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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Antes, si quiera debatir si los impuestos deberían ser altos o bajos, un sistema impositivo
debería contar con dos características, por un lado ser simple y por otro lado ser transparente.
La simplicidad se refiere a que los contribuyentes puedan comprender la naturaleza de los impuestos
que están pagando, es decir, que los impuestos no tengan una naturaleza compleja que les
dificulte a los ciudadanos entender en qué consiste ese impuesto y cómo interactuar
con él.
A su vez, la transparencia se refiere a que los ciudadanos sean conscientes de todos
los impuestos que están pagando, que conozcan todos los impuestos que existen y que sepan
qué productos, qué flujos de gasto, qué rentas están grabando esos impuestos.
Si no hay simplicidad ni transparencia, lo que sucede es que los impuestos están camuflados
a ojos de los ciudadanos, es decir, que los ciudadanos están pagando impuestos que no
son conscientes, que no conocen qué están pagando y esto porque es problemático, porque
al final un ciudadano tiene que determinar si quiere más o menos impuestos y si quiere
más o menos gastos públicos y para tomar esa decisión lo que hace es comparar la calidad,
la cantidad de gastos públicos que recibe con la cantidad de los impuestos que paga,
pero si no sabe los impuestos que está pagando puede pensar que paga muy pocos impuestos
y que por tanto gran parte del gasto público que recibe es un gasto público gratuito cuando
en realidad no es así, ese ciudadano puede estar pagando íntegramente ese gasto público
solo que a través de figuras impositivas que ignora siquiera que existen.
Y como os podéis imaginar es una constante en todos los estados del planeta que estos
hayan dividido, hayan fragmentado enormemente el tipo de impuestos y de tributos que soportan
que pagan los ciudadanos para que estos no sean conscientes de lo que les cuesta realmente
el estado, de lo que les cuestan realmente los servicios públicos que reciben y por
eso en aras de una mayor transparencia del sistema tributario español vamos a dedicar
este vídeo a exponer todos y cada uno de los impuestos que existen dentro del reino
de España o más bien que existían en el año 2019 porque el listado que vamos a proporcionar
es el último listado disponible, el último listado completo disponible y es del año
2019, a todos los que leamos a continuación habrá que añadir los impuestos que se hayan
aprobado en 2020 y en 2021 como la tasa tobi no la tasa google pero aún excluyendo los
más recientes impuestos como a continuación veremos el listado de impuestos que soportamos
el conjunto de los españoles es verdaderamente brutal, es larguísimo, es complicadísimo
y muy poco transparente porque justamente eso es lo que buscan nuestros políticos que
no sepamos por todo lo que estamos pagando para sostener, para costear el enorme estado
que padecemos vamos a comenzar con la categoría de impuestos sobre la producción y las importaciones
una categoría que proporciona, le proporciona al FISCO 145.515 millones de euros en el
año 2019, en primer lugar encontramos el archiconocido IVA impuesto sobre el valor añadido 79.308
millones de euros, a su vez también tenemos el impuesto general canario el IHIC 1588 millones
de euros, la tarifa exterior común 1.966 millones de euros, el arbitrio sobre importaciones
y entregas de mercancías en Canarias para la importación 54 millones de euros, el impuesto
sobre producción, servicios e importación en Ceuta y Melilla en el caso de la importación
42 millones de euros, los impuestos especiales sobre determinados productos importados 33
millones de euros, el impuesto sobre hidrocarburos 13.758 millones de euros, el impuesto sobre
electricidad 1.460 millones de euros, el impuesto sobre el alcohol y bebidas derivadas 882 millones
de euros, el impuesto sobre la cerveza 355 millones de euros, impuesto sobre productos
intermedios 22 millones de euros, el impuesto sobre las labores del tabaco 6.971 millones
de euros, el impuesto sobre combustibles derivados del petróleo 332 millones de euros, el arbitrio
sobre importaciones y entregas de mercancías en Canarias sobre la producción 84 millones
de euros, el impuesto sobre la producción, servicios e importación en Ceuta y Melilla
sobre la producción 112 millones de euros, la aportación al fondo nacional de eficiencia
energética 204 millones de euros, el impuesto sobre el carbón 134 millones de euros, el
impuesto sobre el valor de la producción de energía eléctrica 717 millones de euros,
la exacción sobre la gasolina 23 millones de euros, el impuesto sobre los gases fluorados
con efecto invernadero 81 millones de euros, el canon por utilización de las aguas continentales
para la producción de energía eléctrica 317 millones de euros, el impuesto sobre transmisiones
patrimoniales y actos jurídicos documentados 9.327 millones de euros, el impuesto especial
sobre determinados medios de transporte 697 millones de euros, los impuestos y tasas
sobre el juego 1.362 millones de euros, el impuesto sobre las primas de seguros 1.714
millones de euros, el impuesto sobre estancias turísticas 196 millones de euros, las tasas
para radio televisión española 190 millones de euros, el impuesto sobre construcciones,
instalaciones y obras 1.076 millones de euros, otros impuestos sobre gastos suntuarios 3
millones de euros, el recurso Cores 152 millones de euros, las obligaciones sobre comercialización
de derechos audiovisuales de los clubs de fútbol 25 millones de euros, el impuesto sobre
bienes inmuebles el IVI 13.393 millones de euros, el grabamen especial sobre bienes
inmuebles de entidades no residentes 2 millones de euros, el impuesto sobre grandes establecimientos
comerciales 49 millones de euros, el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica para
las empresas 490 millones de euros, el impuesto sobre actividades económicas el IAE 1.879
millones de euros, la compensación de telefónica de España por tributos locales 130 millones
de euros, las licencias turísticas 329 millones de euros, las tasas por utilización privativa
o aprovechamiento especial del dominio público 1.315 millones de euros, las tasas por obtención
de licencias empresariales y profesionales 428 millones de euros, el canon de la ITV
16 millones de euros, los impuestos y canones divertidos canon de explotación de hidrocarburos
canon de superficie de minas 187 millones de euros, los impuestos y canones sobre la emisión
de gases y contaminación atmosférica 14 millones de euros, el impuesto sobre aprovechamientos
cinegéticos 5 millones de euros, el impuesto sobre la producción y transporte de energía
que incidan en el medio ambiente 153 millones de euros, el impuesto sobre instalaciones que
incidan en el medio ambiente 126 millones de euros, los derechos de emisión de gases
de efecto invernadero 1.015 millones de euros, el impuesto sobre producción y almacenamiento
de combustible nuclear gastado y residuos radiactivos 302 millones de euros, otros impuestos
medioambientales 74 millones de euros, el impuesto sobre los depósitos de las entidades
de crédito 381 millones de euros, el recurso ordinario del Fondo de Garantía de Depósito
1101 millones de euros, otros impuestos sobre la producción 228 millones de euros y por
último las aportaciones al Fondo Único de Resolución de Entidades Financieras 708 millones
de euros.
Como digo, estos son todos los tributos que existen en España sobre la producción y
la importación y ahora pasemos a otra categoría, los impuestos sobre la renta, el capital y
el patrimonio.
En primer lugar nos encontramos con el IRPF, el impuesto sobre la renta de personas físicas
98.569 millones de euros en el conjunto del estado español, impuestos sobre la renta
de no residentes 461 millones de euros, impuestos sobre sociedades 23.796 millones de euros,
impuestos sobre la renta de no residentes en el caso de personas jurídicas 1.961 millones
de euros, el impuesto sobre el patrimonio 1.417 millones de euros, el IVI sobre viviendas
desocupadas 810 millones de euros, el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica para
los hogares 1.771 millones de euros, las licencias de caza y pesca 30 millones de euros, otras
tasas pagadas por hogares por licencias 328 millones de euros, otros impuestos corrientes
14 millones de euros, el impuesto sobre sucesiones y donaciones 2.513 millones de euros, contribuciones
especiales 78 millones de euros, cuotas de urbanización 59 millones de euros, el impuesto
sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana 2.501 millones de euros,
la famosa plusvalía municipal, los aprovechamientos urbanísticos 100 millones de euros y el recurso
extraordinario del Fond de Garantía de Depósitos 244 millones de euros.
En total, estos tributos sobre la renta, el capital y el patrimonio proporcionan una
recaudación de 134.642 millones de euros.
Si sumamos ambas categorías, tenemos todos los ingresos por propiamente impuestos que
totalizan, totalizaron en el año 2019, 280.157 millones de euros.
Pero a estos impuestos hay que añadirle otro tributo muy importante, de hecho el principal
tributo, en España que son las cotizaciones sociales.
En las cotizaciones sociales encontramos en primer lugar las cotizaciones sociales efectivas
a cargo de los empleadores, de las empresas, 112.274 millones de euros, a su vez las cotizaciones
sociales imputadas 7.153 millones de euros, además las cotizaciones sociales obligatorias
a cargo de los asalariados 23.272 millones de euros, las cotizaciones sociales obligatorias
a cargo de los autónomos 11.501 millones de euros, las cotizaciones sociales obligatorias
a cargo de los desempleados 5.480 millones de euros, y por último las cotizaciones sociales
voluntarias de los hogares que son de apenas 987 millones de euros.
En total pues las cotizaciones sociales aportan una recaudación de 160.667 millones de euros,
que sumadas a los ingresos por los impuestos sobre la producción, la importación, la
renta al capital y el patrimonio, que eran de 280.157 millones de euros, llegamos a
unos ingresos tributarios totales del estado de 440.827 millones de euros, y ni siquiera
penséis que esto fue todo porque los ingresos totales del estado en el año 2019 fueron
de 486.000 millones de euros, 46.000 millones de euros más de los que hemos mencionado,
¿por qué?
Porque hay otros ingresos del estado, aparte de sus rentas de propiedad, los precios públicos,
por ejemplo, que no estamos incluyendo en este listado.
Este listado es un listado únicamente tributario, de ingresos tributarios de lo que se recauda
por impuestos, por algunas tasas que en realidad son impuestos, y por cotizaciones sociales,
ni por copagos, ni por precios públicos, ni por tasas universitarias, todo eso queda
fuera.
440.824 millones de euros de recaudación fiscal, impuestos y cotizaciones sociales
en el año 2019, una media de 9.300 euros por español.
Para un hogar de tres miembros, estamos hablando de una media de 28.000 euros anuales en impuestos
y cotizaciones sociales.
Evidentemente, habrá gente que pague muy pocos impuestos, porque, por ejemplo, no tiene
fuentes de renta, y habrá otros que paguen muchos más impuestos, porque sean trabajadores
con un flujo de renta regular, y sobre ello recae gran parte de la presión impositiva.
Pero creo que, a tenor del listado anterior, lo que sí está más o menos claro, es que
la inmensa mayoría de estos impuestos no los pagan sobreproporcionalmente los ricos,
y por tanto, no son los ricos los que mantienen el peso recaudatorio del estado español.
Es el conjunto de la sociedad, sobre todo el conjunto de la sociedad, que tiene ingresos
y que hace disposición vía gastos de esos ingresos los que mantienen el estado.
Es decir, el estado vive a costa, medra a costa, del conjunto de la población productiva,
y no es verdad por consiguiente que el estado nos lo dé todo gratis a la inmensa mayoría
de la población.
A la población, en general, le cobra muchísimos impuestos por los servicios que presuntamente
le proporciona de manera gratuita.
Es importante, por consiguiente, que evaluemos bien cuál está siendo el coste real sobre
nuestras vidas de toda esta inmensa maraña de tributos para que luego nos planteemos
también si, de verdad, los servicios que monopolísticamente o cuasi monopolísticamente
nos ofrece el estado nos compensan todos estos impuestos que estamos pagando, porque probablemente
la respuesta sea que no, y justamente porque la respuesta es que no, el estado necesita
camuflar toda la exacción fiscal que impone sobre la población a través de tantísimos
impuestos de cuya existencia ni siquiera muchos éramos conscientes.
Transparencia fiscal para empezar a reducir el inmenso tamaño del estado y la inmensa
confiscación tributaria del estado.