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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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debacle de la izquierda y muy especialmente de Podemos y de Sumar en las recientes elecciones
autonómicas y municipales de España. Veámoslo. ¿Quiénes son los ganadores y los perdedores de
las recientes elecciones autonómicas y municipales de España? Pues en este caso,
la respuesta es bastante sencilla. Los ganadores son los partidos que mediáticamente se ubican en
la derecha, es decir, PP y Vox, y los perdedores son los partidos que mediáticamente se ubican
en la izquierda. PSOE, Podemos, Sumar y toda la otra colección de micropartidos a la izquierda
de la izquierda del PSOE. El Partido Popular es uno de los claros ganadores por dos razones.
En primer lugar, porque experimenta un importante crecimiento del voto. En las elecciones municipales
de 2023 ha sumado 2 millones, casi 2 millones más de sufragios que en las elecciones municipales
del año 2019, pero sobre todo porque conquista muchísimo poder territorial. Tras este domingo,
tendrá la opción de gobernar, si llega a acuerdos suficientes con otras fuerzas políticas,
proclives en principio a llegar a ese acuerdo, en Murcia, donde ya gobernaba, Madrid, pero ahora
con mayoría absoluta, y además Comunidad Valenciana, Aragón, Cantabria, Baleares,
La Rioja, Extremadura y probablemente también Canarias, aunque como socio de gobierno de
coalición canaria. Y además, recordemos que aunque no se celebraron elecciones autonómicas ayer,
el Partido Popular ya está gobernando en Andalucía, con mayoría absoluta, Galicia,
con mayoría absoluta y Castille y León en coalición con Vox. De 17 autonomías,
por tanto, puede gobernar o co-gobernar en 12. Pero es que además el Partido Popular
también gobernará en las principales ciudades de España. Si vamos al listado de las 10 mayores
ciudades por población de España, comprobaremos que el Partido Popular gobernará en primer lugar
y con mayoría absoluta en Madrid, no lo hará en la segunda ciudad más poblada de España,
que es Barcelona, pero sí lo hará en Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia y Palma. Tampoco
lo hará en las Palmas de Gran Canaria ni en Bilbao, pero sí lo hará en cambio en las siguientes
tres mayores ciudades, es decir, Alicante, Córdoba y Valladolid. Por tanto, la victoria del Partido
Popular es incontestable, como también lo es en segundo lugar la victoria de Vox, que si bien ha
obtenido un porcentaje de voto en las elecciones municipales sustancialmente inferior al del PP,
el PP ha acaparado el 31,5% del voto y Vox el 7,2%, pero a pesar de ello Vox ha duplicado los votos que
obtuvo en las elecciones municipales del año 2019, pasando de 800.000 sufragios a 1,6 millones y,
a su vez, ha triplicado el número de concejales que había obtenido por toda la geografía española.
Y además de todo esto, se va a convertir en un actor político decisivo, ya veremos si entra en
los gobiernos o no lo hace, pero en todo caso un actor político decisivo para condicionar la
gobernabilidad de numerosas autonomías y municipios. Así, por ejemplo, Vox será decisivo a la hora de
posibilitar el gobierno autonómico de Cantabria, Extremadura, Aragón, Comunidad Valenciana,
Baleares o Murcia. Y a su vez también condicionará la gobernabilidad de ciudades tan importantes como
Valencia, Sevilla, Zaragoza, Palma, Alicante o Valladolid. Es decir, que en el llamado bloque
de la derecha, bien llamado o mal llamado, pero en todo caso llamado periodísticamente bloque de
la derecha, tanto PP como Vox tienen motivos para estar satisfechos. Cada uno en su espacio,
cada uno con sus razones, pero los dos tienen motivos para estar satisfechos. Y si en el llamado
bloque de la derecha los dos partidos tienen razones para estar satisfechos, en el bloque
de la izquierda la ensalada de partidos que lo puebla tiene motivos para estar muy insatisfechos.
Por un lado, el PSOE ha perdido 400.000 votos en las elecciones municipales. No es desde luego
una sangría, pero sí es una pérdida suficiente como para perder muchísimo poder territorial.
El PSOE dejará de gobernar en La Rioja, en Baleares, en Comunidad Valenciana, en Extremadura,
en Aragón, previsiblemente en Canarias y de cogobernar también en Cantabria. En principio
solo seguiría gobernando en Castilla-La Mancha, en Asturias y en Navarra si consigue la abstención
de Bildu. De las 10 principales ciudades de España solo gobernará con seguridad en las
Palmas de Gran Canaria, la novena. Y quizá si se llega a un acuerdo de izquierdas en la segunda,
en Barcelona. Pero esto último desde luego no está asegurado y en todo caso la pérdida de poder
en los ayuntamientos es muy sonada. Actualmente estaba cogobernando en Barcelona, estaba
cogobernando en Valencia, estaba gobernando en Sevilla, estaba gobernando Palma o estaba
gobernando Valladolid. Y todo eso, con la posible excepción de Barcelona, lo pierde.
En el conjunto del país se desprende de 1600 concejales, exactamente los mismos, por ejemplo,
que tiene Vox. Por tanto, es una pérdida de apoyos notable, pero no es una pérdida de apoyos
absolutamente devastadora para el PSOE. Si lo queremos ver de otro modo, lo que ha demostrado
el PSOE es que tiene un suelo bastante sólido, que incluso en un momento muy malo obtiene unos
resultados electorales que no son catastróficos. En las elecciones municipales apenas se distancia
en 750.000 votos del PP. Estamos hablando de poco más de tres puntos porcentuales. Si esta
diferencia de votos se ha traducido en una pérdida gigantesca de poder territorial para el PSOE ha
sido sobre todo porque el resto de partidos a la izquierda, el resto de partidos con los que conforma
coalición, se han desmoronado. Muy especialmente Podemos, pero también los partidos que se agrupan
alrededor de su mar. El caso de Podemos probablemente sea el más evidente. Podemos desaparece, deja de
tener representación en el Ayuntamiento de Madrid, en la Comunidad Autónoma de Madrid y también en
el Ayuntamiento de Valencia y en la Comunidad Autónoma valenciana. Precisamente ha sido ese
fracaso de Podemos a la hora de conseguir representación en dos de los principales
territorios de España, lo que ha permitido que exista mayoría absoluta de Ayuso y de Almeida en
la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid y que PP y Vox puedan sumar en la Comunidad Autónoma
valenciana y en el Ayuntamiento de Valencia. Es el pinchazo de Podemos lo que ha arrojado estas
mayorías de la derecha. Han pasado de 47 diputados autonómicos a sólo 15 y saldrán de los
gobiernos autonómicos de la Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón, Canarias o La Rioja. Un
barrido absoluto, pero tampoco pensemos que el otro partido o coalición de partidos a la izquierda
del PSOE ha obtenido resultados mucho mejores. Los partidos que se agrupan alrededor de la coalición
de sumar han perdido significativamente apoyos y sobre todo han perdido poder territorial.
¿Cuáles son los principales partidos que conforman la coalición electoral de sumar? Izquierda Unida,
Mas País, En Comú Podem y Compromís. Pues bien, todos estos partidos han fracasado clamorosamente.
Izquierda Unida ha ido en muchos lugares en coalición con Podemos, bajo las siglas de
Unidas Podemos, y ya hemos hablado del batacazo que se ha pegado en la Comunidad Autónoma de
Madrid o en la Comunidad Valenciana, extensible a muchos otros territorios. A su vez, Mas País,
o Mas Madrid, en la Comunidad Autónoma de Madrid, lo ha hecho muy mal en las elecciones. En 2019,
Mas Madrid habría logrado en el Ayuntamiento, en la capital de España, el 30% de los votos y
19 concejales. Ayer no llegó al 20% y se quedó en 12. Y en las elecciones autonómicas es verdad que
Mas Madrid consigue tres diputados adicionales, pasa de 24 a 27, pero lo hace prácticamente sin
ninguna ganancia de voto. Y si el resultado de Mas Madrid es malo, ¿qué decir del resultado
de En Comú Podem, de Ada Colau? El partido de Colau pasa de ser segunda fuerza empatada en
concejales con la primera a ser tercera fuerza sin ningún empate. La primera fuerza tiene 11
concejales, la segunda 10 y Ada Colau se queda con 9. Es decir, que Ada Colau dejará de ser
alcaldesa de Barcelona. Y esto es muy relevante porque Ada Colau fue la gran apuesta personal
de Yolanda Díaz. Si la lideresa de la coalición SUMAR dio apoyo a un político en particular,
ese político en particular fue Ada Colau. Por tanto, en este caso parece que Yolanda Díaz,
más que a contribuir a SUMAR, ha contribuido a restar, como también ha restado, por cierto,
al otro socio de coalición en SUMAR. El otro gran apoyo explícito que dio Yolanda Díaz fue a
compromis y más en concreto a la alcalde de Valencia, Joan Ribó. Pues bien, después de ese
apoyo explícito Joan Ribó también ha perdido a la alcaldía de Valencia. No solo eso, en la
comunidad valenciana Yolanda Díaz dio su apoyo a Unidas Podemos, Héctor y Llueka y, como ya hemos
dicho, Héctor y Llueka, que estaba dentro del gobierno valenciano y que tenía representación
en las Cortes Valencianas, después del apoyo de Yolanda Díaz, ha desaparecido tanto del gobierno
como de las Cortes Valencianas. Por tanto, ahora mismo a la izquierda del PSOE lo que hay es un
vacío enorme y de ahí que Pedro Sánchez acabe de hacer esto.
Acabo de mantener un despacho con Su Majestad el Rey en el que he comunicado al jefe del
Estado la decisión de convocar un consejo de ministros esta misma tarde para disolver las
Cortes y proceder a la convocatoria de las elecciones generales en uso de la prerrogativa
que la Constitución atribuye al presidente del gobierno.
La extrema izquierda ha colapsado y el PSOE trata de fagocitarla en los próximos comicios
generales. Se abre, por tanto, la guerra civil dentro de la izquierda para luchar y repartirse
los escombros de su electorado.
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