Alberto Garzón, coordenador general de izquierda unidad, será el ministro de Consumo en el
próximo gobierno de España presidido por Pedro Sánchez. Garzón jamás ha ocultado
su militancia comunista. De hecho, hace unos pocos años publicó un libro titulado Por
que Soy Comunista y en la reciente sesión de investidura de Pedro Sánchez realizó
esta afirmación en la que decía sentirse orgulloso de militar en el Partido Comunista
de España.
Inciso, yo estoy muy contento y muy satisfecho de pertenecer a un partido, además de Izquierdo
Unida, que es el Partido Comunista de España, sin el que no se entendería ni la democracia
española ni la Constitución de 1978.
Pero hasta aquí que conforme esta canonía ministerial se va acercando, Alberto Garzón
se ha decidido suprimir, eliminar, erradicar, borrar algunas de las trazas más delirantes
y deplorables de su pensamiento de su ideario comunista. En un en vano, hace un par de días,
Garzón eliminó de Twitter un tweet del año 2012 en el que podía leerse lo siguiente.
El único país cuyo modelo de consumo es sostenible y tiene un desarrollo humano alto es Cuba.
Es decir, que el próximo ministro de consumo nos está diciendo que el modelo de consumo
para el conjunto del planeta desarrollado es Cuba, que su referencia sobre cómo hemos
de consumir sostenible y responsablemente nuestras vidas es Cuba. Evidentemente, como digo,
este tweet es del año 2012 y desde entonces Alberto Garzón podría haber rectificado.
Sin embargo, si uno cambia de ideas, si uno reniega del comunismo y de sus consecuencias,
obviamente no proclama desde la tribuna del Congreso hace unos pocos días que está orgulloso
de militar en el Partido Comunista, uno no publica un libro hace unos años de por qué
soy comunista, y sobre todo, si uno rectifica, si uno ya no suscribe las ideas que mantenían
el pasado, yo mismo he cambiado en muchas ocasiones de opinión, lo que no hace es borrar
ese pasado. Si alguien le pide cualquier aclaración, dice, estaba equivocado, ya no sigo sosteniendo
estas ideas. En cambio, cuando uno lo que hace es borrar con nocturnidad y alevosía
sin comunicarlo, esperando que nadie se entere de ello, pero internet es lo que tiene, uno
no se puede marchar totalmente sin dejar rastro, pues probablemente ante lo que estemos es
ante un intento de ocultarle a la población cuáles son sus ideas actuales, no de rectificar
esas ideas, sino de mantenerlas, pero sin que los demás seamos conscientes de ello,
no es que reniegue de haber dicho que Cuba es el modelo de consumo responsable y sostenible
del mundo desarrollado, es que lo sigue pensando, pero evidentemente queda muy mal que un ministro
diga burradas de este calibre. ¿Y por qué es una burrada sostener que Cuba es el faro
desarrollado del consumo responsable y sostenible? Bueno, quizá convenga aclarar exactamente
cuáles son las condiciones de consumo en Cuba, esas condiciones de consumo que repito el
próximo ministro de consumo en España está aplaudiendo, está alabando y está referenciando.
Bien, empecemos por lo más básico, el salario medio en Cuba, el medio, no el mínimo, el
medio, en el año 2016, es decir, cuatro años después de que Garzón escribiera este tuit,
era de 740 pesos cubanos al mes. ¿A cuánto equivalen 740 pesos cubanos? Bien, en Cuba
hay dos monedas, el peso cubano y el peso convertible. 26,5 pesos cubanos equivalen
a un peso convertible, y a su vez un peso convertible equivale a un dólar. Por tanto,
740 pesos cubanos equivalen a algo menos, pero redondeando equivalen a 28 pesos convertibles
y por tanto a 28 dólares al mes. Sí, repito, el salario medio en Cuba, el medio, no el
mínimo, el medio es de 28 dólares al mes. Los datos proceden de fuentes oficiales, y
de hecho podéis encontrar el link en la descripción de este vídeo, y más concretamente del anuario
estadístico de Cuba del año 2016. Por tanto, salario medio de Cuba equivalente a 28 dólares
mensuales. Probablemente algunos de vosotros estáis pensando, bueno, vale, son 28 dólares
al mes, pero los precios en Cuba se dan muchísimo más bajos que en Estados Unidos, que en España,
que en otros países de Europa, y por tanto el poder adquisitivo que tendrán esos 28 dólares
al mes, se da muy superior al que tendrían en España 28 dólares o 25 euros. Pues no,
es verdad que los precios en algunos productos son algo menores, pero los precios son esencialmente
los mismos que en el mundo desarrollado. Básicamente, porque Cuba prácticamente lo
importa todo, y por tanto lo importa a los precios de los países desarrollados que fabrican
esos bienes, que importa, repito, y que son los que abastecen las delgadísimas, las estrechísimas
cestas de la compra de los cubanos. Tal vez no me creáis, pero precisamente para comprobarlo
también encontraréis en la descripción de este vídeo, y ahora aparecerá capturas
de pantalla, el listado del año 2019 de precios regulados del comercio minorista cubano,
es decir, los precios a los que se distribuyen dentro de Cuba productos básicos, como
el pollo, la pasta de dientes, la leche o el jabón. Por ejemplo, un paquete de ovos
de 5 unidades, ni de media docena ni de una docena sino de 5 unidades, cuesta 60 céntimos
de dólar. Recuerdo, el salario medio son 28 dólares. A su vez, un kilo de pechuga de
pollo deshuesada cuesta 4,35 dólares. Recuerdo, el salario medio son 28 dólares, es decir,
un cubano medio con su salario no puede comprar más de 7 kilos de pollo al mes. No es que
pueda comprar 7 kilos de pollo y además muchas otras cosas, no. No llega ni a comprar 7
kilos de pollo y con eso se le agota todo el salario. Un kilo de leche en polvo cuesta
entre 5,2 y 5,5 dólares. Por tanto, de nuevo, un cubano se puede fundir todo su salario
mensual en comprar 5 kilos de leche al mes. La pasta de dientes cuesta entre 0,9 dólares
y 1,2 dólares. Y ya si nos vamos a bienes un poco más de lujo, como un televisor no
de plasma, no de LED, no choca, sino un televisor de tubo de rayos catódicos de 21 pulgadas,
ese televisor cuesta 270 pesos convertibles, 270 dólares. Es decir, que un cubano para
poder comprarse un televisor ha de destinar el sueldo íntegro de 10 meses. Prácticamente
un año entero trabajando sin consumir nada más, por supuesto, sin comer ni nada, para
comprarse un televisor de 21 pulgadas de rayos catódicos. Bien, creo que es muy evidente
e insisto, este es un listado de precios oficiales, por tanto, no hay ninguna manipulación posible
de aquí. Creo que es muy evidente que las condiciones de vida, que las condiciones de
consumo en Cuba son miserrimas. De hecho, lo que imagino que muchos de vosotros os preguntaréis
es cómo es posible que los cubanos sobrevivan malviviendo en estas condiciones. Bueno, hay
dos explicaciones. La primera es que gran parte de los cubanos reciben remesas del extranjero,
es decir, los exiliados cubanos que se ganan la vida fuera, fuera de la cárcel comunista,
producen riqueza fuera de Cuba y se la remiten en parte a los rehenes, a los encarcelados
dentro de Cuba. Es como si produjeran la comida fuera y les enviarán comida dentro. No es
que Cuba produzca más bienes, Cuba produce la misma miseria, pero parte de lo que consumen
afortunadamente viene de la ayuda que sus familiares les envían a los cubanos que permanecen
dentro. Y la otra, digamos lo así, válvula de escape para los cubanos es la famosa libreta
de racionamiento que existe en Cuba. ¿Qué es la libreta de racionamiento? Bueno, el
gobierno cubano le asigna a cada ciudadano, salvo aquellos desafectos al régimen a los
que se quiera castigar, le asigna a cada ciudadano una cantidad de productos al mes a precios
muy subsidiados. Por ejemplo, a un dólar, de modo que es prácticamente una entrega
gratuita de bienes, de una cesta muy básica de bienes para los cubanos. Y no podrá pensar,
bueno, pues si esa cartilla, si esa libreta de racionamiento es muy generosa, es muy
amplia, pues aunque luego los cubanos no puedan consumir casi nada más con su sueldo, al
menos tendrán garantizado un nivel de vida digno. Bueno, ¿qué bienes integraban la
libreta de racionamiento en el año 2014, muy próximo al año 2012 en el que Garzón
escribió el tweet en el que alababa el modelo de consumo cubano? Bien, pues la lista de bienes
que integraban esta libreta de racionamiento, atención, eran los siguientes.
5 huevos, recalco, estamos hablando de bienes asignados al mes, no al día, al mes. 5 huevos,
1,8 kilos de azúcar, 3,2 kilos de arroz, 4,5 kilos de frijoles, 0,3 litros de aceite,
110 gramos de café, 220 gramos de pollo o mortadela o pescado, todo esto por persona
y mes, y aparte, 1 kilo de sal por mes y familia. Bien, esta es la canasta de bienes básicos
que el gobierno cubano entrega a cada ciudadano mensualmente a precios muy subsidiados, como
veremos tampoco es ni muchísimo menos una canasta maravillosa, es una canasta que alcanza
junto con el miserrimo salario de 28 dólares mensuales para subsistir. Pues bien, este modelo
económico de consumo basado en la miseria, en la carestía y sobre todo en el racionamiento
político, son los políticos los que determinan qué bienes integran la libreta de racionamiento,
a quién se le entrega la libreta de racionamiento y cuáles son los precios a los que los cubanos
pueden comprar determinados bienes y no otros. Este modelo de consumo, insisto, basado en
la miseria, la carestía y el racionamiento político, es el modelo de consumo que el
comunista Alberto Garzón, próximo ministro de consumo del gobierno de España, alaba
aplaude y considera una referencia, una inspiración para sus políticas económicas. Por supuesto,
Alberto Garzón al frente del ministerio de consumo no tendrá suficientes competencias
como para establecer en España un modelo económico ni lejanamente similar al cubano.
Nadie está planteando que España se vaya a convertir en Cuba, afortunadamente los
próximos gobernantes no tienen el poder para hacerlo. Pero esos gobernantes, o al menos
algunos de esos gobernantes, por ejemplo Alberto Garzón, sí consideran a Cuba, como he dicho,
una referencia. Sí consideran que la escasez y el racionamiento político de la escasez
es el modelo a seguir para nuestras sociedades desarrolladas. Por tanto, dentro de su limitación
competencial Alberto Garzón desarrollará medidas inspiradas en la idea del racionamiento
político de la escasez. No fomentará medidas, no fomentará políticas que incrementen la
producción que incrementen la prosperidad en todas las áreas del comercio. Su objetivo
no será alcanzar la producción en masa para permitir el consumo de las masas. Al contrario,
en aras de una muy malentendida sostenibilidad en el consumo, Alberto Garzón promoverá
la restricción de la producción dentro de sus áreas competenciales y el reparto por
criterios políticos de la escasez resultante de esa restricción políticamente inducida.
Este es, por tanto, el próximo ministro de consumo del Gobierno de España, un comunista
confeso que considera a Cuba una inspiración para el modelo de consumo de las sociedades
occidentales. Un modelo de consumo, el cubano, que se basa esencialmente en que los políticos
distribuyen de manera caprichosa y arbitraria la miseria que esos políticos generan.