This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Uno de los argumentos que más frecuentemente ha utilizado el gobierno de PSOE y de Podemos
para justificar sus intentos de creciente intromisión en las redes sociales es que
no solo las redes sociales están contribuyendo a difundir bulos, a difundir mentiras, que
pueden terminar generando un daño social o un desprestigio hacia las instituciones públicas,
sino que además esas mentiras se ven amplificadas por ejércitos de bots de extrema derecha
que contribuyen a generar la apariencia de que determinada información tiene mayor impacto
social, mayor repercusión social, mayor apoyo social del que realmente tiene, es decir que
combinando a los bots con los bulos lo que conseguiríamos en cierto modo es adulterar
la opinión pública, mover la opinión pública o al menos a porciones de esa opinión pública
en una dirección muy concreta, la dirección que desean aquellos que tienen los suficientes
pocos escrúpulos como para difundir bulos y el suficiente dinero como para comprar muchos
bots que amplifiquen en redes sociales el mensaje de esos bulos y en definitiva lo
que conseguiríamos es modificar el resultado de unas elecciones democráticas para encumbrar
al poder a aquellas personas con pocos escrúpulos y con mucho dinero para amplificar vía bots
las mentiras que están difundiendo. Supuestamente por tanto este argumentario justificaría
que el gobierno pueda regular de manera mucho más estrecha las redes sociales para meter
en vereda a esos bots que simplemente están siendo utilizados como un amplificador de bulos
propagados por determinados partidos políticos sin escrúpulos para conquistar el poder.
Evidentemente, y ya lo hemos explicado en otras ocasiones, aunque uno creyera que el
gobierno si está legitimado a perseguir a aquellas personas que utilizan bots para
divulgar mentiras desde el ámbito de las redes sociales, uno siempre ha de ser muy
consciente de los enormes peligros que supone concederle otorgarle, reconocerle al poder
político esa potestate, esa prerrogativa extraordinaria para poder controlar lo que
se dice y lo que no se dice desde las redes sociales.
Una vez le reconocemos socialmente al gobierno la competencia para que entalle nuestra libertad
de expresión, evidentemente estamos colocando al zorro al cuidado del gallinero. El gobierno
que quiere consolidarse, cualquier gobierno, no solo este, quiere consolidarse en el poder
cueste lo que cueste, va a utilizar esas competencias no para buscar algo así como la verdad objetiva
de la que todos podamos beber, sino en todo caso para canalizarnos su propaganda y para
censurar incluso las verdades incómodas intenten transmitir otras personas y que le puedan
perjudicar. Este es al menos un riesgo, un peligro del que todo el mundo que defienda
la competencia gubernamental para perseguir bulos, para perseguir bots en redes sociales
debería tener muy presente y en muchas ocasiones puede ser mucho peor el supuesto, el presunto
remedio que la supuesta que la presunta enfermedad. Sin embargo, en esta narrativa de PSOE y de
Podemos que busca justificar la censura gubernamental en redes sociales, hay un presupuesto que
hoy hemos descubierto que además es un presupuesto falso. En particular, el relato, la narrativa
que acabamos de exponer del gobierno PSOE y Podemos es que la extrema derecha está
utilizando masivamente los bots para contaminar de bulos las redes sociales y que como ellos
no recurren a esas técnicas tan sumamente deplorables, de alguna manera el nivel de
juego en las redes está desequilibrado. La extrema derecha usa muchos bots, todo el
apoyo que tiene la extrema derecha en redes sociales, lo que ellos llaman extrema derecha
en redes sociales, se fundamenta en bots y en cambio, claro, las personas honestas y
humildes, como las que representan unidas Podemos, no pueden competir con ese ejército
de robots pagados supuestamente por multimillonarios, multinacionales, cualquiera que quiera atacar
al gobierno de progreso PSOE y Podemos. Pues bien, como digo hoy, hemos descubierto
que este presupuesto es falso. En un reciente paper elaborado por varios investigadores
y que podréis encontrar lanzado en la descripción de este vídeo, lo que descubrimos es que
el partido político que utilizo, que instrumentó una mayor cantidad de bots, una mayor cantidad
de robots en redes sociales para amplificar su mensaje durante las elecciones del pasado
10 de noviembre de 2019 fue Unidas Podemos. En concreto, en este estudio se han recopilado
varios millones de tweets que tenían durante esas fechas, las fechas previas a las elecciones
a los comicios del 10 de noviembre, varios millones de tweets que contenían mensajes políticos,
esos varios millones de tweets han sido posteriormente clasificados en función de si fueron emitidos
por una persona real o por un voto, y posteriormente también han sido clasificados en función
del partido político PP PSOE Ciudadanos Box o Podemos al que mostraban afinidad ideológica
o una principal afinidad ideológica. Y haciendo este ejercicio, este ejercicio de recopilación
masiva de datos y posterior minado y clasificación de esos datos, el partido político que tenía
más bots a su servicio era Podemos. Midamos esos bots como los midamos. Si medimos los
bots que tenían simpatías hacia más de un partido político que no solo se dedicaban
a retuitear, a amplificar los mensajes de una determinada, de una concreta, de una única
formación política, sino que podían jugar y tratar de repartir juego entre más de una
opción política, nos encontraremos con que había 3.649 bots en la muestra seleccionada
en la muestra analizada de Podemos, es decir, que apoyaban al menos en ocasiones a Podemos.
En este sentido, el siguiente partido con mayor número de bots era Box con 3.203, seguido
de Ciudadanos, seguido del partido socialista y seguido finalmente del PP con menos de tres
veces los bots de Podemos, los bots que no tenían dedicación exclusiva a Podemos. Pero
es que si luego nos centramos en analizar el partido político que tenía más bots exclusivos
a su servicio, de nuevo este sigue siendo Podemos y con mucha más diferencia que en
la clasificación anterior. Podemos tenía 2.417 bots a su servicio en exclusiva, lo seguía
Ciudadanos con 1.752, luego Box con 1.749 y finalmente el PSOE con 1.020 o el PP con 825,
de nuevo unas tres veces menos que Podemos. Por consiguiente, primera conclusión, Podemos
en las elecciones del pasado 10 de noviembre era el partido político que tenía más bots
a su servicio, tanto bots en exclusiva como bots que repartían juego entre más de una
formación política. Segunda conclusión interesante, Podemos no sólo fue el partido que tuvo
más bots a su servicio, sino también el partido que más quiso utilizarlos para influir
sobre el resultado electoral del 10 de noviembre. ¿Cómo podemos conocer o cómo podemos llegar
a esta conclusión? Bien, esencialmente a través del siguiente gráfico. En el siguiente gráfico
vemos por un lado el número de bots activos que se ponían en funcionamiento en una determinada
fecha. Por ejemplo, podemos ver que en la fecha de la entrevista a Santiago Abascal en
El Ormiguero, Box activó más de 500 bots para amplificar claramente la repercusión
que ya tuvo de por sí esa entrevista, pero para amplificarla todavía más en redes sociales.
Por tanto, el número de bots que se mantiene en funcionamiento cada día lo podemos observar
en las barras. Y en este gráfico también aparece el número acumulado de bots al cabo
de los días. Es decir, si en un día entra en funcionamiento 200 y al día siguiente 500,
pues el número de bots activos acumulado es de 700. Pues bien, vemos cómo podemos durante
muchos días, especialmente después de la entrevista a Abascal en El Ormiguero, fue
el partido que tuvo en activo aún mayor número de bots. Sin embargo, a partir del 1 de noviembre,
es decir, los días justo anteriores a las elecciones, a los comicios electorales, vemos
cómo podemos redobla los esfuerzos en cuanto a número de bots y rápidamente el número
acumulado de bots en activos de Podemos se dispara y supera en mucho, insisto, durante
los 10, solo durante los 10 días anteriores a las elecciones del 10 de noviembre, a todos
los demás partidos políticos. Por tanto, no se trata solo de que Podemos de Normal
tenga habilitados un mayor número de bots que otras formaciones políticas, se trata
de que concentró los esfuerzos de propagación de sus mensajes políticos a través de bots
en las jornadas cruciales donde se decidía el voto en las elecciones del 10 de noviembre.
Por tanto, claramente tenía como propósito influir sobre la gestación de ese voto en
la mente y en la voluntad de los españoles. ¿Qué conclusión podemos sacar de todo esto?
Pues por un lado, evidentemente, que Podemos, como todo partido político, es una formación
hipócrita. Un partido que critica una determinada actitud, una determinada estrategia política,
pero que luego no tiene ninguna reserva moral en ejercirla, en practicarla, como el
1.000 partido político que más está recurriendo a ella o que más recurrió a ella en las
elecciones últimas del 10 de noviembre. Pero por otro, y más allá de la hipocresía,
con sustancia al atodo político, creo que hay una segunda lección que es mucho más
preocupante. Cuando Podemos nos está diciendo que los bots son un peligro para la democracia,
lo que en realidad nos está diciendo es que los bots de otras personas, de otros partidos
políticos, son un peligro para la democracia. Es decir, son un peligro para que ellos sigan
en el poder al frente de esa democracia adulterada por sus propios bots. Porque lo que les preocupa,
insisto, no es que haya bots. Ellos son los que más utilizaron los bots en las elecciones
últimas del 10 de noviembre. Lo que les preocupa es que esos bots no caigan bajo su control,
que haya otras personas que tengan o otras formaciones políticas que tengan la capacidad
de mover el debate público incluso con más eficacia que Podemos.
Nos podrá gustar, evidentemente, cómo se mueve el debate público en una dirección
o en otra. A mí, muchos de los temas que saca Colación Box no me gustan nada y ojalá
no estuvieran en agenda. Como tampoco me gustan nada, muchos de los temas que saca Podemos
y me encantaría que nos tuvieran en agenda y que no girara todo el debate político en
torno a ellos. Ahora bien, lo que no se me ocurriría es plantear la censura para que
no se debata públicamente de temas que creo que envenenan a la sociedad y que la mueven
hacia unas posiciones que son muy perjudiciales para los propios individuos.
Sin embargo, Podemos sí está en ese plan censor. Podemos, el Partido Socialista, porque
gobiernan juntos y nadie ha desmentido al otro, Podemos y el Partido Socialista sí están
en la actitud de tenemos que perseguir los bots porque está empezando a haber muchos
bots que no son de los nuestros, está empezando a haber muchos bots que no podemos controlar.
Y lo que buscamos, tanto con respecto a los bulos como con respecto a los bots, no es
que desaparezcan los bulos y que desaparezcan los bots. Lo que buscamos es tener el monopolio
de la propaganda, que seamos nosotros los únicos que desde el gobierno podamos comunicar bulos
oficiales, la propaganda política, la mentira política de toda la vida, y que además seamos
nosotros los únicos que podemos utilizar los bots para amplificar, para multiplicar
el impacto social desde las redes sociales que tienen esos bulos. Y por tanto, lo que
buscan no es proteger a la democracia frente a la adulteración del debate público que
podrían introducir determinadas fuerzas políticas, lo que buscan es adulterar la democracia
en su propio beneficio, para consolidarse ellos al frente del gobierno.
Si en abstracto ya resultaba extremadamente peligroso que cualquier partido político
tuviera el control, el poder absoluto para decidir qué es verdad y qué no es verdad
o para perseguir a unos bots o no perseguirlos, sin abstracto insisto, estos poderes ya son
poderes que deberían inquietar a cualquier persona que defienda mínimamente la libertad
de expresión en una sociedad, cuando sabemos además que ellos no tienen ninguna reserva
moral en difundir bulos y en utilizar bots ante lo que estamos, claramente, es ante
un intento de controlar la opinión pública a través del control de la opinión publicada.
No sólo quieren tener el control directo o indirecto de los medios de comunicación
tradicionales, también quieren tener el control de las redes sociales, aquel espacio de libertad
que hoy por hoy no controlan plenamente, aunque fueran los que más bots tuvieran en activo
durante las últimas elecciones y por tanto los que pudieron influir y manipular en un
mayor sentido ese resultado electoral, pero un ámbito que no controlan plenamente y sobre
el que desde luego están buscando un control pleno, y eso es algo que no deberíamos permitir,
no sólo por proteger nuestra libertad individual, sino también porque el control ciudadano
que se pueda ejercer sobre el gobierno se va a haber totalmente diluido si las herramientas
de que disponemos para ejercer de contrapeso, de contrapoder a un gobierno, a cualquier
gobierno, pero especialmente a uno crecientemente autoritario, si esas herramientas caen bajo
el control, bajo el control arbitrario de ese gobierno crecientemente autoritario.
Nos va la libertad presente y futura en esta batalla y es una batalla que no podemos perder.