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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

¿Se pueden criticar las propuestas económicas de un político de izquierdas sin que acto seguido se
organice una marabunta de seguidores de ese político de izquierdas que te acusen de fascista?
Pues en el caso de la política colombiana y de los seguidores de Gustavo Petro, por desgracia parece
que no. Veámoslo. Hoy querría mostrarles un vídeo pseudohumorístico. No es que pretenda
hacer la competencia a Spanish Libertarian Binds, sino que pretendo mostrarles el extremo grado
de fanatismo en el que se puede llegar a caer dentro de una secta ideológica. Como os sabréis,
todos los que seguís este canal con cierta frecuencia, hace unas semanas mantuve un debate a
través de la red social Twitter con el candidato a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro. El
debate fue sobre una cuestión bastante técnica. Sin primir dinero para financiar al gobierno,
genera inflación. Recordemos que Gustavo Petro propuso que al menos durante la pandemia el gobierno
de Colombia imprimiera pesos colombianos para financiar programas de ayudas sociales a los
más desfavorecidos. Es verdad que Petro también en otros momentos ha propuesto imprimir billetes
para sufragar la transición energética. Pero en cualquier caso, el debate era si esa política
monetaria de impresión de billetes genera o no genera inflación y si la inflación,
sea importante, termina dañando a aquellos a los que, en teoría, se pretende ayudar.
Fue un debate más o menos con tono cordial. Es verdad que en algún momento Gustavo Petro
me acusó de mentir, sin demasiada razón de ser, pero también es cierto que, conforme
fue avanzando el debate, el propio Gustavo Petro reconoció que se había excedido en
las formas y que no debería haberme acusado de mentir. Pueden ser los calentones típicos de un
debate a través de una red social, aunque también es cierto que, como tuve ocasión de recordarle
al propio Gustavo Petro, sería recomendable que un candidato a la presidencia de un país
tan importante como Colombia cultivara en mayor medida la virtud de la templanza y no
cayera presa tan rápidamente de estos ataques, facilones, sencillones y falaces contra el
interlocutor. Pero bueno, hasta ahí. Cada uno de nosotros tuvimos la oportunidad de
expresar nuestras ideas en público a través de una red social como Twitter y yo expliqué
por qué desde mi punto de vista si el Gobierno de Colombia imprime dinero, imprime pesos
colombianos si se generaría inflación y eso terminaría dañando a aquellos a los que
supuestamente se dice que se quiere ayudar. Y Gustavo Petro, pues al final más o menos,
se mostró de acuerdo con mi explicación y vino a decir que él también cree que imprimir
dinero a largo plazo genera inflación, pero que en las circunstancias extraordinarias
de la pandemia ese podría ser un mal menor, mal menor para quien no lo sufra. Pero bueno,
como digo, hasta ahí. ¿Qué pasa? Pues que a muchos de los seguidores de Gustavo Petro
no les gustó en absoluto que alguien, y encima si es español, un colonialista español que
interfieren la política interna colombiana, en lugar de sentirse honrados de que un ciudadano
extranjero hable sobre la política interna de su país, mostrando por tanto que su país
tiene más relevancia en la escena, en la esfera internacional, de lo que a lo mejor
ellos mismos pensaban. Como digo, a muchos seguidores de Gustavo Petro no les gustó
que un economista extranjero, un economista español, le llevara la contraria en público
a su amado líder, contradigera algunas de las propuestas más controvertidas desde luego,
porque no son las propuestas más habituales para un candidato ponerse a imprimir moneda
para financiar al gobierno, criticara algunas de las propuestas más controvertidas de Gustavo
Petro, y como no les gustó, porque consideran que eso puede reducir la probabilidad de que
su amado líder llegue a la presidencia de la República Colombiana, pues en lugar de
organizarse para exponer de nuevo en público, porque las críticas que yo le dirigí a esa
política específica de Gustavo Petro son críticas incorrectas, son críticas erróneas,
en lugar de intentar defender a su amado líder defendiendo las propuestas que ha planteado
su amado líder, pues se dedicaron a matar al mensajero. Si no me gusta el mensaje, porque
creo que el mensaje me puede perjudicar políticamente, no intento desmentir al mensaje, intento desacreditar
al mensajero para que aquellos que puedan ser receptores de ese mensaje, ni siquiera
se dignen a leerlo o a escucharlo. Y así, a los pocos días de mi debate en público
a través de la red social Twitter, con el candidato Gustavo Petro, debate que trascendió
a los medios de comunicación de Colombia, algunos seguidores de Gustavo Petro organizaron
el siguiente aquelarre a través de la aplicación Espacios de Twitter para ver cómo podían
matar al mensajero, es decir, para ver cómo podían desacreditarme públicamente dentro
de Colombia para que, de esa manera, los colombianos ni siquiera se dignaran a escuchar si mis argumentos
en contra de la propuesta de impresión, de creación de moneda de Gustavo Petro para
financiar al gobierno, son correctos o no son correctos. Escuchemos cómo perfilaron
internamente una estrategia bastante pobre, dicho sea de paso, para intentar desacreditarme
entre el público colombiano. Y aunque se trate de una estrategia interna para consumo interno
de Colombia, a buen seguro que a muchos ciudadanos no colombianos, entre ellos ciudadanos españoles,
será una estrategia que les recuerde mucho a muchas cosas que suceden en sus países.
Si alguien interesa apoyar a la extrema derecha y así es como lo hacen de forma verada, solapada
y no hay que tenerle miedo a la hora de llamarlos por su nombre fascistas, que no era ningún
economista, era un fascista, Milton Friedman no era ningún economista, era fascista y rayo
con laje Keiser, que su nombre ya me dice bastante, Keiser y Gloria Alvarez son unos fascistas.
En la universidad donde cerradó Gloria Alvarez en Guatemala, Hayek y Milton Friedman son
honest causa, es la Francisco Marroquín, se llama la universidad, les pueden ver una
estatua de Milton Friedman allá. Y Juan Ramon Rayo da clases en la escuela, en la universidad,
esa Francisco Marroquín, la Universidad de Guatemala, pero la División de Madrid, ahí
da clases Juan Ramon Rayo, entonces ellos están conectados y están conectados de manera global
y no nos podemos dejar meter los dedos en la boca y caer en sus trampas de que ellos están
hablando de economía cuando están haciendo explítica, entonces hay que tener cuidado.
Todos son fascistas, Milton Friedman es fascista, Friedi Hayek es fascista, Axel Keiser es
fascista, Gloria Alvarez es fascista, la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala y también
sucede en Madrid, son fascistas y por supuesto yo también soy fascista.
En otras palabras, todos aquellos que critican a Gustavo Petro, aunque sea en cuestiones
meramente económicas, todos aquellos que critican a Gustavo Petro son fascistas.
Ese es el único argumento que dan para calificar a alguien de fascista, parece que en la definición
de fascista sea criticar a Gustavo Petro, porque obviamente tú puedes tratar de argumentar
que una persona es fascista, pero tendrás que ofrecer algún tipo de razón de por qué
lo es. Por ejemplo, yo soy una persona antinacionalista,
soy una persona pro-globalización, que no pro-globalismo, soy una persona partidaria
de los estados diminutos, estoy a favor de la despenalización de las drogas, estoy a
favor de la legalización de la gestación subrogada, estoy a favor de la liberalización
del contrato de matrimonio para permitir, por ejemplo, que dos personas del mismo sexo
puedan formalizar en condiciones igualitarias frente a cualquier otra pareja de personas
un contrato matrimonial, estoy en contra de los privilegios estatales a las pequeñas,
a las medianas y a las grandes y muy grandes empresas, estoy en contra de los aranceles
y del proteccionismo que favorezca a grupos locales de presión, estoy en contra del
gremialismo, estoy en contra de los sindicatos verticales, estoy en contra del servicio militar
obligatorio y por supuesto también estoy en contra de las políticas militares agresivas
frente al exterior, también llamadas imperialismo, alguna de estas posiciones que he mantenido
notoriamente en público durante muchísimos años es una posición que quepa identificar
con el fascismo, más bien todo lo contrario, son posiciones claramente antifascistas, entonces
¿cuál es la base argumental para que a mí se me califique de fascista?
Realmente no hay ninguna base argumental, hay una mera estrategia política de desacreditación
del adversario para no entrar en el debate de fondo, lo que este grupo de petristas pretendía
no era buscar cuál es la etiqueta ideológica que encaja mejor con los planteamientos políticos
y económicos de Juan Ramon Rayo, en absoluto, lo que buscaban era estigmatizarme en público
para que mis ideas, para que mis críticas, para que mis propuestas no lleguen al gran
público porque el gran público, después de escuchar que soy fascista, se coloque unas
orejeras y no quiera saber absolutamente nada de mí, ¿y por qué tanto rechazo a que mis
ideas, mis planteamientos, mis críticas puedan llegar al gran público?
Es porque están inmersos en una batalla por conquistar el poder, lo único que les interesa
es que su amado líder, en este caso Gustavo Petro, podría ser cualquier otro, pero en
este caso estamos hablando de Gustavo Petro, lo único que les interesa es que su amado
líder llegue al poder y para conseguir que su amado líder llegue al poder están dispuestos,
no sé, si a cualquier cosa, pero desde luego sí, a recurrir a tácticas tremendamente
arteras, como intentar desacreditar a una persona en público simplemente porque te desagrada
lo que está diciendo, simplemente porque reduce supuestamente la probabilidad de que
tu amado líder llegue al poder, también podrían entenderlo como una crítica que lleve
a Gustavo Petro a mejorar sus planteamientos, a renunciar a aquellas propuestas más empobrecedoras
para los colombianos, pero bueno, porque supuestamente reduce las probabilidades de que tu amado
líder llegue al poder y como esto es una guerra por el poder a los enemigos en una
guerra hay que machacarlos sin piedad, por suerte creo que este tipo de estrategmas,
este tipo de campañas organizadas para desacreditar en público a una persona acusándolo meramente
de ser fascista son campañas que se terminan volviendo contra sus organizadores, porque
si algo demuestra en estas campañas es la nula base argumental, es el nulo fondo de
aquellos que necesitan recurrir a estas tretas porque carecen de otros argumentos mejores
para criticar a una persona, si esto es lo mejor que tiene el petrismo para defender
la propuesta de su amado líder de imprimir billetes con los que financiar al gobierno
entonces no tenéis nada, entonces es que el petrismo, al menos en este capítulo, en
el capítulo de defender la impresión monetaria para financiar al gobierno, entonces es que
el petrismo está desnudo.