanto, tiene que haber una cierta correspondencia entre
la pensión que yo cobro y el salario que yo he percibido. Si tu cobras mucho, ahorrarás
mucho, tendrías en un sistema de capitalización ahorrar mucho para asegurarte una cierta continuidad
de ingresos cuando te jubiles. Entonces, como digo, hoy España tiene una tasa de sustitución
entre el 70 y el 75%. En el año 2050 la previsión del propio gobierno, no la mía, la del propio
gobierno, la oficial, la que remite cada dos o tres años a la Comisión Europea, es que
sea del 45%. Por tanto, un pensionista va a cobrar menos de la mitad de lo que venía
cobrando durante su etapa laboral. No tiene por qué pasar. En Europa, seguro que han
encontrado la piedra filosofal para remediar esto. No. En Europa, la tasa de sustitución
de las pensiones públicas hoy está en torno al 40%. Y la previsión de los propios gobiernos
es que en el año 2050 está entre el 20 y el 30%. Por tanto, Europa no es la tabla de
salvación para las pensiones públicas. Puede ser lo para el sistema de pensiones, porque
en Europa, inteligentemente, desde hace años han venido reformados de sus sistemas de pensiones
para dar entrada a sistemas mixtos, que es así es una transición un poco más razonable
que se podría hacer, que es complementar el sistema público con cierta cantidad de ahorro
privado. Por ejemplo, un país al que todos tenemos como dos países. Islandia, que parece
que es la quintesencia de la socialdemocracia, en Islandia las pensiones son capitalización
pura. Prácticamente todo el gasto en pensiones es gasto privado, ahorro privado. Dinamarca,
que es otro país de nuevo socialdemocracia pura, tiene una pensión asistencial muy
básica, muy pequeña, es decir, el Estado paga como mínimo esa cantidad a todos los
pensionistas, podemos estar hablando 500, 600 euros. ¿Cómo complementan esa pensión?
La complementan con ahorro privado. Ahorro privado, que en Dinamarca lo gestionan los
sindicatos, bueno, lo gestionan quien sea, pero al final es ahorro del propio trabajador
que está invertido y que proporciona una rentabilidad para el propio trabajador. Por
tanto, España es ahora mismo el país de Europa con una tasa de sustitución más alta dependiente
únicamente del sistema público. Es decir, no hay sistema público de pensiones en Europa
que soporte una tasa de sustitución tan alta como la española. Por tanto, creo que es muy
evidente lo que va a pasar, que es lo que ya se ha probado, que vaya a pasar, que son
recortes en las pensiones públicas. Lo criticable no es que vaya a haber recortes, lo criticable
a mi juicio es que no se comunica la población que va a haber esos recortes, porque ahora
mismo las personas no son conscientes de que van a cobrar mucho menos de lo que esperan
cobrar. Ahora mismo, los trabajadores miran las pensiones que se están pagando hoy,
dicen, bueno, pues si yo cobro 1.000 y la pension es 700, pues bueno, más o menos,
claro, si te dicen, no, es que tu pensión si cobras 1.000 será de 500 o de 400, el trabajador
intentaría hacer un esfuerzo adicional para tratar de ahorrar, pero si no se le comunica
eso no puede reaccionar y si no puede reaccionar, desde luego, electoralmente a los políticos
les puede convenir que no se enteren, pero a los trabajadores cuando se jubilen se encontrarán
con un nivel de vida mucho más bajo del que sería aceptable.
–Al respecto, es usted partidario de mantener la vinculación de la subida de las pensiones
a la inflación o a la productividad del país. –A ver, este es un debate un poco
político y diría relativamente irrelevante. Las pensiones tienen que bajar, el gasto en
pensiones tiene que bajar, sí o sí. ¿Cómo lo bajamos? Bueno, elijan, una vía puede
ser congelamos las pensiones y que el IPCC las vaya comiendo, que es lo que hacen los
políticos con su deuda pública, pero indexamos las pensiones al IPCC. Pero lo que no nos están
diciendo es que si aumentamos el gasto por esa vía habrá que reducirlo por otra. Otra
vía, a lo mejor en lugar de elevar la adjubilación a los 67, pues hasta los 70. ¿Fórmulas para
bajar el gasto en pensiones? Hay muchas. Si tocamos una, pues adoptaremos luego otra,
pero eso de nuevo es lo que no está encima de la mesa. Nos dicen, vamos a tratar de
lograr la batalla política de reindexar las pensiones al IPCC. Bien, felicidades.
Veremos cuál es el próximo recorte que viene. Y eso es, entonces, ¿es razonable que se
recortan las pensiones por esa vía? Pues quizás sí, a lo mejor se pueden indexar las más
bajas al IPCC, si es que son muy bajas, pero en todo caso que el gasto en pensiones tiene
que bajar, a lo mejor hay que elevar otro año la adjubilación, no lo sé. Fórmulas,
como digo, hay muchas. Por cierto, se me había olvidado decir la propuesta osada que creo
que no se va a aceptar, pero que creo que sería viable. La única solución para salvar
el sistema de pensiones español, incluso el público, es con inmigración masiva. Básicamente
el sistema de pensiones español es un sistema piramidal, como casi todos los sistemas de
reparto. Entonces, como os he dicho, las pensiones de los cubilados las pagan los trabajadores.
El principal problema que vamos a tener en dos, tres décadas es que ahora mismo hay
un trabajador por pensionista, perdón, hay dos trabajadores por pensionista, y vamos
camino de un trabajador por pensionista. Y, por tanto, esto hay que revertirlo. Revertirlo
con natalidad ya os digo que no lo esperéis. Ahora no recuerdo la cifra, pero algunos economistas,
por ejemplo, José Ignacio Conde Ruiz lo han estimado y me parece que para revertir el
déficit de la Seguridad Social a través de la natalidad interna, las españolas tendrían
que tener como seis hijos por mujer en edad fértil. O sea, no parece muy viable. Aparte
de que cada vez va quedando menos tiempo, es decir, los españoles que tienen que estar
trabajando en el año 2050 ya han tenido que nacer o tienen que estar a punto de nacer.
Por tanto, no es algo de no, vamos a implementar políticas de natalidad. Y aparte de que las
políticas de natalidad es que no han funcionado en ningún país del mundo. En Suecia ha aumentado
un poquito la natalidad de 1,6 hijos por mujer a 1,8, pero nada. Entonces, inmigración
masiva, apertura de fronteras y que los trabajadores se incorporen. Ahora bien, se pueden incorporar
de dos maneras. Una, para seguir manteniendo el sistema público, que creo que es simplemente
pan para hoy, hombre para mañana, porque si entran a pagar las pensiones de hoy y deben
tengan un derecho a pensiones de mañana, pues a ver quiénes están pagando estas mucho
mayores pensiones de mañana. Entonces, hay una alternativa que ya digo es muy impopular,
pero que creo que es una mejora marginal con respecto a la situación actual. Yo soy una
persona muy profronteras abiertas y creo que cuanto más abrimos las fronteras, en general,
por supuesto, hay muchos problemas, pero el saldo neto creo que es muy, muy, muy positivo
para nosotros y para ellos. Hay una solución que es marginalmente mejora la actual y es
cualquiera puede entrar a trabajar en la economía española, es decir, fronteras abiertas. Se
pagan cotizaciones sociales, pero no se deben a derecho a cobrar una pensión. Es decir,
el inmigrante que está deseando venir a trabajar a la economía española probablemente estaría
dispuesto, incluso con esas condiciones, a marcharse de países horribles económicamente
y venir a España a trabajar en esas condiciones, nosotros saldríamos clarísimamente ganando
porque nos permitirían hacer la transición a un sistema de capitalización, por tanto,
ambos saldríamos ganando y sería una solución bastante razonable. Problema que no interesa.
Entonces, el inmigrante seguirá excluido en su país de origen, en la pobreza absoluta
y nosotros seguiremos con un sistema de pensiones quebrado. En lugar de ir a un equilibrio ganar-ganar,
pues si estaremos en un equilibrio perder-perder, pero bueno.
Cinti Andrés pregunta. ¿Considera usted que la asignatura pendiente de la reforma laboral,
una vez consolidada en nuestro sistema, es el asunto de las cotizaciones o las prestaciones?
Bueno, yo no diría que está tan consolidada porque casi todas las fuerzas políticas se
la quieren cargar y eso es un problema, es un riesgo regulatorio que tenemos en el horizonte.
Vamos, es un riesgo regulatorio que creo que casi cualquier inversor debería estar planteándose.
Las cotizaciones desde luego son un problemón del que los empresarios son conscientes, los
trabajadores, por desgracia no, porque si los trabajadores lo fueran conscientes probablemente
ya habría cambiado desde hace mucho tiempo, es decir, cerca del 40% del sueldo de un trabajador
se lo queda la seguridad social, en lugar de quedar libre de disposición de cada trabajador
para ahorrar, para formarse, para tratar los seguros que considere más adecuados.
A mí desde luego no me gusta que el 40% del sueldo de un trabajador se lo quede la seguridad
social, pero también hay que ser realistas y con la situación que está la seguridad
social poco margen ahí para tocar eso, o dejamos de pagar todavía más las pensiones
para bajar cotizaciones, o si bajamos o no las bajamos, entonces creo que el sistema
tiene que cambiar, pero no es algo que se pueda hacer a corto plazo, no podemos decir
no, bajamos 10 puntos las cotizaciones sociales, vale, bajas 10 puntos las cotizaciones sociales
y con qué cubres ese agujero.
Subiendo otros impuestos, pues bueno, entonces estás haciendo una transferencia de renta
desde el contribuyente que para esos otros impuestos a los trabajadores, tiene que ser
el contribuyente no trabajador, el que, bueno, ya es un tema redistributivo, pero que al
final el impuesto estará ahí, la merma de productividad y de generación de riqueza
estará ahí y por tanto mover la ficha impositiva no soluciona el problema de fondo.
El problema de fondo se tiene que solucionar, ya digo a mi juicio, reduciendo progresivamente
el tamaño del Estado para dar más cavidad a la sociedad civil y al sector privado.
¿Por qué los economistas o divulgadores de economía no hicieron antes la divulgación
de estas situaciones que usted ha expuesto de la economía española cuando ya se sabía
lo que podía ocurrir por otros países?
Bueno, yo, a ver, mucho antes no la podía hacer porque estaba todavía cursando mis estudios
universitarios, entonces tampoco era momento, pero vamos, a partir del año 2007, que es
verdad que ya era muy evidente, muy evidente, pero todavía se seguía negando desde muchos
ámbitos, es verdad que era evidente, pero el gobierno en su inmensa mayoría y los medios
de comunicación satélites negaban frontalmente que hubiese problema alguno, entonces, evidente,
pero como a tíces, desde el año 2007 sí que he venido advirtiendo de esto, en septiembre
del año 2007 escribió un artículo que se llamaba Sacabola Fiesta diciendo que había
un problema muy grave en el sistema financiero mundial, en la economía española, además
había un problema concreto, centro en el sector de la construcción, que íbamos a
una época de déficit público muy alto y que por eso había que empezar a reducir
el gasto público.
Bueno, la repercusión que tuvo, pues muy poca, pero bueno, algunos lo hemos intentado
hacer, en algunas ocasiones nos hemos equivocado porque esto también hay que decirlo, no
tenemos una bola de cristal, es decir, el economista, incluso el mejor economista del
mundo, con la mejor información y con el mejor juicio analítico posible, lo máximo
que puede llegar a hacer es plantear diversos escenarios futuros y asignar una cierta probabilidad
a cada uno de esos escenarios futuros, pero incluso aunque la probabilidad fuera de un
escenario fuera del 99% y la del otro fuera del 1, pues puede pasar la que es del 1 y
eso no significa que el análisis estuviese equivocado, significa que por probabilidad
hemos ido por otro lado.
Entonces, ya digo, en algunas ocasiones, con acierto, en otras sin él, pero sí hemos
venido alertando de muchos de los problemas que tenía la economía española, el sector
financiero, el sector productivo, en regulaciones, en exceso de gasto público, pero yo creo
que sobrevalora la capacidad que tenemos los economistas a la hora de influir en la opinión
pública, es decir, a los economistas no nos hace caso a nadie, desde luego no a los políticos,
al menos no a los economistas que no estamos para loar sus logros y sus virtudes, y la
población pues es guía por otras coordenadas, sobre todo la mayoría de personas escuchan
lo que quieren escuchar y si el economista tiene que dar malas noticias, pues no le
escucharán, y si hay alguien que dice, pues, combatiendo el fraude fiscal, esa solución
al problema de déficit de la economía española, pues será verdad eso, porque me interesa
que eso sea verdad, cuando desde luego es una simple negación de la realidad.
La corrupción sistémica de España, ¿cómo influye en la crisis?
Bueno, a ver, la crisis tiene causas, ya digo, financieras y centrales en el Banco Central,
hecho todos los países del mundo de una manera o de otra, han pasado por crisis.
Ahora bien, claro, si tú tienes un sistema institucional extractivo, como el que en
gran medida tiene España, pues todo eso succiona a recursos de la economía real, redirige
recursos hacia proyectos que además son totalmente improductivos y destructores de valor, y todo
eso contribuye a grabar desde luego la crisis.
Entonces, sin corrupción habríamos tenido crisis, por supuesto que sí, la crisis habría
manifestado de otra manera, pues quizá los empresarios quisieron ciertas promociones
inmobiliarias, no hubiesen sido los mismos si no hubiese habido ese amiguismo con el
poder político, pero alguno los habría hecho, porque lo rentable aparentemente en esa época
era caer en ese burbujón, y luego pues quizá el gasto público, sobre todo en obra pública
habría sido algo inferior, porque evidentemente muchas partidas de obra pública no se dotan
porque sea una necesidad para el país, sino porque puede ser una necesidad bastante interesante
para ciertas grandes empresas constructoras que parecen más empresas públicas enchufadas
al presupuesto que empresas en un mercado competitivo.
Pero bueno, y poco más, es decir, la corrupción ya digo lo que haces para citar a los ciudadanos,
pero la crisis no se debe al parasitismo, el parasitismo vuelve en todo caso al huésped
más débil, lo vuelve menos resistente a las crisis, pero la crisis seguiría ocurriendo.
Pablo de Castro, de Asenti, pregunta cómo cree que va a afectar a la economía española
la falta de apuesta e inversión en desarrollo e innovación tecnológica.
Bueno, es difícil de valorar, ¿por qué es difícil de valorar?
Yo estoy de acuerdo en que la innovación es el motor del crecimiento económico.
Es decir, hay básicamente tres factores que pueden promover el crecimiento económico,
el trabajo, el capital y la innovación, acumulando trabajo y acumulando capital, lo que veíamos
antes de la economía española, España está creciendo porque incorpora más trabajadores
puedes crecer, pero llega a un punto en el que acumulando más, dejas de crecer.
Entonces, el tercer factor que consigue, que sigas creciendo sostenidamente en el tiempo,
el factor fundamental que ha explicado que Occidente hace 200 años viviera con 3 dólares
diarios de renta per cápita y hoy según países estemos en 100, 120, 150 dólares diarios
de renta per cápita, toda ajustada por inflación, ese factor es la innovación, en eso estamos
de acuerdo.
Ahora, el punto es ¿qué país tiene que ser el que innove?
Porque no solo la innovación es importante, no solo el hecho de innovar o de hallar la
innovación es importante, el crecimiento se consigue también al incorporar la innovación.
Entonces, hay países que innovan muy poco, por ejemplo, Irlanda, el gasto en innovación
y desarrollo de Irlanda es similar al de España, es un pelín superior, pero poco superior
y es el país más rico de Europa, bueno, o de los más ricos, y luego hay países
que innovan mucho y que no es solo que sea más pobres que España, sino que están creciendo
menos que España, por ejemplo, Eslovenia, Eslovenia es uno de los países que gasta
más en innovación y desarrollo de Europa, entonces, ¿es crucial el gasto en innovación
y desarrollo para que crezca un país? No, es crucial para que crezcan sectores intensivos
en innovación y desarrollo, pero hay otras muchas formas de crecer que no pasan necesariamente
por esos sectores, pueden innovar a otros y tu incorporar esas innovaciones.
¿Tiene España qué apostar por ahí? Bueno, eso ya es más discutible y en todo caso
lo que diría es, desde luego, si España tiene que apostar por sectores de innovación y
desarrollo, lo único que hace falta, desde luego, no es gasto público en IMSD, pensar
que por el hecho de colocar en el presupuesto IMSD vamos a vivir un boom innovador es absolutamente
equivocado. Los países del mundo que más gastan en IMSD,
Suecia, Finlandia, Israel, el país del mundo que más gasta en IMSD, lo hacen fundamentalmente
a través de gasto privado en IMSD. Suecia, por ejemplo, gasta en IMSD lo mismo que gastaba
España, perdón, el gasto público en IMSD de Suecia, es el mismo sobre el PIB que el
que tenía España en el año 2007. El total de lo que gastaba España en IMSD era lo mismo
que Suecia, no, porque en Suecia el sector pleado gastaba muchísimo más que en España.
Entonces el problema está en porque el sector pleado español no gasta en IMSD y ahí ya
es mucho más complicado dar una respuesta de por qué es así, en parte porque no lo
necesita, porque tiene otra especialización productiva que no es estar en la vanguarda
innovadora, en parte porque es un horror invertir en innovaciones en España, un horror fiscal
y regulatorio, en parte porque el sector educativo español muy controlado por la clase funcionarial
y poco orientado hacia el sector empresarial pues tampoco ayuda a hacer ese encaje empresa
universidad que es fundamental para innovar. Entonces por todas esas circunstancias España
no innova mucho, entonces ver ese problema o tener ese problema y decir no, pero aquí
lo único que hace falta es gastar en IMSD pues creo que es un despilfarro en general
de recursos que no soluciona nada. Si se quiere apostar por ahí hacen falta muchas
otras reformas mucho más ambiciosas, constatar que esas reformas tienen resultado y la inversión
privada empieza a aumentar sostenidamente y a partir de ahí si quiere haber un apoyo
público o no y es otro debate, pero que desde luego tendría que ser un complemento de algo
que haya aparecido en el sector privado y no algo que se superimponga olvidándose de
que el sector privado no invierte nada. De usted habla muchas ocasiones de las barreras
a la actividad empresarial, ¿cuáles son las principales barreras con las que se encuentran
los empresarios para desarrollar su actividad? Bueno todas, quiero decir hay que ir sector
por sector. Algunos estamos intentando promover por ejemplo una universidad privada, un sector
que más o menos conozco, necesitas el plácep del poder político, en este país no se puede
iniciar una universidad privada si el político no te dice que sí, de manera absolutamente
arbitraria. Es decir, no es que tengas que cumplir una serie de requisitos técnicos,
sí, sí está claro, pero aunque los cumplas la última palabra y es una última palabra
arbitraria la tiene el poder político porque se necesita una ley autonómica, una ley del
Parlamento Autonómico que autorice la universidad privada y el Consejo de Gobierno puede decidir
no llevar a la Asamblea o al Parlamento Regional la ley de aprobación de la universidad privada
e incluso aunque la lleve el Parlamento puede ser soberano y rechazar la universidad privada.
Entonces para mí esto es un ejemplo quizá de los más elocuentes de cómo la actividad
empresarial en España está sistemáticamente pisoteada por regulaciones y arbitraria por
doquier. Es un caso especialmente escandaloso creo porque imaginémonos que para abrir un
periódico en este país fuera necesario una ley autonómica y que el Parlamento de Terno
te diera su autorización, hablaríamos de censura, bueno la educación también es un
derecho fundamental recogido en la Constitución Española, la apertura de centros docentes
en particular y aún así está sometido a la voluntad caprichosa del Parlamento Autonómico
de Terno. Pero bueno esta misma situación quizá de manera no tan exagerada pero a otros
niveles se reproduce entre todos los sectores de la economía española. Y no solo en España
cuidado, en general en el resto del mundo. Por ejemplo Peter Thiel que es el creador
de PayPal, sostiene que hoy en día por ejemplo sería imposible por tema regulatorio investigar
la vacuna contra la polio. Es decir que la carga regulatoria, los controles regulatorios
las barreras regulatorias son tales, en este caso en un sector tan específico como los
medicamentos, que están matando la innovación. En España no es que estén matando la innovación
porque innovamos poco, bueno a lo mejor innovamos poco porque la están matando por esa vida
pero no tiene por qué ser el único motivo pero desde luego si están matando la capacidad
de emprender. Y eso las regulaciones específicas de cada sector, si además le añadimos regulaciones
laborales y carga fiscal, pues claro ser empresario, emprender en este país pues es una auténtica
heroicidad, una heroicidad que además si decidís lanzarte posteriormente pues eres el objeto
preferido para la situación de la clase política con lo cual ya digo es algo bastante complicado
de realizar y bastante poco agradecido porque además socialmente esperemos que cambie con
los años pero tampoco el empresario de los que tenga una prensa maravillosa. Entonces
si ya es un desgaste personal enorme, barreras regulatorias gigantescas, si además sirves
de carnaza para la financiación del presupuesto público y además tienes mala consideración
social pues claro mejor ser funcionario. Y ese es un cierto drama en nuestra economía.
Entonces muestro usted repetidamente partidario de bajar impuestos, ¿cómo, cuál es que parte
del gasto de ingeniería? A ver decía Milton Friedman que yo siempre en cualquier momento
y en cualquier lugar soy partidario de bajar cualquier impuesto porque creo que el problema
no son los impuestos, o sea no el problema de la economía no son los impuestos sino
el gasto público. Es un mensaje que globalmente suscribo, es decir, yo soy partidario de bajar
cualquier impuesto, creo que hay impuestos que tienen más sentido bajar que otros,
por ejemplo impuestos especiales sobre carburantes, etcétera, creo que es lo que tiene menos
sentido bajar porque hay un problema de externalidades negativas que al menos en parte contribuyen
a revertir o a corregir, pero los primeros impuestos que desde luego creo que habría
que eliminar porque tienen un potencial recogatorio muy bajo y son muy distorsionadores, son
todos los impuestos que graban de alguna manera directa o indirecta el ahorro. El ahorro es
la base de la inversión y la inversión es la base de la acumulación de capital y de
la innovación, por tanto esa sería una reforma yo creo bastante clara, disminuir la carga
fiscal sobre el ahorro, pero bueno en general cualquier impuesto, claro para bajar impuestos
y esto sí lo digo porque hay muchos políticos que practican habitualmente el populismo fiscal
tanto en España como en el extranjero, en España el Partido Popular lo ha hecho muchas
veces, en el extranjero tenemos a trampa haciendo el ahora mismo, que se pueden bajar impuestos
pero sin reducir el gasto público. Problema de esto pues que bajas impuestos incrementando
el endeudamiento y más deuda pública son más impuestos futuros, por tanto no es una
auténtica rebajada impuesto sino es un diferimiento fiscal, un diferimiento fiscal que además
en España normalmente coincide con año electoral con lo cual ya entramos casi en una compra
de votos en cubierta. En Estados Unidos no, ha sido un compromiso electoral que ha adoptado
Trump pero que va a meter a Estados Unidos uno de los mayores déficits o en unos déficits
similares a los de la era Obama, el problema es que la era Obama al menos eran déficits
públicos en tiempos de crisis, que no es que a mí me parezcan justificables, pero son
algo más justificables que déficits públicos gigantescos en tiempos de expansión. Entonces
para bajar impuestos hay que bajar el gasto y bajar el gasto hay gastos que se pueden
bajar ya, el Estado no se ocupa de esta actividad que se ocupe la sociedad civil, hay otros
gastos que no se pueden bajar ya, por ejemplo el de las pensiones no es tan fácil como decir
que lo deje de hacer el Estado y que lo hagan otros, porque hay una transición que puede
durar 30, 40, 50 años y que es inevitable y quien dice pensiones pues sanidad temparte
también, por ejemplo el gasto que ya está comprometido para los mayores, si no le puedo
decir una persona de 60 años que no ha contratado un seguro de salud, que no ha ahorrado para
sus tratamientos sanitarios, le bajo los impuestos y hagas cargo de su factura sanitaria en los
próximos 20 años, eso se lo puede decir a los 30, a los 25 años, a los 20 pero no
a los 60, entonces hay una serie de gastos comprometidos, la deuda pública también
mismamente que no puede sin pagar de la noche a la mañana, pero con transición yo sería
partidario de ir desarmando el sector público todo lo que fuera posible y responsabilizar
a la sociedad de su propia vida, vamos. Guillermo Holondres de Joyerías Areso pregunta
cómo puede afectar la transición hacia una economía digital en la actual recuperación,
afectará el empleo, puede originar una nueva burbuja.
Bueno, entiendo que por la economía digital, lo interpreto así al menos, estamos en el
debate típico de la robotización y si la robotización va a afectar gradamente al
empleo o no. Bueno, es evidente que ciertos empleos van a desaparecer, por ejemplo todos
los empleos de conductores van a desaparecer cuando tengamos el coche autónomo, coche
y camión autónomo, será un horizonte más o menos largo, algunos hablan de dos, tres
años incluso, otros de 10, 15, pero bueno, al final estamos en un reto durante la próxima
década, década y media. Entonces hay sectores enteros donde el empleo va a desaparecer o
casi por entero, pero surgirán otros. Creo que no hay que ser especialmente dramatista
con que la robotización nos va a dejar a todos sin empleo, es verdad que hay un informe
del College de Oxford, de los economistas Osborne y Frey, que básicamente establecen
que la mitad de todos los empleos de la economía estadounidense podrían desaparecer a largo
de las próximas décadas como consecuencia de la robotización, pero dos matices sobre
ese pay per primero no tienen cuenta, ellos mismos lo reconocen, no tienen cuenta los
empleos que se puedan crear como consecuencia de la robotización, por tanto, sí, bueno,
a principios del siglo XIX el 90% de la gente trabajaba en la agricultura, hoy es el 3%
y han surgido otros sectores y además el cambio ha sido muy positivo, creo que todos
preferimos o casi todos preferimos trabajar en lo que estemos trabajando a estar de sol
a sol en el campo y además con productividades muy bajas y con riesgo de hambruna continuado.
Te surgirán otros, pero además ese pay per tiene una carencia metodológica importante,
es decir, cuando en lugar de definir empleos en términos amplios, empleo en el sector
de la construcción, vamos a empleo, es decir, ¿qué tarea desempeñas tú dentro del sector
de la construcción? ¿A qué te dedicas exactamente? Cuando hacemos esa división y la OCDE ha
seguido la misma metodología de ese pay per, pero dividiendo mucho más el tipo de trabajos
que se desarrollan, la OCDE estima y creo que es algo más realista, que menos del 10%
de todos los puestos de trabajo van a ser objeto de robotización durante las próximas décadas
al menos, insisto, con el conocimiento que tenemos hoy, evidentemente, si hay una revolución
tecnológica en 15 años que hoy no podemos prever porque es lo que tiene, es decir, los
avances técnicos no son previsibles porque si no ya los tendríamos hoy, pues eso puede
cambiar, pero con el conocimiento que tenemos hoy, según la OCDE, no más del 10%, por
tanto, sí, no afectará más o menos, pero hay muchas opciones para la reconversión
y yo creo que hay que verlo clarísimamente como una oportunidad y no como un riesgo,
salvo aquel, evidentemente, que tenga unas rentas gigantescas que dependan de un puesto
de trabajo que va a desaparecer, parece que sí es un riesgo, claro.
Bueno, llevamos justos de tiempo, pero quedan dos preguntas, que son preguntas complejas,
pero que no me resisto a hacerselas. ¿Qué opina sobre la situación del sector energético
y cuál cree que es el futuro? Ahí es nada.
Ah, bien, sector energético, a ver, sector energético español creo que es un sector
eléctrico, me voy a centrar sobre todo, energético, ya entramos más en casi cuestiones de geopolítica
y todo el enfrentamiento entre la industria del fracking en gran medida, también políticamente
impulsada para obtener una cierta autosuficiencia energética en el caso de Estados Unidos
y cómo eso está afectando la estrategia de producción de petróleo de los productores
cartelizados de la OPEP. Pero bueno, ese es otro tema. El sector eléctrico español
es un sector, por un lado, oligopolizado y por otro tremendamente intervenido. Hay un
maridaje demasiado estrecho entre la política y el sector empresarial y por eso ha sido
un desastre. Ha sido un desastre, no la privatización, sino todo lo que ha seguido a la privatización.
Es decir, se nos dijo que se privatizaba y liberalizaba el sector, pero prácticamente
nada de todo ello. La generación eléctrica sigue estando tremendamente regulada e intervenida.
El boom de las renovables, falso boom que además convivió con el boom inmobiliario
fue un boom promovido políticamente. Iniciado, por cierto, esto mucha gente no lo sabe, pero
no estábamos a recordarlo. Iniciado por un decreto del Gobierno aznar después de perder
las elecciones. Creo que el decreto que da inicio de las primas de las energías renovables
es del 17 de marzo de 2004. Estaba el Gobierno en funciones y se aprobó ese decreto. No
sé qué intereses podría haber alrededor. En todo caso, el Gobierno de Zapatero continuó
con ese decreto de subvencionar, bueno, de primar, mejor dicho, las energías renovables.
Nos metimos en un boom que ahora mismo incluso ministros encargados de convivir con ese boom,
como fueron, por ejemplo, Miguel Sebastián, reconocen en público que nos pasamos normalmente
de frenada. Y eso ha hipotecado parte del futuro del sector eléctrico español, porque
tenemos una deuda en forma de primas comprometidas las renovables que paga el consumidor y que
impiden en gran medida la reforma del sector. Es verdad que quizá el futuro pasa por las
energías renovables, pero nosotros estamos en el pasado de las energías renovables, en
el futuro. Esto es como si nos hubiésemos comprado un coche hace 15 años, es un coche
que consume muchísimo combustible y dentro de unos años aparece un coche que no consume
nada de combustible, pero el que tenemos nosotros es el que consume mucho, no el que consume
poco. Entonces, tenemos esa hipoteca ahí y hasta que no se liberalice de verdad y se
someta a la disciplina del mercado eléctrico, va a estar siempre manoseado políticamente
y pueden pasar cosas como ésta. Javier López Estrada, del Ayuntamiento de Torre
la Vega, pregunta si usted piensa que la renta social universal será una herramienta indispensable
del futuro de la economía mundial como proponen autores como RISC?
Bueno, voy a terminar con una cierta promoción de uno de mis libros. Yo creo que la respuesta
personal a esa pregunta en mi caso es bastante clara porque en mi penúltimo libro se llama
Contra la Renta Básica. Entonces, digamos que muy partidario, muy partidario de la renta
no soy. No, yo creo que la renta básica universal, la renta básica universal, la renta mínima
de inserción creo que es otro tema que sí que es bastante interesante valorar, sobre
todo como mecanismo de asistencia social del último recurso, pero la renta básica universal
que es fundamentalmente que todo el mundo con independencia de si es rico o de si es
pobre, de si trabaja o de si no trabaja, de si quiere trabajar o de si no quiere trabajar,
cobre una renta proporcionada por el Estado y evidentemente pagada por el contribuyente
creo que es un error. Es un error primero ético, es decir, un derecho universal a cobrar
una renta implica una obligación universal a pagar una renta, a contribuir al pago de
una renta. Si yo tenga una obligación universal incondicional a pagar una renta, soy un esclavo,
eso primero. Y segundo, creo que es un despropósito económico. La estimación del coste de una
renta básica que, bueno, hago en mi libro, pero también luego, recientemente, por ejemplo,
la Fundación de Estudios BBVA llegó a cálculos muy similares, habla de que una renta básica
universal costaría en torno al 20% del PIB. Claro, añadir a todo el gasto público actual
un 20% del PIB nos colocaría en un escenario de en torno al 65% del PIB, que es un gasto
público que no tiene ningún país del mundo, salvo Cuba y cercanamente Francia. Entonces,
y Francia ya sabemos que en ese sentido no es un gran ejemplo. Entonces, creo que no.
Creo que no es ni viable económicamente ni justa socialmente. Por tanto, es verdad que,
bueno, si hacemos lucubraciones como riftking de no, es que se va a mecanizar todo y vamos
a ir a una economía escasez, etcétera, pues bueno, en esos supuestos, yo creo que bastante
alejados de momento de la realidad, pues podría tener sentido. Pero tiene más sentido en
ese caso otra cosa, y es lo que algunos hemos promovido desde hace mucho tiempo que es la
llamada sociedad de propietarios. O sea, si las personas, a través del ahorro y de la
inversión, se convierten en propietarios de las máquinas o de las empresas que utilizan
a las máquinas que generan esas rentas, obtendremos una renta básica universal sin necesidad de
articularla a través del Estado, sea una renta patrimonial. Y, por tanto, lo que tendríamos
que hacer desde ya es facilitar y promover que todo el mundo, no solo ya a las clases,
digamos lo así, aristocráticas o clases de burguesía alta, sino a las clases trabajadoras
que hasta ahora han ahorrado fundamentalmente en ladrillo, que inician no solo el ahorro
en ladrillo, sino en el capital social de empresas que, en el futuro, les puedan proporcionar,
si es que se mecanizan y la productividad aumenta tantísimo como para que ya se termine
las caseras, les puedan proporcionar esa renta patrimonial de la que puedan vivir,
y desde luego, si fuera posible, sería maravilloso que sucediera.
Pues hasta aquí llegamos. Muchas gracias al ponente, Juan Ramón Rayo, por sus opiniones
sin duda controvertidas, en todo caso argumentadas y siempre contundentes. Muchas gracias a ustedes
por su presencia, por su atención y por su participación. Muchas gracias a los patrocinadores
que no pueden faltar, el Gobierno de Cantabria, Soderkán, Liberbán, la colaboración de
Gullón y Viesgo y la sede habitual del Bahía. Nos vemos en el próximo foro, que será el
día 25 de este mismo mes de abril, en esta ocasión, con Juan María Nín y cada día en
el día de montañes. Por supuesto, que tengan buen día.